A pesar de sus intentos de llegar al gran público, con el heroico esfuerzo del último heredero directo de la Institución Libre de Enseñanza, el filósofo creador del cierre categorial, marxista declarado a la vez que español genuino, tiene un grave problema para brillar en nuestra época: es inasequible a la propaganda, algo que impide que sobreviva su pensamiento en la cultura de masas, fundamentada en la imagen, el pensamiento políticamente correcto, y la noticia expuesta sin reflexión alguna por esos periodistas vendedores de instantáneas, que se han reconvertido a la fotografía literalmente.
Así vivimos en España. Mira que el profesor hizo su esfuerzo y hasta en alguna ocasión, por breves instantes, casi llegó a ser tan popular como Belén Esteban, pero todo tiene un límite, en esta ocasión no fueron las fuerzas del joven anciano riojano, que bebió en los manantiales de la Sierra de la Demanda, sino la paciencia del poder la que hizo lo que se hace siempre: vetarlo en su acceso a la gran opinión pública porque no vende. Así el redil mediático en que mantiene encerrada a la ganadería electoral con sus pesebres y sus urnas permanecerá estanco hasta los próximos comicios. Prohíben los toros en Cataluña, porque lo único que cabe en esta sociedad son las vacas que den leche, es decir los ciudadanos convertidos en cenutiros ordeñables que paguen impuestos y mantengan el duerno nacional.
Muchos son los que se preguntan en nuestro país lo que está ocurriendo, está bien claro: la gente escucha con atención todas las gilipolleces de Zapatero, Rajoy, Carod i Rovira, Montilla, Urkullu y la madre que los parió a todos, pero es ciega y sorda ante el discurso de Gustavo Bueno. Aquí les dejo el resumen más breve de la crisis, por eso hay un déficit del 13 % y subiendo, por eso hay cinco millones de parados (uno de cada diez parados europeos), por eso España tiene la deuda mayor de Europa, por eso ahora andamos preocupados por ver como la Trini y el Tomás se miden por el foro capitalino, como ayer estuvimos absortos ante la guerra de Irak, la trama del Gürtell, y ni siquiera sabemos que ocurrió en lo de Mercasevilla, el caso Pretoria o el Palau. Quien está en el poder administra la información y la utiliza como un trapo o una vara, para que los ciudadanos convertidos en vacas sigan sus instrucciones, puro conductismo humano.
¿Cómo van a permitirse los analfabetos políticos de nuestros días que aprenden economía en dos tardes o tienen un primo físico, que alguien que realmente tiene conocimientos pueda acceder a la opinión pública?. Imposible, además Gustavo Bueno es ya muy mayor, no es precisamente atractivo como Cerolo, y dice cosas en público que generan tensión, pero no la tensión permitida por el gobierno, la de la derecha contra la izqauierda, la de los nacionales contra el nacionalismo, la de todos contra todos, sino la tensión ontológica y epistemológica, oiga, la que explica el desarrollo de la realidad, que todo esto es un mito como ha sido siempre, un montaje para que unos cuantos espabilados se forren a costa de su ignorancia irredenta y de la miseria que instalan en un pueblo que todavía es más ignorante. Aquí los “concetos” son los permitidos desde el gobierno y la oposición, porque para mantener el millón de privilegiados con carnet viviendo como marqueses para que cinco millones reciban un salario social por apoyarlos, hace falta una “filosofía social” que haga que todo el mundo pueda pensar exclusivamente sobre lo que se ofrece desde el Estado y no se le ocurra a nadie preguntarse ¿para qué sirve un Estado que produce paro, crisis y propaganda?, no vaya a ser que se arme.
Tuve ocasión de entrevistar en dos ocasiones a Gustavo Bueno y en ambas sentí el estremecimiento que sufre todo aquel que no desconoce estar ante el último mohicano de los sabios españoles. Claro, para seguirle más o menos, servidor se ha tenido que pulir sus Himalayas, cosa que otros que nacen bajo la estrella de la aristocracia política en el PSOE, el PP o los partidos nacionalistas, no deben hacer porque pertenecen a la nobleza del carnet, que es la que vale en estos tiempos de zurupetismo, y no la hidalguía lograda por uno mismo con su propio esfuerzo.
En fin queridos compatriotas y cenutrios, tenemos lo que nos merecemos y todavía está lo peor por llegar, volveremos a contemplar miseria con toda seguridad antes de que acabe el año, y mucho me temo, que alguno de los bovinos no recobre trapío y se abalance sobre el elenco de imbéciles que detenta el poder en este país. A mí me maravilla la estupidez del ahora en España, prohíben los toros en Cataluña para que nadie pueda saber si quiera la alegoría de su existencia, mientras fomentan la cría de búfalos, bueyes y vacas, en esta domesticación de la opinión pública como ganado al que puedan llevar a las urnas cada cuatro años y mientras tanto a sacarle la leche de los impuestos, y la carne de su esfuerzo, para mantener en la poltrona a una banda de miserables pastores, mientras nos venden la especie de que vivimos en la Arcadia feliz, a las mismas puertas del paraíso social.
