Las protestas de jóvenes, excluídos por la crisis económica y política de la posibilidad de trabajar, sometidos a la dependencia de sus familias o del Estado, coartados en su desarrollo, se expande por Europa como mancha de acéite.
Sin embargo, en España, que tiene la cifra más elevada de paro joven de Europa, casi el 50 %, todavía no se han producido manifestaciones en este sentido, quizás sea porque seguimos siendo la reserva espiritual de occidente y los jóvenes españoles todavía no se han percatado que su porvenir es tan precario como el de sus coetáneos europeos o tal vez, porque desde los partidos de izquierda que monopolizan la opinión joven por medio de los alevines de los políticos y se han convertido en okupas de las decisiones de reacción social, se esté frenando el estallido reivindicativo. No se puede explicar de otra forma que aún siendo España el país más atormentado por el paro joven, todavía no se haya producido una reacción. También puede ser porque los medios de comunicación, desde su afición al pesebre, no concedan importancia al fenómeno. Algo huele a propaganda y manipulación en toda esta historia.
Lo cierto es que en las principales capitales europeas se han producido estallidos violentos en protesta contra los recortes en el Estado de Bienestar, la elevación de las tasas universitarias y el elevado desempleo que sufren los más jóvenes. En París, Viena, Roma, Londres, Atenas, Dublín, Lisboa y parece ser que también en Madrid, aunque no haya salido en los informativos ni en los diarios, los jóvenes etán tomando las universidades y las calles.
Se repiten lemas ingeniosos como en la revolución de mayo del 68, considerando que no es una protesta puntual, sino un auténtico asalto al futuro. Consideran a los políticos como miserables y piden que se vayan todos, fundamentalmente porque no quieren someter sus vidas a las deudas que les dejarán por haber gestionado mal los recursos públicos. “Volaremos como mariposas, pero picaremos como abejas”, es uno de sus lemas.
Están dispuestos a romper el contrato social existente, no admiten la representación de políticos que les condenan a la deuda, el malestar, la austeridad y el retroceso social y político. Están hartos y así lo manifiestan. En Italia han creado grupos homogéneos de protesta que siguiendo la táctica de la tortuga de las legiones romanas, se han presentado en las calles con cascos y escudos para enfrentarse a las fuerzas de orden público. En cada escudo el título de una obra literaria y su autor para dejar manifiesto que es un movimiento cultural. “Tenemos la fuerza para cambiar el mundo e inteligencia para hacerlo, esto sólo es el comienzo”, dicen los entrevistados en Londres, Atenas o Roma.
Vamos a transformar esta brisa en una tempestad, están dispuestos a convocar un encuentro europeo de jóvenes para decidir su futuro en el año 2011, todavía no se conoce el lugar de reunión.
Bienvenido sea todo lo que haga cambiar la miseria en la que estamos viviendo. Que no se manipule políticamente la protesta, que siga los caminos de la libertad y no los cuentos que nos ofrecen desde los medios de comunicación, y las consignas de los partidos políticos. Es hora de dar un salto hacia el futuro. Que cada cual se represente a si mismo y entre todos se elija de forma natural y democrática a quien se concede confianza. Es hora de acabar con esta represetación teatral de la política convencional e hipócrita, que nos sale tan cara y nos destroza la existencia.
Biante de Priena
Sin embargo, en España, que tiene la cifra más elevada de paro joven de Europa, casi el 50 %, todavía no se han producido manifestaciones en este sentido, quizás sea porque seguimos siendo la reserva espiritual de occidente y los jóvenes españoles todavía no se han percatado que su porvenir es tan precario como el de sus coetáneos europeos o tal vez, porque desde los partidos de izquierda que monopolizan la opinión joven por medio de los alevines de los políticos y se han convertido en okupas de las decisiones de reacción social, se esté frenando el estallido reivindicativo. No se puede explicar de otra forma que aún siendo España el país más atormentado por el paro joven, todavía no se haya producido una reacción. También puede ser porque los medios de comunicación, desde su afición al pesebre, no concedan importancia al fenómeno. Algo huele a propaganda y manipulación en toda esta historia.
Lo cierto es que en las principales capitales europeas se han producido estallidos violentos en protesta contra los recortes en el Estado de Bienestar, la elevación de las tasas universitarias y el elevado desempleo que sufren los más jóvenes. En París, Viena, Roma, Londres, Atenas, Dublín, Lisboa y parece ser que también en Madrid, aunque no haya salido en los informativos ni en los diarios, los jóvenes etán tomando las universidades y las calles.
Se repiten lemas ingeniosos como en la revolución de mayo del 68, considerando que no es una protesta puntual, sino un auténtico asalto al futuro. Consideran a los políticos como miserables y piden que se vayan todos, fundamentalmente porque no quieren someter sus vidas a las deudas que les dejarán por haber gestionado mal los recursos públicos. “Volaremos como mariposas, pero picaremos como abejas”, es uno de sus lemas.
Están dispuestos a romper el contrato social existente, no admiten la representación de políticos que les condenan a la deuda, el malestar, la austeridad y el retroceso social y político. Están hartos y así lo manifiestan. En Italia han creado grupos homogéneos de protesta que siguiendo la táctica de la tortuga de las legiones romanas, se han presentado en las calles con cascos y escudos para enfrentarse a las fuerzas de orden público. En cada escudo el título de una obra literaria y su autor para dejar manifiesto que es un movimiento cultural. “Tenemos la fuerza para cambiar el mundo e inteligencia para hacerlo, esto sólo es el comienzo”, dicen los entrevistados en Londres, Atenas o Roma.
Vamos a transformar esta brisa en una tempestad, están dispuestos a convocar un encuentro europeo de jóvenes para decidir su futuro en el año 2011, todavía no se conoce el lugar de reunión.
Bienvenido sea todo lo que haga cambiar la miseria en la que estamos viviendo. Que no se manipule políticamente la protesta, que siga los caminos de la libertad y no los cuentos que nos ofrecen desde los medios de comunicación, y las consignas de los partidos políticos. Es hora de dar un salto hacia el futuro. Que cada cual se represente a si mismo y entre todos se elija de forma natural y democrática a quien se concede confianza. Es hora de acabar con esta represetación teatral de la política convencional e hipócrita, que nos sale tan cara y nos destroza la existencia.
Biante de Priena