Manuel I. Cabezas González, colaborador habitual y destacado de Ciudadanos en la Red, ha decidido abrir su propio blog, que lleva por título "Honestidad Radical", le damos la bienvenida y nos congratulamos de la presencia de su criterio ecuánime y erudito en la red, tan necesitada de nuevas perspectivas que superen el papanatismo que nos invade por todas partes. Con certeza, Honestidad Radical será una isla de reflexión en un océano de impostura, un ciudadano en la red que rompera con la inercia del más de lo mismo. Recomendamos su lectura con afecto y admiración por su autor.
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miércoles, 8 de junio de 2011
Algunas propuestas para salir de la crisis política y económica en España
1) Conocer la auténtica realidad de nuestra situación política, económica y social, tras la propaganda e intoxiaciones sin fin a la que hemos sometidos desde la política, la opinión pública española desconoce por completo lo que está ocurriendo, absolutamente enmascarado por los que han gobernado. Es imprescindible realizar una gran auditoría independiente del Estado, que no se limite exclusivamente a la cuestión económica, sino que se ocupe desde las grandes cifras hasta los pequeños detalles. La realidad maquillada que nos han ofrecido no es la realidad, sino su enmascaramiento hipócrita.
2) Exigir responsabilidades política, civiles y penales, a los que han gobernado a su antojo desde el sectarismo más infame, a los que han puesto sus intereses personales y de sus colectivos, por encima de los intereses generales. Político que se demuestre que ha actuado con negligencia o insidia, o con abuso de poder o intereses personales, debe ser juzgado por ello y apartado de la política para siempre. El dinero público es de los ciudadanos, no de los que lo administran a su antojo como si no fuera de nadie. Hay que erradicar el fraude público en España.
3) Establecer un criterio de ecuanimidad informativa en los medios de comunicación, avalado por todos los partidos políticos, los medios y los ciudadanos, que tenga por primer objetivo que toda información fraudulenta e interesada que se expanda desde un medio de comunicación, tendrá corresponsabilidad legal. La propaganda interesada establecida desde la políica en una democaracia es lo mismo que la coerción de un estado totalitario, como nos recordaba Noam Chomsky. No se puede mentir a los ciudadanos, para limitar el libre ejercicio de su ciudadanía con manipulaciones, exijamos profesionalidad a los medios de comunicación y que abandonen definitivamente la política de pesebres y subvenciones públicas.
4) En cuarto lugar es imprescindible eliminar lo inútil, lo superfluo, las veleidades de los caciques de turno que abusan de su poder, lo que nos va a traer más problemas que soluciones. La crisis económica nos traerá sin duda una crisis política, porque la gente se ha dado cuenta de que la política es un negocio, con fondos públicos, para que unos vivan bien a costa de otros que viven cada día peor.
5) Es imprescindible elevar lo valioso al lugar que le corresponde, para desplazar de una vez los obstáculos del bienestar, porque ya está bien de que los zoquetes con carnet, sin mérito, sin criterio, y con mucha suerte, ocupen los puestos de mayor responsabilidad en nuestra sociedad, impidiendo que los mejores –mucho más jóvenes, más formados, y más esclavizados-, sigan bajo sus órdenes, como si esto fuera el Ejército de Salvación. ¿Quién va a respetar a un comisario político, que además ha demostrado ser un inútil?. Lo valioso no es lo que se decide desde el poder, sino desde el pueblo.
En este país teníamos la juventud mejor formada y peor pagada de nuestra historia, gracias al socialismo que ha disminuido las diferencias económicas entre los que sacan castañas del fuego y los que se las comen, en un acto de injusticia social sin precedentes.
En España el mercado laboral tiene una grave enfermedad que se llama sindicalismo, que asocia gratuitamente pobreza con justicia y riqueza con injusticia, lo privado con el robo y lo público con la generosidad. Como en ningún país de nuestro entorno los sindicatos juegan un papel tan siniestro, hay que tenerlos en cuenta a la hora de contabilizar los parados, porque su política genuina es la de esclavizar a los más jóvenes y blindar a los más favorecidos por su trabajo. En este país han crecido como setas los liberados sindicales gracias al PSOE y la anuencia del PP ausente. Y eso debe cambiar.
6) El Estado Providencia debe desaparecer, porque además de no servir para nada –bueno, para que los políticos de izquierdas y los sindicalistas hagan su agosto, sí sirve-, ni ha conseguido reducir la pobreza, que ha crecido hasta el 21 % de la población, desde el 19 % que había en 2004, ni ha conseguido ninguna de las paradisiacas maravillas que ofrece, todo son buenas palabras y dinero para repartir entre los que hacen el reparto.
