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jueves, 13 de septiembre de 2007

Proposición Ciudadana


El nacimiento de un nuevo partido en este país, donde la paciencia de los electores se ha visto agotada por la partitocracia convencional, es cuando menos, un motivo para la ilusión, pero también para la reflexión, y sobretodo para la prudencia.

Sobre el ideario de Plataforma Pro poco se sabe, aparte de las puntadas con hilo que han ofrecido sus promotores; la no renuncia a al socialismo, su ámbito en la izquierda y la adscripción a la transversalidad (añadiendo que tendrá cabida la derecha no reaccionaria) de Rosa Díez, pasando por las collejas que Martínez Gorriarán ha asestado a Ciutadans por sus renuncias y a Santiago Abascal, diputado del PP en el País Vasco y presidente de Denaes, al que ha comparado con Le Pen, hasta el exabrupto de que España se la suda a Savater, autor de la ética y la política para Amador, dos obras que bien podrían formar parte de una Educación para la Ciudadanía de calidad, sobretodo si se aderezaran con algunas aportaciones de Gustavo Bueno, Marina y Escohotado.

Evidentemente no se me olvida que uno de los elementos fundamentales de la nueva formación política es la lucha contra los nacionalismos, desde el Constitucionalismo, y un planteamiento definido y manifiesto contra el terrorismo de ETA, muy lejos de las posiciones del PSOE de Zapatero, pero también distante, aunque en menor grado, de las propuestas del PP, especialmente el del País Vasco.

No es demasiado, pero sí suficiente para comenzar a hablar de ideología con los promotores de esta nueva alternativa política.

El espíritu del Tívoli

Algunas de las personas que participamos en la edición de este singular blog, así como algunos de los amigos que participan en nuestro foro de forma habitual, tenemos claro desde un principio que el ideario de Plataforma Pro debe partir de algo establecido y concreto.

Nuestra propuesta de partida es el ideario abandonado por Ciutadans en el último congreso, celebrado a primeros de julio en Hospitalet. Este ideario es una joya política para los tiempos actuales, que inexplicablemente ha sido abominado por una asamblea más ocupada de la concentración del poder en manos amigas, que en la construcción y proyección hacia el futuro de la formación política que en estos momentos circunda el cabo de las Tormentas con un capitán exhausto y una mermada tripulación.

El ideario original de Ciutadans es una obra colectiva, que ha sido manifiestamente mejorada por un grupo de trabajo para presentarse en el último congreso de Ciutadans. La formación política que hoy sigue dirigiendo Albert Rivera, y ahora desde la hegemónía, alcanza su momento álgido en lo que se ha venido denominando como Espíritu del Tívoli, instante culminante junto con la presencia pública del 1-N de la formación política en el Parlament catalán con tres diputados.

Precisamente Savater, participó junto a Arcadi Espada, Boadella y otros en aquel acto simbólico. El Espíritu del Tívoli es la representación de la unión de los intelectuales con los ciudadanos en un proceso revolucionario del siglo XXI para promover una alternativa a la realidad política existente, agotada y desvirtuada.

La opción de unidad de fuerzas convergentes pero diversas, se malogró precisamente en el pasado congreso de Ciutadans, por razones pragmáticas, pero se sigue considerando clave entre la gente que formó la candidatura de Regeneración Democrática, junto con los miembros de Alternativa Ciudadana Progresista. Ambas asociaciones han manifestado su volunta de establecer un marco de trabajo compartido con la nueva formación política, denominada provisionalmente como UPD, Unión, Progreso y Democracia.

El germen ideológico del nuevo partido liderado por Rosa Díez, Savater y Gorriarán, no puede prescindir de la labor desarrollada por otros en la misma dirección y sentido, y ese trabajo se encuentra disponible en el ideario original de Ciutadans, y el Espíritu del Tívoli, formando entre ambos elementos, el germen de una alternativa política viable y creible por los ciudadanos.

