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martes, 28 de agosto de 2012

La democracia moral del socialismo español


La muerte de las ideologías, la globalización, la crisis y los desaprensivos que detentan el poder, nos van empujando cada día hacia un nuevo modelo de democracia, que ya no se ocupa exclusivamente de las elecciones o la distribución del poder, sino también del adoctrinamiento de los ciudadanos, como una nueva fe o creencia, que se aferra al dogmatismo fundamentalista. Si Rajoy nos quiere convencer de que la única salida a nuestros problemas es la que propone, Rubalcaba sigue en silencio sin reconocer que los errores de su partido fueron los que nos han llevado a la penosa situación actual.

La democracia ha dejado de ser una forma de elección en libertad de la opción política preferida por los electores, para convertirse en una doctrina social al servicio de los nuevos profetas. Se veía venir tras los motivos para creer y otros intangibles construidos desde la bondad, la paz y el amor universal predicado desde la propaganda socialista en un proselitismo insostenible e insoportable.

La democracia no es una cuestión de fe, sino un hecho político, apropiarse de la democracia para impartir doctrina moral es realmente un engaño urdido con sevicia, porque la democracia no es propiedad de ninguna ideología, sino un bien común; pero algunos, acostumbrados a utilizar el bien común en beneficio propio, sin límites, no han tenido reparo en convertir la democracia en un instrumento para imponer su perspectiva e interpretación de la realidad, de forma exclusiva y excluyente, considerando que todas las demás opciones no son democráticas, por no compartir sus principios morales. Han hecho lo mismo con la justicia, la información, las leyes, los recursos públicos, la educación o la economía.

No se puede ser tan soberbio sino es por alguna razón extrema, en mi humilde opinión, la izquierda en España se encuentra al borde de la desesperación y tal vez de la desaparición, al menos en las formas conocidas, porque no se puede despreciar los principios que sustentan su ideología, pues hasta el mismo Marx advirtió de que es el pueblo el que debe educar al Estado y no el Estado al pueblo, y al mismo tiempo denunciar a los demás por no ser demócratas.

A la izquierda de este país le hace falta un espejo público que le diga la verdad, desde al menos hace una década; ha perdido conciencia de su papel histórico para representar un papel histérico, anunciando todos los males que ocurrirán si los demás deciden el futuro, cuando ellos son los que lo han decidido hasta llevarnos a la ruina, pero todavía ni siquiera lo han reconocido públicamente. No se puede ser tan necio como para tratar de convencer a la realidad de que está equivocada por no seguir el guión que se ha diseñado desde el sanedrín de Ferraz.

Si un partido político ha utilizado la democracia en beneficio propio, contra los intereses generales de los españoles más que ningún otro, ese ha sido el PSOE, no sólo en la época de Zapatero sino también en la de Felipe González, vulnerando la ley, apropiándose de la justicia, adueñándose de la opinión pública desde la manipulación de la información, la propaganda y la censura. Si alguna feligresía partidaria se ha enriquecido en nombre de la democracia, han sido los miembros de la familia socialista, con corrupción sin fin, nepotismo y prevaricaciones que hacen estar imputados a ministros, consejeros autonómicos, alcaldes, concejales y otros miembros del elenco social. Si una ideología ha sido perversa con sus electores, por beneficiar a sus dirigentes, sin duda el socialismo español podría impartir doctrina, de como dejar a más de cinco millones de españoles en el paro, a un 25 % en la miseria, de como duplicar la deuda pública hasta hacerla insostenible y de como haber colocado en las administraciones públicas a decenas de miles de seguidores con un pesebre eterno, con el único mérito de pertenecer a su familia política.

No puede ser que a estas alturas de la historia, la gente no se dé cuenta de lo que ha ocurrido, de como el socialismo español ha perjudicado a todos los españoles para beneficiar sectariamente a los privilegiados por su partido, para impedir que todo aquel que tuviera algo que aportar a la sociedad pudiera hacerlo porque siempre habría un inepto con carnet para ocupar su puesto. Es increíble que entre los jóvenes, a los que el socialismo español ha llevado a las cotas de dependencia más elevadas de la historia de este país, con un paro que sobrepasa el 55 % todavía les digan que la derecha u otras opciones les quieren arrebatar todo, cuando lo único que les queda por delante es un futuro desolador y una vida miserable.

El socialismo se ha ensañado en este país con los ciudadanos, hasta el punto de crear la situación de incertidumbre más escabrosa de toda la historia democrática, además lo ha hecho con la voluntad fundamentalista de no reconocer que se ha equivocado y todavía se atreven a dictar doctrina moral contra todas las opciones diferentes, porque son tan soberbios que no pueden asumir que han metido la pata y nos han jodido a todos, fundamentalmente a los que más confiaron en ellos.

Estos nuevos aristócratas de la izquierda van a tardar muchos años en regresar al poder, les queda por delante un desierto de desconfianza, en el que tendrán que hallar la humildad que han perdido, la equidad que han abandonado, el altruismo del que presumen y carecen. Cada día somos mas los españoles que pensamos que ser socialista es sinónimo de aprovechado.

Se equivocan señalando a los demás como desaprensivos e inmorales, porque en esta ocasión no van a poder seguir engañando a la gente, están siendo observados por todos los que dejaron en la cuneta, que son muchos millones. Han hecho mucho daño y tienen que pagar por ello, no sólo con el desprecio de los españoles, sino con las penas correspondientes a sus delitos.

Todo es cuestión de tiempo, pero nadie va a pasar página en esta ocasión, el cordón sanitario que trataron de imponer a todos los demás se cierne en esta ocasión sobre ellos, como si tuvieran la peste, y tal vez la tengan, una peste de codicia que tienen que superar, para volver a poder hablar y que la gente les vuelva a creer.

Rubalcaba debería comenzar a pedir perdón a los españoles, antes de que los españoles le exijan la disolución de su partido por ser un instrumento de coerción inadmisible en una democracia.

Enrique Suárez

domingo, 26 de agosto de 2012

¿Por qué España necesita un millón y medio de empleados públicos más que otros países de la zona euro para hacer lo mismo?


"En España necesitamos dos empleados públicos para hacer lo mismo que en otros países de la zona euro hace uno solo". Enrique Suárez

Quizá sea uno de los enigmas que explica nuestra miserable realidad, recientemente he visto una estadística de la evolución del empleo público de los países de la zona euro y me ha llamado poderosamente la atención que nuestro país sea en el que más ha crecido el número de empleados públicos entre 1980 y 2006, pero como desde entonces todavía ha seguido creciendo (medio millón más de empleados públicos entre 2006 y 2012), mientras que en el resto de países de la zona euro ha disminuido gracias a la incorporación de la tecnología y la mejora de las condiciones organizativas, actualmente en España tenemos la mayor sobrecarga de empleados de administraciones públicas por trabajador de toda la zona euro.

Para una población laboral de 17.417.300 trabajadores en España en el segundo trimestre de 2012, tenemos en España 3.190.000 empleados públicos, lo que quiere decir que de todos los trabajadores españoles un 18,31 % son empleados públicos, esto no ocurre en ningún país europeo de la zona euro

Otra cuestión importante para denunciar la insoportable situación que vivimos en España en relación al sostenimiento del empleo público, es que, casualmente, mientras en este país el paro no ha dejado de crecer desde el año 2004, pasando de 1,8 millones de desempleados cuando llegó Zapatero al Gobierno hasta los 5,7 millones de desempleados actuales, lo que supone 3,9 millones de parados en la cuenta de los gobiernos del PSOE, resulta que con el empleo público ha ocurrido exactamente lo contrario, pasando de 2,8 millones a 3,2 millones actuales (400.000 nuevos empleos públicos), de lo que se deduce que durante los gobiernos del PSOE se han creado un puesto de empleo público, por diez puestos de trabajo que se han destruido. No tiene ningún sentido, si se ha reducido la actividad económica, si hemos estado en recesión, si hay más paro, no es normal que crezca el empleo público, mientras todo lo demás disminuye. Cabría preguntarse entonces, ¿para qué crezca el empleo público tiene que reducirse la economía, el empleo general y la calidad de vida de los españoles?, ¿quién quiere acabar con todo?.

Durante los años 1980-2006 en la Alemania reunificada se pasó de 3.929.000 empleados públicos a 4.148.000 empleados públicos (+ 219.000, un 5,6 % más), pero en España se pasó de 1.117.000 empleados públicos en 1980 a 2.728.000 en 2006 ( + 1.611.000, un 244 % más). Mientras Alemania tenía en 2006 una tasa de empleados públicos de 4,1 por cien habitantes, España tenía en la misma fecha una tasa de empleados públicos de 6,8 por cien habitantes, y desde entonces todavía ha crecido casi un 20 % más.

