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jueves, 22 de enero de 2009

Cultura de la responsabilidad

Siendo español, sorprende escuchar estas palabras en boca de un Presidente de los Estados Unidos, más aún, si tenemos en consideración que es el primer negro que llega a la representación máxima del pueblo norteamericano. En España, hay un aforismo que dice: “trabajar como un negro”, para expresar que alguien se deja buena parte de su vida en el mundo laboral.

Zapatero, nunca hablará a los españoles en esos términos, porque su política, defiende precisamente los valores contrarios: la irresponsabilidad. Su gobierno está pletórico de irresponsables, que actúan sin ofrecer respuesta de sus errores a los ciudadanos. Ahí tenemos a Miguel Sebastián, a punto de conseguir que nos expulsen de la Unión Europea, y de la Organización Mundial de Comercio, al recomendar desde el Gobierno que se consuman productos españoles; esas cosas se piensan, pero no se dicen, Señor Sebastián. Pero claro, si el Presidente y el Vicepresidente Económico, negaban la crisis para triunfar en las elecciones, todo es posible.

Para solicitar responsabilidad, primero hay que ser responsable, sino el argumento se queda en un senequismo: “mi filosofía es la más elevada, tanto, que yo no puedo alcanzarla con los hechos de mi vida”. No se pueden fundir en los hechos lo que piensan, lo que dicen y lo que hacen y de ahí las consecuencias desastrosas.

Verán ustedes, con un gobierno de irresponsables mal vamos, porque la irresponsabilidad se expande jerárquicamente como una orden estricta por toda la administración pública. Y si se instala a un agente judicial -o comisario político- a dirigir un juzgado, porque está afiliado a un sindicato, entonces los funcionarios de carrera cumplen estrictamente con su trabajo y para de contar. Lo mismo ocurre en la administración general, en la sanidad, en la educación, en la inmensa mayoría de los servicios públicos. ¿Cómo no va a haber huelgas, si los mejores profesionales de este país están subyugados a las decisiones de unos aprovechados ineptos que ganan más dinero y no pegan golpe, por estar afiliados a un sindicato y “liberados”, ocasión que aprovechan para blindar su futuro con operaciones sinuosas de obtención de plazas para toda su vida?. La máxima española vigente es "el que no llora no mama", y claro, en un país de llorones, no es extraño que se haya incrementado inusitadamente el número de mamones.

El lugar de Europa donde estudiar una carrera superior reporta menos beneficios es en España, porque desde el gobierno se ha implementado una política que recuerda “la revolución cultural” china, o la política del khmer rojo en Camboya, en la que las personas con más formación eran perseguidas para ser reeducadas. En estas condiciones, la depauperación del sistema es galopante.

Las intenciones del PSOE en los últimos años han sido evidentes, desposeer de autoridad, poder y recursos a los mejores de nuestra sociedad, para ofrecérselo a los peores, porque son más y les brindarán así su apoyo; han regalado el poder y los recursos de España a los más ineptos, y a eso lo han denominado justicia social.

Por eso Obama puede pedir a su pueblo cultura de la responsabilidad, y Zapatero nos hablará de la cultura de la igualdad. ¿Pero qué es más injusto que quitarle el pan a quien se lo merece por su esfuerzo, formación, y capacidad, para dárselo gratuitamente a quien no ha pegado palo al agua en su vida, ni en los estudios, ni en el trabajo, al que no ha aportado nada más que parasitismo a nuestra sociedad?.

Evidentemente, el modelo ha fallado, y mientras Zapatero y su corte no sean apartados del poder y el sistema fumigado contra la irresponsabilidad, este país no irá bien. Solo hay que mirar las ratios de eficiencia y eficacia de las empresas privadas en comparación con las públicas.

Somos el último país de Europa en productividad laboral, competitividad y generación de bienes, gracias al modelo de política social de Zapatero, en el que si eres un patán, y lo demuestras no haciendo nada, puedes llegar a lo más alto, incluso a Presidente del Gobierno. Evidentemente, como en este país, al igual que en cualquier otro, los patanes son muchísimo más numerosos que los que tienen capacidad de cambiar la realidad por sus propios recursos, el PSOE seguirá ganando las elecciones, y los mejores se verán relegados a ocupar el mismo puesto social que los profesionales en Cuba, que en cuanto tienen oportunidad salen corriendo, y han tenido que convertir en crimen abandonar el país si el Estado te ha concedido la oportunidad de formarte profesionalmente, porque en Cuba la formación se "concede" desde el Estado, como en España la Educación para la Ciudadanía sirve para saber, por encuesta a nuestros hijos, quienes apoyan el regimen y quienes están contra él.

Este modelo de esclavitud de los mejores, para beneficio de los peores -convertidos en víctimas desposeidas por la historia- ya está rindiendo sus primeros resultados. Y todo se explica fácilmente, cuando se observan las trayectorias personales de los presidentes de los Estados Unidos y de España, Obama se debe a sí mismo estar donde está, despues de haber competido con todos los demás y haber triunfado, y Zapatero, es una consecuencia de la mediocridad, la mezquindad y la envidia, un producto de la propaganda y el apoyo de los medios de comunicación, que se subvencionan desde el gobierno.