Ciudadanos en la Red propone

Con todo lo anterior hay suficiente trabajo realizado para comenzar a establecer al menos los canales de reflexión que permitirán la creación de un nuevo ideario para UPD.

Desde Ciudadanos en la Red, queremos también realizar una pequeña aportación, que si bien no contraviene lo establecido por el partido Ciutadans en Bellaterra, es más ambiciosa y clara en su propósito de regeneración de la actividad política en nuestro país.

Entre las personas que frecuentan Ciudadanos en la Red, se consideran claves las siguientas propuestas ideológicas y estratégicas:

1) Respeto y exaltación de la Constitución española como marco unitario de convivencia y desarrollo en nuestro país.

2) Democracia Real y Transparencia Política: superación del proceso de cartelización político-mercantil-mediático que conduce a una democracia aparente, la ausencia de desarrollo, el estancamiento político, y el más de lo mismo.

3) Regeneración de la vida pública en nuestro país, control exhaustivo de las actividades políticas y exposición pública de las gestiones inadecuadas, como mecanismo de limitación del poder de nuestros representantes políticos actuales.

4) Clara apuesta por el transversalismo político, como elemento de cohesión de las fuerzas convergentes en el centro del espacio electoral, en el progreso, y en la búsqueda de nuevas alternativas más próximas a los ciudadanos: socialdemócratas, liberales, centristas, radicales, y no alineados.

5) Soberanismo español sin complejos, paliativos, o cortapisas. Superación de las etapas de chantaje nacionalista a los partidos nacionales. Es necesario concluir con la deconstrucción sinuosa que se está haciendo de la nación española por intereses particulares, que solo benefician a los nacionalismod.

6) Lucha contra el sectarismo en todos los frentes, desde los sectarismos nacionalistas, hasta los políticos, económicos, sociales y culturales. No rotundo a los privilegios sectarios.

7) Énfasis en la libertad, la igualdad, y la diversidad. El Estado debe ser el marco de desarrollo de los derechos constitucionales de los españoles, superando la dispersión actual que solo puede conducir a la desigualdad, la opresión y el estancamiento.

8) Poder Ciudadano: es necesario recortar el poder de los representantes políticos e iniciar su traslación hacia los ciudadanos. Los ciudadanos debemos ejercer una ciudadanía responsable y activa, con un control exhaustivo de las actividades políticas.

9) Racionalismo como método y marco de trabajo. Aplicación de los últimos avances tecnológicos para aproximar las decisiones políticas a los ciudadanos. Reducción de la intermediación política.

10) Gestión política eficaz de los recursos existentes, los políticos deben ser ante todo gestores eficaces de los servicios que se ofertan desde el Estado a los españoles. Hay que erradicar la política del entramado que fundamenta el Estado del Bienestar: educación, trabajo, sanidad, justicia, servicios sociales, vivienda, etc, para imponer la eficacia profesional.

Estas son algunas de las propuestas, o retos que lanzamos al nuevo partido político que se está formando en estos momentos y que nacerá el próximo 28 de septiembre; forman parte de las que traíamos en la mochila muchas de las personas que nos incorporamos ilusionados al proyecto Ciutadans, y que desgraciadamente, no han podido desarrollarse en nuestro partido, por falta de visión política de los que consideraban que el control del partido era más importante que su proyección hacia el futuro.

Ojalá se corrijan los errores cometidos y en un futuro no lejano, Ciutadans vuelva a ser el proyecto abierto que abrió brecha en la inexpugnable fortaleza política que organiza nuestra exasperación cotidiana.



Enrique Suárez Retuerta

Al escudo español le falta un buitre

De la una, grande y libre de los cuarenta años de posguerra de Franco, hemos pasado a las muchas, pequeñas y oprimidas, me refiero a España, por supuesto, y también a la generosa obra que nos han legado los nacionalismos, el PSOE complaciente, y el PP displicente.

