“La
iconoclasia política es una magnífica actividad para los tiempos difíciles que vivimos, cuando los
pedestales del poder se han llenado de miserables” Enrique Suárez
Desde
hace mucho tiempo vengo considerando, en las enseñanzas de George Santayana,
que es necesario distinguir entre las cosas del poder y las de la
política. Aunque el primero en
advertirnos del enmascaramiento del poder por la política fue Nicola
Maquiavelo, sin duda fue el sociólogo Max Weber el que nos lo mostró con más
claridad y posiblemente Czeslaw Milosz, Albert Camus y Jean François Revel los
que apuntillaron la cuestión definitivamente.
Al
contrario de lo que se suele pensar desde el sentido común, la política es,
precisamente, la ocultación del poder, lo que se ve nada tiene que ver con lo
que no se ve, aunque como Frédéric
Bastiat nos enseñó, cuando los cristales de un pueblo o vecindario
aparecen rotos, hay que sospechar
que el cristalero más próximo
está tras el desaguisado, al fin y al cabo, es el más beneficiado del
estropicio. En España hay demasiados cristales rotos para no inducir que algún
cristalero o cristalera anda detrás de la proeza y espera recoger los
beneficios.
Durante
las últimas elecciones europeas han acontecido diversos episodios dignos de
reseña. El fundamental, la abstención diferencial que han recibido los
principales partidos de poder de este país, el PSOE y el PP, que han perdido un
40 % de sus apoyos (5.2 millones de votos con respecto a las elecciones de
2009, 2,6 millones el PP y 2,6 millones el PSOE). Los del PP seguramente se han ido en su mayoría a la abstención,
y posiblemente medio millón se han ido a ido a UPyD, Ciutadans y Vox, por el
contrario los del PSOE han cambiado de partido en su mayoría, alrededor de
300.000 se han ido a UPyD, 100.000 a partidos nacionalistas, 100.000 a
Ciudadanos, 200.000 a IU y posiblemente cerca del millón al partido de Pablo
Iglesias, que coincide en su nombre con el fundador del PSOE. Es fácil de
averiguar esta traslación de votos, porque la Izquierda Plural ha obtenido
aproximadamente los resultados que indicaban las encuestas y el voto comunista
es muy estable a lo largo del tiempo.
La
guardia pretoriana mediática de Zapatero
Salvo
algunos casos personalizados como Ruiz Mateos o Jesús Gil, que formaron parte
del folclore populista nacional, jamás un partido creado en cuatro meses había
logrado dar el salto desde la política a la representación en este país, al
contrario, muchos en cuatro meses se vinieron abajo, como la UCD que pasó de
gobernar a tener doce escaños, incluyendo al CDS de Suárez tras haber sido
Presidente de Gobierno. Sin duda, la clave de que estas cosas ocurran no está
tanto en el cambio de opinión de la gente, sino en la manipulación de la
opinión pública desde los medios de comunicación.
Barroso - Roures - Iglesias
Los
medios de comunicación tienen una importancia crucial en este país,
fundamentalmente tras la debacle organizada por Zapatero cuando decidió acabar
con El País y el grupo Prisa que hoy se encuentra en quiebra técnica, para
conceder a nuevos grupos mediáticos, concesiones y licencias para modular la
opinión pública española en su propio interés, creando una información adecuada
para cumplir con la frase de Alfonso Guerra de que a España no la iba a
reconocer ni la madre que la parió. Hoy se puede decir que los que perseguían
ese propósito lo han logrado, un billón de euros de deuda pública y seis
millones de parados son los mejores testigos, y por si fuera poco, el
torbellino de las cejas, también ha dejado a su partido, el PSOE, que no lo
reconocería ni Pablo Iglesias, su fundador, a distinguir de su verdugo del
mismo nombre.
Esta
operación de trasvase de poder mediático estuvo capitaneada por algunas
personas que formaron parte de la guardia pretoriana mediática de José Luis
Rodríguez Zapatero, entre ellas el marido de Carme Chacón, Miguel Barroso, que
fue secretario de Comunicación en su Gobierno, el empresario trotskysta de
MediaPro, Jaume Roures, propietario de La Sexta y en otro tiempo del diario
Público, el asesor de imagen de Zapatero, Jose Miguel Contreras, presidente de
UTECA (organización empresarial de las televisiones privadas) y consejero
delegado de La Sexta, y Antonio García Farreras (marido de Ana Pastor),
director de La Sexta y presentador del programa “Al Rojo Vivo” auténtico
trampolín mediático para el líder de Podemos, Pablo Iglesias.
Según
nos cuenta espía en el congreso, mencionando al periodista José Díaz Herrera,
el asalto al poder se configuró gracias a un crédito de 150 millones de euros
concedido por la quebrada Caixa Cataluña, dirigida por el socialista Narcis
Serra, a instancias de una llamada de José Montilla, al grupo de apoyo
mediático concebido por Zapatero.
Nunca sabremos cuanto dinero público se
llevaron las Cajas de Ahorros para organizar el poder mediático de la izquierda
en España, porque el Grupo Prisa tenía concedido un crédito de 400 millones de
euros de Bankia, al igual que otros medios afines al PSOE en otras comunidades, a lo que se debe sumar lo que se derivó hacia el PP, los partidos nacionalistas, los sindicatos y la CEOE. Algunos dicen que el desfalco superó los 200.000 millones de euros.
