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Cuando hoy he escuchado a Federico Jiménez Losantos en la primera emisión de es.Radio, no he podido evitar emocionarme, porque el primer brote verde de la libertad ha surgido en España después de muchos años de tedio. Luis Herrero ha regresado de Bruselas para tomar el micrófono como lanza, abandonando el portafolios de la imposibilidad, y Cesar Vidal, en su línea, ha dado gracias a Dios ahora que ya no está en la COPE, brindando una hermosa alegoría fundamentada en la épica de Leónidas y sus trescientos espartanos que, detuvieron al invasor persa en Las Termópilas, el tiempo suficiente para que los griegos despertaran de su largo sueño de seguridad artificiosa y comodidad degenerada.
En fin, es.Radio está aquí, dispuesta para librar la última batalla épica entre un orden fundamentado en la libertad y un desorden fundamentado en la usurpación, porque un Gobierno que subvierte el orden constitucional, es un Gobierno que detenta el poder conferido por los españoles. Evidentemente, la proeza épica para la que se preparan nuestros Leónidas particulares, no pueden desarrollarla solos, necesitan trescientos valientes que les acompañen plantando cara a los opresores, que fundamentan en la democracia social el exterminio de la libertad individual. Ayer mismo escuchábamos a Artur Mas hablar de “legitimaciones” en el diario El Mundo, considerando que por encima de cualquier regla estaba la decisión del pueblo, algo que favorece su posición secesionista en el artefacto polémico del Estatut catalán.
El “derecho a decidir” del “pueblo catalán”, que cuando fue consultado tuvo una participación del 38 % en las urnas y un silencio del 62 % de los ciudadanos convocados, y sancionada favorablemente por un Parlamento español abducido por el peaje de sí mismo del partido gobernante en su versión catalana; pues toda esta purria dice que debe prevalecer la boutade, según las tesis de los independentistas, sobre la Constitución Española VIGENTE, aprobada por la inmensa mayoría de los españoles en 1978, y sobre la decisión legítima del Tribunal Constitucional sobre su intrínseca idoneidad y compatibilidad con la Constitución actual, algo que no soportan los secesionistas.
El Tribunal Constitucional no permitirá, no puede hacerlo, porque cometería prevaricación, que el Estatut siga rigiendo los desmanes del nacional socialismo catalán. Pero los secesionistas catalanes, una minoría muy ruidosa entre los ciudadanos que habitan este territorio español, se ponen el apósito sobre la herida antes de que esta se haya producido, para caldear los ánimos de sus acólitos dispuestos a la debacle universal si no se les concede lo que exigen. En fin, lo que se dirime es si debe prevalecer la decisión de los nacionalistas catalanes sobre la decisión de los españoles, lo que de facto es la legitimación “democrática” de la independencia de Cataluña, según los nacionalistas. Cuando en realidad, no se puede legitimar democráticamente algo que vulnere la Constitución española, sería una contradicción insuperable e irreductible que derribaría el orden social y político, legal y democráticamente establecido por los ciudadanos españoles, los únicos con legitimidad para decidir en su conjunto, sobre asuntos que competen a su soberanía nacional.
Regresando al tema que nos ocupa, desde Ciudadanos en la Red celebramos la presencia de es.Radio en las ondas hispanas y anunciamos que en las próximas semanas nosotros también ofreceremos cambios en nuestra plataforma para contribuir a la alternativa de regreso a la normalidad política de nuestro país, España, tras la esperpéntica deriva que hemos sufrido bajo la égida de Rodríguez Zapatero.
Nos unimos así al objetivo compartido con es.Radio de defender la libertad de los españoles a cualquier precio, desde nuestras humildes posibilidades y limitados recursos, con el agradecimiento a todos los que quieran ayudarnos en este objetivo.
Queridos amigos, despreciados enemigos, nosotros, Ciudadanos en la Red, seremos uno de los trescientos, la imprescindible resistencia agregada y libre contra la barbarie social que pretende invadirnos; si Napoleón no pudo con nosotros, alguien tan parco y limitado como Rodríguez Zapatero y sus huestes de “pisamoquetas alpinos”, tampoco van a conseguirlo.