En la misma proporción de crecimiento del empleo público en los países de la zona euro, (la media es 131 % entre los años 1980-2006) España no tendría que tener más de 1,6 millones de empleados públicos; como actualmente tiene 3.2 millones de empleados públicos, se deduce que:

EN ESPAÑA NECESITAMOS DOS EMPLEADOS PÚBLICOS PARA HACER LO MISMO QUE EN OTROS PAÍSES DE LA ZONA EURO HACE UNO SOLO.

En un reciente análisis sobre el coste medio de los empleados públicos realizado en las empresas públicas de la Comunidad Valenciana, se llegó a la conclusión de que 12.000 empleados públicos le costaban a esta comunidad 2.500 millones de euros al año, lo que quiere decir que cada empleado público sale por una media de 20.800 euros al año de sueldos, a lo que se debe añadir algo más por gastos que ocasiona al Estado con su trabajo; un empleado público cuesta de media, no menos de 25.000 euros al año a los españoles.

Si en España tenemos 1,6 millones más de los empleados públicos que necesitamos, se puede deducir que estamos gastando cada año 40.000 millones de euros que no tenemos (la mitad de nuestro déficit público) para mantener en su puesto a todos los colocaos de los partidos políticos que nos han dejado la administración pública como si fuera un pesebre con pastorcitos. A lo que se debe añadir la ineficiencia e ineficacia, las cosas que tendrán que hacer todos los apesebrados para que su puesto de trabajo se considere necesario, desde colocar lazitos negros en las ventanas de las instituciones públicas en tiempo de su trabajo, hasta todas las manifestaciones del mundo organizadas por los sindicatos UGT y CCOO, y los partidos de la izquierda y la derecha, para mostrarle al pueblo que quieren acabar con todo, sin desestimar las campañas nacionalistas en comunidades segregacionistas, pagadas con sueldo todos los meses a los gordillos vascos y catalanes.

Si este país fuera normal, que no lo es, alguien tendría que hacer una purga de los empleados públicos innecesarios que tenemos en España (se estima en 1,6 millones, que nos cuestan 40.000 millones de euros), pero nadie lo hará, porque entre todos los partidos políticos (lo que venímos denominando LA CASTA), tienen colocados a sus hijos, hermanos, nietos, primos, parientes cercanos y lejanos, amigos, afines y la madre que los parió a todos en este régimen tirano y despótico que hace de la corrupción, el nepotismo y la opresión a los demás, su enseña particular. Y el lazito negro de bandera...

Para la próxima manifestación de los desesperados que cobran todos los meses del erario público, les recomiendo a los farsantes Toxo y Méndez que saquen una gran pancarta en la que se lea en letras de molde rojas: HEMOS ACABADO CON TODO, ESPERAMOS QUE NOS DISCULPÉIS ALGÚN DÍA y si quieren que le pongan también un lazito negro para identificarse como parásitos a costa de todos los españoles.



Enrique Suárez

jueves, 23 de agosto de 2012

¿Cómo se manipula la opinión pública en España?: las redes socialistas


Los enemigos de la libertad siempre actúan de forma colectiva: es un axioma

Desde hace una década, la opinión pública española está siendo sometida a un ejercicio de violencia democrática ininterrumpido, con el único objetivo de erradicar la libertad de pensamiento y expresión de este país. Primero desde el Gobierno, ahora desde la oposición, asistimos cada día al bombardeo organizado con la intención de lavar el cerebro a los españoles, creando la mitología de que el ser humano sólo puede salvarse de los grandes males de este mundo si renuncia al egoísmo individual, hasta convertirse en masa amorfa y sumisa, en un adoctrinamiento moral permanente.

El problema es que los propagandistas de la izquierda nos ocultan tras su proeza samaritana, sus auténticas intenciones: ocultar su egoísmo colectivo a la hora de acumular privilegios y recolectar beneficios defendiendo “las causas más nobles” siempre que redunden en su propio provecho, un aliciente de lo más “altruista”; aunque esto acabe perjudicando a todos los demás, ricos o pobres. No en vano, la pobreza se ha incrementado en España un 20 % (25 % de la población) y el paro un 140 % (25 % de la población), tras “la pasada” socialista. Además de haberse incrementado el analfabetismo real y funcional en todo el país, la dependencia, y la miseria; estos hechos también se ocultan (o se induce a su olvido) con una censura impropia de una democracia, destacando los pírricos logros de los gobiernos socialistas ante las hecatombe que nos han legado y que estamos viviendo.

Las redes socialistas, comunistas, sindicalistas y afines, actúan de forma sencilla y sectaria, organizándose para la acción del agit-prop mediático cada día, colonizando los grupos de Facebook, retwiteando las noticias que favorecen sus argumentos, expulsando del menéame a todos los discrepantes, y aplaudiendo las noticias que van saliendo en los medios digitales en maniobras orquestadas para una expansión sincronizada, mientras que desprestigian todas las que critican sus planteamientos. Cierto es que cada día se va reproduciendo también esta actitud desde posiciones conservadoras o nacionalistas, en una competición sin descanso por llevarnos a la confrontación y el conflicto permanente, en el pastoreo de las opiniones a que nos someten, para ir completando sus rediles electorales.

Sin embargo, lo que está cada día más claro es que la información publicada y “me-gustada” no viene a ser un reflejo de la opinión pública mayoritaria, sino más bien de su manipulación y adoctrinamiento, porque la minoría más ruidosa del más de lo mismo, no es portavoz de la mayoría silenciosa, que lo único que desea es que dejen de manipularla en el nombre de Dios, del bienestar de la humanidad o de la próxima invasión de los alienígenas. Los motivos para creer se han acabado, cuando los españoles están sufriendo en sus carnes el azote del colectivismo mental, del ensalzamiento de lo público para pesebre de parásitos, y el pensamiento único que nos conceden los que se salvan a si mismos mientras anuncian que van a salvarnos a todos los demás.

La sociedad dependiente que se ha creado en este país, exclusivamente con el objetivo de que los sectarios de la izquierda se perpetuaran en el poder, aunque fuera hundiendo este país y a sus habitantes, por su mezquindad, en el más profundo abismo de la miseria, no tiene ninguna posibilidad de lograr sus propósitos; a mí solo me conmueve al desconsuelo de los años que vamos a tardar en desincrustarnos la costra mental que nos han dejado, que va a terminar expulsando de este país a los jóvenes mejor formados de nuestra historia (55 % de paro juvenil), desposeyendo a España de su principal capital humano, porque a unos indigentes intelectuales se les haya ocurrido la desafortunada idea de descerebrar a este pueblo por todos los medios, para que los apoltronados políticos, de la izquierda y la derecha, de los nacionalismos y los populismos, los sindicalistas y empresarios de pesebre, puedan seguir manteniéndose en el poder como la más depravada mafia reaccionaria de la historia reciente de España.

Da mucha pena contemplar esa negación de la prosperidad de los españoles en nombre del progreso, que no es otra cosa que el eufemismo del conservadurismo más extremo, al mantener una gerontocracia de impresentables e indocumentados dirigiendo este país como una casta aristocrática, en nombre de las causas más anheladas y los objetivos más nobles, desde una hipocresía democrática que habría hecho sonrojarse a las mismas cortes franquistas, por su depravada e insólita soberbia.

Enrique Suárez

miércoles, 22 de agosto de 2012

Los profesionales sanitarios de este país no necesitan adoctrinamiento


En este país de nunca jamás que nos va quedando, una de las noticias que me ha sorprendido ingratamente es la de determinadas agrupaciones sociales, medios de comunicación, ONGs, partidos políticos y algunos sabios quintacolumnistas, tertulianos o no, ejerciendo una presión irritante e incesante sobre los profesionales sanitarios de este país, para que incumplan con el proyecto de ley de excluir a los inmigrantes ilegales de su acceso a la sanidad pública, estableciendo una barrera económica para que puedan recibir asistencia, que va desde los 700 a los 1400 euros. Prodigio de inhumanidad de este Gobierno que debe ser demonizado por acabar con la dependencia de los debiles, cuando en realidad lo que creo que se pretende es acabar con los réditos de sus supuestos defensores, bien organizados en defender sus propios intereses.

Incluso algunas asociaciones sanitarias, sindicatos profesionales y agencias corporativas han comenzado una campaña de objeción de conciencia, para que se inscriban en ella aquellos sanitarios que quieran oponerse a la legislación gubernamental.

