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sábado, 15 de noviembre de 2008
(España), mientras tanto
Muchas de las decisiones políticas que han tomado los gobiernos del PSOE, tanto con Felipe González como con Rodríguez Zapatero como presidente, han empeorado la situación general de los españoles, excepto la de determinados sectores de la población que han salido muy beneficiados y sobrealzados socialmente. También las decisiones económicas adoptadas por los diversos gobiernos socialistas nos han acabado perjudicando a la inmensa mayoría, han dirigido exclusivamente a repartir miles de millones de euros de forma sectaria entre afines.
Haciendo un balance en términos objetivos de la situación actual de nuestro país, en algunos epígrafes ocupamos el mayor retroceso de Europa en indicadores económicos y políticos; da igual consultar el Eurostats que el CIS, que los órganos extraoficiales como Transparency Internacional o el Índice de Desarrollo Humano. Los indicadores relacionados con la cuestión laboral son los peores de Europa, tanto para empresarios como para trabajadores, gracias a unos sindicatos que funcionan con criterios de mafia siciliana, y que han acomodado a sus líderes, mientras se callan cuando gobierna el PSOE y se agitan –por el PSOE- cuando gobierna el PP.
En las últimas semanas –anticipando la debacle que nos viene encima a los españoles-, se escuchan algunas voces interesadas desde los medios de comunicación más afines al gobierno, dispuestas a ofrecer balones de oxígeno al Presidente Zapatero, con una curiosa fórmula de olvido histórico inducido, que parte del supuesto de que lo que hay es lo que existe y no hay nada más, insinuando que a partir de ahora lo único que queda es establecer acuerdos para seguir adelante desde el punto en que nos encontramos.
Estas voces progubernamentales quieren convencernos de que España era un país que estaba bastante peor cuando gobernaba Aznar, y que con Zapatero hemos mejorado considerablemente. Esta es la verdad oficial única, el dogma de los próximos meses. Hasta en el PP están valorando si acogerse al nuevo acto de fe, porque seguro que quien no se acoja a ella será considerado un “facha”.
Lo que nos piden –exigen- estos patriotas de las ondas y la tinta es comenzar de nuevo la historia desde el punto en que nos encontramos y tras tragarnos todas las coces que le han dado a España las huestes de Zapatero. Nos piden una ley de punto final, por nuestro bien, mientras van desenterrando su versión de las cosas ocurridas, mientras se impone la Educación para la Ciudadanía, mientras en varios lugares España no se puede hablar en español, si no se quiere ser mal visto, o si se quiere obtener un trabajo.
La España real
Estos acólitos del régimen están empeñados en convencernos de que la España real es la que existe, cuando la realidad es que han inventado una España inexistente, a la medida de sus ambiciones y deseos, que nada tiene que ver con la realidad. Los que se han especializado en el negocio de destruir los vínculos de confianza que sostienen la convivencia pacífica entre los españoles, ahora quieren que nos acojamos a su versión como la única posible.
Va siendo hora de pasar facturas, porque los españoles ya hemos descontado todos los peajes de la historia que nos pueda pasar la izquierda, los sindicatos que salen a la calle cuando gobierna el PP, la banda del “nunca mais”, el “no a la guerra”, y los cordones sanitarios que utilizan el victimismo para asegurarse el porvenir. Es hora de acabar con los afortunados luchadores que se han propuesto vivir de la denuncia, la reivindicación y el cuento, a costa del trabajo de todos los demás. Es hora de concluir con la extorsión a la que nos tiene sometida la izquierda, pagando las facturas por haber estado sometidos a la dictadura franquista durante cuarenta años, la mayoría de los españoles pagamos aquella y estamos pagando ésta.
Los nacionalistas esquilman a nuestra nación con el consentimiento de estos traidores a los intereses generales que son los miembros del PSOE. La alianza de las civilizaciones debería comenzar por la alianza de los españoles, antes que poner el ojo fuera de lo que nos ocupa, en la grandiosidad de los ladrones de sillas.
Hacia una nueva Transición
España no va a ser lo que ellos quieran, nacionalistas y socialistas, tampoco lo que quieran los conservadores, será lo que surja de lo que hemos sido y podemos ser, no de lo que nos imponen como yugo. Necesitamos recobrar el camino y dejarnos de excursiones a ninguna parte, hay que abandonar las estupideces grandilocuentes de unos soberbios que jamás pensaron en alcanzar tanto poder en su vida.
