Hay pocas diferencias entre los sindicalistas de UGT y CCOO y los talibanes islámicos de Al Qaeda, todos ellos se guían por principios dogmáticos para ejercer su tiranía, unos fundamentándose en las enseñanzas del Islam según su interpretación y otros recreándose en la éxegesis del marxismo. Ver un piquete de liberados sindicales en acción es una de las experiencias que más nos pueden aproximar a la forma de actuar los talibanes con aquellos que no comparten sus ideas. Hoy mismo, Cándido Méndez a denunciado a Esperanza Aguirre por reducir 2000 liberados sindicales en Madrid que nos cuestan 77 millones de euros al año.
El sindicalismo de clase está agotado en España, fundamentalmente por su participación activa y silenciosa en la creación de más de tres millones de nuevos parados (sumando todos los que buscan trabajo) en connivencia con el Gobierno del PSOE de Rodríguez Zapatero.
UGT y CCOO que en los últimos seis años han perdido aproximadamente 300.000 afiliados saben que se la juegan en la próxima Huelga General que han convocado para limpiar su deteriorada imagen de explotación de los parados, por medio de su conservación en los rediles sindicales en los que les ofrecen todos los cursos que permitan sacarse un sobresueldo a los liberados y contratar a los hijos y nietos de los que mandan.
El sindicalismo de clase no pacta con los Gobiernos, no dejando parados en el camino, que son como la carne de cañón de recibir los beneficios que les procura el Gobierno porque permanezcan callados. La huelga general va a ser un fracaso, entre otras razones porque está hecha contra los empresarios y no contra el Gobierno.
Parece mentira que gente tan ignorante como los talibanes Méndez y Toxo sigan tratando de convencer a los españoles de que son ellos quienes defienden a los trabajadores como una clase homogénea. Los sindicatos solamente defienden los intereses de sus patrocinados liberados, son una organización mafiosa que juega con el trabajo de la gente para seguir viviendo en el privilegio de los brazos cruzados.
No se han enterado todavía estos talibanes de que España es además de el país avanzado con más paro del mundo (20,3 %), el lugar donde la productividad laboral es una de las más bajas de Europa, y que esta crece a menos de la mitad del ritmo que otros países vecinos. No se han enterado de que el World Economic Forum ha señalado que España ha pasado en competitividad del puesto 23 en el año 2003, al 42 del mundo en el año 2009. Y esto a pesar de que en España hay un 13 % de población inmigrante, que multiplica por dos a la población autóctona, y tiene entre el doble y el triple de productividad que los españoles oriundos.
Recientemente el Fondo Económico Internacional ha denunciado que la estructura laboral existente en España es más apropiada para países del tercer mundo que para un país europeo. La mayoría de los organismos internacionales independientes han considerado que la estructura laboral en España es el elemento que más está perjudicando a nuestra salida de la crisis económica.
Sin embargo, a estos lumbreras que dirigen los sindicatos, no se les ocurre más que promover una Huelga General contra la creación de empleo y las reformas imprescindibles del mercado laboral si queremos continuar siendo un país de la Unión Europea, perdonándole los errores al gobierno del PSOE, que es gracias a su tremenda ineptitud e incapacidad el principal causante del incremento del paro en este país a cifras absolutas jamás alcanzadas.
Para resolver los problemas que tenemos los españoles no se les ha ocurrido otra cosa que inventar “la sharia laboral”, que es la ley sagrada que pemite que unos sindicalistas vivan como señores de la aristocracia laboral, mientras que el país va camino de los cinco millones de parados.
La huelga general va a ser un estrepitoso fracaso, nos vamos a hartar escuchando a los del gobierno del PSOE promoverla, diciendo que los derechos sindicales son fundamentales y que respetan aunque no comparten la convocatoria de paro general de los sindicatos. ¿Pero cómo se puede ser tan mentecatos para querer convencer a los que han perdido el trabajo gracias a la cohesión de gobierno-sindicatos de clase de que la protesta es imprescindible?. No sé, pero sería lo mismo que convencer a los parados de que están sin trabajo porque realmente no quieren trabajar, y no por qué gracias a los sindicatos talibanes y el gobierno fundamentalista han eliminado con su opresión devastadora la creación de empleo, asfixiando la economía, dilapidando los recursos públicos, y convirtiendo en absolutamente dependiente a una población de desempleados que amenaza con cargarse toda la estructura económica del país si no se pone remedio, y todo ello, mientras los países de nuestro entorno económico ya están reduciendo el paro y mejorando sin prisa pero sin pausa, su economía, mientras aquí todavía no sabemos siquiera la profundidad del abismo en el que estamos, gracias entre otras cosas a “la sharia laboral” y los talibanes de los sindicatos.
