Europa es el problema, no la solución
Realmente tiene razón el Profesor Gustavo Bueno,
cuando dice que le extraña que nadie haya planteado que España abandone la
Unión Europea. Se podría añadir que la estructura mental de los
españoles, además de la del Estado y la sociedad española no encaja muy bien
con las pretensiones de los que dictan las políticas en Europa. Sin embargo, la
que si encaja es la de los gobernantes y los políticos de la oposición en este
país, la de los sindicatos y la de todas las organizaciones e instituciones en
la que sus miembros viven de la política, sin sufrir las inclemencias y
las estridencias que recaen sobre los sufridos ciudadanos españoles.
Tiene razón el profesor, resulta sorprendente que la
casta política española se ciña a las directrices comunitarias antes que a las
crecientes protestas y manifestaciones de los ciudadanos contra las
políticas de austeridad, que tienen como único objetivo seguir empobreciendo a
los españoles, con el único objetivo de pagar la deuda acumulada por los
políticos, y aquí hay que repartir las responsabilidades entre los del PSOE y
el PP en la parte proporcional que les corresponde.
No se puede olvidar la égida criminal de Zapatero,
que elevó la deuda pública al doble en su último gobierno, hasta donde no
pudiéramos hacer frente los españoles sin asfixiarnos, exclusivamente para
perpetuarse en el poder y que no se notaran los desmadres de sus desquiciadas
políticas, los seis millones de parados, los siete millones de inmigrantes, el
crecimiento del Estado con más de 600.000 empleados públicos –muchos de ellos
por enchufe como en el caso de Andalucía-, el défict del 10 %, los tres
millones de pobres, y el robo continuado por los miembros de su partido al
erario español.
Pero tampoco debemos olvidarnos de las no
soluciones decididas por el PP de Mariano Rajoy, con una subida de
impuestos que no ha cesado desde que llegó al gobierno (tras prometer en las elecciones que no haría tal cosa), con
recortes y hachazos al Estado de Bienestar, con una ayuda a los bancos
quebrados que son la consecuencia de las cajas de ahorros desfalcadas por los
políticos y los sindicatos, y por último, lo más importante de todo, no habiendo
hecho prácticamente nada que haya ayudado a resolver la penosa situación en la
que se encuentran cada día más ciudadanos, ni siquiera una previsión de las
consecuencias y el impacto de su desquiciada deriva sobre los españoles, sobre
las empresas, sobre el empleo, sobre la productividad, la competitividad y el
crecimiento de la riqueza inexistente. Nada
que se pueda recordar en la gestión de Rajoy, que se une al nada que se pueda olvidar de la política de
Zapatero.
Sin embargo, lo más sorprendente es que, a pesar de que
se está atravesando la situación más
difícil de nuestra historia reciente –desde la postguerra- todavía no
haya ningún responsable de lo ocurrido, nadie
ha ido a la cárcel todavía, ni siquiera a los tribunales, salvo cuatro pringaos.
Y esta conducta irresponsable por parte de la casta política no se puede
aceptar por la inmensa mayoría de los españoles, porque además de haber alzado
al poder a los verdugos de su bienestar, se ven sometidos como si fueran
súbditos de otra época, a las descarriadas decisiones políticas de un
atajo de ignorantes e ineptos con ínfulas de convertirse en paradigma de lo
irrefutable. No debe olvidarse, que a pesar de decirnos desde el PSOE
aquello de el dinero público no es de nadie –al final el dinero público
se ha ido a sus bolsillos- y que esto era solo una pequeña desaceleración
–estamos en la mayor crisis de los últimos cincuenta años-, pero todavía nadie
desde el PSOE (y lo que llama aún más la atención, nadie desde el PP lo ha reclamado) ha reconocido los errores
cometidos, el daño que han causado a los españoles, ni ofrecido cuentas de lo
trincado por todos ellos (PSOE-PP), nadie sabe nada, y han sido miles de
millones de euros.
