El Mundo publica hoy una deliciosa noticia acerca de la iniciativa espiritual de Pericos felices hasta la levitación.
En el empate del minuto 89 en el Nuevo Campo del club suizo afincado en Barcelona, Tamudo culminó una carrera y un itinerario extraordinarios, superando incluso el lazarillo gol a su hermano Toni en aquella final de copa y rey contra el equipo marbellí-colchonero.
En efecto, ese gol en el templo de la corrección política catalanista, en la casa nostra del más que un puticlub, significó: 1-hacerle perder la Liga a los indultats; 2-entregarle la Liga en bandeja al horrible Madrizzz del ocupante espaÑol; 3-convertirse en el goleador absoluto de la historia del Espanyol; 4-borrar en el sepulcral silencio del cementerio blaugrana veinticinco años de derrotas, risas y desprecios; 5-darle una respuesta exquisita, en plazo razonable y con intereses, a la tosca burla de los culés, cuando lanzaban hace escasos meses, entre carcajadas y bocadillos de chorizo, aquellos gritos de "¡A Segunda!", en su condescendencia burlona hacia ese grano en el culo que es y será siempre, para ellos y para quienes padecen barcelonitis aguda, el ESPAÑOL.
a.c. Aragón, Ciudadano Perico
En el empate del minuto 89 en el Nuevo Campo del club suizo afincado en Barcelona, Tamudo culminó una carrera y un itinerario extraordinarios, superando incluso el lazarillo gol a su hermano Toni en aquella final de copa y rey contra el equipo marbellí-colchonero.
En efecto, ese gol en el templo de la corrección política catalanista, en la casa nostra del más que un puticlub, significó: 1-hacerle perder la Liga a los indultats; 2-entregarle la Liga en bandeja al horrible Madrizzz del ocupante espaÑol; 3-convertirse en el goleador absoluto de la historia del Espanyol; 4-borrar en el sepulcral silencio del cementerio blaugrana veinticinco años de derrotas, risas y desprecios; 5-darle una respuesta exquisita, en plazo razonable y con intereses, a la tosca burla de los culés, cuando lanzaban hace escasos meses, entre carcajadas y bocadillos de chorizo, aquellos gritos de "¡A Segunda!", en su condescendencia burlona hacia ese grano en el culo que es y será siempre, para ellos y para quienes padecen barcelonitis aguda, el ESPAÑOL.
a.c. Aragón, Ciudadano Perico