Los seguidores del PP son unos pardillos, no unos “hijos de puta” –feliciten a Maruja Torres, a la que han concedido el Nadal por los servicios prestados-, no unos “tontos de los cojones” – y a Pedro Crespo, que sigue presidiendo la Federación de Municipios, a pesar de todo- y a Rosa Díez, que ha descubierto, finalmente, la ventaja electoral que supone defender España desde el socialismo, logrando para su partido en las últimas encuestas 400.000 votos, que habían apoyado al PP en su día.
No se acaba de enterar de que va el asunto Mariano Rajoy, o si se ha enterado, ha preferido transigir porque piensa que no puede hacer nada para cambiar las cosas, y espera a que el cadáver político del PSOE con Zapatero –y el pañuelo palestino al cuello-, pase ante su puerta con el cortejo de los 3.128.963 inscritos en el INEM acompañándolo
Se piensan los del PP que están jugando al ajedrez en un tablero normal y que su contrincante va a respetar las reglas del juego. Pobres Pardillos, no saben con quien se juegan los votos en las contiendas electorales. Y no acaban de percatarse que la causa de sus persistentes fracasos electorales proviene exclusivamente del control de los medios de comunicación por parte del PSOE.
La batalla del PP está en lograr que la opinión pública vea como algo normal votar al PP, no algo rijoso, entre la adoración al incorrupto brazo de Santa Teresa y la glorificación de los Tercios de Flandes, que es lo que ha conseguido dejar al descuido el PSOE en el imaginario colectivo: “votar al PP, hay que ser facha”.
El problema más grave del PP no son las baronías, ni la escasa infraestructura, ni el contestado liderazgo de Rajoy y su trouppe de perdedores esperanzados. No, el único problema del PP es que todavía piensa que con la razón se pueden ganar unas elecciones, que con la verdad por delante se puede llegar muy lejos, su excesiva confianza en la ecuanimidad de los electores españoles.
Nada de eso, ni mucho menos. Aquí, los que votan al PSOE, en buena medida lo hacen porque esperan sacar algo más que si votan al PP. Y ahí tenemos a Zapatero produciendo más parados que nadie en la historia democrática de España, negando la crisis, y con un discurso políticamente plano y “buenista” llevarse el gato al agua, una y otra vez.
Unas pequeñas recomendaciones para ganar las próximas elecciones:
Zapatero no es una víctima del poder, ni mucho menos, es precisamente quien controla el poder en todas sus formas. Cada parado nuevo –un millón en este año-, cada plazo de hipoteca sin pagar, cada fracaso escolar, cada paciente que no recibe la atención adecuada, cada problema jurídico no resuelto; cada inmigrante sin recursos, cada ciudadano que engrosa las listas de la pobreza (20 %), cada chorrada de ministros y ministras, y cada pelotazo, dispendio o exabrupto de los socialistas españoles, son de su exclusiva responsabilidad.
La política adolescente de Zapatero se ha acabado, la irresponsabilidad de gastarse el futuro de los españoles en maquillar el presente está caducada, no se puede permitir que alguien con tan poca capacidad demostrada siga gobernando un país de 45 millones de personas, y que el principal partido de la oposición no de pruebas claras y precisas de cómo hacerlo manifiestamente público. De eso sí es responsable único Rajoy, responsable de que Zapatero se salga con la suya gracias a su procrastinación, negligencia y desidia.
Biante de Priena
No se acaba de enterar de que va el asunto Mariano Rajoy, o si se ha enterado, ha preferido transigir porque piensa que no puede hacer nada para cambiar las cosas, y espera a que el cadáver político del PSOE con Zapatero –y el pañuelo palestino al cuello-, pase ante su puerta con el cortejo de los 3.128.963 inscritos en el INEM acompañándolo
Se piensan los del PP que están jugando al ajedrez en un tablero normal y que su contrincante va a respetar las reglas del juego. Pobres Pardillos, no saben con quien se juegan los votos en las contiendas electorales. Y no acaban de percatarse que la causa de sus persistentes fracasos electorales proviene exclusivamente del control de los medios de comunicación por parte del PSOE.
