Dentro de poco será el lema más repetido entre los españoles, porque un país no puede depender de las incongruencias e incoherencias de un Presidente de Gobierno, ni siquiera la España que fue gobernada por José Luis Rodríguez Zapatero, que pronto será propuesta para para encabezar la lista de pueblos más sufridos del planeta, en la que nadie puede aventajarnos.
El problema de Mariano Rajoy es el “piñón fijo” de aquel que no sabe tomar decisiones sin consultar hasta con Rita la Cantaora y cien comisiones , la ausencia de autoridad que raya en la castración decisoria y el tancredismo que caracteriza su biografía. Un personaje que fue capaz de esperar ocho años a que Zapatero hundiera España sin decir ni esta boca es mía, para que no le llamaran facha, no puede reunir las condiciones para sacar a esta nación de la crisis económica más grave de su historia, que puede hacer zozobrar incluso la fortaleza de la economía alemana que sostiene hoy el euro.
Como dice el profesor Centeno, España ya no puede financiarse por sí misma a los tipos de interés que nos imponen los mercados. La hecatombe ocurrirá en octubre cuando haya que buscar 60.000 millones de euros para sufragar los intereses de la deuda pública que nos han adquirido los políticos de la casta que decían representarnos.
Nuestro mayor problema no es la prima de riesgo, sino el riesgo de seguir haciendo el primo como nos ocurrió con Zapatero, porque no resolver los problemas que tenemos significa agravarlos. Cada día que no se arreglan los problemas van subiendo más los intereses que tenemos que pagar por la deuda y el volumen total de deuda que tenemos que devolver, además, el ultimatum de la realidad nos indica que no podremos financiarnos a niveles insostenibles más allá de un par de semanas.
¿Qué ocurrirá después?, pues posiblemente que la Unión Europea nos ofrezca un par de alternativas, seguir en el euro en condiciones similares a las aplicadas a los griegos o que nos salgamos de la moneda común paulatinamente para no distorsionar el futuro de la unión económica europea. La cuestión está clara, Rajoy no se ha enterado que tenía los pasados siete meses de prórroga para resolver los problemas que acucian a los españoles, al menos encontrar el surco de la razón que nos permitiera salir del hoyo, pero lo único que se le ha ocurrido es esperar a que Europa tomara decisiones y viniera en nuestra ayuda mientras maquillaba de catástrofe los recortes y las mermas en nuestro bienestar. Con esa inteligencia que le caracteriza, para generar la riqueza que necesitamos que permita resolver los problemas que tenemos, lo único que se le ha ocurrido es empobrecernos aún más, hasta esquilmarnos, pero sin reducir el Estado caótico que nos legó su predecesor.
Que los españoles paguen los errores de los políticos que nos tienen secuestrados, es el rescate que nos imponen los que han vivido bien a nuestra costa durante los últimos ocho años del duerno público, donde comen todos los cerdos que nos han hundido.
Señor Rajoy, por favor, váyase, hágalo con diginidad, aún está a tiempo; si no va a hacer nada más que asfixiar a los españoles para salvar a la casta política que le ha elegido como verdugo, y conservar a los 600.000 colocados, parásitos en las administraciones públicas, que le dejó Zapatero, sin realizar ninguna reforma solvente y resolutiva que reduzca el nivel del gasto del Estado, autonomías, ayuntamientos y empresas públicas, mejor se va, antes de que sea usted declarado persona non grata por el pueblo español. Una retirada a tiempo es una futura victoria. Su proyecto, el que fuera, ha caducado sin haberse iniciado, ya ha agotado usted toda la credibilidad y nunca tuvo mucha. Así que haga un favor a este país y a usted mismo: ¡váyase!
Enrique Suárez
El problema de Mariano Rajoy es el “piñón fijo” de aquel que no sabe tomar decisiones sin consultar hasta con Rita la Cantaora y cien comisiones , la ausencia de autoridad que raya en la castración decisoria y el tancredismo que caracteriza su biografía. Un personaje que fue capaz de esperar ocho años a que Zapatero hundiera España sin decir ni esta boca es mía, para que no le llamaran facha, no puede reunir las condiciones para sacar a esta nación de la crisis económica más grave de su historia, que puede hacer zozobrar incluso la fortaleza de la economía alemana que sostiene hoy el euro.
Como dice el profesor Centeno, España ya no puede financiarse por sí misma a los tipos de interés que nos imponen los mercados. La hecatombe ocurrirá en octubre cuando haya que buscar 60.000 millones de euros para sufragar los intereses de la deuda pública que nos han adquirido los políticos de la casta que decían representarnos.
Nuestro mayor problema no es la prima de riesgo, sino el riesgo de seguir haciendo el primo como nos ocurrió con Zapatero, porque no resolver los problemas que tenemos significa agravarlos. Cada día que no se arreglan los problemas van subiendo más los intereses que tenemos que pagar por la deuda y el volumen total de deuda que tenemos que devolver, además, el ultimatum de la realidad nos indica que no podremos financiarnos a niveles insostenibles más allá de un par de semanas.
¿Qué ocurrirá después?, pues posiblemente que la Unión Europea nos ofrezca un par de alternativas, seguir en el euro en condiciones similares a las aplicadas a los griegos o que nos salgamos de la moneda común paulatinamente para no distorsionar el futuro de la unión económica europea. La cuestión está clara, Rajoy no se ha enterado que tenía los pasados siete meses de prórroga para resolver los problemas que acucian a los españoles, al menos encontrar el surco de la razón que nos permitiera salir del hoyo, pero lo único que se le ha ocurrido es esperar a que Europa tomara decisiones y viniera en nuestra ayuda mientras maquillaba de catástrofe los recortes y las mermas en nuestro bienestar. Con esa inteligencia que le caracteriza, para generar la riqueza que necesitamos que permita resolver los problemas que tenemos, lo único que se le ha ocurrido es empobrecernos aún más, hasta esquilmarnos, pero sin reducir el Estado caótico que nos legó su predecesor.
Que los españoles paguen los errores de los políticos que nos tienen secuestrados, es el rescate que nos imponen los que han vivido bien a nuestra costa durante los últimos ocho años del duerno público, donde comen todos los cerdos que nos han hundido.
Señor Rajoy, por favor, váyase, hágalo con diginidad, aún está a tiempo; si no va a hacer nada más que asfixiar a los españoles para salvar a la casta política que le ha elegido como verdugo, y conservar a los 600.000 colocados, parásitos en las administraciones públicas, que le dejó Zapatero, sin realizar ninguna reforma solvente y resolutiva que reduzca el nivel del gasto del Estado, autonomías, ayuntamientos y empresas públicas, mejor se va, antes de que sea usted declarado persona non grata por el pueblo español. Una retirada a tiempo es una futura victoria. Su proyecto, el que fuera, ha caducado sin haberse iniciado, ya ha agotado usted toda la credibilidad y nunca tuvo mucha. Así que haga un favor a este país y a usted mismo: ¡váyase!
Enrique Suárez