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sábado, 12 de febrero de 2011

Foro Asturias: entre lo deseable y lo posible


Desde que el pasado 1 de enero, Francisco Álvarez Cascos decidió abandonar el partido político que había sido su casa durante los últimos 34 años, tras el rechazo desabrido de la cúpula del PP a su ofrecimiento para encabezar una candidatura por Asturias, a pesar del clamor de 7000 miembros de su formación, numerosos alcaldes y cargos representativos en el Principado y la creciente marea de apoyo a su proyecto por parte de la población asturiana, los acontecimientos se han ido sucediendo hasta ratificar que su presencia, más que un deseo o un propósito opinable, se ha convertido en una auténtica necesidad.

Los hechos acontecidos demuestran las sucesivas denuncias fundamentadas de Francisco Álvarez Cascos sobre la disposición de “cártel operativo” que han adoptado el PSOE y el PP en Asturias. El pacto del duerno, la transversal, la connivencia en el poder del partido gubernamental y la principal fuerza de oposición, se han visto constatadas en los últimos días. Al contrario de lo que pudiera esperarse en una democracia, en Asturias ha ocurrido un auténtico espectáculo bochornoso que muestra a los asturianos y los españoles, la alianza, ayer implícita, hoy explícita, entre los detentadores del poder y la oposición, aliados en la defensa de sus intereses de casta, contra los ciudadanos de Asturias.

La amenaza velada que el Vicesecretario de organización del PP, Sr. Esteban González Pons ha esobozado, ante la atónita atención de los habitantes de Asturias, pasará a engrosar la prolongada historia de afrentas políticas que los asturianos hemos sufrido durante las tres últimas décadas. Si primero advirtió que no votar al PP o el PSOE en Asturias, dejaría a este comunidad fuera de los grandes acuerdos nacionales entre los grandes partidos (sin percatarse de que los grandes acuerdos entre los grandes partidos, tanto a nivel autonómico como nacional, ha sido la causa de que Asturias sea la comunidad más degenarada de España, tanto desde una perspectiva política como económica), todavía tuvo la osadía de ratifcar la realidad de las denuncias esgrimidas por Álvarez Cascos, que son vox pópuli en el Principado, cuando se manifestó favorable a un acuerdo postelectoral del PP con el PSOE antes de establecer acuerdo alguno con Foro Asturias y su antiguo compañero. Sólo la intención de ocultar la realidad oprobiosa a los ciudadanos asturianos o la inquina hacia su anterior jefe, pueden justificar esta conducta, ambas motivaciones resultan deleznables.

Sin embargo no son los únicos hechos que delatan connivencia entre el PP y el PSOE de Asturias por perpetuarse en el poder, aunque sea al precio de que la población asturiana siga perdiendo poder adquisitivo, los hijos de los asturianos tengan que emigrar y el futuro del Principado se establezca en la dependencia del Estado y las ayudas de otras comunidades españolas y europeas, porque los socialistas que han gobernado durante los últimos treinta años, han convertido Asturias en "la Albania española" y los populares lo han consentido, ambos contra los intereses y el bienestar de los asturianos y asturianas.

Hoy mismo, Francisco Álvarez Cascos, en un acto celebrado en Las Regueras, un concejo limítrofe con Oviedo, ha denunciado la connivencia de intereses del PP y el PSOE en Asturias, en dos ámbitos de poder diferentes, uno gobernado por el PSOE y otro por el PP.

Según nos informa Europa Press:
“Cascos ha señalado que esta semana tanto PSOE como PP han acordado que el Gobierno no tenga que comparecer en el Parlamento asturiano, gracias a los votos de los socialistas y al "amable" apoyo de la oposición. De esta forma, Cascos ha dicho que el presidente del Principado de Asturias, Vicente Álvarez Areces, se va a ir del cargo "sin dar explicaciones políticas en el Parlamento sobre el funcionamiento de las áreas investigadas.Se trata, según el ex ministro, de un espectáculo "muy poco edificante" avalado en el Parlamento por el candidato del PSOE, Javier Fernández, y con el "placet" de la oposición”

