"La enegía mental ni se crea ni se destruye, se transforma en resultados provechosos para todos si lo permiten las circunstancias, y no lo impiden los políticos ineptos"
Ojalá fuera una broma, no lo es. Recientemente, el candidato del PSOE a la Presidencia del Principado de Asturias, Javier Fernández, ingeniero de profesión y secretario general de la FSA, al que gusta intitularse de “candidato sin prisas” (pero sin pausas) ha hecho unas declaraciones patognomónicas del futuro que nos espera a los asturianos como por desgracia alcance el poder, estas han sido: “la mejor energía es la que no se consume”, ni más, ni menos, y se ha quedado tan feliz, convirtiéndose en un nuevo profeta del apostolado del cambio climático, en una Asturias que cada día tiene menos consumo de energía industrial.
Evidentemente la frase no es suya, la patente es del exdirector del CENER, Centro Nacional de Energías Renovables, Juan Omarzábal, ingeniero químico, postulado en el año 2009 por el Gobierno Español para dirigir el IRENA, que es la Agencia Internacional de Energías Renovables. Aunque fue desplazado, por 63 votos contra 60, por la candidata francesa Hélène Pelosse, cuyo currículum es realmente magnífico, que abandonó el cargo 15 meses después, y que es partidaria de establecer impuestos sobre el carbón en vez de subvenciones a su producción y consumo como se ha venido solicitando de forma continuada desde la minería asturiana, cuando su país, Francia, es el principal productor de energía nuclear en Europa, y por supuesto exportador de energía a España. Evidentemente, en otros países saben defender mejor que en España sus intereses nacionales.
Según la web de la ONU: “El objetivo de IRENA es contribuir a mejorar e impulsar la transferencia de tecnología y conocimiento en energías renovables a través de sus actividades, ofreciendo apoyo práctico a sus países miembros que permita identificar los mecanismos más adecuados al respecto, no solo en materia de implantación tecnológica, sino también al mantenimiento sostenible de dichas aplicaciones a largo plazo. De esta manera, se pretende impulsar el abandono de los combustibles fósiles, incluido el gas”.
El último que apague la luz
La actitud filosófica de los profetas del cambio climático, tiene como objetivo el regreso al paraiso ofrecido por Rousseau en la parábola del buen salvaje, el viaje interestelar a la Pandora de Avatar, la imposición de la ecoteología como religión suprema. Al fondo y a la izquierda, siempre nos acabaremos encontrando con una actitud nihilista, una deconstrucción civilizatoria, ofreciendo un progreso que en realidad tiene la pretensión de trasladarnos de nuevo a las cavernas y a las antorchas, pero con muchos impuestos.
El socialismo, en el ejercicio de su laicismo furibundo, necesita una nueva creencia más allá del bienestar social con el que ha acabado en España, al lograr 4,8 millones de parados, un déficit del 10 % anual, y una deuda que terminarán de pagar nuestros tataranietos, lo social ha sido un fracaso del PSOE, así que hay que buscar otro cuento de la lechera. Este nuevo mito que se propone desde el socialismo es el regreso a Gaia, al Paraiso Terrenal, sin máquinas, sin trabajadores, sin civilización, sin principios, sin fines, en plena irracionalismo diletante.
Que tremenda y extravagante falacia a las que nos somete el PSOE en Asturias, donde la energía, en todas las categorías, es más cara que en el resto de las comunidades, donde se ha perdido recientemente una inversión de Iberdrola de 460 millones de euros, donde una compañía petrolera británica, LGO, ha dicho textualmente que planea ahora, buscar nuevas bolsas en Cantabria, Asturias y País Vasco, al tiempo que manifiesta su sorpresa ante el desconocimiento de la opinión pública española sobre el potencial energético del norte
También se le ha olvidado que Asturias es la comunidad española en la que más han subido los precios en el último mes, fundamentalmente por las subidas de la electricidad y los alimentos
Si la energía es un problema, la forma de resolverlo que se le ocurre a Javier Fernández y los apóstoles del cambio climático, es precisamente dejar de consumirla, apoyando los postulados de "la energía sin fin" que nos sale mucho más cara que la convencional, pero en un prodigio de incongruencia e incoherencia sin precedentes, para un profesional que debería tener conocimientos sobre la cuestión energéticas, acusa al PP de no querer proteger el carbón asturiano, cuando desde el PSOE se ha realizado el discurso más extravagante en contra de los combustibles fósiles y la energía nuclear y exclusivamente a favor de las energías renovables.