Viva España, la nación de los españoles, no el laboratorio político de los nuevos señores feudales, los sindicalistas reciclados al capitalismo, y los aprovechados políticos, que viven como nunca de decir que nos representan.
Ciudadanos en la Red
En fin, es.Radio está aquí, dispuesta para librar la última batalla épica entre un orden fundamentado en la libertad y un desorden fundamentado en la usurpación, porque un Gobierno que subvierte el orden constitucional, es un Gobierno que detenta el poder conferido por los españoles. Evidentemente, la proeza épica para la que se preparan nuestros Leónidas particulares, no pueden desarrollarla solos, necesitan trescientos valientes que les acompañen plantando cara a los opresores, que fundamentan en la democracia social el exterminio de la libertad individual. Ayer mismo escuchábamos a Artur Mas hablar de “legitimaciones” en el diario El Mundo, considerando que por encima de cualquier regla estaba la decisión del pueblo, algo que favorece su posición secesionista en el artefacto polémico del Estatut catalán.
El “derecho a decidir” del “pueblo catalán”, que cuando fue consultado tuvo una participación del 38 % en las urnas y un silencio del 62 % de los ciudadanos convocados, y sancionada favorablemente por un Parlamento español abducido por el peaje de sí mismo del partido gobernante en su versión catalana; pues toda esta purria dice que debe prevalecer la boutade, según las tesis de los independentistas, sobre la Constitución Española VIGENTE, aprobada por la inmensa mayoría de los españoles en 1978, y sobre la decisión legítima del Tribunal Constitucional sobre su intrínseca idoneidad y compatibilidad con la Constitución actual, algo que no soportan los secesionistas.
El Tribunal Constitucional no permitirá, no puede hacerlo, porque cometería prevaricación, que el Estatut siga rigiendo los desmanes del nacional socialismo catalán. Pero los secesionistas catalanes, una minoría muy ruidosa entre los ciudadanos que habitan este territorio español, se ponen el apósito sobre la herida antes de que esta se haya producido, para caldear los ánimos de sus acólitos dispuestos a la debacle universal si no se les concede lo que exigen. En fin, lo que se dirime es si debe prevalecer la decisión de los nacionalistas catalanes sobre la decisión de los españoles, lo que de facto es la legitimación “democrática” de la independencia de Cataluña, según los nacionalistas. Cuando en realidad, no se puede legitimar democráticamente algo que vulnere la Constitución española, sería una contradicción insuperable e irreductible que derribaría el orden social y político, legal y democráticamente establecido por los ciudadanos españoles, los únicos con legitimidad para decidir en su conjunto, sobre asuntos que competen a su soberanía nacional.
Regresando al tema que nos ocupa, desde Ciudadanos en la Red celebramos la presencia de es.Radio en las ondas hispanas y anunciamos que en las próximas semanas nosotros también ofreceremos cambios en nuestra plataforma para contribuir a la alternativa de regreso a la normalidad política de nuestro país, España, tras la esperpéntica deriva que hemos sufrido bajo la égida de Rodríguez Zapatero.
Nos unimos así al objetivo compartido con es.Radio de defender la libertad de los españoles a cualquier precio, desde nuestras humildes posibilidades y limitados recursos, con el agradecimiento a todos los que quieran ayudarnos en este objetivo.
Queridos amigos, despreciados enemigos, nosotros, Ciudadanos en la Red, seremos uno de los trescientos, la imprescindible resistencia agregada y libre contra la barbarie social que pretende invadirnos; si Napoleón no pudo con nosotros, alguien tan parco y limitado como Rodríguez Zapatero y sus huestes de “pisamoquetas alpinos”, tampoco van a conseguirlo.
Viva España, la nación de los españoles, no el laboratorio político de los nuevos señores feudales, los sindicalistas reciclados al capitalismo, y los aprovechados políticos, que viven como nunca de decir que nos representan.
Ciudadanos en la Red