Poco más de un millón de españoles están a punto de romper el más de lo mismo de la política nacional durante los últimos treinta años. Lo harán en Asturias, el país de la niebla entre montañas, donde las leyendas recorren los caminos, buscando su destino. Será con la victoria de FORO, el partido político que se creó para presentar a Francisco Álvarez Cascos como candidato a la Presidencia del Principado, el mismo que triunfó en las elecciones de mayo del año pasado, al que la oposición reaccionaria del PSOE-PP-IU, medios de comunicación, empresarios de pesebre y apoltronados diversos, boicotearon para que no pudiera gobernar, obligando a la convocatoria de nuevas elecciones.
El próximo domingo, 25 de marzo, Asturias volcará en las urnas su desconcierto y espanto ante todo lo que han contemplado durante el último año los ciudadanos de esta tierra que, habiendo perdido su orgullo y su honra, vejada por las mentiras insistentes que mostraban que el paraíso era un privilegio para algunos y consistía en que unos cuantos aprovechados puedieran vivir a costa de los demás, contando sus cuentos sostenibles, sin rendir cuentas a nadie.
A Foro le faltará una semana más de campaña para conseguir la mayoría absoluta, aunque en estas elecciones va a rondarla. Más allá de las encuestas, hay signos que dicen que FORO tiene la victoria asegurada. El despliegue de ministros, presidentes autonómicos y demás gerifaltes del PP, con la presencia del Presidente de Gobierno Mariano Rajoy hasta en tres ocasiones en el último mes, nos indica que las encuestas que se han publicado nada tienen que ver con la realidad, porque si el pronóstico de la mayoría de ellas, que auguraba a Foro que sería la tercera fuerza política en el Principado, fuese cierto, ésto haría que el PP se concentrara en la campaña de Andalucía, aún más de lo que lo está haciendo, pero no es así. Han venido más ministros por Asturias durante el último mes que en toda su historia.
Pero lo más fascinante es que, como Pons hizo en su día, ahora Rajoy y Gallardón han amenazado a los asturianos con el infierno de no votar al PP les puede costar caro (caro les va a costar a ellos). Algo que sin duda todavía le va a dar más votos a Foro, porque los asturianos tenemos la buena costumbre de oponernos radicalmente a los que pretenden oprimirnos desde el poder, sean de derechas, izquierdas, foráneos o locales.
La campaña electoral del PSOE se ha convertido en un auténtico esperpento, ver a su candidato adherido a la estrategia permanente de decir todo lo malo que va a hacer Cascos, o lo peor, sin dar una sola explicación de la gestión política de su partido, de las obras hechas durante los últimos doce años en que han gobernado, no invita a pensar en un buen pronóstico para este partido, más aún, cuando el único argumento de un Rubalcaba esquivo que volverá de nuevo el próximo jueves, ha sido que el PP y FORO son la derecha. Para eso más le valía no haber venido.
Como si desconocieran los del PSOE que Asturias, gracias a la inolvidable gestión de su partido durante la última década, tiene la tasa de mortalidad más elevada, la más baja de natalidad, la menor inmigración, la mayor emigración, la menor esperanza de vida, la tasa de suicidios más elevada, la más baja tasa de actividad laboral y el riesgo de empobrecimiento más elevado de todas las comunidades españolas. No me extraña que en el PSOE hablen de Cascos cuando de muy poco de lo que han hecho se pueden sentir orgullosos, por no mencionar los despilfarros inexplicables y las corrupciones inexplicadas, que actualmente asfixian a su partido en toda España, pero también en Asturias.
Ante este panorama está claro que sólo hay una fuerza política que puede triunfar en las elecciones del próximo domingo 25 de marzo: Foro Asturias, cualquier otra alternativa tiene poco sentido, si realmente se quiere que Asturias salga adelante, si se quiere cambiar definitivamente la residencia al borde del abismo a la que nos han conducido entre el PSOE con su obra y el PP con su silencio.