7) España debe ser una y no una entelequia, que es a lo que la ha llevado el PSOE. Debe haber algunas cosas que no pueden estar en manos de las autonomías –educación, sanidad, justicia, bienestar- si las autonomías las utilizan para obtener ventajas diferenciales, y no un bienestar común. La mayoría de los servicios públicos deben despolitizarse, o terminarán siendo gestionadas desde planteamientos privados y privativos, cosa que la mayoría de los españoles no deseamos.
8) Nuestra sociedad para ser más justa debe premiar lo que se lo merece y no lo que nos lastra de forma interesada y nos perjudica a todos. El socialismo ha destruido la cultura del esfuerzo en nuestro país, para instaurar la cultura del subsidio. El ataque furibundo contra todas la cultura tradicional española que nos ha traído hasta aquí, con el fin de sembrar nuevos códigos y codificaciones culturales, para cosechar apoyos electorales en el futuro, es un auténtico cáncer que debemos erradicar de nuestra sociedad por la cuenta que nos tiene.
9) Es imprescindible y urgente despolitizar la vida de los ciudadanos y la sociedad. Es inadmisible que en este país para cualquier cosa haya que acudir a la política para poder hacer algo, como empresa, como trabajo, o como innovación. La política del PSOE subvenciona lo inane, lo que favorece a sus lobbys sociales, contra el sentido común, la razón y la lógica. Derrocha los bienes públicos, no en lo que nos beneficia, sino en lo que perjudica a la mayoría de ciudadanos. Convierte en gratuito lo que no lo es. Nos engaña, para afianzar su cuota electoral, y miente mucho más cada día que pasa aumentando el problema. Ahora en las obras públicas se pone el cartel de “aquí se hará” y recogen bártulos. El PSOE ha reducido la política exclusivamente a una dictadura de la propaganda.
10) Por último, hay que establecer una reforma constitucional, en cuanto sea posible, que permita resolver los graves problemas que se han mostrado en las últimas legislaturas, cuando una panda de iluminados se han atrincherado en el poder, con el único fin de perpetuarse, aunque para ello hayan tenido que convertir este país en la economía más destrozada de Europa, con la mayor tasa de paro occidental, y con el porvenir más negro que un tunel a media noche.
Evidentemente, con la única finalidad de la filosofía de cuanto peor mejor, cuanto más oprimidos y asfixiados estén los españoles, más probabilidades de que voten por partido de izquierda. Han destrozado el país, sin reconocerlo, para culpar a los que vengan detrás de lo que han sido responsables. Esa ingeniería social con interés político lleva a empobrecer a la gente sin fin, para luego echarle la culpa a los demás de su pobreza, creando un problema, para el que más tarde nos ofrecerán una magnífica solución. El cultivo de esclavos electorales que practica la izquierda debe concluir en España. Por supuesto, esa reforma constitucional no debe ser votada en bloque, sino en referendum, por artículos. Es hora de que los ciudadanos elijamos por nosotros mismos, nuestro contrato social.
Enrique Suárez
2) Exigir responsabilidades política, civiles y penales, a los que han gobernado a su antojo desde el sectarismo más infame, a los que han puesto sus intereses personales y de sus colectivos, por encima de los intereses generales. Político que se demuestre que ha actuado con negligencia o insidia, o con abuso de poder o intereses personales, debe ser juzgado por ello y apartado de la política para siempre. El dinero público es de los ciudadanos, no de los que lo administran a su antojo como si no fuera de nadie. Hay que erradicar el fraude público en España.
3) Establecer un criterio de ecuanimidad informativa en los medios de comunicación, avalado por todos los partidos políticos, los medios y los ciudadanos, que tenga por primer objetivo que toda información fraudulenta e interesada que se expanda desde un medio de comunicación, tendrá corresponsabilidad legal. La propaganda interesada establecida desde la políica en una democaracia es lo mismo que la coerción de un estado totalitario, como nos recordaba Noam Chomsky. No se puede mentir a los ciudadanos, para limitar el libre ejercicio de su ciudadanía con manipulaciones, exijamos profesionalidad a los medios de comunicación y que abandonen definitivamente la política de pesebres y subvenciones públicas.
4) En cuarto lugar es imprescindible eliminar lo inútil, lo superfluo, las veleidades de los caciques de turno que abusan de su poder, lo que nos va a traer más problemas que soluciones. La crisis económica nos traerá sin duda una crisis política, porque la gente se ha dado cuenta de que la política es un negocio, con fondos públicos, para que unos vivan bien a costa de otros que viven cada día peor.