Con todas estas acciones, no cabe más que pensar que los profesionales sanitarios de este país, supuestamente descerebrados y desalmados, necesitan del adoctrinamiento moral de los buenos samaritanos para oponerse al adoctrinamiento moral de los que toman las decisiones sobre la sanidad pública desde el Gobierno, y que el pueblo discierna entre unos y otros.

Desde mi punto de vista, estamos asistiendo a la enésima entrega de la utilización de un determinado grupo humano, en este caso los inmigrantes ilegales (y consecuentemente los profesionales sanitarios), para mostrar al mundo quienes son los buenos y quienes son los malos, porque somos incapaces de comprender que en este mundo de las cosas que se pagan con el dinero público no hay buenos ni malos, sino gestiones eficaces o ineficaces, derroche o ahorro, más impuestos o menos.

Hasta donde conozco, no he leído nunca la noticia de que un inmigrante legal o ilegal en este país haya sido desatendido en caso de necesidad, aunque si conozco muchos casos de europeos de países más ricos que España que han venido a atenderse de sus problemas a la sobrecargada sanidad pública española, fundamentalmente porque a un señor que se llama José Luis Rodríguez Zapatero se le ocurrió integrar en nuestro sistema sanitario entre los años 2009-2010 a siete millones de inmigrantes sin incrementar en la misma proporción los recursos correspondientes para atenderlos, y eso es una penosa gestión de los recursos públicos, porque no solo incrementó el trabajo de los profesionales que mantienen la salud pública de este país, sino que también redujo la calidad asistencial al incorporar siete millones de personas más, con un sistema sanitario que estaba diseñado para siete millones de personas menos, tal vez sea la nefasta gestión de los recursos públicos que se trate de ocultar con estas campañas de propaganda.

Por lo demás, no creo que ningún profesional sanitario de este país necesite consejos morales de “los buenos samaritanos” que posiblemente más que defender a los inmigrantes quieran poner a parir al gobierno, utilizando a los inmigrantes, por tratar de establecer un control sobre el gasto sanitario público en tiempos de crisis.

Los profesionales sanitarios de este país, no necesitan que nadie les diga lo que tienen que hacer en cuestión de atender o no atender a todos aquellos que lo necesiten. No hacen falta campañas de propaganda, ni de agitación mediática, a la que algunos nos quieren acostumbrar, tratando de erradicar la conciencia individual de todos los miembros de un colectivo, que ya sabrá resolver sus problemas como lo ha hecho a lo largo de su historia, para imponer la conciencia colectiva a ese colectivo, como si tal cosa fuera necesaria.

Queridos
“buenos samaritanos”, hagan el favor de dejar fuera de la política la conciencia y dignidad de los trabajadores sanitarios de este país, que digan lo que digan ustedes, harán lo que sea necesario sin su ayuda ni consejo, para cumplir con su obligación, más allá de lo que trate de imponérseles desde el Gobierno.

Confíen ustedes un poco más en aquellos que tienen que tomar las decisiones sin aleccionamientos ni moralinas. Que hasta ahora no han sido necesarios ni sus adoctrinamientos ni los del Gobierno, para que cumplieran adecuadamente con su trabajo, con inmigrantes y con cualquier ser humano que lo requiera.

No vaya a ser que terminen acudiendo los asalariados públicos Sánchez Gordillo y LLamazares, con los carritos, a salvarnos a todos a la llamada de la justicia universal y los profesionales sanitarios terminen siendo agredidos como las cajeras del Mercadona, por el bien de la humanidad.

Enrique Suárez

viernes, 17 de agosto de 2012

Carta de Francisco Franco Bahamonde a los españoles *

"Creía que los alemanes eran más altos", Francisco Franco Bahamonde, conversando con Hitler en Hendaya.


Españoles todos,

Aunque sé que jamás mis sucesores os leerán esta carta, supongo que algún español dará con ella algún día, siempre he confiado en vosotros, sois un magnífico pueblo, aunque nunca os habéis valorado lo suficiente, incluso fuisteis capaces de no hacer nada para deshaceros de mi régimen autoritario durante los cuarenta años que duró. Cómo todos sabréis, yo me morí en la cama de puro viejo, nadie me apartó del poder más que la muerte.

Sé que a partir de mi muerte os van a destrozar, pero yo no he podido quedarme más con vosotros, otras obligaciones me reclaman. Nunca os dije que en este país lo que más abundan son los mangantes, conmigo se mantuvieron a raya, pero tras mi muerte se reproducirán como las ratas y vais a enteraros de lo que es una dictadura, cuando salgan adelante todos los partidos políticos, por la izquierda, la derecha o los nacionalismos, todos dispuestos a trincar lo que no han trincado durante los cuarenta años que los he contenido.

Aunque no lo creáis, yo también quería ser un demócrata desde los años sesenta, pero viendo lo que me rodeaba decidí no mover pieza; los que me sucederán os venderán como democracia un negocio que se van a montar para aprovecharse de vosotros, para oprimiros con sus chorradas, para esquilmaros, para estafaros sin fin. En realidad, no serán demócratas, sino aprovechados que utilizarán la democracia para alcanzar privilegios que la vida no les concedería de otra forma, ya os dije que en España abundan los mangantes, tened cuidado con todos ellos porque sin daros cuenta siquiera os habrán dejado pelados, los de izquierdas, los de derechas, los nacionalistas, los sindicalistas y otras gentes del buen vivir a vuestra costa.

Yo les he conocido bien durante todo este tiempo, cada uno mirando para sus intereses diciendo que defiende los de todos, todos vendiendo sus utopías particulares para cobraros el servicio a precio de genios cuando son lo más burro que podéis imaginaros.

Una cosa de la que quiero advertiros es que todos son iguales, lo único que cambian es la forma de embaucamiento, unos dirán que lograrán lo que nunca se ha logrado, otros que harán que las cosas vayan a mejor, pero todos os tomarán el pelo, porque entre lo que digan y lo que hagan habrá más distancia que entre la Tierra y Neptuno. Enteraos de que mienten más que hablan, mienten hasta cuando se creen que dicen la verdad. Y no olvidéis que vivirán muchísimos años de denostar todo lo que yo hice, de llamarme facha, asesino y cosas peores, pero veréis, muchas cosas no serán ciertas, pero si rentables para ellos. Yo era un español más, ni muy ambicioso, ni me creía un genio, sabía lo que había y tiré para adelante, en algunas cosas me habré equivocado, pero en otras, como la de mantener a raya a tanto sinvergüenza estoy seguro de que acerté.

Pero lo que quería deciros es que cuando lleguéis a una situación catastrófica que está por venir, os van a aturdir con miles de datos, con miedos y peligros, hasta haceros vivir en situación de amenaza permanente, pero no les hagáis demasiado caso, todo eso es para ocultar sus crímenes, a ello les ayudarán los jueces que han colocado y los medios de comunicación que habrán comprado, en el fondo son mucho más fascistas que yo, aunque presuman de demócratas, porque no lo son: un demócrata no se aprovecha del pueblo, le sirve cuando ostenta un cargo de representación, no se sirve de él.

Al final, lo que tenéis que hacer para libraros de tanto farsante es denunciarlos sin interrupción, y esperar que alguien desde la justicia os haga caso; cuando comiencen a caer irán todos juntos uno detrás de otro, todo es cuestión de tiempo, en el fondo todos ellos son unos cobardes, vagos y apoltronados que no saben lo que es sacarse las castañas del fuego por si mismos, sino no se dedicarían a la política, que es como una jubilación anticipada de la vida real para vivir entre el chisme y la corrupción.

Por España no os preocupéis, si ha aguantado invasiones y guerras, golpes de Estado y revoluciones, y gobernantes como Felipe II o yo mismo, puede con todo, los españoles sois un pueblo duro, tal vez tanta opresión como habéis soportado os ha hecho fuertes. Resistid con lo que podáis, porque al final todos los mangantes caen, sólo es cuestión de tiempo. Mientras tanto sed felices con lo que os quede.

¡Viva España y vivan los españoles!

FFB

* esta carta fue encontrada bajo un colchón de lana en el Palacio del Pardo, siguiendo un avejentado mapa que se había hallado previamente bajo la vitrina de la Tizona del Cid en el Alcázar de Toledo, mientras la desplazaban para repararla; no sabemos si es una carta auténtica o apócrifa, pero dado su interés, hemos decidido publicarla en Ciudadanos en la Red como exclusiva mundial.

domingo, 12 de agosto de 2012

La quiebra moral de España


Quizá más importante que la hecatombe económica o el marasmo político que sufrimos en España, de la que son autores todos los políticos que nos han representado, sea más grave y perjudicial, la quiebra moral, la desmoralización con la que nos enfrentamos a salir del profundo abismo existencial en el que nos han introducido los que han regentado el poder con la confianza de las urnas.