Pregunta para idiotas, ¿por qué Gustavo Bueno, que es marxista, defiende España como la última garantía de nuestra libertad y derechos? Pueden ustedes buscar la bibliografía en los programas de La Noria o Sálvame, y en las actas del Congreso de Diputados durante los últimos seis años. Es que no llevo con paciencia el "pluriputiferio" de Arturo Pérez-Reverte, ustedes disculpen la desabrida instatánea de nuestra miserable realidad.
Biante de Priena
Así vivimos en España. Mira que el profesor hizo su esfuerzo y hasta en alguna ocasión, por breves instantes, casi llegó a ser tan popular como Belén Esteban, pero todo tiene un límite, en esta ocasión no fueron las fuerzas del joven anciano riojano, que bebió en los manantiales de la Sierra de la Demanda, sino la paciencia del poder la que hizo lo que se hace siempre: vetarlo en su acceso a la gran opinión pública porque no vende. Así el redil mediático en que mantiene encerrada a la ganadería electoral con sus pesebres y sus urnas permanecerá estanco hasta los próximos comicios. Prohíben los toros en Cataluña, porque lo único que cabe en esta sociedad son las vacas que den leche, es decir los ciudadanos convertidos en cenutiros ordeñables que paguen impuestos y mantengan el duerno nacional.
Muchos son los que se preguntan en nuestro país lo que está ocurriendo, está bien claro: la gente escucha con atención todas las gilipolleces de Zapatero, Rajoy, Carod i Rovira, Montilla, Urkullu y la madre que los parió a todos, pero es ciega y sorda ante el discurso de Gustavo Bueno. Aquí les dejo el resumen más breve de la crisis, por eso hay un déficit del 13 % y subiendo, por eso hay cinco millones de parados (uno de cada diez parados europeos), por eso España tiene la deuda mayor de Europa, por eso ahora andamos preocupados por ver como la Trini y el Tomás se miden por el foro capitalino, como ayer estuvimos absortos ante la guerra de Irak, la trama del Gürtell, y ni siquiera sabemos que ocurrió en lo de Mercasevilla, el caso Pretoria o el Palau. Quien está en el poder administra la información y la utiliza como un trapo o una vara, para que los ciudadanos convertidos en vacas sigan sus instrucciones, puro conductismo humano.
¿Cómo van a permitirse los analfabetos políticos de nuestros días que aprenden economía en dos tardes o tienen un primo físico, que alguien que realmente tiene conocimientos pueda acceder a la opinión pública?. Imposible, además Gustavo Bueno es ya muy mayor, no es precisamente atractivo como Cerolo, y dice cosas en público que generan tensión, pero no la tensión permitida por el gobierno, la de la derecha contra la izqauierda, la de los nacionales contra el nacionalismo, la de todos contra todos, sino la tensión ontológica y epistemológica, oiga, la que explica el desarrollo de la realidad, que todo esto es un mito como ha sido siempre, un montaje para que unos cuantos espabilados se forren a costa de su ignorancia irredenta y de la miseria que instalan en un pueblo que todavía es más ignorante. Aquí los “concetos” son los permitidos desde el gobierno y la oposición, porque para mantener el millón de privilegiados con carnet viviendo como marqueses para que cinco millones reciban un salario social por apoyarlos, hace falta una “filosofía social” que haga que todo el mundo pueda pensar exclusivamente sobre lo que se ofrece desde el Estado y no se le ocurra a nadie preguntarse ¿para qué sirve un Estado que produce paro, crisis y propaganda?, no vaya a ser que se arme.
Tuve ocasión de entrevistar en dos ocasiones a Gustavo Bueno y en ambas sentí el estremecimiento que sufre todo aquel que no desconoce estar ante el último mohicano de los sabios españoles. Claro, para seguirle más o menos, servidor se ha tenido que pulir sus Himalayas, cosa que otros que nacen bajo la estrella de la aristocracia política en el PSOE, el PP o los partidos nacionalistas, no deben hacer porque pertenecen a la nobleza del carnet, que es la que vale en estos tiempos de zurupetismo, y no la hidalguía lograda por uno mismo con su propio esfuerzo.
En fin queridos compatriotas y cenutrios, tenemos lo que nos merecemos y todavía está lo peor por llegar, volveremos a contemplar miseria con toda seguridad antes de que acabe el año, y mucho me temo, que alguno de los bovinos no recobre trapío y se abalance sobre el elenco de imbéciles que detenta el poder en este país. A mí me maravilla la estupidez del ahora en España, prohíben los toros en Cataluña para que nadie pueda saber si quiera la alegoría de su existencia, mientras fomentan la cría de búfalos, bueyes y vacas, en esta domesticación de la opinión pública como ganado al que puedan llevar a las urnas cada cuatro años y mientras tanto a sacarle la leche de los impuestos, y la carne de su esfuerzo, para mantener en la poltrona a una banda de miserables pastores, mientras nos venden la especie de que vivimos en la Arcadia feliz, a las mismas puertas del paraíso social.
Pregunta para idiotas, ¿por qué Gustavo Bueno, que es marxista, defiende España como la última garantía de nuestra libertad y derechos? Pueden ustedes buscar la bibliografía en los programas de La Noria o Sálvame, y en las actas del Congreso de Diputados durante los últimos seis años. Es que no llevo con paciencia el "pluriputiferio" de Arturo Pérez-Reverte, ustedes disculpen la desabrida instatánea de nuestra miserable realidad.
Biante de Priena