Pero sin duda, el mejor indicador de que las encuestas reales (no las que se han publicado, que son las maquilladas al servicio de aquellos que las han pagado) le conceden la victoria a Foro es el comportamiento desesperado de los medios de comunicación asturianos: La Nueva España, La Voz de Asturias, la RTPA, algunas emisoras de radio, que han tomado esta semana como la gloriosa resistencia reaccionaria a perder sus esquilmados privilegios tras la presencia de Alvarez Cascos en la Presidencia del Principado.
La Nueva España ha perdido cifras de negocio que superan los dos millones o tres millones de euros en el último año, desde que Foro está presente en las instituciones. Lo mismo se puede decir de la RTPA que ha comenzado a estar fiscalizada en sus negocios en los últimos meses, o en La Voz de Asturias, hasta ahora asociado al finado diario Público de Roures, otro de los beneficiados por el dinero público de los asturianos. Tanta desesperación de tinta, tanta histeria y despropósito en los juicios y opiniones sobre Foro y Alvarez Cascos sólo puede ser indicador de que saben que el partido exclusivamente de Asturias (todos los demás no lo son) va a ganar las próximas elecciones. Y si tal cosa ocurre, los medios de desinformación de Asturias tendrán los días contados, por eso su actitud numantina y desesperada, porque se juegan su supervivencia. Todos han menguado en lectores, por supuesto, también en subvenciones y negocios con el dinero público, por lo que tienen difícil su existencia a partir de ahora.
Asturias es una patria herida, o tal vez, una herida en la patria, ¡quien lo sabe!; pero lo que está claro es que pronto dejará de sangrar inútilmente como lleva haciendo durante los últimos treinta años. Los asturianos confían en Foro y en Alvarez Cascos, aún más que el año pasado, cuando les concedieron el triunfo en las elecciones autonómicas. Asturias dejará de estar herida, pero al mismo tiempo, será una herida para el PSOE y el PP, que tardará mucho tiempo en cicatrizar, posiblemente tantos años como el PSOE y el PP han abanonado esta magnífica tierra y sus gentes, para tratarlas como si fueran una molestia o un estorbo incómodo para sus planes y ambiciones.
Asturias, a partir de ahora, será definida por los asturianos, y dejará de ser un elemento territorial más, al servicio de los respectivos puzzles de poder de los que se merecen el olvido de los asturianos en estas elecciones, como ellos se olvidaron de Asturias en los últimos años.
Enrique Suárez
El próximo domingo, 25 de marzo, Asturias volcará en las urnas su desconcierto y espanto ante todo lo que han contemplado durante el último año los ciudadanos de esta tierra que, habiendo perdido su orgullo y su honra, vejada por las mentiras insistentes que mostraban que el paraíso era un privilegio para algunos y consistía en que unos cuantos aprovechados puedieran vivir a costa de los demás, contando sus cuentos sostenibles, sin rendir cuentas a nadie.
A Foro le faltará una semana más de campaña para conseguir la mayoría absoluta, aunque en estas elecciones va a rondarla. Más allá de las encuestas, hay signos que dicen que FORO tiene la victoria asegurada. El despliegue de ministros, presidentes autonómicos y demás gerifaltes del PP, con la presencia del Presidente de Gobierno Mariano Rajoy hasta en tres ocasiones en el último mes, nos indica que las encuestas que se han publicado nada tienen que ver con la realidad, porque si el pronóstico de la mayoría de ellas, que auguraba a Foro que sería la tercera fuerza política en el Principado, fuese cierto, ésto haría que el PP se concentrara en la campaña de Andalucía, aún más de lo que lo está haciendo, pero no es así. Han venido más ministros por Asturias durante el último mes que en toda su historia.
Pero lo más fascinante es que, como Pons hizo en su día, ahora Rajoy y Gallardón han amenazado a los asturianos con el infierno de no votar al PP les puede costar caro (caro les va a costar a ellos). Algo que sin duda todavía le va a dar más votos a Foro, porque los asturianos tenemos la buena costumbre de oponernos radicalmente a los que pretenden oprimirnos desde el poder, sean de derechas, izquierdas, foráneos o locales.