Por mucho que se empeñen los partidarios de las formaciones políticas con representación parlamentaria, lo que estamos viviendo en los últimos años en España poco tiene que ver con una democracia, más bien es una tiranía que ha utilizado la democracia para segregar al pueblo español en dos categorías bien diferenciadas: la masa y la casta, la primera obligada a obedecer las leyes aunque sean injustas, mientras que la casta las incumple cada día, permaneciendo inmune e impune ante los acontecimientos.

El diccionario de la RAE dice que desmoralizar es: “corromper las costumbres con malos ejemplos o doctrinas perniciosas” y también es sinónimo de desalentar. Precisamente a comienzos de año denunciamos que en este país se estaba fraguando una nueva doctrina política a la que se denominó “desmoralismo” y que consiste en hacer pensar a los españoles que la única solución a nuestros problemas, exclusivamente puede provenir de los que los han creado, es decir, los políticos españoles que han gobernado y hecho oposición durante los últimos años; también de los jueces politizados y corruptos que han impartido una justicia diferente para los ciudadanos que para los políticos, y por supuesto, los medios de comunicación que, sin otro criterio que el de procurar su supervivencia con subvenciones, porque ya no cuentan con audiencias suficientes, nos han censurado, intoxicado, embutido en propaganda y distraído sin interrupción para que no pudiéramos conocer quienes han sido los autores de la catástrofe.

En las últimas semanas estamos asistiendo a la apoteosis del esperpento, con escenografías revolucionarias protagonizadas por parásitos sociales que llevan viviendo del poder desde hace treinta años; con jueces que han sido apartados de sus puestos por corrupción mientras otros se niegan a presentar cuentas de sus gastos; con periodistas que advierten de que están siendo amenazados por altos cargos policiales; con políticos que han espiado a otros partidos para erradicar la libertad; con miembros de la familia real que han participado en historias de corrupción; con banqueros que están en los tribunales por haber expoliado las arcas de las Cajas de Ahorros que se transformaron en bancos quebrados para ocultar la corrupción de todos los partidos políticos y sindicatos que contenían.

Sin embargo, a la mayoría de los españoles que no son imbéciles, no se les oculta que esto es una cortina de humo creada por todos aquellos que han tenido alguna responsabilidad en lo ocurrido, por todos los parásitos del erario público que han mirado exclusivamente por sus intereses egoístas sin pensar siquiera en las asfixiantes circunstancias que supondría su ineptitud, soberbia y mendacidad.

España está llena de ladrones, de corruptos, de sinvergüenzas de todos los partidos y jerarquías, de todas las profesiones y cargos, que se han unido en el único objetivo de echar tierra sobre el asunto para que nunca sepamos quienes han sido los autores del fracaso de este país, sin embargo los españoles sabemos que los autores de todo lo ocurrido han sido los miembros de la casta que se ha bañado en los lodos de la corrupción, y que ahora quiere borrar pruebas de sus delitos con una representación teatral a modo de ultimatum y amenaza contra los españoles: o nosotros o el abismo.

Habría que ser muy idiota para elegirles a ellos que han sido precisamente los que nos han llevado al abismo, aunque todavía no están completamente identificados, el círculo de la sospecha se cierne cada día sobre sus cuellos, al PSOE ya lo ha silenciado, a los nacionalistas apenas se les escucha, y los del PP ya ni hablan; la justicia española ni está ni se la espera, salvo que sea para condenar a unos ancianos por robar una lata de anchoas y exculpar al yerno del Rey o a miles de políticos corruptos al mismo tiempo, que se han llevado muchos millones de euros. Y los medios de comunicación españoles, nos siguen hablando de la prima de riesgo, de los eurobonos, de lo mal que estamos y lo mal que nos pondremos, fundamentalmente para crear el clima de miedo atenazante que nos obligue a olvidarnos de lo que ha ocurrido y pasár página sobre los responsable. Gracias a su colaboración, que bien la cobrarán, los españoles estamos viviendo permanentemente en el sobresalto.

Pero no se nos olvida que la casta parasitaria formada por políticos, sindicalistas, jueces y medios de comunicación, con la connivencia de todos los funcionarios y empleados públicos que les han consentido tal nivel de corrupción, deben presentar cuentas y dejarse de cuentos. Cada día más españoles estamos enfrentados con la casta y dentro de poco tiempo ya no les quedará donde esconderse, aunque todavía queda mucho trabajo por delante.

Los españoles exigimos que los responsables de lo que ha acontecido en España sean llevados a tribunales independientes no politizados, aunque haya que juzgarlos en Alemania, porque en España la justicia está desacreditada por completo y también que restituyan todo lo que han robado, nos da absolutamente igual que su motivación sea dar de comer a los pobres, contratar a los afines, crear la Alianza de Civilizaciones, o hacerse un chalet en Mónaco.

Los ladrones no se distinguen por su origen político o las causas que defiendan, sino por la cantidad que han expoliado al pueblo, con el agravante de haberlo hecho desde la política, cuya función era precisamente la de haber evitado la corrupción, el robo y la molicie que han ejercido sobre los españoles.

La mayoría de los españoles, de izquierdas, derechas, nacionalistas, apolíticos, y abstencionistas sabemos que la única forma de salir adelante que tenemos, es lograr que los responsables de lo que ha ocurrido devuelvan lo que han robado y se pasen una temporada en la cárcel, recobrando un orden legal que se ha vulnerado y envilecido hasta cotas de despropósito. Hacerlo posible, es una labor del pueblo español reunido con el único objetivo de liberarse de la tiranía de la casta, aquellos que han defendido sus propios intereses sectarios frente a los que, de forma activa o pasiva, les hemos permitido alzarse con el poder para ejercer su tiranía.


Enrique Suárez

sábado, 11 de agosto de 2012

La España infestada

Parásito: dicho de un organismo animal o vegetal; que vive a costa de otro de distinta especie, alimentándose de él y depauperándolo, sin llegar a matarlo

La plaga de parásitos que asola la tierra de Cervantes cada día se va adueñando de más circunstancias y vidas, alcanzando cotas de epidemia, este país está lleno de delincuentes, unos con corbata y otros con Kufiyya, pero la mayoría todavía no han sido identificados.

El erario público es el principal terreno que habitan los parásitos españoles, que en nombre de las más sacrosantas y nobles intenciones han vaciado las arcas del Estado para los próximos veinte años. Unos lo han hecho desde los consejos de administración de las Cajas de Ahorro, formadas por los principales partidos políticos de este país y los sindicatos; otros lo han hecho directamente desde las administraciones públicas, desde el Estado, desde las autonomías, desde las diputaciones, desde los ayuntamientos; aún otros han creado empresas fantasma para transferir fondos desde lo público a lo privado; algunos se dedican a cobrar las prestaciones sociales en este páramo laboral que nos ha legado la izquierda del pleno empleo y los sindicatos de van a acabar con todo, que han creado 3 millones de nuevos parados, y cientos de miles de puestos de trabajo en la economía sumergida.

Por si fueran pocos los nacionales, también hemos ido recogiendo parásitos internacionales que se vienen a tratar de los problemas de salud desde países más ricos que el nuestro y otros desde países más pobres. Por último tenemos a todos los empleados públicos que se han instalado desde el enchufe en los últimos años con patente de funcionario, gracias a los partidos políticos que los han colocado y que no bajan de medio millón. Si a ellos añadimos los políticos, sindicalistas, cantantes y sonantes, que forman legión, España es sin duda el país con más parásitos del planeta.

¿Y cómo se puede resolver una infestación como la que sufre España con cientos de miles de parásitos viviendo de lo público?, pues sencillamente reduciendo lo público hasta su más mínima y necesaria expresión, no hay otra manera, por mucho que se empeñen algunos de culpar a la banca, a los partidos políticos, a los sindicatos, al grupo Bildelberg, a Alemania o a Perico de los palotes, sólo hay una forma de resolver esta epidemia, reduciendo lo público y aislándolo de los parásitos, con un control exhaustivo de los recursos por parte de los órganos correspondientes, que a su vez deben ser vigilados de cerca por algún medio de control creado ex profeso por el Gobierno y en seguimiento permanente por el Parlamento, los Medios de Comunicación y la Justicia española.

Cuanto más tiempo se tarde en hacerlo, más graves serán las consecuencias; debemos abandonar definitivamente la propaganda y las campañas orquestadas para ocultar esta situación porque corremos el grave peligro de no poder resolver por nosotros mismos nuestros problemas, como dejemos que la cuestión se relaje.