Biante de Priena
El sindicalismo de clase está agotado en España, fundamentalmente por su participación activa y silenciosa en la creación de más de tres millones de nuevos parados (sumando todos los que buscan trabajo) en connivencia con el Gobierno del PSOE de Rodríguez Zapatero.
UGT y CCOO que en los últimos seis años han perdido aproximadamente 300.000 afiliados saben que se la juegan en la próxima Huelga General que han convocado para limpiar su deteriorada imagen de explotación de los parados, por medio de su conservación en los rediles sindicales en los que les ofrecen todos los cursos que permitan sacarse un sobresueldo a los liberados y contratar a los hijos y nietos de los que mandan.
El sindicalismo de clase no pacta con los Gobiernos, no dejando parados en el camino, que son como la carne de cañón de recibir los beneficios que les procura el Gobierno porque permanezcan callados. La huelga general va a ser un fracaso, entre otras razones porque está hecha contra los empresarios y no contra el Gobierno.
Parece mentira que gente tan ignorante como los talibanes Méndez y Toxo sigan tratando de convencer a los españoles de que son ellos quienes defienden a los trabajadores como una clase homogénea. Los sindicatos solamente defienden los intereses de sus patrocinados liberados, son una organización mafiosa que juega con el trabajo de la gente para seguir viviendo en el privilegio de los brazos cruzados.
No se han enterado todavía estos talibanes de que España es además de el país avanzado con más paro del mundo (20,3 %), el lugar donde la productividad laboral es una de las más bajas de Europa, y que esta crece a menos de la mitad del ritmo que otros países vecinos. No se han enterado de que el World Economic Forum ha señalado que España ha pasado en competitividad del puesto 23 en el año 2003, al 42 del mundo en el año 2009. Y esto a pesar de que en España hay un 13 % de población inmigrante, que multiplica por dos a la población autóctona, y tiene entre el doble y el triple de productividad que los españoles oriundos.
Recientemente el Fondo Económico Internacional ha denunciado que la estructura laboral existente en España es más apropiada para países del tercer mundo que para un país europeo. La mayoría de los organismos internacionales independientes han considerado que la estructura laboral en España es el elemento que más está perjudicando a nuestra salida de la crisis económica.
Sin embargo, a estos lumbreras que dirigen los sindicatos, no se les ocurre más que promover una Huelga General contra la creación de empleo y las reformas imprescindibles del mercado laboral si queremos continuar siendo un país de la Unión Europea, perdonándole los errores al gobierno del PSOE, que es gracias a su tremenda ineptitud e incapacidad el principal causante del incremento del paro en este país a cifras absolutas jamás alcanzadas.
Para resolver los problemas que tenemos los españoles no se les ha ocurrido otra cosa que inventar “la sharia laboral”, que es la ley sagrada que pemite que unos sindicalistas vivan como señores de la aristocracia laboral, mientras que el país va camino de los cinco millones de parados.
La huelga general va a ser un estrepitoso fracaso, nos vamos a hartar escuchando a los del gobierno del PSOE promoverla, diciendo que los derechos sindicales son fundamentales y que respetan aunque no comparten la convocatoria de paro general de los sindicatos. ¿Pero cómo se puede ser tan mentecatos para querer convencer a los que han perdido el trabajo gracias a la cohesión de gobierno-sindicatos de clase de que la protesta es imprescindible?. No sé, pero sería lo mismo que convencer a los parados de que están sin trabajo porque realmente no quieren trabajar, y no por qué gracias a los sindicatos talibanes y el gobierno fundamentalista han eliminado con su opresión devastadora la creación de empleo, asfixiando la economía, dilapidando los recursos públicos, y convirtiendo en absolutamente dependiente a una población de desempleados que amenaza con cargarse toda la estructura económica del país si no se pone remedio, y todo ello, mientras los países de nuestro entorno económico ya están reduciendo el paro y mejorando sin prisa pero sin pausa, su economía, mientras aquí todavía no sabemos siquiera la profundidad del abismo en el que estamos, gracias entre otras cosas a “la sharia laboral” y los talibanes de los sindicatos.
Biante de Priena