Realmente he pensado muchas veces que no solo por oponerse al caudillismo franquista algo tenía que ser bueno, pero parece que la mayoría de mis compatriotas no piensan así. Son esos, precisamente, a los que se le llena la boca diciendo que los Estados Unidos son lo peor, y lo de la Unión Soviética, una ligera equivocación, con Stalin incluido, el muro de Berlín y los Gulags.

Cada día estoy más seguro que tenemos en los diversos parlamentos que se han creado la explicación de lo que le pasa a nuestro país, cuya última finalidad ha sido crear muchas más plazas de funcionarios controladas políticamente, para seguir en esa rivalidad eterna entre unos y otros que impide cualquier progreso de la política en nuestro país.

Es el dinero, repartido con el criterio de redistribución equitativa entre todos los que participan en el juego de la política, los partidos políticos, lo que realmente mueve las cosas en España.

En la política española hay mucho fracasado, empresarios frustrados que quebraron varias veces, profesores de universidad que se afiliaron al partido correspondiente para conseguir la cátedra, en fin, numerosos ciudadanos que saben que le deben su presente y futuro a tal señor de tal partido, y deben corresponder al favor de forma eterna.

¡Hay tanta corrupción en España!

Ahora se está viendo algo con la crisis de las hipotecas, que en nuestro país es como la punta del iceberg, realmente como se mueve el dinero en las mismas manos, y el esfuerzo y el sudor, también en las mismas manos, que no coinciden precisamente con las del dinero.

Es la fuerza de los sectarios la que nos impide avanzar, y sectarios los hay en todos los partidos políticos; España, necesita vacunarse contra el sectarismo si quiere mejorar en el futuro. Por qué aquí, muy poca gente piensa en el futuro compartido, más bien todos piensan en el suyo, y el de los suyos, y lo más patético es que los ciudadanos lo sancionamos en cada proceso electoral con nuestros votos.

Se necesita algo diferente a lo existente, y evidentemente tendrá que surgir de algo existente. España ya no es una, grande y libre, (nunca lo fue, ni falta que le hace), pero lo que realmente sorprende, es que hayan quitado el aguilucho del escudo para colocar un buitre, y todos nos hemos quedado tan felices.

El buitre no sale en el escudo, pero lo sobrevuela en círculos, fíjense la próxima vez, más o menos donde no se ven los billetes de 500 euros. Lo peor, es que en esta deliciosa performance, los ciudadanos somos la carroña.

Es que contra Franco todo era bueno, hasta que conocimos lo que le sustituyó. Que le pregunten a algunos que se dejaron buena parte de su vida en la lucha contra el franquismo, para repetir mirando al suelo años después: no es esto, no es esto....

Es que a Franco no le heredó nadie, eso dicen los herederos y los desheredados rampantes. No había país cuando llegaron todos estos filibusteros a despojar la decencia y la razón, interpretando nuestra Constitución democrática, como un decreto-ley de los cuarenta años de fascismo.

Demócratas, no, para nada, plutócratas convencidos desde el primer día que aterrizaron en Las Cortes y todos los Parlamentos Autonómicos. Los avances sociales en este país, han sido un epifenómeno de nuestra entrada en Europa y en el mundo, porque realmente lo fundamental ha sido el reparto de cargos, la creación de comederos políticos para afincar a los afines.

En vez de una auténtica clase política, en España hay un singular lumpen mercantil-mediático-folclórico, que ha medrado en el pantano en que han convertido nuestra Carta Magna en los años que llevamos de democracia. Que se sepa, que ya va siendo hora, o erradicamos a los sectarios zampabollos de la política española, o seguiremos contemplando la luna de Valencia.

Necesitamos algo con urgencia, que la gente denuncie la corrupción política allá donde exista y lo haga con la misma actitud diletante con que nuestros queridos políticos explotan nuestros recursos en su propio beneficio.


Jean Le Non

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