Sin prisa, pero sin pausa, las
izquierdas carpetovetónicas se dirigen hacia el abismo que han tratado de
eludir durante ochenta años, cuarenta con Franco presentándose como alternativa
fantasma y cuarenta de democracia, presentándose como paladines de la igualdad
para beneficiarse a costa de los españoles, creando pesebres electorales,
quiebras, corrupciones y miserias por doquier.
La izquierda política en
España huele tanto a alcanfor como el brazo incorrupto de Santa Teresa, el PSOE
ha demostrado que el único cambio posible que pueden hacer es colocarse ellos
arriba y todos los demás debajo, su incongruencia es tan insoportable que han apoyado el nacionalismo para establecer un Estado fuerte, han abjurado de ser
españoles para ser socialistas, apoyan al Rey siendo republicanos y se
corrompen aún más que los de la derecha, por el progreso de la humanidad,
creando las más profundas desigualdades mientras presumen de su intención
igualitaria. Andalucía es, sin duda, la comunidad con más corrupción de este
país, como todas las que han sido gobernadas largo tiempo por el PSOE. Tras
cuarenta años siguen siendo las más pobres y atrasadas, aunque sus líderes son los que más
se han forrado y más se han corrompido. Cierto que el PP tiene su Valencia y sus Baleares, para dar ejemplo de que todas las
formas de corrupción posible, no son patrimonio exclusivo de las izquierdas.
En Grecia el PASSOK ha muerto;
en Italia el PSI se disolvió y Bettino Craxi terminó sus días en el exilio tras
un desfalco, en Portugal; Sócrates, el último presidente socialista, ha pasado
por la cárcel esperando juicio, y en España, el contador de cuentos como nubes
que fue Zapatero, inventor de la Alianza de Civilizaciones y otras chuminadas
que estamos pagando con nuestras vidas, sigue en paradero desconocido, como el fantasma del holandés errante. Sólo queda en Europa el Partido Socialista francés en el poder, que camina a pasos de gigante hacia un republicanismo liberal, porque no le queda otra.
En cuanto a la Izquierda Unida
de califas, iluminados y profetas, que lo mismo apoya la dictadura de Cuba, que
la salida del Euro y la OTAN y el regreso del Soviet Supremo, pasa por horas muy bajas,
entre el comunismo, el altermundismo y el vete tú a saber; Lara ya cayó del
tractor, Llamazares sigue en él tras treinta años de no dar trigo, Anguita
asesora a Podemos, y la novia de Pablo Iglesias ha tomado Madrid, sin no pasarán
ni nada. Ahora la definen como Izquierda Plural, como si hubiera alguna posibilidad de diversidad en el pensamiento único.
Los sindicatos de clase se han
quedado en dinosaurios del trinque, tanto UGT como CCOO se han llenado los
bolsillos como pa asar una vaca, dejando en la cuneta de la historia a cinco
millones de parados, los 3,5 millones que creó Zapatero con su ayuda, porque ellos son defensores de los trabajadores que les
dan beneficios y plusvalías, aunque sea con sus despidos.
Y ahora tenemos un partido con
una coleta que trata de presentarse como la opción más democrática del mundo
mundial, creando un comité central que ya lo quisiera Stalin. A mí lo de
Podemos me recuerda al Facebook, en sus grupos la gente puede decir lo que bien
le parezca y estar todo el tiempo que le plazca, como en los círculos de
Podemos, pero de ahí no sale nada nuevo para el mundo, todo lo más lo que
permita Zuckerberg que salga, que es el que hace balance y parece que le van bien
las cosas.
Podemos es un partido político
virtual, una enajenación en sí misma, que si bien en sus bases adopta formas
democráticas –algo de lo que siempre han presumido las izquierdas- en su
cúpula, afín a todas las dictaduras, hay tanto espacio para la libertad, como
para el sentido común. Si los españoles supieran algo más de politología como
los líderes de Podemos, se darían cuenta de que esta formación política es
sencillamente un “catch-all-party”, un partido acaparador, cuyo único objetivo
es obtener votos como palomitas con la ingenuidad irredenta de la gente, que
habiendo dejado de creer en la casta, está dispuesta a abrazar una nueva casta,
para cambiar algo y que todo siga igual.