En estos momentos la situación de España es muy grave, tan grave, que si no se toman las decisiones acertadas y oportunas nos veremos arrojados a una situación como la que se vive en Grecia donde están pensando en bajar el SMI de 730 euros a 500 euros, cuando un café cuesta en cualquier bar cuatro euros. Por supuesto ya se han reducido las pensiones y los salarios públicos en más de un 50 %.

Por mucho que la gente se ocupe de saber si en España hay más parásitos de izquierdas o derechas, populistas o nacionalista, a los efectos es lo mismo, da igual que unos sean el 70 % y otros el 30 %, o viceversa, al final roba igual un parásito de izquierdas que de derechas y roban lo mismo a los que votan por las izquierdas, las derechas o los nacionalismos.

Los españoles no se acaban de dar cuenta todavía (y hay muchos que tratan de confundirlos más) del auténtico conflicto que se vive en España, que es el de los parásitos que viven de lo público (ojo, hay gente que vive en lo público que hace magníficamente su trabajo, que no es poco, a esos no me refiero), frente a todos los demás que los pagamos.

Hasta que los habitantes de este país no se den cuenta de que ese es el único y grave problema que tenemos en España, seguiremos discutiendo sobre el singular color de las nubes que cuenta Zapatero y la elocuencia de sonora de los silencios de Rajoy.

Enrique Suárez

Aló, Gordillo, ¿cómo va todo?


En política, todo lo que no tiene explicación oculta alguna intención. Tras la representación teatral que nos ha ofrecido IU la última semana, con la escenografía venezolana de la revolución bolivariana en marcha, cabe preguntarse hasta que punto no está el Presidente de Venezuela, Hugo Chávez de director teatral de la obra representada.

Un país en crisis, como en estos momentos está España, atenazado por la deuda, la opresión de los mercados y la ineficacia del Gobierno en la resolución de sus problemas, es terreno propicio y abonado para que aquellos que viven del capitalismo y contra él, puedan ofrecernos soluciones mágicas a nuestros problemas, que siempre pasan por convertirlos a ellos en los mejores representantes del pueblo porque están contra el poder, del que precisamente viven confortablemente.

El objetivo, posiblemente, sea desviar la atención de la opinión pública sobre los focos que indican la autoría o connivencia de IU en numerosas irregularidades que se han venido cometiendo a este país, comenzando por los EREs de Andalucía que han terminado apoyando aliándose con el Presidente Griñán, no en vano sus intereses sindicales están implicados en el asunto, hasta la participación en los consejos de administración de numerosas Cajas de Ahorro que han quebrado al transformarse en bancos, y que han quedado, casualmente, con las arcas vacías.

El lavado de cara de la izquierda extrema tras los beneficios y privilegios que han recibido al unirse con los intereses del gran capital es algo imprescindible para que los creyentes no abandonen sus huestes. En realidad, hay mucha gente de IU que ve peligrar su futuro parasitario de lo público y que ha preferido anticiparse a los acontecimientos que se prevén. Sencillamente, no es lo mismo detener a un diputado, consejero, alcalde que ha trincado como cualquier aprovechado, que a un talibán de los derechos sociales que roba a los ricos para repartirlo con los pobres. Demasiada literatura solidaria es lo que le sobra a este país. Hay muchos malvados que viven magníficamente del “buenismo”.

La cuestión es la siguiente, a los de IU les interesa que no se resuelvan los problemas económicos, políticos e institucionales de España y los españoles, porque de esa forma podrán cosechar mejores resultados electorales. No hay más, ni menos. Así que si pueden ayudar a que no se resuelvan no se lo piensan ni un momento, por eso desde IU se habla de denunciar a Mariano Rajoy nada más y nada menos que por “crímenes contra la humanidad” ante el Tribunal de la Haya, al mismo tiempo, que la prensa internacional, fundamentalmente la alemana y la progre europea y norteamericana, está inflando “el atraco de los carritos” (con evasión de impuestos, porque marcharse sin pagar de un supermercado es robar no solo al supermercado sino a todos los españoles) a preludio de un conflicto irresoluble, algo que seguramente le interesa a los acreedores de España y a los seguidores de IU, pero que nos hace la puñeta a todos los demás, que vamos a tener que pagar las consecuencias de la campaña de propaganda con millones de euros, para que se diviertan los de La Internacional.

Quizás haya que fijarse en algunos detalles que puedan explicarnos lo que está aconteciendo: en mayo pasado el señor Sánchez Gordillo viaja a Venezuela en business con un importe del billete de ida y vuelta de 6.000 euros, al igual que ha hecho en otras ocasiones a Nicaragua o Cuba –extrañamente no hay ninguna foto de su encuentro con el presidente Hugo Chávez en toda la red, algo que hace pensar que no interesaba que se les viera juntos-, por fin se ha sabido que tras la expropiación de YPF que se hizo a Repsol en Argentina había intereses venezolanos, y por último, la amplia repercusión de la hazaña del cuatrero de tetrabriks en los medios oficiales del régimen chavista, donde lo ensalzan hasta la categoría de héroe.

No cabe más que preguntarse cuanta pasta ha invertido el gobierno de Hugo Chávez en Marinaleda, además de las subvenciones de las administraciones públicas españolas (de las que viven el 78 % de sus 2700 habitantes) para crear el Parque Temático Bolivariano que se han montado en la localidad de la que Sánchez Gordillo es alcalde desde hace 30 años, con un historial que daría para hacer una película de terror en el supermercado. Más que el sosías de Gandhi, aquí me parece que lo que hay es mucha gandalla.

Lo que no me acabo de explicar es como admirando tanto al régimen chavista, el señor Sánchez Gordillo no se va a vivir a Venezuela en compañía de sus acólitos, lugar que considera el paraíso en la Tierra del viento y se sacrifica por seguir cobrando del Estado español en un régimen capitalista deleznable que le paga el sueldo todos los meses por reinventar el bandolerismo, en versión cutre.

Enrique Suárez

jueves, 9 de agosto de 2012

Desincrustando del poder a la izquierda y la derecha


No van a resolver nada, van a complicarlo todo, cada día más. La gente no se da cuenta de que eso es lo que viene ocurriendo en este país desde hace muchos años. El origen del problema viene de lejos, no sabría identificar el principio de la catástrofe, pero si hay cosas que han ido acumulándose hasta llegar a la penosa situación en la que nos encontramos.

En primer lugar quiero reseñar, la causa fundamental de todos nuestros problemas: la democracia tutelada por los partidos políticos que disfrutamos en España. Cuando se hizo la Constitución en 1978 quienes participaron en ella provenían en su totalidad del imaginario del franquismo de la postguerra, y porque no decirlo, de los fantasmas latentes de la guerra civil de 1936-1939, de la Segunda Guerra Mundial posterior, de la guerra fría de los años sesenta, de los bloques Este-Oeste y Norte-Sur, del capitalismo enfrentado al socialismo. Quienes diseñaron nuestra Constitución tuvieron miedo a la libertad, no confiaron en que el pueblo pudiera gobernarse a sí mismo y crearon una intermediación inefable: los partidos políticos, que cumplieron su función para canalizar el deseo de una participación política en los primeros años de democracia, pero posteriormente se han ido convirtiendo en organizaciones sectarias, corruptas y mafiosas que han actuado más por mecanismos de supervivencia propia para sus miembros y cofradías, que por una función social o de servicio público.

En segundo lugar, desde 1975 hasta ahora se ha producido una paulatina desideologización real de las formaciones políticas, que al mismo tiempo se han ido cosificando en bloques cotrapuestos, por la izquierda y derecha, por los nacionalismos y particularismos. La izquierda ha abandonado la autocrítica para abrazar la perpetuación en el poder, la derecha ha dejado atrás su modelo autoritario para confundirse con la izquierda en propuestas sociales, llegando a mezcarse ambas en un partido único, híbrido y alternante. La coerción ejercida desde las cúpulas de las formaciones políticas, tal vez también la ineptitud de sus dirigentes y la selección inversa, alzando a los peores sobre los mejores, ha terminado creando aparatos de poder que cada día se han alejado más de la democracia, aproximándose al sectarismo, el nepotismo, y la decadencia sin fin de sus miembros. La izquierda se ha convertido en la izmierda (legión de parásitos que viven de lo público sin merecérselo) y la derecha en la deshecha (legión de parásitos que viven de adorar a sus jefes), aunque a veces se intercambien los patrones, entre ambas forman la casta, auténtico órgano de opresión y coerción que ejerce la tiranía política en España.