¿Nos han cambiado España?. Sí, y lo han hecho con intención y osadía, sin recato alguno, sin respeto a lo que somos, contra la voluntad de la inmensa mayoría. Se han cargado la estructura fundamental que soporta nuestra condición nacional. Lo han hecho contra la Constitución, contra cualquier criterio de justicia, contra la Ley, contra viento y marea, para construir el mundo Alicia de los sueños infantiles de Zapatero en los que lleva viviendo toda su vida, sin que nadie haya osado a decirle que los adultos distinguen entre sus deseos y la realidad. Desde que le colocaron como presidente los que querían a alguien pusilánime para poder controlarlo a su voluntad, hemos ido de mal a peor.
Hay que crecer a Zapatero con urgencia –antes de que lo hagan crecer fuera de casa-, y de paso, despertar a los españoles, que hoy viven pesadillas de lo que ayer fue una invitación a los sueños para conseguir sus votos.
Y claro que estamos dispuestos a olvidar, cuando se hayan restituido todos los desmanes, y veamos en la cárcel a los enemigos de los españoles, a los gobernantes que se han forrado, a los que han trincado, a los delincuentes políticos que nos han tomado el pelo.
Claro que estamos dispuestos a perdonar, pero después, de que nos devuelvan lo que han robado. Es cierto que hay que resetear, para eliminar toda esta bazofia. Pero lo primero exigir responsabilidades por los daños. La financiación ilegal del PSOE se ha demostrado tras veinte años, llevando a su secretaria de finanzas a la cárcel, así que por lo menos tardaremos otros veinte años en hacer una auditoría general del Estado, de las Autonomías, de los Ayuntamientos, al menos desde que Zapatero formó su primer gobierno. Que presenten facturas de todos los gastos, y los estudios que han avalado sus políticas. No se puede heredar tanta miseria, y salir adelante como si nada hubiera pasado. Es la hora de la justicia y hay que depurar responsabilidades. Es la hora de las reclamaciones para España y los españoles.
Y más tarde hablaremos de cómo recuperar el tiempo perdido, por supuesto, nunca antes. Nos esperan veinte años de reivindicación a los que nunca hemos reivindicado más que lo que nos corresponde en justicia, que somos la inmensa mayoría. Mientras tanto, España seguirá secuestrada, entre paréntesis.
Biante de Priena
Haciendo un balance en términos objetivos de la situación actual de nuestro país, en algunos epígrafes ocupamos el mayor retroceso de Europa en indicadores económicos y políticos; da igual consultar el Eurostats que el CIS, que los órganos extraoficiales como Transparency Internacional o el Índice de Desarrollo Humano. Los indicadores relacionados con la cuestión laboral son los peores de Europa, tanto para empresarios como para trabajadores, gracias a unos sindicatos que funcionan con criterios de mafia siciliana, y que han acomodado a sus líderes, mientras se callan cuando gobierna el PSOE y se agitan –por el PSOE- cuando gobierna el PP.
En las últimas semanas –anticipando la debacle que nos viene encima a los españoles-, se escuchan algunas voces interesadas desde los medios de comunicación más afines al gobierno, dispuestas a ofrecer balones de oxígeno al Presidente Zapatero, con una curiosa fórmula de olvido histórico inducido, que parte del supuesto de que lo que hay es lo que existe y no hay nada más, insinuando que a partir de ahora lo único que queda es establecer acuerdos para seguir adelante desde el punto en que nos encontramos.
Estas voces progubernamentales quieren convencernos de que España era un país que estaba bastante peor cuando gobernaba Aznar, y que con Zapatero hemos mejorado considerablemente. Esta es la verdad oficial única, el dogma de los próximos meses. Hasta en el PP están valorando si acogerse al nuevo acto de fe, porque seguro que quien no se acoja a ella será considerado un “facha”.
Lo que nos piden –exigen- estos patriotas de las ondas y la tinta es comenzar de nuevo la historia desde el punto en que nos encontramos y tras tragarnos todas las coces que le han dado a España las huestes de Zapatero. Nos piden una ley de punto final, por nuestro bien, mientras van desenterrando su versión de las cosas ocurridas, mientras se impone la Educación para la Ciudadanía, mientras en varios lugares España no se puede hablar en español, si no se quiere ser mal visto, o si se quiere obtener un trabajo.
