Nunca se había visto algo así en este país, pero hoy los sindicatos de clase han mostrado su auténtica cara. Ahora los que manipulan son ellos para mantener sus cuotas de poder y representación, al igual que el PSOE mantiene su popularidad: mintiendo como bellacos, ejerciendo la violencia, engañando a la gente, todo para mantener su situación de privilegio sobre el resto de los españoles.
Internet es el antídoto del embaucamiento de la opinión pública desde la manipulación y el control de los medios de información. Vivimos en plena era de la comunicación y la representación ficticia de la sociedad que hacen algunos empieza a hacer aguas. Contra la realidad no valen apaños, porque al final siempre se acaba manifestando.
Invito a los ciudadanos que lean estas palabras a que hagan una reflexión sobre lo acontecido en el pasado a la vista de lo que hoy ha ocurrido. Los comercios de medio país han cerrado para no ver sus lunas rotas por los piquetes que se han paseado como el ejército de Atila por las calles de nuestro país, en plena impunidad y desmesura. ¿Pero quién se han creido que son estos energúmenos para coaccionar a la gente y ejercer una coerción sobre los ciudadanos que nos remonta a lo que se hacía en el franquismo?.
La Administración Pública ha apoyado en un 7,5 % la huelga. Lo han hecho en libertad porque los centros públicos estaban fuertemente protegidos por la policía, ¿pero qué ha ocurrido con los pequeños comercios de autónomos, con los transportes, o con los que no estaban protegidos por las fuerzas de seguridad?, pues que los piquetes han campado como bárbaros, amenazando, injuriando, despotricando contra ciudadanos que no eran defendidos por el Estado en su derecho al trabajo, contra ciudadanos que han sido secuestrados porque no han podido ejercer su libertad, sin haber cometido más delito que no estar de acuerdo con la convocatoria sindical.
La huelga general del 29-S pasará a la historia de los conflictos laborales de nuestro país como la huelga que se hizo contra la libertad de los ciudadanos, fundamentalmente para que los sindicatos UGT y CCOO (los de la unidad de acción sindical) se lavaran la cara después de su conchaveo con el gobierno de Rodríguez Zapatero, y haber obtenido durante los últimos seis años miles de millones de euros del Estado por su apoyo al iluminado que tenemos habitando La Moncloa. Y ahora, cuando ya no hay nada que trincar porque han arruinado el país, ahora tratan de distinguirse del PSOE, del Gobierno, de la infame política social que ha ejercido Rodríguez Zapatero, recortando derechos a todo el mundo como si fuera un tirano de otra época.
Hace tiempo que denuncié que los españoles vivimos en una degeneración de la democracia denominada oclocracia que consiste en un gobierno tirano que se apoya en las muchedumbres que alimenta. Hoy se ha confirmado. Nunca más los sindicatos volverán a recobrar la credibilidad que han perdido ante los españoles. Nunca el PSOE será admitido como un partido de izquierdas, porque los partidos de izquierdas no aplastan al pueblo mientras privilegian a sus guardianes sociales. Esos es más propio de las tiranías y los despotismos.
En España no solo la democracia ha degenerado, los partidos políticos también lo han hecho derivando en mafias organizadas en el expolio del pueblo. Los sindicatos son los primeros que han perdido la confianza de los españoles, pero no serán los últimos. España ayer olía a opresión, pero hoy huele a libertad, gracias a los ciudadanos que se han enfrentado con los servidores bien instruidos por el poder y el dinero público que administra el PSOE, que no son otros que los sindicalistas de UGT y CCOO, los más fieles guardianes del régimen de Rodríguez Zapatero.
Biante de Priena
Internet es el antídoto del embaucamiento de la opinión pública desde la manipulación y el control de los medios de información. Vivimos en plena era de la comunicación y la representación ficticia de la sociedad que hacen algunos empieza a hacer aguas. Contra la realidad no valen apaños, porque al final siempre se acaba manifestando.
Invito a los ciudadanos que lean estas palabras a que hagan una reflexión sobre lo acontecido en el pasado a la vista de lo que hoy ha ocurrido. Los comercios de medio país han cerrado para no ver sus lunas rotas por los piquetes que se han paseado como el ejército de Atila por las calles de nuestro país, en plena impunidad y desmesura. ¿Pero quién se han creido que son estos energúmenos para coaccionar a la gente y ejercer una coerción sobre los ciudadanos que nos remonta a lo que se hacía en el franquismo?.
La Administración Pública ha apoyado en un 7,5 % la huelga. Lo han hecho en libertad porque los centros públicos estaban fuertemente protegidos por la policía, ¿pero qué ha ocurrido con los pequeños comercios de autónomos, con los transportes, o con los que no estaban protegidos por las fuerzas de seguridad?, pues que los piquetes han campado como bárbaros, amenazando, injuriando, despotricando contra ciudadanos que no eran defendidos por el Estado en su derecho al trabajo, contra ciudadanos que han sido secuestrados porque no han podido ejercer su libertad, sin haber cometido más delito que no estar de acuerdo con la convocatoria sindical.
La huelga general del 29-S pasará a la historia de los conflictos laborales de nuestro país como la huelga que se hizo contra la libertad de los ciudadanos, fundamentalmente para que los sindicatos UGT y CCOO (los de la unidad de acción sindical) se lavaran la cara después de su conchaveo con el gobierno de Rodríguez Zapatero, y haber obtenido durante los últimos seis años miles de millones de euros del Estado por su apoyo al iluminado que tenemos habitando La Moncloa. Y ahora, cuando ya no hay nada que trincar porque han arruinado el país, ahora tratan de distinguirse del PSOE, del Gobierno, de la infame política social que ha ejercido Rodríguez Zapatero, recortando derechos a todo el mundo como si fuera un tirano de otra época.
Hace tiempo que denuncié que los españoles vivimos en una degeneración de la democracia denominada oclocracia que consiste en un gobierno tirano que se apoya en las muchedumbres que alimenta. Hoy se ha confirmado. Nunca más los sindicatos volverán a recobrar la credibilidad que han perdido ante los españoles. Nunca el PSOE será admitido como un partido de izquierdas, porque los partidos de izquierdas no aplastan al pueblo mientras privilegian a sus guardianes sociales. Esos es más propio de las tiranías y los despotismos.
En España no solo la democracia ha degenerado, los partidos políticos también lo han hecho derivando en mafias organizadas en el expolio del pueblo. Los sindicatos son los primeros que han perdido la confianza de los españoles, pero no serán los últimos. España ayer olía a opresión, pero hoy huele a libertad, gracias a los ciudadanos que se han enfrentado con los servidores bien instruidos por el poder y el dinero público que administra el PSOE, que no son otros que los sindicalistas de UGT y CCOO, los más fieles guardianes del régimen de Rodríguez Zapatero.
Biante de Priena