Carlos Alonso Palate y Diego Armando Estacio, ciudadanos ecuatorianos, se suman a la lista de los mil asesinados por Eta. Vuelve la muerte y el llanto.
Explota la crisis, sin precedentes en la historia de nuestra democracia, por el ignominioso proceso de “paz”, es decir de rendición, llevado a cabo desde hace dos años y medio, con irresponsabilidad y ligereza. Durante todo este tiempo, muchas personas y asociaciones han anunciado la ruptura inevitable de esta tregua y el regreso al dolor y a las lágrimas: Gotzone, Rosa, Ermua, Basta Ya, AVT, el Partido Popular… Pero mientras tanto, Rodríguez, Fernández, Rubalcaba, Blanco, repitiendo como un eco la palabra “paaaz”, se encerraban en un callejón sin salida, que termina hoy y provisionalmente en un aparcamiento de Barajas, con dos cadáveres de víctimas inocentes.
Crisis que se profundiza después de oir al presidente, cuando tachó ayer en rueda de prensa de “equivocada e inútil” la acción terrorista de Eta. Qué apreciación tan extraña ante una bomba asesina. Después de no oirle, también. No oirle anunciar que había dos muertos, cuando ya lo sabía pues así se le había informado desde Exteriores al gobierno ecuatoriano; no oirle decir, a pesar de tres preguntas consecutivas, claras y concisas de periodistas independientes (¿cómo se colaron?), que su repugnante proceso ha muerto. Lo único que “se interrumpe” es, según este iluminado, “el diálogo”.
Ante una actitud tan inaceptable, ante un atropello tan vergonzoso contra el estado, la democracia y los ciudadanos, no quedan muchas salidas. Desde luego, establecer una equidistancia entre el PP y el Psoe, pidiendo apostólicamente, como hacen algunos desde movimientos muy respetables, como Ciudadanos, que se vuelvan a poner de acuerdo los dos grandes partidos, sólo puede ser producto de la ingenuidad. Aquí hay una responsabilidad criminal: Eta. Una responsabilidad política: el nacionalismo excluyente. Una complicidad objetiva: la del gobierno de Zapatero y de su partido, quienes han rearmado a Batasuna.
Es urgente la presentación de una moción de censura por parte de la oposición. Son imprescindibles nuevas elecciones generales. Es hora de que los valientes hablen. Y actúen, contra el proceso de “paz” y por un proceso de libertad.
Dante Pombo de Alvear, Reflexiones liberales
Explota la crisis, sin precedentes en la historia de nuestra democracia, por el ignominioso proceso de “paz”, es decir de rendición, llevado a cabo desde hace dos años y medio, con irresponsabilidad y ligereza. Durante todo este tiempo, muchas personas y asociaciones han anunciado la ruptura inevitable de esta tregua y el regreso al dolor y a las lágrimas: Gotzone, Rosa, Ermua, Basta Ya, AVT, el Partido Popular… Pero mientras tanto, Rodríguez, Fernández, Rubalcaba, Blanco, repitiendo como un eco la palabra “paaaz”, se encerraban en un callejón sin salida, que termina hoy y provisionalmente en un aparcamiento de Barajas, con dos cadáveres de víctimas inocentes.
Crisis que se profundiza después de oir al presidente, cuando tachó ayer en rueda de prensa de “equivocada e inútil” la acción terrorista de Eta. Qué apreciación tan extraña ante una bomba asesina. Después de no oirle, también. No oirle anunciar que había dos muertos, cuando ya lo sabía pues así se le había informado desde Exteriores al gobierno ecuatoriano; no oirle decir, a pesar de tres preguntas consecutivas, claras y concisas de periodistas independientes (¿cómo se colaron?), que su repugnante proceso ha muerto. Lo único que “se interrumpe” es, según este iluminado, “el diálogo”.
Ante una actitud tan inaceptable, ante un atropello tan vergonzoso contra el estado, la democracia y los ciudadanos, no quedan muchas salidas. Desde luego, establecer una equidistancia entre el PP y el Psoe, pidiendo apostólicamente, como hacen algunos desde movimientos muy respetables, como Ciudadanos, que se vuelvan a poner de acuerdo los dos grandes partidos, sólo puede ser producto de la ingenuidad. Aquí hay una responsabilidad criminal: Eta. Una responsabilidad política: el nacionalismo excluyente. Una complicidad objetiva: la del gobierno de Zapatero y de su partido, quienes han rearmado a Batasuna.
Es urgente la presentación de una moción de censura por parte de la oposición. Son imprescindibles nuevas elecciones generales. Es hora de que los valientes hablen. Y actúen, contra el proceso de “paz” y por un proceso de libertad.
Dante Pombo de Alvear, Reflexiones liberales