“La crisis se produce cuando lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no acaba de nacer”. Bertolt Brecht.
Quizás la mejor prueba de la
ausencia de control sobre la crisis económica en España sean los mensajes
contradictorios, ambiguos y ambivalentes que se lanzan desde el Gobierno de
Mariano Rajoy. Si supieran lo que iba a
ocurrir, sus mensajes serían de serenidad y tranquilidad, pero escuchar al
Presidente del Gobierno decir que el 2013 va a ser un año extraordinariamente
difícil y dos días después que mejorará al final, aunque será peor al principio
que en 2012, no ayuda a conservar la calma.
Hay varias razones que nos
indican que las cosas no van a ir bien, sino mal y que todavía van a seguir
empeorando, porque crisis aún no ha tocado fondo y no lo hará, posiblemente
hasta últimos de 2014 en algunos indicadores económicos de reactivación, en lo
que se refiere a indicadores sociales se producirá un empeoramiento tanto en
los servicios como en la ausencia de empleo hasta finales de 2015.
El Estado central no tiene
capacidad de maniobra, prueba de ello han sido los Presupuestos Generales que
han presentado, en los que casi el 80 % de los recursos están atrapados en las
partidas fijas (pensiones, desempleo, deuda, sueldos y mantenimiento de las
estructuras del Estado). Hasta han disminuido la partida dedicada a turismo,
pymes y comercio que es uno de los principales indicadores de estímulo de la
economía española en sectores que ocupan a casi el 50 % de la población. No
hay, apenas, margen de maniobra, ni de decisión con estos PGE.
Por otra parte, durante el primer
año de gobierno de Mariano Rajoy se ha producido un incremento considerable de
la deuda pública en más de 80.000 millones de euros, a los que se deben añadir
los primeros 40.000 millones de euros del rescate bancario, en total, más de
120.000 millones de euros. La deuda pública total de España es de 817.164
millones de euros, un 77,4 % del PIB. El ritmo de endeudamiento público de
España es actualmente de 328,7 millones de euros por día, cada tres días
nuestra deuda crece en 1.000 millones de euros.
El 75 % corresponde al Estado central, el 20 % a las autonomías y el 5 %
a los ayuntamientos.
Durante este año desde el
gobierno se han incrementado 27 impuestos, incluido el IVA hasta el 21 %, se
han creado nuevas tasas e impuestos, se han reducido las pagas de los empleados
públicos en más de un 15 %, se han reducido las pensiones por debajo del IPC, pero eso no ha impedido que el déficit público
se aproxime al 7 % a finales de 2012, y que el paro se haya incrementado y en
la EPA de este mes superaremos, con elevada probabilidad, los 6 millones de
parados (durante el último año se ha incrementado el paro en cerca de 700.000
nuevos parados). En realidad, estamos en una situación de estanflación
encubierta prolongada en el tiempo desde hace varios años, quiere esto decir
que el IPC, no sube por el precio de los productos sino de los impuestos, pero
la economía está decreciendo, seguimos en recesión, posiblemente mayor del 5 %
del PIB.
La demagogia no produce riqueza,
sino pobreza. Las tasas de pobreza, que ya superan el 25 % de la población,
alcanzarán o superarán el 30 % el próximo año. Los servicios públicos entrarán
en decadencia, algunos colapsarán. Se producirá una reducción de empleo público
en, al menos, medio millón de personas a lo largo de la legislatura. Menos
recursos y menos personal, aseguran el deterioro de los servicios. Se producirá
una inflación creciente de productos básicos, en algunos momentos llegará a
producirse escasez y también de productos energéticos, que seguirán subiendo
mientras no se cambie la política energética en este país. Dudo mucho que
Europa nos ofrezca un rescate en condiciones aceptables, la prima de riesgo no va a descender en esas
condiciones, luego seguiremos pagando de intereses más de diez veces lo que paga
Alemania por adquirir dinero del mercado. No habrá liquidez crediticia y las
empresas que atraviesan dificultades tendrán que tirar de recursos propios y si
no los tienen, tendrán que cerrar.
El malestar entre los ciudadanos
se seguirá incrementando paulatinamente a medida que la marea vaya afectando a
más porcentaje de población. Llegaremos a ver situaciones de miseria que hace
décadas que no vemos, se multiplicarán los conflictos laborales y sociales, y
eso incrementará aún más el deterioro. La sociedad se hará cada vez más dual,
con dos grupos definidos, unos que sobrevivirán con dificultades crecientes y
otros que cada día incrementarán las bolsas de marginación y exclusión social,
fundamentalmente en las grandes ciudades y en las zonas más devastadas por el
desempleo, que alcanzará en algunos lugares más del 60 % de la población joven.
Se producirá un proceso migratorio de mano de obra joven, que supondrá una
descapitalización humana, que incrementará todavía los problemas, el próximo
año más de 500.000 jóvenes harán las maletas (lo que inducirá a pensar que el
problema del paro se está reduciendo, cuando no será así), este año ya las han
hecho más de 400.000 jóvenes. También se incrementarán los impuestos de nuevo,
se reducirán las pensiones y los salarios de los empleados públicos y de todos
los demás, al coincidir con una subida de los precios de los productos de
consumo, esto ocasionará un 10-15 % de pérdida de poder adquisitivo a todos los
españoles, que se sumará al 30-40 % que llevamos acumulado desde que comenzó la
crisis.
El porvenir de España y los
españoles para el año 2013, no es negro, sino lo siguiente, por eso resulta
extraño escuchar los mensajes que se trasladan desde el gobierno en una
propaganda irracional que hará que los españoles se creen falsas expectativas
para tener nuevas y mayores frustraciones. Es cierto que lo acontecido se debe
en un 65 % al PSOE, en un 25 % al PP y en un 10 % a los nacionalistas
aproximadamente. Pero las oportunidades perdidas para resolverlo se deben al
100 % al PP, por practicar políticas socialdemócratas que sólo conducen a
incrementar más el problema y alejar más en el tiempo las soluciones.
España
necesita liberalizar su economía con urgencia, tenemos un sector público
descomunal para atender nuestras necesidades, no es de recibo que en España se
necesiten casi dos empleados públicos para hacer lo mismo que en Alemania hace
solo uno, nuestra productividad y competitividad es de las más bajas de Europa
y eso que los salarios mínimos interprofesionales son los segundos más bajos de
la zona euro, sólo por encima de Portugal.
Me temo que durante el próximo año
se van a vender buena parte de los recursos propios de este país en manos del Estado
para poder superar las dificultades, sin alcanzar cotas de tragedia. España
camina hacia su ruina con seguridad y nadie va a hacer nada por detenerla, no
se sabe si porque no saben, no pueden, no quieren o no les dejan, pero lo que
se está haciendo en este país con los españoles es el mayor expolio que se ha
hecho en la historia de la democracia y encima con la penuria de tener que
soportar a la casta impartiendo la doctrina de que hemos vivido por encima de
nuestras posibilidades, cuando ellos han sido los que han dilapidado nuestro porvenir
para conservar, e incluso mejorar, sus circunstancias propias.
Mi pregunta final es la
siguiente, ¿qué legitimación asiste a un gobierno que transgrede todos los
derechos fundamentales de nuestra Constitución,
en nombre de la crisis, para desgraciarnos la vida, a nosotros, a nuestros
hijos y a nuestros nietos? Es hora de que cambien las cosas y hagamos algo para
que no sigan tomándonos el pelo.
Enrique Suárez