“El otro asunto que se ha tratado esta semana en la Junta y que, a juicio de Cascos, refleja la existencia de un "pacto" entre PSOE y PP es la votación relativa a la protección del parque de San Francisco en Oviedo. PSOE y PP votaron en contra de declararlo Bien de Interés Cultural, tal y como pretendía IU para impedir un aparcamiento subterráneo que pretende ser el pago de una deuda por el justiprecio de la expropiación de Villa Magdalena” “Se trata de un asunto, ha apuntado Cascos, de "alto interés" para el Ayuntamiento de Oviedo. "El candidato socialista votó con su grupo regional contra lo que defienden sus compañeros socialistas en Oviedo y contra una propuesta de sus socios de gobierno en el Principado. ¡Hay que ver lo que da de sí el pacto de La Zoreda, sin haber estrenado legislatura!", ha comentado.

“Para Cascos, esa "entente" entre los dos partidos mayoritarios supone una "degeneración" que está haciendo mucho daño en todos los órdenes de la vida regional. Cascos ha lamentado que ese tipo de comportamientos "escandalosos" no trasciendan fuera de Asturias. "Pero en nuestra tierra son bien conocidos y espero que no queden sin sanción en las urnas", ha dicho”.
Pero no solo establecen acuerdos “contra natura” (con toda su caradura) sino que incumplen las leyes nacionales en lo relativo al despilfarro en propaganda electoral, pues en Asturias ambos partidos, el PP y el PSOE, ya han desplegado grandes vallas publicitarias, vulnerando una ley publicada en el BOE a finales de enero que limita la publicidad al periodo estricto de la campaña electoral. ¿Para qué sirven las leyes si se incumplen y nadie pone coto a las barbaridades que se suceden sin interrupción

El PP vota con el PSOE para tapar los asuntos escabrosos de esta formación en Asturias y el PSOE vota con el PP para devolverle el favor en Oviedo. Las víctimas de la oprobiosa “entente cordiale” siempre las mismas, los asturianos y asturianas, como ha venido ocurriendo a lo largo de los últimos años. Los jueces ya han entrado, por fin, en el pantanoso océano de corrupción existente en Asturias, algunos altos funcionarios están en la cárcel, pero el PP blinda al PSOE y el PSOE al PP, para que la grotesca situación de la política asturiana no salga a la luz, para ser contemplada, en su inmensa depravación, por los asturianos y asturianas.

Foro Asturias es la única opción con capacidad de limpiar toda la porquería política existente en el Principado; Francisco Álvarez Cascos con sus 3300 leales (por ahora) se enfrenta en las Termópilas de mayo a la invasión definitiva y la devastación que la alianza de los persas del PP y el PSOE, pretenden imponer en Asturias su inefable tiranía oligárquica. Un episodio épico de la historia asturiana se está viviendo en estos instantes, los asturianos, gente noble y recia, sabrán recobrar el dominio sobre sus asuntos que les han arrebatado sus representantes políticos. No se trata ya de rescatar la democracia de los opresores que la detentan, sino de salir de la vergüenza nacional en la que nos obligan a vivir, para poder volver a sentirnos orgullosos de ser asturianos.

Por eso, ante la batalla que se avecina, el proyecto prioritario de Foro Asturias es mantener la cohesión interna como una auténtica fortaleza de principios, antes que la bondad o exquisitez de sus formas, reglamentos, o su acabado estético que siempre serán mejorables aún partiendo de ser buenos, mucho mejores que lo existente. La urgencia de la situación que se atraviesa en Asturias, obligará a sacrificar muchas cosas deseables en aras de hacer el proyecto posible, viable y eficaz.

Sólo un pequeño ejército cohesionado, en el que todos los seguidores de Francisco Álvarez Cascos mantengan la lealtad a los principios y los objetivos comunes, antes que la fidelidad a sí mismos, y a sus ideas diversas, posiblmente plausibles y magníficas, permitirá acometer la próxima campaña electoral con posibilidades de triunfo. Que nadie se engañe, en esta ocasión, para recobrar el orgullo de ser asturianos, tendremos que sacrificar lo deseable a lo posible, para tener alguna probabilidad de éxito, porque nos lo jugamos a todo o nada, con 22 escaños (uno menos que la mayoría absoluta), Foro Asturias, habrá perdido las elecciones.

