La diputada de UPyD en el Congreso, Rosa Díez, ha dicho hoy que en una situación de crisis política, económica y social como la que vive España, las cosas no se resuelven dando buenas noticias, sino “diciendo la verdad”, asumiéndola y diciéndosela a los ciudadanos. Grandes aplausos en el Circo Price.
En situación de crisis, y también en situación normal, querida Rosa Díez, que los ciudadanos no somos infantes y queremos saber la verdad sobre lo que ocurre en la política, lo ocurrido con el GAL, lo ocurrido con la negociación con ETA, lo ocurrido el 11-M. Se nos van quedando las cosas en el armario y luego nos rebrotan con demasiada violencia.
Hace unos días, Joan Valls, invocaba a José María Aznar, para que nos contara la verdad y se dejara de pruritos, lo mismo podía hacer María San Gil, y también Rosa Díez, que fue del PSOE durante 30 años, ocupando cargos institucionales diversos en representación de este partido. ¿Cuál es la verdad?.
Todo esto me recuerda a aquel cacique de pueblo que ante una manifestación contra sus excesos opresores, tomó la palabra y dijo: “es hora de que todos pidamos justicia y libertad. Cuenten conmigo para lo que sea necesario”.
Nos habla Rosa Díez de regeneración democrática ante tanta degeneración democrática. Está bien el discurso, creo que electoralmente será el más rentable, ante el caos reinante sólo hay que tirar hasta las próximas elecciones poniendo a caldo a todo el mundo, a Zapatero y a Rajoy, por supuesto.
Pero en realidad, no todo el mundo está satisfecho con los logros de UPyD, un partido político que no admite la crítica en su seno poco tiene que ver con la libertad, la igualdad y la democracia, un "partido pancarta" está bien como denuncia, pero es insuficiente para salir del marasmo en el que se encuentra este país, sus ciudadanos y su historia.
UPyD sólo puede ser LA ALTERNATIVA POLITICA A TODO LO QUE HAY, y lamentablemente no lo es. Un partido que sólo nos muestra sus aciertos, es una representación lunática de la realidad, con una cara visible para todos y otra oculta para todos. Un partido con un discurso triunfalista y reparador, no es un partido que quiere decirle la verdad al ciudadano, es un nuevo actor del espectáculo político que nos obligan a vivir. La verdad no es útil, porque si es útil -para conseguir confianza o votos-, más que verdad, es propaganda.
Por críticas menores como éstas, a algún militante de UPyD le ha costado un expediente de expulsión. La comunicación interna dentro del partido está artefactada y prácticamente prohíbida, quedándose en las alabanzas y elogios de los blogs de la web oficial, la única participación de los militantes.
Estamos apañados si esto es todo lo que puede ofrecer UPyD, ejemplo de partido acaparador construido no para cambiar las cosas, sino para alcanzar cuota de participación política. Organización extravagantemente jerarquizada, demasiado heredera del PSOE, y cerrada a cualquier alternativa de comunicación en libertad.
A pesar de todo, estoy de acuerdo con Rosa Díez, ¡que resplandezca la verdad!, pero toda la verdad, no la que interesa mostrar a los ciudadanos para conseguir votos, porque eso es secuestrar nuestra dignidad, una vez más, como hacen todos los demás partidos políticos, es un engaño.
UPyD puede ser un partido de ciudadanos activos políticamente hablando, que en democracia sean capaces de vencer la opresión de la política, o puede no ser nada. Hasta ahora, Rosa pone la voz que se quiere escuchar, un canto de sirena en este océano de incertidumbres, pero no es suficiente, ni mucho menos.
En UPyD tienen que decidirse de una vez si quieren ser un dique de protección del sistema político corrupto realmente existente al servicio del PSOE y el PP, o el ariete al servicio de los ciudadanos para destruirlo. Sin más dilación, por cierto, porque no queda mucho tiempo para que la vorágine ciudadana arrase con todo, en sentido simbólico lo digo, por supuesto.
Vamos a dejarnos ya de acrobacias dialécticas y funambulismos circenses, es la hora de la verdad, aunque duela. La verdad de los parados, la verdad de los enriquecimientos ilegítimos, la verdad sobre las estafas y mentiras continuadas a los ciudadanos. La verdad es que no hay democracia en este país, que no se respeta la Constitución, y que la política es exclusivamente un negocio con los fondos del Estado, a costa de los ciudadanos.
Los ciudadanos estamos dispuestos para escucharla y obrar en consecuencia, ¿será capaz alguien desde la política de tirar de la manta o sólo nos dirán que sería necesario hacerlo?. O alternativa real, o más de lo mismo. O al lado de los ciudadanos, o al lado de los políticos, esa es la unica cuestión relevante..., esa es la verdad.
