En el pasado mes de mayo, Barack Obama y Ángela Merkel, de forma independiente, le comunicaron al Presidente Rodríguez Zapatero que España estaba en quiebra técnica. Algo que a la mayoría de los españoles les pasó ciertamente desapercibido, porque por entonces se interesaban por la preparación de la Selección Española para alcanzar la Copa Mundial de Fútbol y el triunfo de la princesa del pueblo, Belén Estebán en el concurso televisivo “Más que baile”. En España estábamos tranquilos, ese prodigio de la sabiduría hortelana que es nuestra ministra de Economía, Elena Salgado, nos había fumigado con la expectativa de unos próximos brotes verdes que anunciaban la salida de nuestra catastrófica situación económica.
Sin embargo, también en mayo, España cruzaba la línea de no retorno de su deterioro económico, extrañamente apartado del deterioro político del Gobierno que lo había conseguido desde la ineptitud más palmaria. Esta curiosidad proviene de las estrategias de propaganda permanente que se ejercen malévolamente desde los sanedrines del poder. En otros lugares de Europa no ocurre lo mismo, el deterioro económico de los países correlaciona directamente con el deterioro político de los gobernantes, pero en España los políticos se caracterizan por la irresponsabilidad manifiesta y la caradura más deleznable entre todos los mandatarios europeos. Mienten cada vez que hablan con una impostura ofensiva y aún más cuando callan.
La hipótesis económica que lanzó el Gobierno resultaba insostenible para cualquier entendido, porque consistía en que nos hiciéramos el harakiri para salir de la crisis. Paul Krugman advirtió en 2008 que la única forma de que España saliera de la crisis pasaba por abaratar los precios un 15 % como mínimo y abrocharse fuertemente el cinturón con medidas extremas de austeridad en la administración pública y todas las instituciones del Estado, municipales, autonómicas o nacionales.
El aspirante eterno al Premio Nobel de Economía, José Luis Rodríguez Zapatero, no le hizo caso y consideró que la mejor forma de salir de la crisi era hacer más inversiones del Estado, así ofreció 30.000 millones de euros a las maltrechas entidades financieras españolas y se inventó el plan E para distribuir 8.000 millones de euros entre los municipios españoles, para que se gastaran sin control en lo que fuera. Pero como se había gastado el superavit que había heredado del último gobierno de Aznar, todo ese dinero tuvo que salir de aquisición de deuda por nuestro país, pasando del 75 % del PIB la deuda pública, mientras que la deuda privada acumulada, familiar, financiera y de empresas superaba el 300 % del PIB. Hoy, solo de intereses los españoles tenemos que pagar al año 4.000 millones de euros y para amortizar la deuda pública tenemos que dedicar aproximadamente el 20 % anual del PIB (1 de cada 5 euros que ingresa el Estado se dedica a pagar los aciertos económicos de los gobiernos socialistas).
El paro va a seguir creciendo discretamente hasta el año 2015 y no se comenzarán a crear puestos de trabajo haste el año 2016, crucen los dedos, eso si no siguen metiendo la pata desde el gobierno y todo va bien económicamente, algo que desde que gobierna el PSOE nunca ha ocurrido, porque es materialmente imposible. El pago de prestaciones del paro y subsidios se calcula para esta año que será de 31.000 millones de euros, que evidentemente seguirán saliendo del incremento de la deuda, que requerirá nuevas medidas de contención del gasto público y el incremento de las cargas impositivas que soportamos los españoles que ya sobrepasan el 41 % de nuestros ingresos.
Posteriormente algún iluminado decidió incrementar el IVA un 2 %, al tiempo que se congelaban los pensiones, y se reducía el sueldo a los funcionarios alrededor de un 10 %. La inmensa mayoría de los analistas internacionales, privados e institucionales, han dicho que estas medidas son absolutamente insuficientes para corregir la deriva de nuestra destrozada economía.
Recientemente se ha producido en nuestro país la huelga general más surrealista de la historia de las huelgas generales, porque bajo el lema de “Así No” no se sabe si se refería a los errores del gobierno, a la protesta ante el amago de reforma laboral, la amenaza de incrementar dos años más la edad de jubilación. Tras haberse celebrado, con una violencia inusitada para nada, y haber sido seguida por apróximadamente un 15 % de los españoles, todavía no hemos logrado enterarnos si en realidad iba contra el gobierno o a su favor, algo que resulta extraordinariamente controvertido.
Realmente España está en la ruina gracias al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, el PSOE que le ampara y los once millones de votantes que lo hicieron posible, más los aliados nacionalistas de cuanto peor vaya España mejor iremos nosotros y la oposición ausente que no presenta una moción de censura porque la perdería. Lo peor es que todavía quedan dos años de legislatura, que nos van a parecer dos siglos, en los que vamos a asistir al deterioro seguro de nuestra situación económica y política.
