Nuestro amigo Hereje nos ha enviado su última producción, que explica perfectamente el demostrado hecho de que el fracaso escolar de los niños no catalanes en muy superior al de los catalanes.
Es excelente. No dejes de verlo!!!
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viernes, 12 de enero de 2007
Defiende Tus Derechos
Categorías:
Educación,
Nacionalismo vs Libertad
Prohibición del catalán en el hogar
Hace algunos días que me he aficionado a este blog, sobre todo porque veo que es uno de los pocos que tratan asuntos como la educación en Cataluña defendiendo el punto de vista de los niños cuya lengua materna es el castellano.
La carta publicada en este mismo espacio por Miriam González el día 19-12-2006, me da pie a enviaros una colaboración para que, si lo consideráis oportuno, me la publiquéis.
También porque veo que hay muchas personas que dejan comentarios que van en esta misma línea, y es que pienso que cada vez somos más y más los padres que, ante la situación de catalanización forzosa y –sobre todo- del permanente intento que se da en muchas escuelas de falsear nuestra historia y de menospreciar nuestro origen, no nos queda otra posibilidad que la de prohibir radicalmente el catalán en nuestras casas.
Las últimas declaraciones de Carod Rovira, hablando de que en Cataluña ha de haber una lengua única, dejan bien claro cuál es el camino que pretende seguir el Gobierno de Cataluña en su desesperado intento por eliminar al castellano de la sociedad catalana, y especialmente de las mentes de los niños, buscando su desaparición total de las mismas.
Tengo un niño de 5 años, pero en el colegio público al que va le riñen por expresarse en su idioma, y le dicen todo el tiempo que tiene que hablar con sus amiguitos en el idioma de su país. Ya me he peleado con varias profesoras, con el director, y con el inspector de la Generalitat, y no he hallado comprensión en casi nadie. Debo decir que no todo el mundo es igual de radical, pero que en ese contexto y en este tema, apenas hay diferencias entre unos y otros.
Mi niño está inmersionado en catalán. En la educación infantil y primer ciclo de primaria en Cataluña no se da ni un minuto de castellano. Eso quiere decir que lo catalanizan durante 6 horas diarias * 5 días a la semana, 30 horas semanales en total. Afortunadamente, tengo un trabajo que me permite no llevarlo al colegio cada día, pues siempre que puedo me quedo con él y le enseño a leer y a escribir en casa. Soy de la opinión de que está infinitamente mejor con nosotros que con esa gentuza.
Cuando le digo a la gente que en mi casa el catalán está prohibido algunos lo entienden, otros me dicen que somos unos inadaptados, y otros me han llamado facha y cosas similares. Me da igual. Si en el colegio a mi niño lo persiguen por hablar en el idioma de sus padres, si en el colegio a mi niño lo persiguen por hablar en su idioma, pues yo perseguiré el catalán en mi casa, y no entrará nunca ni una palabra. Estoy en mi derecho de hacerlo, basándome en que ya escucha suficiente catalán en la escuela, en que no pienso permitir que también se catalanice mi hijo en mi casa, y también en que tiene que tener claro cuál es su cultura, su lengua materna, y su origen.
Una vez llegados a estos extremos, y para defender nuestra propia identidad y nuestra propia cultura, a una situación dictatorial como la que vivimos únicamente puede responderse con la resistencia activa.
Por eso quiero animar a todas las familias no catalanas que residan en Cataluña a que prohíban absolutamente en sus domicilios el catalán.
Y además, les dejo unas cuantas sugerencias:
- Desintonizar todos los canales de televisión que emitan en catalán. Y por supuesto, y lo más importante, jamás permitir que los niños vean programas infantiles en catalán.
- Tirar directamente a la basura cualquier publicidad que esté en catalán.
- No adquirir productos cuyo etiquetado esté sólo en catalán.
- No tener libros infantiles ni cómics en lengua catalana.
- Jamás llevar a los niños a actividades infantiles o lúdicas organizadas por el gobierno de Cataluña, ni a actividades en catalán, ni similares.