Todo lider tiene en su cabeza, hacer el pais que gobierna a su imagen y semejanza. Obama, es un liberador, porque en su propia liberación sabe que está la liberación de los demás y Zapatero es un esclavista acomplejado que nos puede ofrecer mentiras, catástrofes, despilfarros, inequidades, y mucha miseria, con tal de aferrarse al poder y vendernos la salvación que nos conduce al abismo, pero que a él y los suyos les permite perpetuarse. En estas circunstancias, Estados Unidos saldrá de la crisis rápidamente, mientras que en España, nos hundiremos para las próximas décadas, gracias a esa eminencia de las cejas simpáticas. Y dicen algunos reptiles, que como se parecen Obama y Zapatero, ya le digo, en el blanco de los ojos.

Es la diferencia entre alguien que ha llegado a donde está, porque se lo merece, contra viento a marea (y lo sabe), y quien ha llegado por accidente, para sorpresa de todos, incluso para sí mismo.


Biante de Priena

¿Cuánto le queda a Zapatero?

Como en las mejores películas del cine negro, todos los elementos se van configurando hacia un fatal desenlace. Crece la expectación ciudadana a medida que las noticias revelan en que manos se encuentra nuestro destino inmediato. Incluso, algún alarido quedo, se escucha en medio de la oscuridad de las cifras económicas que se presentan y la parva reacción acogotada de nuestros políticos. Bajo un farol, de luz cetrina, se columbran unas cejas, se oye una voz profunda, atemperada, amable, que nos anuncia que en marzo, todo, absolutamente todo, estará resuelto. Será un androide, dirán algunos.

Cada día que pasa, el Gobierno de Zapatero nos cuesta miles de millones de euros, llantos ante los bancarios tratando de prologar las hipotecas hasta los cuarenta años, 8000 parados nuevos, 2000 pobres nuevos, decenas de cierres empresariales, un incremento en el déficit comercial, unas pérdidas en la bolsa desconocidas en nuestra historia, y una sensación general de pánico en la población española, no vivida desde la guerra civil.

Cada declaración de un ministro se convierte en un chiste, con una velocidad desconocida en la historia del humor político español. Hoy, hay que preguntarse de una vez, donde están los once millones de inteligentes ciudadanos que nos han traído hasta aquí, arrastrados por los titiriteros que defendían la alegría, y los motivos para creer.

Los once millones de ciudadanos que apoyaron al PSOE hace menos de un año, para que Zapatero fuera presidente del Gobierno, las van a pasar putas, ni se imaginan lo putas que las van a pasar. Y se lo tienen bien merecido, por haber votado a un propagandista iluso. El problema, es que gracias a su inteligencia, los 35 millones de españoles restantes las vamos a pasar también putas, menos que ellos, por supuesto, porque al menos, los que no votamos al PSOE podemos decir que vaya mierda y acordarnos del abuelo y la memoria histórica. Pero ellos, no, ellos tienen que callarse, y llevar con estoicismo la vergüenza de haber sido los responsables de lo que está ocurriendo en nuestro país.

Ahora que Pepiño ya no puede echarle la culpa a Bush de lo que ocurre, ni a Rajoy, nos dirá que todo se debe al cambio climático, porque España es un país rodeado de mar y eso ha hecho que el déficit público se haya incrementado, y de esos once millones de creyentes, todavía algunos aplaudirán de forma entusiasta las baladronadas, aunque estén en el paro, al borde del desahucio, y no sepan que comerán dentro de dos semanas.

España no solo tiene una crisis económica, tiene además una crisis moral fundamentada en la corrupción pública, en los negocios amistosos, y en la absoluta incapacidad de nuestros gobernantes actuales para proponer algo que tenga mínimo sentido.

Y solo nos queda saber cual será la chispa que hará saltar todo por los aires, que un parado le tire un zapato a Zapatero, que un desahuciado se ponga a vivir con una tienda de camping y su familia en las estribaciones de La Moncloa, que una manifestación de estudiantes termine con muertos, o que alguien le pregunte a Zapatero el próximo lunes en el programa "tengo una pregunta para usted", ¿por qué no se va, señor Presidente, y permite que llegue alguien que pueda resolver los problemas que tenemos?. Y Zapatero, con los ojos humedecidos, dirá algo así: "es algo que le aseguro que he pensado mucho durante los últimos días, pero eso sería abandonar a su suerte a este país y ante todo, yo soy un ciudadano socialista y responsable". Grandes aplausos.

Los bidones de explosivos sociales se están cargando cada día en las ventanillas de los bancos, en las colas del INEM, en la calle. El riesgo de estallido social se incrementa cada semana. El Gobierno se sostiene sobre la coyuntura internacional, tratando de que no se vea el desastre administrativo y de gestión que han organizado. Si no fuera porque los sindicatos, para su vergüenza, están mostrando su sumisión al poder, del que reciben dinero, otro gallo cantaría. Pero se la han jugado a perder, a CCOO y UGT les ocurrirá lo mismo que a IU, ya nadie volverá a creerles.

Como Rajoy (al que arrastrará Zapatero en su caída por sus enormes errores), servidor está esperando a ver que ocurre. Zapatero tiene razón, de aquí a marzo, todo estará resuelto, porque habrá tenido que someterse a una moción de confianza o de censura, porque si pidió el aval parlamentario para negociar con ETA, también debe pedirlo para representar los intereses generales ante la crisis.

Zapatero tiene razón, en marzo, todo quedará resuelto, porque él ya no estará en La Moncloa. En caso de que no sea así, los españoles nos merecemos lo peor.


Erasmo de Salinas

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