Javier Fernández defiende al mismo tiempo, en una finta contradictoria, el carbón y su contrario, que son las energías renovables. Ahora toca defender el carbón desde la propaganda porque hay elecciones, cuando pasen estas seguro que regresa a la defensa numantina de las energías renovables que es el programa energético máximo del PSOE a nivel nacional.
Sin duda el futuro energético de Asturias pasa en primer lugar por dejar de consumir productos nocivos para su supervivencia como son el PSOE y el PP. La mejor política energética nefasta es la que deja de consumirse, porque consumiendo las tonterías que nos ofrecen los políticos del PP y el PSOE en Asturias, los asturianos estamos condenados a consumirnos, pero además, quemados como una tea de tantas barbaridades informativas tóxicas como nos ofrecen, absolutamente imposibles de consumir sin alcanzar obligatoriamente la estupidez.
Verán ustedes, olvídense de políticas energéticas, porque el único plan que tienen tanto el PSOE como el PP para España y en Asturias es promover el uso de las energías que proporcionen más impuestos, el medio ambiente les importa exactamente un comino, lo importante es que sistema energético puede proporcionar más impuestos, es decir, de que forma se puede esquilmar mejor a los ciudadanos de forma desapercibida, criminalizándolos como sea de sus desmanes en el consumo, cuando nuestros representantes públicos son absolutamente incapaces de generar otras ideas que reducir la velocidad en las autovías a 110 Km/hora con afán recaudatorio, crear energías renovables subvencionadas que cuesten más caras y por lo tanto proporcionen más impuestos al Estado, renovar el parque móvil a vehículos eléctricos porque son incapaces de exportar los que aquí se producen y peinar el alumbrado nacional con bombillas de bajo consumo que aún no se han instalado en ningún país occidental.
Y los experimentos del laboratorio de la Alianza de los Apagones y el no consumo de energía, y al que consuma se va a enterar de lo que va a pagar de impuestos, lo seguimos pagando los españoles, cada vez menos, porque nos van dejando el espacio laboral con más bajas que la guerra de Verdún. ¿Hasta cuándo soportaremos tanta mendacidad irresponsable e indigencia intelectual insostenible?.
Creo que lo primero que tenemos que hacer es renovar en Asturias a nuestro políticos por exceso de consumo de nuestras energías para nada, para que cada vez estemos peor.
Asturias tendrá una política energética rigurosa y beneficiosa para todos los asturianos cuando Francisco Álvarez Cascos y Foro Asturias gobiernen el Principado, mientras tanto seguiremos escuchando las mayores barbaridades pronunciadas por los pontífices del regreso al pasado más oscuro, eso sí, con muchos más impuestos que deterioren nuestra calidad de vida, pero ellos lo hacen pensando fundamentalmente en nuestro bien, según nos dicen.
Biante de Priena
Evidentemente la frase no es suya, la patente es del exdirector del CENER, Centro Nacional de Energías Renovables, Juan Omarzábal, ingeniero químico, postulado en el año 2009 por el Gobierno Español para dirigir el IRENA, que es la Agencia Internacional de Energías Renovables. Aunque fue desplazado, por 63 votos contra 60, por la candidata francesa Hélène Pelosse, cuyo currículum es realmente magnífico, que abandonó el cargo 15 meses después, y que es partidaria de establecer impuestos sobre el carbón en vez de subvenciones a su producción y consumo como se ha venido solicitando de forma continuada desde la minería asturiana, cuando su país, Francia, es el principal productor de energía nuclear en Europa, y por supuesto exportador de energía a España. Evidentemente, en otros países saben defender mejor que en España sus intereses nacionales.
Según la web de la ONU: “El objetivo de IRENA es contribuir a mejorar e impulsar la transferencia de tecnología y conocimiento en energías renovables a través de sus actividades, ofreciendo apoyo práctico a sus países miembros que permita identificar los mecanismos más adecuados al respecto, no solo en materia de implantación tecnológica, sino también al mantenimiento sostenible de dichas aplicaciones a largo plazo. De esta manera, se pretende impulsar el abandono de los combustibles fósiles, incluido el gas”.
El último que apague la luz
La actitud filosófica de los profetas del cambio climático, tiene como objetivo el regreso al paraiso ofrecido por Rousseau en la parábola del buen salvaje, el viaje interestelar a la Pandora de Avatar, la imposición de la ecoteología como religión suprema. Al fondo y a la izquierda, siempre nos acabaremos encontrando con una actitud nihilista, una deconstrucción civilizatoria, ofreciendo un progreso que en realidad tiene la pretensión de trasladarnos de nuevo a las cavernas y a las antorchas, pero con muchos impuestos.