5) Es imprescindible elevar lo valioso al lugar que le corresponde, para desplazar de una vez los obstáculos del bienestar, porque ya está bien de que los zoquetes con carnet, sin mérito, sin criterio, y con mucha suerte, ocupen los puestos de mayor responsabilidad en nuestra sociedad, impidiendo que los mejores –mucho más jóvenes, más formados, y más esclavizados-, sigan bajo sus órdenes, como si esto fuera el Ejército de Salvación. ¿Quién va a respetar a un comisario político, que además ha demostrado ser un inútil?. Lo valioso no es lo que se decide desde el poder, sino desde el pueblo.
En este país teníamos la juventud mejor formada y peor pagada de nuestra historia, gracias al socialismo que ha disminuido las diferencias económicas entre los que sacan castañas del fuego y los que se las comen, en un acto de injusticia social sin precedentes.
En España el mercado laboral tiene una grave enfermedad que se llama sindicalismo, que asocia gratuitamente pobreza con justicia y riqueza con injusticia, lo privado con el robo y lo público con la generosidad. Como en ningún país de nuestro entorno los sindicatos juegan un papel tan siniestro, hay que tenerlos en cuenta a la hora de contabilizar los parados, porque su política genuina es la de esclavizar a los más jóvenes y blindar a los más favorecidos por su trabajo. En este país han crecido como setas los liberados sindicales gracias al PSOE y la anuencia del PP ausente. Y eso debe cambiar.
6) El Estado Providencia debe desaparecer, porque además de no servir para nada –bueno, para que los políticos de izquierdas y los sindicalistas hagan su agosto, sí sirve-, ni ha conseguido reducir la pobreza, que ha crecido hasta el 21 % de la población, desde el 19 % que había en 2004, ni ha conseguido ninguna de las paradisiacas maravillas que ofrece, todo son buenas palabras y dinero para repartir entre los que hacen el reparto.
7) España debe ser una y no una entelequia, que es a lo que la ha llevado el PSOE. Debe haber algunas cosas que no pueden estar en manos de las autonomías –educación, sanidad, justicia, bienestar- si las autonomías las utilizan para obtener ventajas diferenciales, y no un bienestar común. La mayoría de los servicios públicos deben despolitizarse, o terminarán siendo gestionadas desde planteamientos privados y privativos, cosa que la mayoría de los españoles no deseamos.
8) Nuestra sociedad para ser más justa debe premiar lo que se lo merece y no lo que nos lastra de forma interesada y nos perjudica a todos. El socialismo ha destruido la cultura del esfuerzo en nuestro país, para instaurar la cultura del subsidio. El ataque furibundo contra todas la cultura tradicional española que nos ha traído hasta aquí, con el fin de sembrar nuevos códigos y codificaciones culturales, para cosechar apoyos electorales en el futuro, es un auténtico cáncer que debemos erradicar de nuestra sociedad por la cuenta que nos tiene.
9) Es imprescindible y urgente despolitizar la vida de los ciudadanos y la sociedad. Es inadmisible que en este país para cualquier cosa haya que acudir a la política para poder hacer algo, como empresa, como trabajo, o como innovación. La política del PSOE subvenciona lo inane, lo que favorece a sus lobbys sociales, contra el sentido común, la razón y la lógica. Derrocha los bienes públicos, no en lo que nos beneficia, sino en lo que perjudica a la mayoría de ciudadanos. Convierte en gratuito lo que no lo es. Nos engaña, para afianzar su cuota electoral, y miente mucho más cada día que pasa aumentando el problema. Ahora en las obras públicas se pone el cartel de “aquí se hará” y recogen bártulos. El PSOE ha reducido la política exclusivamente a una dictadura de la propaganda.
10) Por último, hay que establecer una reforma constitucional, en cuanto sea posible, que permita resolver los graves problemas que se han mostrado en las últimas legislaturas, cuando una panda de iluminados se han atrincherado en el poder, con el único fin de perpetuarse, aunque para ello hayan tenido que convertir este país en la economía más destrozada de Europa, con la mayor tasa de paro occidental, y con el porvenir más negro que un tunel a media noche.
Evidentemente, con la única finalidad de la filosofía de cuanto peor mejor, cuanto más oprimidos y asfixiados estén los españoles, más probabilidades de que voten por partido de izquierda. Han destrozado el país, sin reconocerlo, para culpar a los que vengan detrás de lo que han sido responsables. Esa ingeniería social con interés político lleva a empobrecer a la gente sin fin, para luego echarle la culpa a los demás de su pobreza, creando un problema, para el que más tarde nos ofrecerán una magnífica solución. El cultivo de esclavos electorales que practica la izquierda debe concluir en España. Por supuesto, esa reforma constitucional no debe ser votada en bloque, sino en referendum, por artículos. Es hora de que los ciudadanos elijamos por nosotros mismos, nuestro contrato social.
Enrique Suárez
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