"Desde la
aparición del Estado constitucional y más completamente desde la instauración
de la democracia, el demagogo es la figura típica del líder político en
Occidente." Max
Weber
He
decidido escribir menos y observar más, el interesante espectáculo que está aconteciendo desde hace unas semanas en ese gran
escenario teatral que es la política española. La teoría general de sistemas de
Von Bertalanffy es sin duda aplicable en este caso, porque en todo sistema
cerrado, también en los de poder, la entropía va creciendo hasta que hace que
todo estalle. LLevo años esperando esta implosión y de verdad que la estoy disfrutando.
El sistema cerrado de la
democracia española dominado por castas capitales se ha roto definitivamente
con la irrupción de partidos disgregadores como Podemos, o acaparadores como Ciudadanos,
que vienen para quedarse, aunque pronto se verán conflictos también en estas
formaciones, la ambición de poder las mantendrá unidas durante un tiempo. Algo
que no han logrado Rosa Díez y su secretario Gorriarán, cuando hoy mismo en el
partido magenta de Asturias se ha elevado a rebelión lo que hasta ahora eran
disgregaciones puntuales. Algo que se veía venir desde hace tiempo.
En el PSOE el conflicto
existente entre la dirección federal y las diversas taifas de Andalucía o
Cataluña, con la marcha de Rubalcaba se ha acrecentado. Carme Chacón se prepara
para presentarse de mesiánica lideresa salvadora, con la ayuda de Susana Díaz,
para desplazar a Pedro Sánchez. Los resultados de Andalucía organizados sobre una población cautiva en el pesebrismo eterno, acrítico con la corrupción que se ha vivido en esa comunidad, más que un indicador de fortaleza, lo es de debilidad. Otros lo fueron la destitución de Tomás Gómez, la marcha de Pere Navarro, la reunión de Bono y Zapatero con Pablo Iglesias, demasiado dividido está el partido.
En el PP ayer Mariano Rajoy
pidió unidad, en un partido que ha gobernado este país en la mayoría de sus
ámbitos de forma hegemónica suena a discurso peronista. Sin duda, Mariano Rajoy
está amortizado y no creo que sea el próximo candidato a las elecciones
generales, entre otras cosas porque durante los años 2011-2015 ha dicho que iba
a bajar los impuestos y no ha dejado de subirlos, sin tocar el gasto público
para no crear conflictos con los de los distintos pesebres autonómicos de todos
los partidos. Cospedal ha denunciado movimientos internos con el ánimo de
desestabilizar el partido.
Alberto Garzón, líder postulante
de IU dice que hay una conspiración en su propio partido que quiere arrebatarle
su candidatura a las elecciones generales. Duran i Lleida, un día se va y otro
no de la unión con la Convergencia de Artur Mas.
La interpretación sosegada de estos
acontecimientos partidarios, junto con la preocupación intensiva de los
españoles por la corrupción política, los pírricos resultados en el mercado del
empleo, el incremento continuado de la deuda pública y la escasa celeridad de
la justicia en resolver los muchísimos casos de corrupción y fraude políticos,
conducen a la deslegitimación de los partidos políticos ante la opinión
pública. El 83 % de los españoles según las últimas encuestas no confía en los
partidos políticos. Recientemente en las elecciones departamentales francesas
los votos a todos los partidos han sido menos que los no emitidos, blancos y
nulos. En las elecciones europeas, el PSOE y el PP perdieron 5,2 millones de
votos al alimón.
Pero sin duda el hecho más
importante de todo lo acontecido es la rebelión interna y manifiesta en algunos
partidos políticos que pronto se extenderá a todos. En ningún partido político
español hay actualmente democracia, todos deberían ser erradicados siguiendo la
ley de partidos, además de sus incumplimientos constitucionales diversos y sus
aforamientos impresentables. La ausencia de isocracia, igualdad entre
representantes y representados, deslegitima el proceso electoral español, en el
que todo está “atado y bien atado” como con Franco. La demagogia y la
propaganda, a la que tan afines son los medios de comunicación españoles que
viven del pesebre público, ya no puede sostener tanta mendacidad.
Aunque algunos desde sus
sanedrines y vértices piramidales hayan decidido amenazar a los españoles con
los fuegos del infierno, ya no tienen credibilidad para ser atendidos. Vamos
directamente hacia una segunda transición, el oficio de político será el de
servicio público y no el de público a su servicio a partir de ahora y aunque
traten de enmarañar la cuestión desde arriba, los de abajo no van a permitir
que se juegen su futuro a caerle bien a los que ponen a los candidatos. La
casta de todos los partidos, también la de Podemos, que nadie se equivoque,
está acorralada por los ciudadanos españoles del siglo XXI, que no están
dispuestos a seguir votando ladrones como rentistas de su destino.
Esta pequeña
revolución ha comenzado, el castillo de naipes se desmorona, al final ni habrá
ruido, ni furia, sencillamente silencio, el silencio de los demócratas, que
hasta ayer fueron inocentes corderos inmolados en el tiempo, que creían que con
votar se hacía una democracia.
Una democracia no se hace por los votos, se hace por cumplir los criterios que así la definen, que siguen siendo los mismos que hace 2500 años en Grecia:
isegoria (libertad de hablar en la asamblea, hoy transferida a las redes
sociales), isonomia (igualdad ante las leyes, nada de aforamientos) e isocracia
(igualdad entre representantes y representados, nada de yo soy el que manda y
vosotros los que votáis tenéis el deber de obedecerme, de los despotismos), por
supuesto, siempre en un ámbito de Justicia (diké) independiente del poder
político, económico y social.
Otra circunstancia relevante (la extraigo del blog Sueldos Públicos), es que hay muchísima gente dependiendo de lo que decidan las respectivas castas, de sus partidos, para convertirse a su vez en casta y ante los vientos de cambio que se avecinan, se han puesto muy nerviosos.
Otra circunstancia relevante (la extraigo del blog Sueldos Públicos), es que hay muchísima gente dependiendo de lo que decidan las respectivas castas, de sus partidos, para convertirse a su vez en casta y ante los vientos de cambio que se avecinan, se han puesto muy nerviosos.
- Número Alcaldes elegibles: 8.192 (elecciones 2011: 8.116)
- Número de concejales elegibles: 67.640 (elecciones 2011: 68.462)
- Número de alcaldes pedáneos nombrados: 2.995 (elecciones 2011:3.304)
- Número de diputados provinciales designados: 1.040 (mismo que elecciones 2011)
- Censo electoral: 35.104.986 votantes (elecciones 2011: 34.681.888)
Como dije hace años, la casta se derrumbará el día que retumbe el silencio de los demócratas... y parece que ya se escucha a lo lejos.
Enrique Suárez
Signos de cambio en la política española http://t.co/ENdjYP1Vq4 vía @ebuzzing
— Enrique Suárez (@biantedepriena) abril 8, 2015