- No participar en campamentos ni colonias en Cataluña, porque llenan la mente de los niños de rancios ideales catalanistas.
- Animar a los niños a no expresarse en catalán fuera del ámbito escolar. Sin imposiciones, pero que los pequeños sepan exactamente cuál es su cultura, y puedan diferenciar entre la que es la cultura de sus padres y la que es una cultura no propia que intentan imponerles.
Como contrapartida:
- Disponer de una excelente colección de materiales infantiles –libros, películas, juegos, etc- en castellano, o en otras lenguas, que garanticen una formación cosmopolita y de calidad.
-Enseñar en casa a escribir al niño en lengua castellana, ya sea por el método tradicional o mediante programas informáticos. Los hay excelentes, y al niño le encantarán.
- Juntarse con personas que también tengan niños, y que también estén contra la inmersión lingüística catalanista.
- Mandar a los niños a campamentos de verano siempre fuera de Cataluña, para que conozcan otras formas de pensar.
Mientras que la educación sea toda y sólo en catalán, y como respuesta a eso, yo les digo que aparte de la educación, nada en nuestras vidas será en catalán. Y cuando digo nada, es nada, cero. El mismo celo que tienen esos nacionalistas en apartar a los niños españoles de sus padres, debemos tenerlo nosotros en apartar a nuestros hijos de ellos y de toda su provinciana basura.
El día en que se pueda decidir sobre el idioma educativo de los niños, o que exista una educación bilingüe, mitad en castellano, mitad en catalán, el catalán también volverá a nuestra casa. Mientras tanto, repito, deseo animar a los padres españoles a que prohíban total y absolutamente el catalán en su hogar.
Todo esto, que parece tan extremo, se puede hacer tranquilamente, con la mayor naturalidad, y sin dañar para nada al niño. Simplemente, todo lo catalán, de puertas para adentro, se arroja a la basura, y ya está. Asunto solucionado.
Otra cosa, hace ya mucho tiempo que tenemos aquí nuestra casa y no nos vamos a ir. Vivimos en Barcelona, España, y tenemos muchos familiares y muchos amigos que piensan como nosotros. Por favor, no nos inviten a irnos, porque estamos en nuestra casa.
Atentamente, Luis R.L.
La carta publicada en este mismo espacio por Miriam González el día 19-12-2006, me da pie a enviaros una colaboración para que, si lo consideráis oportuno, me la publiquéis.
También porque veo que hay muchas personas que dejan comentarios que van en esta misma línea, y es que pienso que cada vez somos más y más los padres que, ante la situación de catalanización forzosa y –sobre todo- del permanente intento que se da en muchas escuelas de falsear nuestra historia y de menospreciar nuestro origen, no nos queda otra posibilidad que la de prohibir radicalmente el catalán en nuestras casas.
Las últimas declaraciones de Carod Rovira, hablando de que en Cataluña ha de haber una lengua única, dejan bien claro cuál es el camino que pretende seguir el Gobierno de Cataluña en su desesperado intento por eliminar al castellano de la sociedad catalana, y especialmente de las mentes de los niños, buscando su desaparición total de las mismas.
Tengo un niño de 5 años, pero en el colegio público al que va le riñen por expresarse en su idioma, y le dicen todo el tiempo que tiene que hablar con sus amiguitos en el idioma de su país. Ya me he peleado con varias profesoras, con el director, y con el inspector de la Generalitat, y no he hallado comprensión en casi nadie. Debo decir que no todo el mundo es igual de radical, pero que en ese contexto y en este tema, apenas hay diferencias entre unos y otros.
Mi niño está inmersionado en catalán. En la educación infantil y primer ciclo de primaria en Cataluña no se da ni un minuto de castellano. Eso quiere decir que lo catalanizan durante 6 horas diarias * 5 días a la semana, 30 horas semanales en total. Afortunadamente, tengo un trabajo que me permite no llevarlo al colegio cada día, pues siempre que puedo me quedo con él y le enseño a leer y a escribir en casa. Soy de la opinión de que está infinitamente mejor con nosotros que con esa gentuza.