Erasmo de Salinas
En situación de crisis, y también en situación normal, querida Rosa Díez, que los ciudadanos no somos infantes y queremos saber la verdad sobre lo que ocurre en la política, lo ocurrido con el GAL, lo ocurrido con la negociación con ETA, lo ocurrido el 11-M. Se nos van quedando las cosas en el armario y luego nos rebrotan con demasiada violencia.
Hace unos días, Joan Valls, invocaba a José María Aznar, para que nos contara la verdad y se dejara de pruritos, lo mismo podía hacer María San Gil, y también Rosa Díez, que fue del PSOE durante 30 años, ocupando cargos institucionales diversos en representación de este partido. ¿Cuál es la verdad?.
Todo esto me recuerda a aquel cacique de pueblo que ante una manifestación contra sus excesos opresores, tomó la palabra y dijo: “es hora de que todos pidamos justicia y libertad. Cuenten conmigo para lo que sea necesario”.
Nos habla Rosa Díez de regeneración democrática ante tanta degeneración democrática. Está bien el discurso, creo que electoralmente será el más rentable, ante el caos reinante sólo hay que tirar hasta las próximas elecciones poniendo a caldo a todo el mundo, a Zapatero y a Rajoy, por supuesto.
Pero en realidad, no todo el mundo está satisfecho con los logros de UPyD, un partido político que no admite la crítica en su seno poco tiene que ver con la libertad, la igualdad y la democracia, un "partido pancarta" está bien como denuncia, pero es insuficiente para salir del marasmo en el que se encuentra este país, sus ciudadanos y su historia.
UPyD sólo puede ser LA ALTERNATIVA POLITICA A TODO LO QUE HAY, y lamentablemente no lo es. Un partido que sólo nos muestra sus aciertos, es una representación lunática de la realidad, con una cara visible para todos y otra oculta para todos. Un partido con un discurso triunfalista y reparador, no es un partido que quiere decirle la verdad al ciudadano, es un nuevo actor del espectáculo político que nos obligan a vivir. La verdad no es útil, porque si es útil -para conseguir confianza o votos-, más que verdad, es propaganda.
Por críticas menores como éstas, a algún militante de UPyD le ha costado un expediente de expulsión. La comunicación interna dentro del partido está artefactada y prácticamente prohíbida, quedándose en las alabanzas y elogios de los blogs de la web oficial, la única participación de los militantes.
Estamos apañados si esto es todo lo que puede ofrecer UPyD, ejemplo de partido acaparador construido no para cambiar las cosas, sino para alcanzar cuota de participación política. Organización extravagantemente jerarquizada, demasiado heredera del PSOE, y cerrada a cualquier alternativa de comunicación en libertad.
A pesar de todo, estoy de acuerdo con Rosa Díez, ¡que resplandezca la verdad!, pero toda la verdad, no la que interesa mostrar a los ciudadanos para conseguir votos, porque eso es secuestrar nuestra dignidad, una vez más, como hacen todos los demás partidos políticos, es un engaño.
UPyD puede ser un partido de ciudadanos activos políticamente hablando, que en democracia sean capaces de vencer la opresión de la política, o puede no ser nada. Hasta ahora, Rosa pone la voz que se quiere escuchar, un canto de sirena en este océano de incertidumbres, pero no es suficiente, ni mucho menos.
En UPyD tienen que decidirse de una vez si quieren ser un dique de protección del sistema político corrupto realmente existente al servicio del PSOE y el PP, o el ariete al servicio de los ciudadanos para destruirlo. Sin más dilación, por cierto, porque no queda mucho tiempo para que la vorágine ciudadana arrase con todo, en sentido simbólico lo digo, por supuesto.
Vamos a dejarnos ya de acrobacias dialécticas y funambulismos circenses, es la hora de la verdad, aunque duela. La verdad de los parados, la verdad de los enriquecimientos ilegítimos, la verdad sobre las estafas y mentiras continuadas a los ciudadanos. La verdad es que no hay democracia en este país, que no se respeta la Constitución, y que la política es exclusivamente un negocio con los fondos del Estado, a costa de los ciudadanos.
Los ciudadanos estamos dispuestos para escucharla y obrar en consecuencia, ¿será capaz alguien desde la política de tirar de la manta o sólo nos dirán que sería necesario hacerlo?. O alternativa real, o más de lo mismo. O al lado de los ciudadanos, o al lado de los políticos, esa es la unica cuestión relevante..., esa es la verdad.
Erasmo de Salinas