La batalla del PP está en lograr que la opinión pública vea como algo normal votar al PP, no algo rijoso, entre la adoración al incorrupto brazo de Santa Teresa y la glorificación de los Tercios de Flandes, que es lo que ha conseguido dejar al descuido el PSOE en el imaginario colectivo: “votar al PP, hay que ser facha”.
El problema más grave del PP no son las baronías, ni la escasa infraestructura, ni el contestado liderazgo de Rajoy y su trouppe de perdedores esperanzados. No, el único problema del PP es que todavía piensa que con la razón se pueden ganar unas elecciones, que con la verdad por delante se puede llegar muy lejos, su excesiva confianza en la ecuanimidad de los electores españoles.
Nada de eso, ni mucho menos. Aquí, los que votan al PSOE, en buena medida lo hacen porque esperan sacar algo más que si votan al PP. Y ahí tenemos a Zapatero produciendo más parados que nadie en la historia democrática de España, negando la crisis, y con un discurso políticamente plano y “buenista” llevarse el gato al agua, una y otra vez.
Unas pequeñas recomendaciones para ganar las próximas elecciones:
1) Denunciar, denunciar y denunciar, todas las tropelías que están haciendo los políticos del PSOE en todos los escenarios de gestión a los que han accedido, esencialmente en los servicios públicos: educación, sanidad, bienestar, dependencia, justicia.
2) Una campaña mediática ininterrumpida en la que se muestre que definitivamente cuando un ciudadano cobra 12.000 euros por un informe inexistente está estafando a todos los ciudadanos. En la que se muestre inexorablemente hasta que punto se ha convertido en un negocio personal y de promoción social la participación en política de muchos socialistas.
3) Pero también una campaña positiva, en la que se vea que la auténtica modernidad está en votar al PP y no al progresismo caducado que representan Zapatero y los suyos, que han convertido en Estado Providencia a nuestro país, especialmente para ellos, por supuesto.
4) También el PP tiene que definir su espacio ideológico, quizás lo más importante, y este debe consistir en una proclamación permanente de los valores humanos individuales frente a los valores sociales que promueve el PSOE, en los que se conceden privilegios injustamente a todos los afines, frente a los que realmente se lo merecen.
5) Y por último, en una época en que la comunicación es prácticamente universal crear un gabinete de propaganda, que al menos pueda competir con el del PSOE. La batalla por el poder se hará ante los medios de comunicación. Y aquí romperé una lanza por Rajoy, tal vez la última, por que tiene recursos suficientes para apabullar a Zapatero, pero debe saber hacerlo sin dejar a Zapatero como una víctima, que es el terreno en el que mejor se mueve el Presidente español. Por eso le importa bien poco, lo de los tres millones de parados, la crisis y los diversos problemas de los españoles, fundamentalmente porque juega perfectamente el papel de ser uno más, terriblemente apesadumbrado por lo que ocurre, cuando en realidad, es el Presidente de Gobierno que nos ha llevado al fracaso o no ha sido capaz de evitarlo, el máximo responsable de lo que está ocurriendo en España, que a este paso, se va a salir de rositas
Zapatero no es una víctima del poder, ni mucho menos, es precisamente quien controla el poder en todas sus formas. Cada parado nuevo –un millón en este año-, cada plazo de hipoteca sin pagar, cada fracaso escolar, cada paciente que no recibe la atención adecuada, cada problema jurídico no resuelto; cada inmigrante sin recursos, cada ciudadano que engrosa las listas de la pobreza (20 %), cada chorrada de ministros y ministras, y cada pelotazo, dispendio o exabrupto de los socialistas españoles, son de su exclusiva responsabilidad.
La política adolescente de Zapatero se ha acabado, la irresponsabilidad de gastarse el futuro de los españoles en maquillar el presente está caducada, no se puede permitir que alguien con tan poca capacidad demostrada siga gobernando un país de 45 millones de personas, y que el principal partido de la oposición no de pruebas claras y precisas de cómo hacerlo manifiestamente público. De eso sí es responsable único Rajoy, responsable de que Zapatero se salga con la suya gracias a su procrastinación, negligencia y desidia.
Biante de Priena