La campaña electoral del PSOE se ha convertido en un auténtico esperpento, ver a su candidato adherido a la estrategia permanente de decir todo lo malo que va a hacer Cascos, o lo peor, sin dar una sola explicación de la gestión política de su partido, de las obras hechas durante los últimos doce años en que han gobernado, no invita a pensar en un buen pronóstico para este partido, más aún, cuando el único argumento de un Rubalcaba esquivo que volverá de nuevo el próximo jueves, ha sido que el PP y FORO son la derecha. Para eso más le valía no haber venido.
Como si desconocieran los del PSOE que Asturias, gracias a la inolvidable gestión de su partido durante la última década, tiene la tasa de mortalidad más elevada, la más baja de natalidad, la menor inmigración, la mayor emigración, la menor esperanza de vida, la tasa de suicidios más elevada, la más baja tasa de actividad laboral y el riesgo de empobrecimiento más elevado de todas las comunidades españolas. No me extraña que en el PSOE hablen de Cascos cuando de muy poco de lo que han hecho se pueden sentir orgullosos, por no mencionar los despilfarros inexplicables y las corrupciones inexplicadas, que actualmente asfixian a su partido en toda España, pero también en Asturias.
Ante este panorama está claro que sólo hay una fuerza política que puede triunfar en las elecciones del próximo domingo 25 de marzo: Foro Asturias, cualquier otra alternativa tiene poco sentido, si realmente se quiere que Asturias salga adelante, si se quiere cambiar definitivamente la residencia al borde del abismo a la que nos han conducido entre el PSOE con su obra y el PP con su silencio.
Pero sin duda, el mejor indicador de que las encuestas reales (no las que se han publicado, que son las maquilladas al servicio de aquellos que las han pagado) le conceden la victoria a Foro es el comportamiento desesperado de los medios de comunicación asturianos: La Nueva España, La Voz de Asturias, la RTPA, algunas emisoras de radio, que han tomado esta semana como la gloriosa resistencia reaccionaria a perder sus esquilmados privilegios tras la presencia de Alvarez Cascos en la Presidencia del Principado.
La Nueva España ha perdido cifras de negocio que superan los dos millones o tres millones de euros en el último año, desde que Foro está presente en las instituciones. Lo mismo se puede decir de la RTPA que ha comenzado a estar fiscalizada en sus negocios en los últimos meses, o en La Voz de Asturias, hasta ahora asociado al finado diario Público de Roures, otro de los beneficiados por el dinero público de los asturianos. Tanta desesperación de tinta, tanta histeria y despropósito en los juicios y opiniones sobre Foro y Alvarez Cascos sólo puede ser indicador de que saben que el partido exclusivamente de Asturias (todos los demás no lo son) va a ganar las próximas elecciones. Y si tal cosa ocurre, los medios de desinformación de Asturias tendrán los días contados, por eso su actitud numantina y desesperada, porque se juegan su supervivencia. Todos han menguado en lectores, por supuesto, también en subvenciones y negocios con el dinero público, por lo que tienen difícil su existencia a partir de ahora.
Asturias es una patria herida, o tal vez, una herida en la patria, ¡quien lo sabe!; pero lo que está claro es que pronto dejará de sangrar inútilmente como lleva haciendo durante los últimos treinta años. Los asturianos confían en Foro y en Alvarez Cascos, aún más que el año pasado, cuando les concedieron el triunfo en las elecciones autonómicas. Asturias dejará de estar herida, pero al mismo tiempo, será una herida para el PSOE y el PP, que tardará mucho tiempo en cicatrizar, posiblemente tantos años como el PSOE y el PP han abanonado esta magnífica tierra y sus gentes, para tratarlas como si fueran una molestia o un estorbo incómodo para sus planes y ambiciones.
Asturias, a partir de ahora, será definida por los asturianos, y dejará de ser un elemento territorial más, al servicio de los respectivos puzzles de poder de los que se merecen el olvido de los asturianos en estas elecciones, como ellos se olvidaron de Asturias en los últimos años.
Enrique Suárez