En las circunstancias que deteriman el contexto de la confrontación, no queda otra vía que la cohesión férrea, nuestro "Gladiator" no necesita opiniones sobre como hacerlo (su hoja de ruta está establecida desde hace mucho tiempo), sino fuerza, unión y lealtad de sus seguidores para hacerlo. Los planes serán los mejores de los posibles, de los que todos, cada uno por sí mismo y todos reunidos, hagamos posibles. Si pedimos poco, obtendremos mucho, si exigimos mucho, no obtendremos nada, esta es la opinión de un asturiano harto al 100 % de contemplar como los políticos de esta comunidad nos toman el pelo, se ríen de nosotros y además, pretenden seguir haciéndolo, en nombre de la democracia que desprecian.

Enrique Suárez

Redactivismo: la revolución cibernética


La red de redes se está convirtiendo paulatinamente en la primera fuente de información para los ciudadanos, sobretodo los más jóvenes. Pero también es un nuevo territorio en el que se pueden explorar las relaciones y las comunicaciones humanas. La ampliación de la realidad que nos ofrecen las nuevas tecnologías todavía está en sus comienzos. Posiblemente, en pocos años, asistamos a un proceso de emulación revolucionaria que tendrá como escenario el mundo virtual y se acabará materializando en la realidad, de forma tangible. Hoy se establece su urdimbre.

Los movimientos sociales de emancipación popular surgidos recientemente en los países árabes, son un ejemplo de lo que acontecerá en los países en los que un número suficiente de ciudadanos tengan acceso a la red y un sistema opresivo de poder. Una de las primeras medidas que se ejerció para sofocar la revolución de Túnez y la de Egipto, fue cerrar la red al mundo exterior, pero resultó inútil.

La revolución de los jazmines en Túnez comenzó por un hecho singular, la inmolación de un joven por la intervención intempestiva de la policía al decomisarle el carrito de frutas con que se ganaba la vida. El joven era ingeniero informático y se quemó a lo bonzo ante un edificio gubernamental, se llamaba Mohamed Bouazizi, tenía 26 años, y moría días después en el hospital de Ben Arous. Rápidamente, sus amigos y compañeros expandieron la noticia por la red, desencadenando las revueltas que han llevado a Túnez a empezar a escribir una nueva página de su historia.

El ciberactivismo ("netactivism", Net-Act) tiene diversas formas de presentación, a veces se restringe a campañas en la red, como la acometida por los detractores de la Ley Sinde en España, pero en otras ocasiones como el caso de las revoluciones del Magreb se expanden a la vida real. También se producen alternativas mixtas que comparten red y realidad. Sus derivaciones materiales conducen a formas de "terrorismo virtual" como el recreacionista o el poético

Las formas de manifestación también son diversas, pueden ser individuales o colectivas, anónimas o identificadas, legales o ilegales, agresivas o expositivas, ceñirse a un espacio o área concreta de crítica o ser generales; también pueden ser favorables a determinadas alternativas o contrarias a otras, pueden utilizar recursos para atentar contra espacios privados o públicos, como es el caso del hackerismo, pueden tener múltiples niveles de actuación. Lo que está claro es que son una reacción humana compleja, individual en algunas ocasiones, pero con más frecuencia colectiva, bien organizada o espontánea, y siempre con un elevado nivel de sofisticación.

Hay campañas en la red que se ocupan de promover determinadas acciones positivas, habitualmente colectivas, para difundir algún proyecto o acción compartida con una finalidad de acción política, pero la mayoría de las acciones son de carácter negativo. Los objetivos preferentes de los ataques cibernéticos son las instituciones públicas y las grandes corporaciones comerciales y económicas. Habitualmente, en el comienzo de la acción, siempre hay un factor desencadenante concreto que se puede identificar, sobre un lecho de opresión del poder, vulneración de la ley, o explotación de los seres humanos. A veces las campañas son realizadas por los propias víctimas, y en otras ocasiones se desarrollan de forma solidaria por parte de los expertos que apoyan a las víctimas en sus reivindicaciones y resistencia.

La revelación de datos secretos de la administración norteamerican que nos ha ofrecido la plataforma Wikileaks de Julian Assange, el performance de los "Yes Men" o las campañas organizadas de la agrupación internacional Anonymous, son ejemplos de diversas presentaciones de este movimiento social de reacción cívica, orientados al desenmaramiento del poder, pero también los hay de protesta organizada como el Partido Pirata con representación en Europa, o las diversas plataformas contra la Ley Sinde en España.

