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jueves, 27 de septiembre de 2007
Editorial
La Nación demolida por el Estado tunelador
Desde la época del Rey "felón" Fernando VII, España no había conocido una situación similar. En aquellos momentos se urdió la más vil traición que ha sufrido nuestro país en su historia, cometida por una camarilla monárquica y los arrimados oportunistas del Antiguo Régimen.
Y aquella afrenta, no había sido superada hasta la llegada de la banda organizada de delincuentes políticos en que se ha convertido el actual PSOE. La felonía de Tigrekan (apodo dedicado al tatarabuelo del actual monarca por su admiración de las tiranías asíaticas), jamás había sido sobrepasada hasta la llegada al Gobierno de ZP.
El partido de los traidores a la Nación, con su secretario general a la cabeza, (nuestro presidente), está destrozando la estructura social de convivencia en nuestro país, despreciando impunemente las conquistas políticas de los españoles. La Igualdad, la Libertad y el imperio de la Ley democrática, todo ello consagrado en nuestra Constitución, que está siendo permanentemente violada por este grupo de enemigos de España, ante la mirada permisiva del otro gran partido nacional, el PP, que se limita a cubrir el expediente.
Con el derrumbamiento provocado del marco convivencial que conforma nuestro Estado de Derecho, deja de tener sentido cualquier acto político, devieniendo en pura propaganda; los actos políticos tienen entonces la única finalidad de buscar el triunfo electoral de los participantes en el desmoronamiento, la destrucción paulatina de la arquitectura nacional, ante la indiferencia y la abstención de los ciudadanos.
Arrasar lo que somos, permitirá construir en el solar donde se acumulen los escombros de España, unos estaditos decadentes y opresivos, unas satrapías regionales, unos reinos de caciques locales, desvinculados de la nación española y su Constititución.
Señores del PP, nos estamos dirigiendo hacia un nuevo precipicio histórico; déjense de propaganda y desalojen con hechos a los felones de la Moncloa. Si no lo hacen, pronto serán considerados por la mayoría de los españoles, como cómplices necesarios del pacifista por accidente.
Ciudadanos en la Red
Desde la época del Rey "felón" Fernando VII, España no había conocido una situación similar. En aquellos momentos se urdió la más vil traición que ha sufrido nuestro país en su historia, cometida por una camarilla monárquica y los arrimados oportunistas del Antiguo Régimen.
Y aquella afrenta, no había sido superada hasta la llegada de la banda organizada de delincuentes políticos en que se ha convertido el actual PSOE. La felonía de Tigrekan (apodo dedicado al tatarabuelo del actual monarca por su admiración de las tiranías asíaticas), jamás había sido sobrepasada hasta la llegada al Gobierno de ZP.
El partido de los traidores a la Nación, con su secretario general a la cabeza, (nuestro presidente), está destrozando la estructura social de convivencia en nuestro país, despreciando impunemente las conquistas políticas de los españoles. La Igualdad, la Libertad y el imperio de la Ley democrática, todo ello consagrado en nuestra Constitución, que está siendo permanentemente violada por este grupo de enemigos de España, ante la mirada permisiva del otro gran partido nacional, el PP, que se limita a cubrir el expediente.
Con el derrumbamiento provocado del marco convivencial que conforma nuestro Estado de Derecho, deja de tener sentido cualquier acto político, devieniendo en pura propaganda; los actos políticos tienen entonces la única finalidad de buscar el triunfo electoral de los participantes en el desmoronamiento, la destrucción paulatina de la arquitectura nacional, ante la indiferencia y la abstención de los ciudadanos.
Arrasar lo que somos, permitirá construir en el solar donde se acumulen los escombros de España, unos estaditos decadentes y opresivos, unas satrapías regionales, unos reinos de caciques locales, desvinculados de la nación española y su Constititución.
Señores del PP, nos estamos dirigiendo hacia un nuevo precipicio histórico; déjense de propaganda y desalojen con hechos a los felones de la Moncloa. Si no lo hacen, pronto serán considerados por la mayoría de los españoles, como cómplices necesarios del pacifista por accidente.
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