Todo esto se ha acompañado de una desbordada avaricia de los miembros de la casta formada por todos los partidos políticos, incluidos los nacionalistas que solo son versiones locales de los anteriores que aducen sus diferencias para trincar más en sus lugares de origen. Los sueldos de los políticos se han multiplicado por cinco mientras el SMI (salario mínimo interprofesional) apenas ha subido un 25 % en los últimos diez años.

Un tercer factor, relevante ha sido la presencia de la fragmentación del poder y los recursos del Estado con el proceso de transferirlo a las autonomías, algo en lo que los nacionalistas tienen la máxima responsabilidad, pues al tiempo que iban exigiendo cada vez más control de su gestión de recursos, eso ha hecho que todas las demás comunidades no nacionalistas vayan detrás, para no crear una desigualdad insoportable entre ellas. La gestión ha sido nefasta, cara, sinsentido y sinrazón durante muchos años, más orientada a repartir recursos entre los que favorecían la segregación de España que su unidad y cohesión, a ello han contribuido el PSOE, representante máximo de la izmierda española y el PP, representante supremo de la deshecha española, débiles en sus posiciones, siempre confrontadas, atenazados para sacar los presupuestos adelante, cediendo poder del Estado o renunciando a cualquier ley con sentido común si no satisfacía a todo el mundo.

El cuarto factor ha sido precisamente ese, la baja calidad democrática y política de los gobernantes de este país desde hace décadas, más orientados a su propio narcisismo y organizar los pesebres para sus feligreses que a resolver los problemas de los españoles. Eso ha conducido a un enfrentamiento sectario sin precedentes, a una tensión inusitada, a una censura y una peste de propaganda incesante, que cada día ha ido a más, impidiendo que la mayoría de los ciudadanos pudieran conocer, ni de lejos la realidad del país en el que vivían. Aquí nos hemos entretenido con las mayores chorradas que se les ha ocurrido a los mesiánicos líderes espirituales que nos ha concedido el destino, olvidándonos del origen y procedencia de las lentejas que tenemos que comer todos los días.

El quinto factor ha sido la corrupción, el PSOE administró durante los ocho últimos años que gobernó cerca de nueve billones de euros, lo que en las antiguas pesetas es más de 1.500 billones, no fue suficiente con lo recaudado, y a Zapatero no se le ocurrió otra cosa que endeudarnos a todos en medio billón de euros para tapar la catástrofe que había organizado, mientras Mariano Rajoy leía El Marca cada día diciendo que él ya se encontraba en el futuro, esperando a que se cayera por si mismo el rival, porque fue incapaz de derribarlo por sus propios medios, y una vez que ha llegado al Gobierno, apresurarse en ocultar todo lo ocurrido a los españoles no vaya a ser que ocurra algo peor de lo que ocurre, sin pedir responsabilidades a nadie por el fiasco y mendigando ayuda de Europa para seguir manteniendo la estructura de la mangancia que se ha creado en este país.

A todos estos factores se añade la ausencia de los mecanismos de control de una democracia que hubieran evitado la catástrofe y que en España han sido inexistentes, porque la casta política no ha sido capaz de legislar nunca contra sus privilegios, aunque supusieran un perjuicio para los ciudadanos; la justicia española ni está ni se la espera para juzgar los crímenes contra la razón que han cometido los políticos y los medios de comunicación nunca han ido contra el poder desde que se murió Franco, entre otras cosas porque la inmensa mayoría viven más de las subvenciones que les proporciona el poder que de las audiencias que son capaces de mantener. Si a esto añadimos que los funcionarios españoles se han limitado a pasar desapercibidos y sostener su posición a pesar de las barbaridades contempladas, ya tenemos el ecosistema complejo que permite que las cotas de corrupción en nuestro país sean inestimables. No podemos olvidarnos de las Cajas de Ahorros transformadas en bancos quebrados para ocultar los desmanes cometidos, que ahora serán intervenidas para seguir ocultándolos hasta que ya nunca podamos saber como entidades que eran rentables hasta hace una década se han ido a la mierda, yo creo que tras su quiebra está la participación de todos los partidos políticos y sindicatos que formaban sus Consejos de Administración y literalmente las han vacíado, para propósitos inefables e inexplicables, como crear redes de privilegio para los suyos.

¿Y los ciudadanos qué hemos hecho?, la inmensa mayoría lo que les enseñó Franco: no meterse en política que es una cosa muy fea, acudir a las urnas cada cuatro años como borregos para votar por aquellos que movieran sus motivos para creer aunque les estuvieran despojando y someterse a lo que mandaran los señores políticos, que este pueblo tiene muy incrustado el ¡viva las caenas!. Nada más, ahora darse cuenta de la estafa, quejarse, reclamar al maestro armero , pero ya de poco sirve.

Nos espera un panorama desolador, no hay solución para los problemas que tenemos, si no se toman las medidas adecuadas como reducir el coste de la administración pública un 50 % y realizar una persecución de la corrupción y el fraude con diez o doce años de efecto retroactivo, haciendo que aparezca el dinero que han trincado los miembros de todos los partidos políticos, aunque sea vendiendo sus patrimonios personales y reclamando sus fondos en paraisos fiscales, a ver si podemos pagar parte de la deuda pública que nos está asfixiando. Aquí se ha robado mucho y en algún lado debe estar, ¿pero van a investigarse el PSOE-PP entre ellos?, no creo, como no sea a la fuerza, para eso tendríamos que tener unas instituciones que funcionaran, unos medios de comunicación libres adheridos a los intereses ciudadanos y una justicia independiente del poder político y también del económico, así que mis queridos compatriotas pónganse en lo peor o más allá.
Enrique Suárez

miércoles, 8 de agosto de 2012

Carta al señor Sánchez Gordillo, alcalde de Marinaleda y diputado en la Junta de Andalucía


Señor mío,

no es referencia formal, sino real, porque el sueldo que usted cobra se paga con los impuestos de los españoles, de los que formo parte, y por tanto, usted pertenece a la casta que impone su voluntad a las gentes de este país en nombre de los intereses de su secta, IU y su sindicato, el SAT, aunque se disfrace de lagarterana, cuatrero de tetrabriks o militante de la causa palestina.

Verá usted, estoy más que harto de pagar el sueldo a impresentables como usted, que en nombre de su particular causa y fanatismo tratan de adoctrinar a las masas, aprovechándose de que este país ha perdido el norte, para sacar tajada para los de su secta y para usted. A mí, personalmente, me fascina su hipocresía, su irresponsabilidad, su mezquindad y su miseria, solo un patán con su iluminación podría en estos momentos incitar a la rebelión popular para hacerse el imprescindible, eso sí, con una inmunidad parlamentaria conferida no para hacer lo que hace, sino para defender a los ciudadanos, y no enfrentar a unos ciudadanos con otros.

Usted no es un demócrata, ni nunca lo ha sido, sino un fanático que utiliza la democracia para alcanzar su utopía, pisando los derechos de los demás, ciscándose en la libertad del prójimo, como cualquier fascista o estalinista que considera que su verdad es más verdadera que la de los demás, y que la justicia es lo que a usted le brota de los meninges y no la ley que ha de imperar sobre todos en un mundo civilizado.

Si usted no fuera tan imbécil como es, se daría cuenta de la repercusión de sus actos teatrales, porque hoy, sin ir más lejos un guardia municipal ha fallecido en Madrid a manos de unos magrebís que atracaron una oficina de correos, porque seguro que también tenían hambre y su causa era muy justa, y al final, como lo que hay en los supermercados o el dinero público no es de nadie, pues que más da. Y si se producen altercados, usted se envuelve en la kufyya y ahí se las den todas, de martir por la vida y aspirante a mahdi. ¡Que asco de demagogia!

He estado mirando los sueldos de Marinaleda, población de 2700 habitantes de la que usted es alcalde y he descubierto que no vive usted tan mal como parece, ni los que le acompañan tampoco:
el alcalde de Marinaleda, cobra 70.367 € al año, el primer Tte. de Alcalde 52.739 €, el segundo tte. Alcalde 47.000 €, la secretaria del Alcalde 36.259,-(Prima de este), el responsable de prensa 38.388,- (Cuñado), el consejero juridico del alcalde 50.024 €. (Un ruso de la antigua Unión Soviética que no sabe castellano), el jefe de la policia municipal cobra 68.000 €. Además, creo que usted no ha renunciado a su acta de diputado, sueldo y prebendas que le acompañan, sino es porque el Tribunal Constitucional emita sentencia al respecto. Pero lo más importante es que de los 4,4 millones presupuestados, por el Ayuntamiento de Marinaleda el 78 %, proviene de subvenciones y ayudas de otras administraciones.