En la mayoría de las acciones realizadas se mantienen determinados códigos morales que se fundamentan en la injusticia acontecida sobre un individuo, un determinado colectivo o la población general. Los criterios de reacción provienen de la obra “Desobediencia Civil” de Henry David Thoureau, que influyó en personajes relevantes como Mathama Gandhi o Martin Luther King. En la mayoría de las ocasiones no se utiliza la violencia contra las personas, sino contra los intereses políticos o económicos de aquellos que ejercen el poder con oprobio o los que no respetan las leyes por detentar una posición de privilegio.

La red de redes se ha convertido en un bosque de conocimientos y comunicación, por eso uno de los patrones más frecuentes de conducta reaccionaria es la ofrecida por Ernst Jünger en su obra “La Emboscadura”, auténtico manual de supervivencia en una sociedad tiránica, en la que los seres humanos son tratados con desprecio por los detentadores del poder, por los usurpadores de la justicia. Esta obra se publicó en 1950, mucho antes de que internet existiera, pero en ella ya se ofrece la descripción de las técnicas para resistir en el bosque virtual de la red o de la vida real, que de forma simbólica se ha convertido en patria de los seres libres, que han decidido vivir de sus propios recursos sin explotar a nadie.

En el mundo feliz que representa la globalización y el final de la historia que anunció Fukuyama, las conductas humanas posibles se van reduciendo hasta conformar sociedades homogéneas, agregados amorfos como las denunciadas por Ortega y Gasset en “La Rebelión de las Masas”, las descritas por George Orwell en su ucronía “1984”.

El escenario colectivo se puede completar con las descripciones de algunas conductas de simulación, como las expuestas por el Premio Nóbel Czeslaw Milosz en su obra “El Pensamiento Cautivo”, en las que sugiere para la supervivencia en mundos sociales oprimidos un comportamiento utilizado por los árabes, conocido como “el ketman” que consiste en una especie de observación participante reactiva, en la que los sujetos representan asumir las normas políticas correctas públicamente, mientras de forma privada y particular conspiran contra la opresión del poder.

Por último, los destinos de estos movimentos sociales siempre se fundamentan en una utopía mística o mitológica de restitución de lo usurpado por el poder, más allá del contrato social y la democracia. Es la “hibrys” la desmesura de los poderosos, la que desencadena la reacción de los oprimidos en la búsqueda de un cambio en el poder, o en la creación de mundos utópicos, porque nos acercamos al Crepúsculo de los dioses y el Regreso de los Titanes que refirió Hölderlin o la creación de una Nueva Tierra Prometida como la propuesta en la distopía descrita por Ayn Rand en "La Rebelión de Atlas" y el nuevo mundo de John Galt, pero sin duda el objetivo último es el regreso al paraiso perdido en el que la virtud humana destaque sobre la decadencia a la que nos conduce la detentación del poder por aquellos que utilizan la fuerza de la violencia tiránica, la usurpación de la justicia, o la corrupción de los mandatos conferidos, para imponer su voluntad sobre sus semejantes de forma inadmisible.

Quizás el referente icónico más conocido de los movimientos de reacción cibernética sea el de la película V de Vendetta, basada en los comics de Alan Moore y David Lloyd, con “V” un personaje oculto tras la máscara de Guy Fawkes, que busca en su alegoría que la gente recobre la conciencia sobre su dominio desapercibido y reaccione ante la opresión a que está siendo sometida por los poderesos, con una campaña para derrocar el poder tiránico vigente. Una recreación actualizada y renovada del mito de Prometeo, que abandona el Olimpo del poder mítico para ofrecer a la humanidad el logos de la razón que da comienzo a la civilización, representado de forma simbólica por el fuego que acaba con el viejo sistema de creencias.

Ramnusia, la diosa de la venganza, se transforma en Némesis, la acción de venganza real, para recobrar el orden perdido, erradicando del poder a aquellos que lo utilizan en su beneficio para obtener privilegios, aunque sea a costa del perjuicio de todos los demás.

Enrique Suárez

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