El Gobierno del PSOE se ha empeñado en destrozar España, demostrando cada día que no sabe gobernar y que en plena impunidad es capaz de cargarse el país con tal de mantenerse en el poder. Y todavía desde las filas prietas de la oclocracia socialista salen algunas voces diciendo que la culpa es de la derecha por no colaborar con el Gobierno en apoyar su proyecto de Economía Sostenible, fundamentado en mantenerlos en el poder a cualquier precio, aunque sea habiendo perdido los españoles un 42 % de poder adquisitivo, viendo como los ahorros de varias generaciones se tienen que destruir para poder sobrevivir, habiéndose incrementado la pobreza en 5 puntos, hasta el 23 %, tanto es así que un 15 % de los españoles que no han perdido su trabajo están en peligro inminente de engrosar las filas de la pobreza, aún trabajando.
Pero a pesar de tener el retrato económico más penoso de la OCDE, con un 50 % de paro juvenil, con un 20 % de pensionistas que pueden ser declarados pobres de solemnidad en los próximos meses, con todas las alertas encendidas y ninguna posibilidad de recuperación salvo milagro, los mequetrefes que forman este Gobierno con el Presidente a la cabeza, acuden cada día a los ministerios sabiendo que no pueden hacer nada más que ejercer la hipocresía más infame ofreciendo motivos para creer a 46 millones y medio de ciudadanos a los que han encerrado en el mismo infierno para que se quemen de forma gratuita.
Verán ustedes, es hora de reclamar justicia, esta gente que se ha dedicado a vivir a nuestra costa, dilapidando lo que no está escrito y arruinando el país, no pueden abandonar el gobierno sin rendir cuentas de todo lo que han hecho y no hecho. De no hacerlo, los españoles pasaremos a ser considerados los más imbéciles del planeta y seremos el hazmereir del mundo, si consentimos que se vayan sin devolver todo lo que han robado y dar explicaciones de cada uno de todos los gastos innecesarios que han hecho desde la tontuna avariciosa y soberbia que les caracteriza.
¿Cuándo comenzamos a recoger firmas para exigir la disolución del PSOE y la entrada en la cárcel de todos los gobernantes que se han gastado nuestro bienestar en pegarse la vida padre a costa nuestra?.
Que no se nos olvide que hay un precedente en Italia de disolución del partido socialista y exilio de su Presidente, Bettino Craxi, huyendo de la justicia por haber sido acusado de corrupción y su delito no alcanzaba ni el 1 % de lo que ha hecho el PSOE en estos últimos seis años. Ya se va haciendo costumbre que los gobiernos socialistas en España terminen con ministros en la cárcel. Es hora de exigir responsabilidades, aunque para ello haya que no acudir a las urnas para mostrar que los españoles no podemos admitir como democracia algo que solo es demagogia, soberbia y codicia enmascaradas de política.
Cada día que pasa se incrementa la deuda, actualmente ronda los 600.000 millones de euros, lo que traducido a nivel personal, una familia con 4 miembros debe 52.000 euros del Estado, además de todas las deudas y créditos que tenga contraidos. Lo que quiere decir que pagando 6.000 euros cada año por familia tardaríamos en amortizarla 10 años, pero en realidad será mucho más, porque el gobierno al estar en números rojos, tendrá que adquirir más deuda para poder pagar exclusivamente los intereses.
En mayo de este año, España comenzó su caida libre, dentro de poco los servicios que gestina el Estado comenzarán a fallar por todas partes, lo de Grecia va a ser un estornudo, comparado con la larga agonía que nos espera a los españoles, y con tal de no perder votos, los del PSOE tratan de mantenernos en la inopia, hasta que veamos por las calles a la gente pasando hambre, entonces será demasiado tarde para hacer nada. Vamos directamente hacia la pobreza, con Z de Zapatero.
Enhorabuena a los once millones de españoles que votaron por el PSOE en las Elecciones Generales del 2008, gracias a ellos estamos así. Ahí los tienen ustedes, callados de forma infame, defendiendo la alegría, mientras nos han jodido la vida. Pero no tengan cuidado, para las próximas elecciones volverán a hacerlo, no vaya a ser que venga la derecha del PP, que había reducido el paro en la misma proporción que el socialismo lo ha incrementado.
Siempre supe que los votantes socialistas no aspiraban a mejorar, para eso tendrían que superarse a sí mismos creyendo en sus propias posibilidades, y si así fuera, no votarían socialista. Así que no pudiendo mejorar sus circunstancias su único objetivo era que todos los demás empeoráramos, por eso les doy la enhorabuena, porque lo han conseguido; pero que no se sientan felices, porque Zapatero les ha jodido la vida para siempre, porque esta crisis la van a pagar mucho más cara los que tienen menos recursos propios, escasa capacidad de superación y competitividad, que son los que precisamente votan tradicionalmente al PSOE.
Lo vamos a pasar mal unos años, pero estoy seguro de que a los que votaron por Zapatero no se les va a olvidar en su vida el día que lo hicieron, porque nunca van a levantar cabeza. Les está bien empleado, eligieron la servidumbre al poder que les ofrecía el Estado Providencia y ahora van a vivir de los brotes verdes y el pleno empleo que les prometieron los que les engañaron y defraudaron. Lo peor es que habrá que aguantarles sus miserables quejas a lo largo de toda su vida. Estoy seguro que los políticos socialistas seguirán viviendo bien, porque se han montado en el carro de la fortuna a costa de haber destrozado la vida de sus votantes, pero para eso está la solidaridad y el altruismo de los compañeros.
Biante de Priena