En términos efectivos, el empleo de un país, más que por su
tasa de paro, o su población activa, se mide por un dato que no aparece
habitualmente en los medios: LA TASA DE ACTIVIDAD, que es la población laboral
que puede absorber el país. Esta población es la que crea el PIB del Estado, la
mano de obra efectiva y real para las condiciones de ese país (Datos INE).
Actualmente la tasa de actividad en España es del 59,43 %,
que se ha mantenido constante a lo largo de toda la crisis desde el año 2008;
durante ese periodo el rango entre la cifra más baja y la más elevada ha sido
de: 59,35-60,15, quiere esto decir que en España durante toda la crisis ha
trabajado aproximadamente un 60 % de la
población.
El 60 % de la población activa es lo que puede emplear
nuestro país y a pesar de los cambios económicos que han creado una cifra que
ronda los 6 millones de parados, la cifra de actividad laboral se ha mantenido
constante.
En realidad, esta cifra oculta un dato importante, y es el crecimiento de la proporción de empleados públicos sobre empleados totales. Si en los últimos diez años se ha producido un desempleo que ha llegado hasta el 26 % de la población activa, esto no ha ocurrido en la población correspondiente a los empleados públicos, que han ido creciendo en proporción, hasta una cifra próxima al 18 % de todos los trabajadores de este país, creciendo durante los últimos diez años un 25 %, mientras los empleos generales se reducían en un 25 %.
En realidad, esta cifra oculta un dato importante, y es el crecimiento de la proporción de empleados públicos sobre empleados totales. Si en los últimos diez años se ha producido un desempleo que ha llegado hasta el 26 % de la población activa, esto no ha ocurrido en la población correspondiente a los empleados públicos, que han ido creciendo en proporción, hasta una cifra próxima al 18 % de todos los trabajadores de este país, creciendo durante los últimos diez años un 25 %, mientras los empleos generales se reducían en un 25 %.
Actualmente tenemos en España alrededor de 3 millones de
empleados públicos y una población activa según EPA de 17,1 millones. Si en
España siguiéramos la misma ratio de empleados públicos por población activa
que en la UE 27, que es de un 8,5 %, para la población activa total que hay en
España nos corresponderían aproximadamente 1,5 millones de empleados públicos
(la mitad de los que tenemos actualmente), y si el empleo público hubiera
seguid la misma tendencia que el empleo general en los últimos diez años, es
decir, reducirse un 25 % y no aumentar un 25 %, tendría que quitarse un 50 % a
los 3 millones actuales, con lo que tendríamos también 1,5 millones si el
empleo público siguiera la misma tendencia que el empleo general. De ahí el
corolario que se extrae de esta condición: en España necesitamos dos
trabajadores públicos para hacer lo mismo que en Alemania hace uno solo.
El desequilibro laboral en España proviene precisamente del
exceso de empleados públicos que no nos corresponden a la población activa que
tenemos, aproximadamente 1,5 millones, con en una estimación del gasto que
suponen este se elevaría a 75.000 millones de euros, que prácticamente es el
déficit del Estado, que no ha bajado de esa cantidad durante los últimos siete
años. El déficit del Estado nos lleva al endeudamiento de unos 100.000 millones
de euros por año, que no ha cesado tampoco durante los últimos siete años.
Pero también con el agravante de que ese dinero dedicado a la creación de riqueza y la inversión pública, en vez de al mantenimiento de una desmesurada burocracia, permitiría que nuestro país saliera más deprisa de la crisis, y por tanto, se resolvería mucho más deprisa el problema del paro. En realidad, la política mantenida por los gobiernos de Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy no sólo no se ocupa de resolver el problema de los parados de este páis, sino que los condena a permanecer eternamente en el paro, porque la economía española, con el lastre innecesario de empleados públicos, difícilmente podra crecer en las dos próximas décadas.
Pero también con el agravante de que ese dinero dedicado a la creación de riqueza y la inversión pública, en vez de al mantenimiento de una desmesurada burocracia, permitiría que nuestro país saliera más deprisa de la crisis, y por tanto, se resolvería mucho más deprisa el problema del paro. En realidad, la política mantenida por los gobiernos de Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy no sólo no se ocupa de resolver el problema de los parados de este páis, sino que los condena a permanecer eternamente en el paro, porque la economía española, con el lastre innecesario de empleados públicos, difícilmente podra crecer en las dos próximas décadas.
Como la recaudación ha disminuido a pesar de que en España
pagamos una da las cuotas más elevadas de impuestos de Europa, resulta que
mientras tengamos el excedente de empleados públicos en relación a lo
que nos correspondería en términos europeos por nuestra población activa real,
el déficit seguirá creciendo cada año al igual que la deuda, y posiblemente los impuestos.
La solución sería incrementar la población activa ¿y cuánto
tendría que incrementarse para poder permitirnos en este país los 3 millones de
empleados públicos que tenemos?, pues es fácil de calcular por una simple regla
de tres, tendríamos que tener en proporción a otros países europeos un 8,5 %
(cuando tenemos cerca del 18 %, el doble), es decir necesitaríamos tener una
población activa de 35,3 millones de trabajadores (Alemania tiene 42 millones
con más del doble de población).
La burbuja de empleo público tendrá que estallar más pronto
que tarde en España, porque no puede mantenerse asfixiado un país con los
impuestos más elevados de Europa para concedernos un número de empleados
públicos que no nos podemos permitir y cuanto más tarde en estallar, más problemas
de endeudamiento tendremos y más puestos de trabajo se seguirán destruyendo en
el sector no público, además de arriesgarnos a entrar en una espiral de
deflación que puede durar 25 años, como la que vive actualmente Japón.
No es cierto que los problemas de la crisis no tengan
solución, la crisis se está manteniendo con conocimiento de causa por parte del
Gobierno, asfixiando cada día más a los españoles, a todos los españoles,
también a los empleados públicos, con tal de mantener una estructura burocrática
del Estado con un excedente que en su mayoría proviene de las autonomías y en
un número importante, han sido colocados por motivos políticos, más que por
motivos necesarios. Aunque la administración central del Estado y las entidades municipales, también contribuyen al excedente, lo hacen en menor proporción.
Es el excedente laboral autonómico el que nos está arruinando a todos.
Es el excedente laboral autonómico el que nos está arruinando a todos.
Enrique Suárez