Verá usted, si quiere ser solidario renuncie públicamente a sus sueldos y que los pasen directamente al banco de alimentos, pero no lo haga a costa de los demás, pedazo de hipócrita, no lo haga agrediendo a los trabajadores de un supermercado, para robar a una empresa española, que además es de las pocas que ha creado trabajo en este país.

Señor Gordillo, hágame un favor: ¡váyase usted a la mierda!, ya tenemos bastantes problemas para tener que resolver las gilipolleces de un iluminado que trata de darnos lecciones morales, cuando lo que tendría que estar es exigiendo a sus comparsas donde se ha ido todo el dinero público que ha desaparecido por la corrupción de Andalucía, que por eso es por lo que cobra.

Me despido de usted, con mi más soberano desprecio a un miserable. Que tenga usted una buena estancia en la cárcel.

NOTA ADJUNTA: dadas las buenas relaciones que el alcalde de Marinaleda mantiene con Hugo Chávez, Presidente de Venezuela, con el que comparte "compromiso histórico" desde hace tiempo, no sería de extrañar que el dictador venezolano subvencionara todo el milagro de Marinaleda (2700 habitantes), del gratis total para convencer a los creyentes españoles de las ventajas del comunismo bolivariano, por una parte se hace propaganda en España y por otra, miles de posibles votantes creen en el milagro de una gestión impecable.

Todo son ventajas para los que estafan al pueblo, pero sin el pueblo... y en tiempos de crisis, siempre se puede vender como una alternativa viable. El alcalde de Marinaleda, podría haber viajado en mayo a Venezuela en clase turista y se hubiera ahorrado para comprar comida los seis mil euros que le costó el viaje, aunque sin duda fue un invitado solemne de Hugo Chávez, que se lo habrá pagado amablemente, quien sabe si para hacerle la encomienda de organizar una revolución bolivariana en España, aprovechando la crisis economíca que atraviesa nuestro país.

Enrique Suárez

lunes, 6 de agosto de 2012

Español, a pesar de todo


Tenía ganas, desde hace tiempo, de escribir este artículo y he pensado que ya ha llegado el momento. ¿Os dais cuenta ahora de lo qué es España?, pues eso es lo que, precisamente nos contaron los últimos intelectuales que fueron capaces de formar una generación, los del 98 y los del 27 y también los socialistas de la Institución Libre de Enseñanza, junto con los liberales que se exiliaron y luego regresaron, hubo algunos que jamás volvieron. España es este engendro, donde el ¡viva la madre que nos parió! nos cruje el sentido y expande nuestra alma.

Quizás sea de los pocos españoles que disfrutó, amargamente, eso sí, cuando un imbécil proponía que iba a crear pleno empleo en este país y se marchaba ocho años después dejando más de cinco millones y medio de parados; pero también cuando alguien decía que no iba a subir impuestos para ganar unas elecciones y seis meses después ya no le quedaba ninguno por subir. O cuando un representante de la selección española de Hockey dice que juega bajo la bandera de España porque no le queda más remedio, o un digno representante del crimen y la extorsión nos da lecciones morales desde la cárcel donde reposa su enfermedad terrorista.

Sí, ésto es lo que nos advirtieron Unamuno y Quevedo, Cervantes y Ortega y Gasset, Dionisio Ridruejo y Fernando de los Ríos, Miguel Hernández y Galdós. Cuidado que España y su idea matan, son peligrosas para la salud, que esta tierra es hostil y sus mandatarios siguen en la Edad Media, sin evolucionar siquiera, atrapados en una maldición mágica. Cuidado con los gigantes que son molinos y hormigoneras. Cuidado con el poderoso caballero que es Don Dinero. Rezad españoles por vuestros pecados, a Dios, a Alá, a Lenin, a Adam Smith.

No os quejéis del rey, todos serán mejores que Fernando VII o Pedro I el Cruel; tampoco lo hagáis de sus mandatarios sino recordad a los conde-duques y a Godoy; disimulad cuando veáis que os roban en nombre del Estado, de España, de la igualdad, de la libertad, del sueño o de la razón; soportad estoicamente la mezquindad y la miseria porque son inherentes a vuestra condición, ser español, es una maldita condición humana que no lleva arreglo desde hace siglos gracias al egoísmo compartido de los que mandan y los que obedecen. Con Franco vivíamos mejor, con el Euro nos íbamos a salvar, con Zapatero teníamos motivos para creer, con Rajoy estábamos seguros de que el cambio estaba cerca. ¡Quía!, todo es demagogia y desconsuelo, sinsentido y sinrazón, marasmo y molicie, esperpento y hecatombe.

España es lo que queda tras el nihilismo, tras la orgía, tras la vida y la muerte, los catalanes enfrentados con los valencianos mientras los baleares miran desde el balcón; los vascos con todos los demás y a pesar de todo tan cerca de los riojanos y los navarros y los cántabros; los asturianos y gallegos a su bola y distinguiéndose; Castilla y Aragón lamiendo sus heridas, porque alguien les roba; Andalucía esquilmada, Extremadura perdida, Murcia olvidada y Canarias, a mitad de camino hacia algún lado. Ceuta y Melilla, plazas africanas, donde el árabe será lengua oficial como recuerdo de nuestro origen mezclado, porque esto es un crisol de lenguas y de razas, de valores e ilusiones, de ideas y de malas ideas.

España es un milagro, un “survival”, una pasión, un cuento, una locura, una fe, una esperanza y una epopeya, una elegía y un pleonasmo, arbitraria y cruel, estoica y universal, hedonista y humana. El ejemplo para Europa y el mundo de lo que no debe ser una nación, y al mismo tiempo el modelo para los europeos y habitantes del orbe de lo que es la libertad desenfrenada y el delirio de poder.

Cuando nuestros tercios andan por Afganistán tratando de convertir a los afganos en demócratas, algo imposible, no se puede ser demócrata por decreto, me pregunto cómo vamos a ser demócratas los españoles si no sabemos, ni queremos ser otra cosa que lo que somos, un pueblo desquiciado, cainita, aventurero y mágico, la eclosión del infierno en la Tierra y al mismo tiempo, del Cielo, el Paraíso perdido y jamás encontrado. El jardín de las Hespérides, la patria de Eris, la Atlántida olvidada. La Historia nos pesa demasiado y al mismo tiempo, le pesamos demasiado a la Historia.

Cómo no iba a decir Ortega y Gasset, siendo español: yo soy yo y mis circunstancias, esas circunstancias que te atrapan, que te impiden, que te facilitan, que te matan y te resucitan cada día; como no iba a decir Campoamor aquello de: en este mundo traidor, nada es verdad ni mentira, todo es según el color, del cristal con que se mira, antes de que los europeos descubrieran “el relativismo”; como no iba a decir Machado: caminante no hay camino, se hace camino al andar; como no iba a espetarle a Lenin, Fernando de los Ríos, socialista, aquello de: ¿y qué hacemos con la libertad? Y como no iba a sobrevivir Franco cuarenta años de dictadura diciendo que él no se metía en política. Algunos, ignorantes donde los haya, se piensan que Franco fue el único militar que tomó el poder en España, sin recordar que todos los espadones dieron más de 200 golpes de Estado entre 1812 y la actualidad, cuando ya teníamos una Constitución, Franco fue el producto evolucionado de una larga tradición hispana: el autoritarismo; ¿y qué vemos hoy en los partidos políticos más que su secuela heredada?, si todos son franquistas de forma y contenido, hasta los que más abjuran le deben su posición al tío Paco.

En fin, no hablo de la justicia que me repugna, vendida al poder; tampoco de los medios de comunicación, pesebres de reptiles; ni de los sindicatos, dictadores que construyen con parados su imperio; ni por supuesto de las taifas autonómicas, de las plazas notorias, ni de los páramos de la patria y de las mentes de esta epístola inacabada que busca amor y encuentra odio. La ignorancia, sólo en España es decidida, no saber, no querer saber, saber ¿para qué?, si de nada sirve, aquí todos somos creyentes y para de contar; aquí vivimos todos como podemos, como ratas o como dioses, según corresponda al guión, somos los últimos supervivientes de una incivilizada alegoría.

¿Cómo no van a querer imponernos en Europa un correctivo, una sanción, una ley que ponga orden en este lupanar, a nosotros, a los italianos que tal se andan, a los griegos, a los portugueses, a los irlandeses, precisamente los pueblos sobre los que se ha creado Europa, porque los demás han estado protegidos gracias a que nosotros detuvimos las invasiones musulmanas, persas, bárbaras, y romanas? Sigo diciendo que no lo entienden, no comprenden que en los países periféricos se vive el día a día, sin pensar en el mañana, porque somos cazadores recolectores agregados, que nunca creyeron en el Estado y que cuando esquilmábamos nuestra tierra, nos íbamos a conquistar el mundo, que es lo que nos va a quedar otra vez y dentro de mil años seguiremos discutiendo sobre el sexo de los ángeles, que es lo que nos toca.