El socialismo, en el ejercicio de su laicismo furibundo, necesita una nueva creencia más allá del bienestar social con el que ha acabado en España, al lograr 4,8 millones de parados, un déficit del 10 % anual, y una deuda que terminarán de pagar nuestros tataranietos, lo social ha sido un fracaso del PSOE, así que hay que buscar otro cuento de la lechera. Este nuevo mito que se propone desde el socialismo es el regreso a Gaia, al Paraiso Terrenal, sin máquinas, sin trabajadores, sin civilización, sin principios, sin fines, en plena irracionalismo diletante.
Que tremenda y extravagante falacia a las que nos somete el PSOE en Asturias, donde la energía, en todas las categorías, es más cara que en el resto de las comunidades, donde se ha perdido recientemente una inversión de Iberdrola de 460 millones de euros, donde una compañía petrolera británica, LGO, ha dicho textualmente que planea ahora, buscar nuevas bolsas en Cantabria, Asturias y País Vasco, al tiempo que manifiesta su sorpresa ante el desconocimiento de la opinión pública española sobre el potencial energético del norte
También se le ha olvidado que Asturias es la comunidad española en la que más han subido los precios en el último mes, fundamentalmente por las subidas de la electricidad y los alimentos
Si la energía es un problema, la forma de resolverlo que se le ocurre a Javier Fernández y los apóstoles del cambio climático, es precisamente dejar de consumirla, apoyando los postulados de "la energía sin fin" que nos sale mucho más cara que la convencional, pero en un prodigio de incongruencia e incoherencia sin precedentes, para un profesional que debería tener conocimientos sobre la cuestión energéticas, acusa al PP de no querer proteger el carbón asturiano, cuando desde el PSOE se ha realizado el discurso más extravagante en contra de los combustibles fósiles y la energía nuclear y exclusivamente a favor de las energías renovables.
Javier Fernández defiende al mismo tiempo, en una finta contradictoria, el carbón y su contrario, que son las energías renovables. Ahora toca defender el carbón desde la propaganda porque hay elecciones, cuando pasen estas seguro que regresa a la defensa numantina de las energías renovables que es el programa energético máximo del PSOE a nivel nacional.
Sin duda el futuro energético de Asturias pasa en primer lugar por dejar de consumir productos nocivos para su supervivencia como son el PSOE y el PP. La mejor política energética nefasta es la que deja de consumirse, porque consumiendo las tonterías que nos ofrecen los políticos del PP y el PSOE en Asturias, los asturianos estamos condenados a consumirnos, pero además, quemados como una tea de tantas barbaridades informativas tóxicas como nos ofrecen, absolutamente imposibles de consumir sin alcanzar obligatoriamente la estupidez.
Verán ustedes, olvídense de políticas energéticas, porque el único plan que tienen tanto el PSOE como el PP para España y en Asturias es promover el uso de las energías que proporcionen más impuestos, el medio ambiente les importa exactamente un comino, lo importante es que sistema energético puede proporcionar más impuestos, es decir, de que forma se puede esquilmar mejor a los ciudadanos de forma desapercibida, criminalizándolos como sea de sus desmanes en el consumo, cuando nuestros representantes públicos son absolutamente incapaces de generar otras ideas que reducir la velocidad en las autovías a 110 Km/hora con afán recaudatorio, crear energías renovables subvencionadas que cuesten más caras y por lo tanto proporcionen más impuestos al Estado, renovar el parque móvil a vehículos eléctricos porque son incapaces de exportar los que aquí se producen y peinar el alumbrado nacional con bombillas de bajo consumo que aún no se han instalado en ningún país occidental.
Y los experimentos del laboratorio de la Alianza de los Apagones y el no consumo de energía, y al que consuma se va a enterar de lo que va a pagar de impuestos, lo seguimos pagando los españoles, cada vez menos, porque nos van dejando el espacio laboral con más bajas que la guerra de Verdún. ¿Hasta cuándo soportaremos tanta mendacidad irresponsable e indigencia intelectual insostenible?.
Creo que lo primero que tenemos que hacer es renovar en Asturias a nuestro políticos por exceso de consumo de nuestras energías para nada, para que cada vez estemos peor.
Asturias tendrá una política energética rigurosa y beneficiosa para todos los asturianos cuando Francisco Álvarez Cascos y Foro Asturias gobiernen el Principado, mientras tanto seguiremos escuchando las mayores barbaridades pronunciadas por los pontífices del regreso al pasado más oscuro, eso sí, con muchos más impuestos que deterioren nuestra calidad de vida, pero ellos lo hacen pensando fundamentalmente en nuestro bien, según nos dicen.
Biante de Priena