El Fiscal General del Estado se sigue recuperando de la maldita ceguera que le dio el día que juró su cargo y los tribunales españoles no reciben siquiera una propuesta de imputación de todos los mangantes que nos han destrozado el presente a nosotros y el porvenir a nuestros hijos. A los medios de comunicación españoles no se les ha ocurrido, ni siquiera lo han pensado, averiguar quienes han sido los responsables del colapso español.
Los autores intelectuales: de la crisis, del 11-M, de
todo
Dadas las circunstancias, no creo que nada peor pueda ocurrirnos
por mucho que nos vendan toneladas de
miedo desde el poder y los medios, peor que lo que nos han hecho los de la
casta es prácticamente imposible superarlo; pero no descansan mientras urden la
forma de mantenerse impunes, haciendo valer su inmunidad política, para lo que
resulta necesario continuar en Europa, mendigando ayudas que no van a llegar,
para luego echarle la culpa a Europa de nuestros problemas y así quedar eximidos ante los españoles para
siempre. Mantener el actual sistema de corrupción existente en las
políticas y finanzas españolas sólo les conviene a los políticos y afines, a
los medios de comunicación y a los jueces, así como a los financieros
corruptos, no a los ciudadanos españoles. Francia nos está vendiendo su energía
nuclear al tiempo que nos compra mas baratos los productos que exportamos y es
nuestro principal cliente, Alemania se está recapitalizando gratis a costa de
que nosotros paguemos el 6 % por nuestra deuda. Francia y Alemania se están enriqueciendo mientras nosotros
nos estamos empobreciendo.
Europa es un invento de las castas políticas,
para ejercer su tiranía sobre los ciudadanos, y justificar los desmadres de las
castas particulares de los distintos países. En realidad,
esta Europa que beneficia a Alemania y Francia, perjudicando a España, Grecia,
Italia o Portugal (la Europa del Sur), no creo que nos interese a los españoles
demasiado. A los españoles en su conjunto no, pero para la supervivencia de
la casta política en España es indispensable. Lo podemos comprobar en su
actitud de sumisión (al tiempo que ejercen la tiranía sobre los españoles),
porque no se puede apelar a Europa como si se tratara de la Divina
Providenacia, Ángela Merkel fuera su única profeta y François Hollande (el inefáble le llaman), un
querubín de mofletes sonrojados. Europa es la coartada de sus desmadres y
crímenes contra la razón, mantenernos en Europa aparta a los de la casta
política española de los focos deslumbrantes de la realidad que descubre su
desmesura, aunque nos acabe dejando a todos los españoles a oscuras.
Tal vez Aznar no se había equivocado tanto
cuando decidió que España se alineara con el eje anglosajón formado por USA
y Reino Unido, y no con el jacobino francés y estatalista alemán que impone
su voluntad a todos los miembros, mientras los ciudadanos de sus respectivos
paises no sufren las inclemencias que imponen a los ciudadanos de otros países.
Pero claro, para evitar el cambio de posición de España en el mundo y en la
Unión Europea, ocurrió todo aquello del 11-M y el "No" a la
guerra de Irak (pero no a la de Afganistán o Libia), la llegada al poder
de Zapatero y el hundimiento económico, político y social de España gracias a
su delirante aventura, consintiendo un despilfarro continuado e inconcebible en
todos los niveles de la administración.
Del 11-M, seguimos sin saber quienes fueron los autores intelectuales, pero
lo que si sabemos es quienes fueron los que se beneficiaron: la casta política y financiera española, los independentistas, los
mangantes de todos los colores y los que han trincado todo lo que han querido
desde el PP y el PSOE, y que hoy siguen impunes campando por las
institituciones como si nada hubiera ocurrido; los perjudicados hemos sido
todos los españoles, de todas las ideologías y condiciones.
Quizá sea hora de plantearse el viejo axioma jurídico que gravita sobre la
historia reciente de España en relación con la crisis, con el empecinamiento en
mantenernos en Europa aún a costa de empobrecernos sin resolver nuestros
problemas, y también con el 11-M más todas las consecuencias nefastas y
nefandas que han acontecido en este país desde aquellas fechas: Cui
prodest scelus, is fecit (aquel que se benefició del crimen, lo ha cometido)
Enrique Suárez