Cuando le digo a la gente que en mi casa el catalán está prohibido algunos lo entienden, otros me dicen que somos unos inadaptados, y otros me han llamado facha y cosas similares. Me da igual. Si en el colegio a mi niño lo persiguen por hablar en el idioma de sus padres, si en el colegio a mi niño lo persiguen por hablar en su idioma, pues yo perseguiré el catalán en mi casa, y no entrará nunca ni una palabra. Estoy en mi derecho de hacerlo, basándome en que ya escucha suficiente catalán en la escuela, en que no pienso permitir que también se catalanice mi hijo en mi casa, y también en que tiene que tener claro cuál es su cultura, su lengua materna, y su origen.
Una vez llegados a estos extremos, y para defender nuestra propia identidad y nuestra propia cultura, a una situación dictatorial como la que vivimos únicamente puede responderse con la resistencia activa.
Por eso quiero animar a todas las familias no catalanas que residan en Cataluña a que prohíban absolutamente en sus domicilios el catalán.
Y además, les dejo unas cuantas sugerencias:
- Desintonizar todos los canales de televisión que emitan en catalán. Y por supuesto, y lo más importante, jamás permitir que los niños vean programas infantiles en catalán.
- Tirar directamente a la basura cualquier publicidad que esté en catalán.
- No adquirir productos cuyo etiquetado esté sólo en catalán.
- No tener libros infantiles ni cómics en lengua catalana.
- Jamás llevar a los niños a actividades infantiles o lúdicas organizadas por el gobierno de Cataluña, ni a actividades en catalán, ni similares.
- No participar en campamentos ni colonias en Cataluña, porque llenan la mente de los niños de rancios ideales catalanistas.
- Animar a los niños a no expresarse en catalán fuera del ámbito escolar. Sin imposiciones, pero que los pequeños sepan exactamente cuál es su cultura, y puedan diferenciar entre la que es la cultura de sus padres y la que es una cultura no propia que intentan imponerles.
Como contrapartida:
- Disponer de una excelente colección de materiales infantiles –libros, películas, juegos, etc- en castellano, o en otras lenguas, que garanticen una formación cosmopolita y de calidad.
-Enseñar en casa a escribir al niño en lengua castellana, ya sea por el método tradicional o mediante programas informáticos. Los hay excelentes, y al niño le encantarán.
- Juntarse con personas que también tengan niños, y que también estén contra la inmersión lingüística catalanista.
- Mandar a los niños a campamentos de verano siempre fuera de Cataluña, para que conozcan otras formas de pensar.
Mientras que la educación sea toda y sólo en catalán, y como respuesta a eso, yo les digo que aparte de la educación, nada en nuestras vidas será en catalán. Y cuando digo nada, es nada, cero. El mismo celo que tienen esos nacionalistas en apartar a los niños españoles de sus padres, debemos tenerlo nosotros en apartar a nuestros hijos de ellos y de toda su provinciana basura.
El día en que se pueda decidir sobre el idioma educativo de los niños, o que exista una educación bilingüe, mitad en castellano, mitad en catalán, el catalán también volverá a nuestra casa. Mientras tanto, repito, deseo animar a los padres españoles a que prohíban total y absolutamente el catalán en su hogar.
Todo esto, que parece tan extremo, se puede hacer tranquilamente, con la mayor naturalidad, y sin dañar para nada al niño. Simplemente, todo lo catalán, de puertas para adentro, se arroja a la basura, y ya está. Asunto solucionado.
Otra cosa, hace ya mucho tiempo que tenemos aquí nuestra casa y no nos vamos a ir. Vivimos en Barcelona, España, y tenemos muchos familiares y muchos amigos que piensan como nosotros. Por favor, no nos inviten a irnos, porque estamos en nuestra casa.
Atentamente, Luis R.L.
C's#: Publicamos una carta que nos ha llegado y que refleja perfectamente la puesta en práctica, cada vez más habitual, de la prohibición total del catalán en el entorno familiar para compensar los efectos de la Inmersión Lingüística en las aulas.
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