El ejemplo lo hemos tenido en Ciutadans, con lo sencillo que hubiera resultado dejar que las cosas siguieran el cauce previsto, pero no, los vicios adquiridos por los designados para representar el proyecto en ocasiones anteriores, echaron por tierra una esperanza, con el trabajo que costó sacarla adelante. Pero si era de libro, si con hacer que el ideario de Bellaterra saliera adelante, se hubiera conseguido.
Los personalismos y la estupidez política acabaron con Ciutadans, es bueno que así haya sido, porque de salir adelante lo que tenían en su mente los diputados, el profesor, y los que les acompañan en el cinturón de hierro, no solo seguiríamos careciendo de un instrumento de lucha contra el nacionalismo y por la regeneración democrática, sino que además habría que explicarle al mundo que eso no era más que una empresa de promoción política de sus dirigentes.
Ahora, muchos de los que aún quedan en Ciutadans, han llegado a la misma conclusión que otros llegamos hace meses, que algunos habían decidido vaciar el proyecto de críticos para fortalecer sus propias posiciones dentro del partido. Ahora, en Ciutadans, hay más críticos que oficiales, pero ahora, ya es demasiado tarde, y Ciutadans no tiene más alternativa que despedir a los que se han cargado el partido y a los que les han apoyado, y reunirse para disolverse en UPyD, pero con la nave limpia.
Y eso tendrá que ocurrir en un congreso que tratará de convocarse de forma inmediata, pero que tratará de impedirse al mismo tiempo, por los que siguen representando la pantomima.
En Ciudadanos en la Red, siempre hemos mantenido una posición crítica con lo que estaba ocurriendo, y además de forma muy precoz, al mes exactamente del resultado histórico en las autonómicas catalanas. La gente que se agrupó en este blog, tenía muy claro que todo lo que no era no podía llegar a ser. Algunos no nos creyeron, y prefirieron seguir al líder. Hoy creo que han cambiado las cosas.
Sabemos que muchos militantes de Ciutadans frecuentan nuestro blog, sabemos que participan en los comentarios y foros, y también sabemos que hay otros que jamás aceptarán que les rompiéramos la máquina de engañar, eso nos importa mucho menos.
La realidad es en ocasiones muy necia, y se empeña en demostrar los errores cometidos una y otra vez. Ahora solo queda finiquitar el asunto, y eso habría que hacerlo de forma ordenada. Es hora de que el Espíritu del Tívoli renazca, aunque sea para acabar de una vez con todo aquello que terminó asesinándolo. Es hora de que los Ciutadans, que algún día iban para espartanos y quedaron al borde del ridículo, se reúnan y derriben lo que les separa de la libertad, que no es otra cosa que todo lo que representa el riverismo, el roblismo, el dominguismo y el carrerismo.
Ha llegado la hora de la verdad, "no hay tiempo", nadie lo puede hacer por vosotros, pero tened bien seguro que la parte del Tívoli que nos corresponde a los que ya estamos fuera, está con vosotros en su inmensa plenitud. Ahora o nunca, Ciutadans, acabad lo que otros empezamos, hacedlo por el partido, por la memoria de lo que fuimos, y por vosotros mismos.
Erasmo de Salinas