¿Civilizar a los españoles?, me hace reír, no saben que eso es imposible, antes convertimos al planeta a la fe en la tortilla de patata y el tinto de verano, que otra cosa no sabremos, pero vivir, hasta bajo una bota europea somos capaces de construir nuestros sueños, a pesar de la miseria inagotable de nuestra realidad; pues sí, yo me quedo, a pesar de todo, aunque solo sea para cagarme en los muertos de los hijos de puta que nos han hundido,otra vez; y después, ya veremos. Yo soy español, español, español.... ¿pasa algo?

Enrique Suárez

domingo, 5 de agosto de 2012

La casta ataca de nuevo Ciudadanos en la Red



Esto es lo que se contempla con algunos buscadores cuando se trata de entrar en esta página, la casta vuelve a atacar Ciudadanos en la Red. Trataremos de arreglarlo, pero si has llegado hasta aquí, enhorabuena por no hacerles ni puñetero caso


Sin embargo, al consultar GOOGLE que es el que denuncia esta situación, nos informa de que Ciudadanos en la Red no tiene ningún problema, lo que nos indica que alguien está utilizando Google para reducir la audiencia de Ciudadanos en la Red

jueves, 2 de agosto de 2012

Francia, el socialismo y la prima de riesgo española

"Soy profundamente demócrata, por esta razón no soy de ninguna manera socialista. La democracia y el socialismo no pueden ir juntos. No se puede tener las dos cosas". Alexis de Tocqueville


Cada vez que escucho “que España no será rescatada” a la directora del FMI, la socialista francesa Christine Lagarde, que sucedió al acusado de violación, el socialista francés Strauss-Kahn, que a su vez sucedió al imputado español en el caso Bankia, Rodrigo Rato (al que engañó, al parecer, el socialista español Miguel Ángel Fernández Ordóñez, Gobernador del Banco de España), sé que al día siguiente subirá la prima de riesgo española, mientras que la prima de riesgo francesa seguirá, prácticamente, igual, a pesar de que el Presidente socialista, François Hollande, esté haciendo unas políticas que están incrementando la deuda pública francesa, como durante los últimos seis años, el socialista español, José Luis Rodríguez Zapatero incrementó, extravagantemente, la deuda pública española.

Hoy me ha sorprendido la noticia publicada en Liberation por Jean Quatremer, periodista especializado en la Unión Europea, en la que denuncia la intoxicación de un teletipo difundido por la británica agencia de noticias Reuters en el que se decía que ya estaba preparado un rescate total para España de 300.000 millones de euros, algo que se ha desmentido tanto desde el Bundesbank como desde el BCE.

Intoxicaciones

Jean Quatremer considera que la fuente de la intoxicación proviene probablemente de Alemania y que posiblemente proceda de un subalterno de la Dirección General de Asuntos Económicos y Monetarios de la Comisión, agencia de la que fue comisario europeo, el socialista español, Joaquín Almunia hasta el año 2010. No es la primera vez durante esta crisis que el actual Vicepresidente de la Comisión Europea y Comisario de la Competencia, antiguo líder del PSOE, ha tenido una intervención contra los intereses españoles, algo por lo que fue reconvenido por el Gobierno español de Mariano Rajoy. No obstante, sigue insistiendo en que España “no necesita un rescate total”, al igual que su compañera ideológica francesa, la directora del FMI. Al mismo tiempo, sugiere, una vez más, que el BCE europeo se disponga a comprar deuda, para rebajar la tensión de los mercados, idea que es compartida también por el Presidente socialista francés y a la que se opone la presidenta del Gobierno alemán, Ángela Merkel.

Por otra parte, desde España, todas las fuerzas de la izquierda siguen criticando y poniendo palos en las ruedas a las políticas de ajuste del Gobierno español, en compañía de los sindicatos y los empleados públicos que están llenando de lazos negros las ventanas de las instituciones públicas españolas en una campaña orquestada para defensa de la continuidad de las estructuras públicas, cuando en este país el único sector laboral que ha crecido desde 2008 en 169.000 trabajadores es el público, mientras todos los demás perdían más de un millón de trabajadores, posiblemente para apalancar a los damnificados de la hecatombe electoral que se preveía en el PSOE. Algo que ha elevado hasta cotas inadmisibles el estamento público, cuando en realidad, por las circunstancias laborales, de crisis y tecnificación, tendría que haberse reducido, como ha ocurrido en otros países próximos.

Quizá sea hora de recordar que los 400.000 millones de euros en los que se endeudó públicamente el último Gobierno de Zapatero, además de hipotecarnos a los españoles en unos intereses diarios que pasan de los 440 millones de euros y se llevan casi el 30 % del PIB del Estado en amortización e intereses, lo que nos conduce a una situación de quiebra técnica, también nos aherrojó a una dependencia extrema del vecino del norte en cuestiones energéticas, al dedicarse a crear molinos de viento y plantas solares, mientras se incrementaba nuestra sumisión energética con los franceses, que son la primera potencia nuclear europea.

Sin duda, los socialistas españoles y franceses han establecido suculentos negocios a lo largo de los últimos ocho años con el empobrecimiento de España y los españoles que se advertía y avecinaba, elevando la deuda pública española al doble en los cuatro últimos años, introduciendo en España siete millones de inmigrantes entre los años 2009-2010 cuando este país ya tenía dificultades para sostener a sus habitantes naturales, permitiendo que el paro se incrementara hasta los 5,7 millones de la última EPA con la ayuda de los sindicatos, elevando el déficit público hasta el 8,9 % (y ocultando los datos reales al gobierno entrante en una situación de crisis creada por ellos) y creando un enorme agujero financiero con la transformación de las Cajas de Ahorros (auténtica cloaca política de todas las corrupciones) en bancos quebrados, que han puesto en vilo el sistema financiero español, sin haber hecho nada para paliar el estallido de la burbuja inmobiliaria que se predecía desde hace años. No en vano, desde la invasión de nuestro país hace doscientos años por los cien mil hijos de San Luis, España ha venido siendo durante este tiempo una especie de protectorado o colonia francesa.

Conclusión

Después de una nefasta y nefanda gestión de los recursos públicos, los socialistas españoles en compañía de los socialistas franceses se han empeñado en que el BCE compre deuda española o se realice un rescate –negando su posibilidad todos los días, pero teniendo presente ininterrumpidamente su posibilidad en los medios de información-, incluso con riesgo de crear una tensión extraordinaria con intoxicaciones y filtraciones interesadas. Mientras Zapatero se marcha de vacaciones a Lanzarote y sugiere que tendría que invitar a Ángela Merkel a la isla para explicarle su versión de la realidad en el libro de economía que dice estar escribiendo.

Realmente es una opción interesante para los socialistas, si España resulta intervenida, bien de forma parcial (compra de deuda) o total (imposición de una troika) no lo hará sobre los autores de la crisis, sino sobre los gobernantes que la heredaron, es decir, el gobierno del PP de Mariano Rajoy, que será el responsable, en última instancia, de la catástrofe. Eso supondría de inmediato una ley de punto final, pasando página sobre todas las barbaridades cometidas en la égida del PSOE del que Zapatero fue secretario general y Presidente del Gobierno.

Pero un rescate supondría, también, una reducción drástica del Estado de Bienestar de los españoles, un incremento del paro, un encarecimiento de la vida, una pérdida de poder adquisitivo que podría llegar al 40 %, una reducción de las pensiones y una situación de la que tardaríamos más de dos décadas en levantar cabeza, además de una pérdida de soberanía similar a la griega tras la intervención europea.

Si fue traición del PSOE a los españoles, llevarnos a la situación de crisis económica, política e institucional en la que nos encontramos, el tratar de impedir, por todos los medios, que salgamos de ella es auténtica insidia y ensañamiento. Todo para encubrir que nuestro empobrecimiento y la entente cordial que establecieron con Francia, tiene como único objetivo preservar sus privilegios y los beneficios que han acumulado a costa de depauperar a todos los españoles, menos ellos, que son los únicos que se han beneficiado.

Mariano Rajoy debería ir pensando en cambiar de asesores, porque los que tiene actualmente le van a entregar a los cascos de los caballos de los jinetes del apocalipsis, como no se dé prisa, y la vida miserable, que nos espera a los españoles, será el tributo de su inconsecuencia. C´est la vie, mes amis.

Enrique Suárez

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