Podemos
hacernos ricos y famosos
Cuando
algún día los ciudadanos de este país conozcan la manipulación que se ha
ejercido sobre ellos, llorarán lágrimas de rabia y venganza. La izquierda caviar, como
alguien con acierto la bautizó, es la sección de poder del PSOE que ha puesto por delante
de cualquier ideología sus propios intereses, bajo una aureola de progresismo y
modernidad. Sin duda, Carme Chacón, aspirante a Secretaria General derrotada
por Rubalcaba y artífice de la debacle del PSC en Cataluña, junto a Josep
Montilla, es la lideresa que aspira a congregar el nacionalismo catalán, con el
socialismo, en una República Federal diseñada a espaldas de los españoles.
Miguel
Barroso, el marido de Carme Chacón, posiblemente sea el muñidor del invento,
que tiene dos vertientes bien claras, debilitar al PSOE hasta vaciarlo de
contenido ideológico para poder configurarlo como un instrumento de poder
equidistante entre el nacionalismo periférico y el estatalismo jacobino, y por
otra parte, crear un instrumento político que a modo de zanahoria tire de los
votos de la izquierda hacia las urnas, para reunirlos en la “lucha final” por
el poder en las próximas elecciones generales.
Si a alguien le ha hecho daño electoralmente el partido de Pablo
Iglesias es al PSOE, pues a IU su
competidor más próximo, lo ha dejado como estaba en las encuestas. Hasta Rosa
Díez, ex militante socialista exclamó que todo esto era un invento populista y
sólo le faltó añadir que era una estrategia diseñada para debilitar el PSOE,
sin duda la mayoría de los votos que le faltan a Rubalcaba se han ido a UPyD
por la moderación y a Podemos, por el radicalismo.
La
vieja estrategia trotskista está en marcha: “caminar separados y golpear
juntos”, nos indica que Podemos no es un partido contra la casta, sino un subproducto creado
por la casta, y en particular por el clan Barroso-Chacón, para crear el
simulacro necesario que permita escorar a la hacia la izquierda y el nacionalismo
el PSOE, que en su día será liderado por Carme Chacón. Prueba de ello es la
dimisión sobre la mesa del secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba
y el del PSC, Pere Navarro.
Si
Podemos ha sido creado desde La Sexta y esta cadena fue una concesión de
Zapatero a sus amigos para derrocar el poder de PRISA, parece que la historia
está suficientemente clara. El PSOE debe refundarse sin prisa, pero sin pausa, y configurarse como "casa común" de la izquierda política española y su rama financiera.
El
mismo equipo que diseñó estratégicamente la imagen de Zapatero como un hombre
de talante que destrozó este país, concediendo a sus amigos los favores y
prebendas que, más tarde nos llevaron al mayor déficit público de la
democracia, el desfalco de las Cajas de Ahorros, la estafa de los EREs, seis
millones de parados, y la mayor deuda pública de nuestra historia, con una
pérdida de un 30 % del poder adquisitivo de los españoles y un retroceso
económicos de 20 años, es el autor más que probable de Pablo Iglesias, como
oferta regeneradora y radical de la izquierda, se junta lo mejor del poder
pasado, con lo mejor del poder futuro, pues en Podemos se encuentran los más
avezados estrategas en manipulación de la información política de este país, de
los que Juan Carlos Monedero, el número dos, es reconocido y reconocible, sobre
todo en la manipulación de la información en las redes sociales y los nuevos
medios de internet.
Carlos
Carnicero, alguien que no es sospechoso de acunar a la derecha, lo expresaba con esta contundencia:
“He publicado mucho sobre Miguel Barroso porque le conozco bien. Es un hombre inteligente y de una enorme ambición. Fue socio –y creo que lo sigue siendo de hecho, aunque probablemente no de derecho- de José Miguel Contreras, el actual presidente de La Sexta. Durante muchos años tuvieron una empresa de análisis y producción audiovisual por la que en muchos casos había que pasar si se querían vender productos en la época de la Televisión Española de Felipe González.”
Luis Gómez, desde El País
definía así la operación Chacón en el PSOE:
“Estos altos cargos del partido se refieren fundamentalmente al círculo de amistades de Zapatero, a gente como Javier de Paz y Miguel Barroso dúo conocido en ciertos círculos del PSOE como “PSOE SA” y que ha tendido una red de influencias e intereses. Se trata de profesionales que, según miembros del anterior Gobierno, ha estado actuando para Moncloa ininterrumpidamente, asesorando a Zapatero por encima de sus ministros y fuera incluso del núcleo duro que, en un momento dado, llegaron a formar Zapatero, Rubalcaba y Blanco. Ellos y sus círculos han tomado posición en torno a Chacón. Y, como afirma un miembro de la actual ejecutiva, “se trata de gente del exterior, que viene de fuera, que no pertenece al partido o estuvo en tiempo y lo dejó, y que tiene ahora unos intereses que no conocemos”.
De regla y cartabón, un PSOE
debilitado necesita un líder carismático, y quien mejor que una ex ministra de
defensa cuya carrera política se hizo en el socialismo catalán, una de las
musas de la égida de Zapatero, que se guarda de competir por el poder en el próximo
Congreso del PSOE, porque sabe de antemano, que ella será la candidata a
Presidenta del Gobierno en las próximas elecciones generales, y que recibirá,
en último extremo, los apoyos de toda la izquierda y los nacionalismos para “modernizar”
España, de tal forma que los mismos de siempre puedan seguir trincando
Dice un amigo mio que en la política española siempre hay que pensar mal, porque te quedarás corto, la perversión es tan enorme que resulta díficil pensar que la ambición que relaciona el poder con el dinero pueda atreverse a tanto. Sólo en un país de creyentes pueden ocurrir estas cosas.
Enrique Suárez