Podemos es propaganda al
servicio de la casta, para que las izquierdas no desaparezcan, prueba de ello
es que se ha convertido en un fenómeno espectacular proponiendo estupideces
imposibles como hace el líder de Syriza en Grecia, que llevarán a su país a
dejar el euro y quedarse con el culo al aire para lo que resta de siglo.
En
realidad, estos “salvadores” de la humanidad, viven del cuanto peor mejor para
ellos, ¿cuándo soñaron Iglesias, Monedero y Errejón cobrar más de un millón?
Por otra parte, hacen muy bien, mientras haya idiotas que juzguen a los
políticos por lo que dicen y no por lo que hacen, por lo que venden y no por lo
que gastan, por lo que cuentan y no por sus cuentas, este país no tiene ninguna
posibilidad de vivir en democracia.
Y en las próximas elecciones
generales, el divide e impera que ha venido estableciendo el PP sobre las izquierdas
españolas para quedarse sólo en el tablero del poder rendirá sus frutos, entre
todas las siniestras presentaciones de la izquerda harán una inolvidable minoría en las elecciones, porque como para fiarse de esta gente, que nos puede arrastrar a la desesperación desde la miseria a la velocidad dle relámpago.
El soufflé está preparado, al final el PP sólo luchará por recobrar sus votos de la abstención, porque los que pueden llegar al poder, al otro lado, están como putas cabras, que lo mismo se benefician de la dictadura de Irán que cuelga homosexuales, que apoyan la tanatocracia faraónica de Venezuela en la que gobierna un muerto desde el más allá, consideran a los etarras hombres de paz y a los nacionalistas catalanes adalides de la libertad y el derecho a decidir con un tercio de apoyos en sus referenda, contra los dos tercios que no acudieron a la pantomima. Ah, y Europa o los Estados Unidos, como unos modelos atrasados comparados con las repúblicas bolivarianas en las que sólo viven bien los que están al lado del poder, y el resto las pasan putas o emigran, algo parecido a lo que ocurre actualmente en Andalucía, o en la mayoría de las comunidades españolas, por poner un ejemplo.
El soufflé está preparado, al final el PP sólo luchará por recobrar sus votos de la abstención, porque los que pueden llegar al poder, al otro lado, están como putas cabras, que lo mismo se benefician de la dictadura de Irán que cuelga homosexuales, que apoyan la tanatocracia faraónica de Venezuela en la que gobierna un muerto desde el más allá, consideran a los etarras hombres de paz y a los nacionalistas catalanes adalides de la libertad y el derecho a decidir con un tercio de apoyos en sus referenda, contra los dos tercios que no acudieron a la pantomima. Ah, y Europa o los Estados Unidos, como unos modelos atrasados comparados con las repúblicas bolivarianas en las que sólo viven bien los que están al lado del poder, y el resto las pasan putas o emigran, algo parecido a lo que ocurre actualmente en Andalucía, o en la mayoría de las comunidades españolas, por poner un ejemplo.
Estos quieren que nos echen del euro y que regresemos al tercermundismo para convertirse en los nuevos Castro, Chavez, Stalin, Lenin, o Pol Poth y eso no es que a los de la derecha política les haga buenos, que son lo peor de lo peor, es inconcebible como pueden continuar en el poder siendo tan zafios y ruines, pero
les concede credibilidad suficiente para ganar unas elecciones por mayoría
hegemónica ante la patulea de impresentables en que se ha convertido la
izquierda política española.
La izquierda política en España tiene la incongruente propiedad de mantenernos adheridos al llanto permanentemente, o lloran y nos hacen llorar, porque no reciben más para lo público y los derechos sociales, que es de lo que viven ellos a costa de los demás, o nos hacen llorar de pena, cuando alcanzan el poder, por su inmensa ineptitud, su escasa preparación, su nula autocrítica, su coerción emocional permanente, su escasa moral y su soberbia inadmisible. Pero que tristes son, hasta Mariano Rajoy podría ser de izquierdas en este país.
Enrique Suárez