La España real
Estos acólitos del régimen están empeñados en convencernos de que la España real es la que existe, cuando la realidad es que han inventado una España inexistente, a la medida de sus ambiciones y deseos, que nada tiene que ver con la realidad. Los que se han especializado en el negocio de destruir los vínculos de confianza que sostienen la convivencia pacífica entre los españoles, ahora quieren que nos acojamos a su versión como la única posible.
Va siendo hora de pasar facturas, porque los españoles ya hemos descontado todos los peajes de la historia que nos pueda pasar la izquierda, los sindicatos que salen a la calle cuando gobierna el PP, la banda del “nunca mais”, el “no a la guerra”, y los cordones sanitarios que utilizan el victimismo para asegurarse el porvenir. Es hora de acabar con los afortunados luchadores que se han propuesto vivir de la denuncia, la reivindicación y el cuento, a costa del trabajo de todos los demás. Es hora de concluir con la extorsión a la que nos tiene sometida la izquierda, pagando las facturas por haber estado sometidos a la dictadura franquista durante cuarenta años, la mayoría de los españoles pagamos aquella y estamos pagando ésta.
Los nacionalistas esquilman a nuestra nación con el consentimiento de estos traidores a los intereses generales que son los miembros del PSOE. La alianza de las civilizaciones debería comenzar por la alianza de los españoles, antes que poner el ojo fuera de lo que nos ocupa, en la grandiosidad de los ladrones de sillas.
Hacia una nueva Transición
España no va a ser lo que ellos quieran, nacionalistas y socialistas, tampoco lo que quieran los conservadores, será lo que surja de lo que hemos sido y podemos ser, no de lo que nos imponen como yugo. Necesitamos recobrar el camino y dejarnos de excursiones a ninguna parte, hay que abandonar las estupideces grandilocuentes de unos soberbios que jamás pensaron en alcanzar tanto poder en su vida.
¿Nos han cambiado España?. Sí, y lo han hecho con intención y osadía, sin recato alguno, sin respeto a lo que somos, contra la voluntad de la inmensa mayoría. Se han cargado la estructura fundamental que soporta nuestra condición nacional. Lo han hecho contra la Constitución, contra cualquier criterio de justicia, contra la Ley, contra viento y marea, para construir el mundo Alicia de los sueños infantiles de Zapatero en los que lleva viviendo toda su vida, sin que nadie haya osado a decirle que los adultos distinguen entre sus deseos y la realidad. Desde que le colocaron como presidente los que querían a alguien pusilánime para poder controlarlo a su voluntad, hemos ido de mal a peor.
Hay que crecer a Zapatero con urgencia –antes de que lo hagan crecer fuera de casa-, y de paso, despertar a los españoles, que hoy viven pesadillas de lo que ayer fue una invitación a los sueños para conseguir sus votos.
Y claro que estamos dispuestos a olvidar, cuando se hayan restituido todos los desmanes, y veamos en la cárcel a los enemigos de los españoles, a los gobernantes que se han forrado, a los que han trincado, a los delincuentes políticos que nos han tomado el pelo.
Claro que estamos dispuestos a perdonar, pero después, de que nos devuelvan lo que han robado. Es cierto que hay que resetear, para eliminar toda esta bazofia. Pero lo primero exigir responsabilidades por los daños. La financiación ilegal del PSOE se ha demostrado tras veinte años, llevando a su secretaria de finanzas a la cárcel, así que por lo menos tardaremos otros veinte años en hacer una auditoría general del Estado, de las Autonomías, de los Ayuntamientos, al menos desde que Zapatero formó su primer gobierno. Que presenten facturas de todos los gastos, y los estudios que han avalado sus políticas. No se puede heredar tanta miseria, y salir adelante como si nada hubiera pasado. Es la hora de la justicia y hay que depurar responsabilidades. Es la hora de las reclamaciones para España y los españoles.
Y más tarde hablaremos de cómo recuperar el tiempo perdido, por supuesto, nunca antes. Nos esperan veinte años de reivindicación a los que nunca hemos reivindicado más que lo que nos corresponde en justicia, que somos la inmensa mayoría. Mientras tanto, España seguirá secuestrada, entre paréntesis.
Biante de Priena
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