Cuando el 18 de enero del presente año, se creó en Asturias la formación política que posteriormente se denominaría Foro Asturias Ciudadanos, a la que se adhirió Francisco Alvarez Cascos, siendo elegido como su presidente en su congreso constituyente el 5 de marzo pasado, más tres mil personas decidieron darle un voto de confianza al ex vicepresidente de Gobierno para acometer la épica hazaña de configurar un partido que pudiera presentarse a las elecciones del próximo 22 de mayo.
Hoy, los militantes de Foro Asturias pasan de 9500, se han presentado candidaturas a la Junta General del Principado, y por ahora, a 66 municipios de los 78 que forman la Comunidad Asturiana. Foro Asturias está, actualmente, en condiciones de afrontar el próximo cónclave electoral, por eso es preciso felicitar a todos los que lo hicieron posible. Buen trabajo. Enhorabuena, porque el primer escollo ha sido vencido, no ha sido fácil, atrás quedan las difamaciones de los representantes de los partidos rivales y las campañas de zapa de significativos medios de comunicación asturianos, como La Nueva España o la Televisión del Principado de Asturias.
Sin embargo, los casos de corrupción en Asturias, cometidos en filas rivales, son reconocidos por todos los asturianos, así como la connivencia en la ausencia de su reclamación recíproca, constituyéndose, de facto, un inefable acuerdo de no agresión entre el PP, el PSOE y la colaboración de IU (partido que gobierna en coalición con el PSOE). Pero han sido mostrados con sordina por los medios de comunicación asturianos, como si sirviera para algo ocultar información a los ciudadanos, en la época en que la información fluye libre por los océanos de la red.
Durante este tiempo, Francisco Álvarez Cascos ha recorrido miles de kilómetros por Asturias con el mensaje de recuperar el orgullo de ser asturianos y gestionar las cosas públicas con más rigor y responsabilidad de lo que se ha hecho hasta ahora. Más de cien discursos emitidos y numerosas intervenciones públicas en los medios de comunicación, brindan una impresión de esperanza en el futuro que desean los asturianos. Sobre ideología se ha planteado la idea de superación del maniqueismo tradicional, en el que se han acomodado el PP y el PSOE, porque a los asturianos no les resuelve sus problemas que uno tenga más razón que el otro, sino que se pereguntan por qué entre ambos, han conducido a Asturias a una de las situaciones más penosas de su historia, con una quiebra demográfica, social, política, económica y cultural, y lo que es aún peor, un clima de desconfianza en la política y una desesperanza plena en sus promesas de soluciones, tantas veces incumplidas.
Sin embargo, tras la publicación de las listas electorales, se ha abierto el esperado debate sobre la idoneidad de las personas que ocupan los puestos de representación política de Foro Asturias Ciudadanos. Evidentemente, no puede llover a gusto de todos, siempre habrá personas que son rechazadas o encomiadas por otras personas, según su buen criterio. Sin embargo, focalizar la bondad del proyecto por la presencia o ausencia de determinadas personas en las listas, sería como juzgar al Real Madrid o al Barsa, por haber dejado a algún buen jugador en el banquillo y haber sacado a los reservas. Las elecciones del 22 de mayo son el primer partido de la liga, tiempo habrá de rectificar y corregir errores.
A Francisco Álvarez Cascos le gusta hablar de equipos, no de personas, en esta ocasión ha actuado como un entrenador que ha seleccionado personas para su equipo que, desde su criterio, pueden jugar el mejor encuentro electoral de mayo y representar al partido en las instituciones de la forma que mejor convenga a la estrategia política que tiene diseñada. Sería incoherente e incongruente confiar en Cascos y no confiar en sus decisiones.
Que los árboles no nos impidan ver el bosque, y que las listas no cieguen la esperanza de ver el próximo 22 de mayo a Francisco Álvarez Cascos en el Palacio de Santa Cruz, los asturianos quieren cambio, las encuestas así lo manifiestan, las conversaciones por las calles de Asturias también. Asturias necesita un cambio con urgencia y Francisco Álvarez Cascos es la mejor opción política con garantía de cambio y de no seguir en el más de lo mismo como en los últimos 30 años.
Se trata de recobrar la normalidad política en Asturias, Cascos reune las condiciones necesarias para que se le brinde confianza. Al final, su triunfo electoral será lo mejor para Asturias, y los que hayan ayudado a conseguirlo lo celebrarán. Eso marcará el curso del futuro de esta comunidad abandonada por la política nacional y malgobernada por las instituciones autonómicas. El esfuerzo habrá merecido la pena, todavía queda lo más difícil del camino, y aún alcanzando la victoria quedará ascender desde el último puesto de España en el que nos han dejado a los asturianos los que gobiernan para el 2 %, hasta el que consideramos que nos corresponde.
Sin Cascos no hay paraiso, las cosas seguirán igual de mal que hasta ahora, Asturias seguirá en el infierno político en el que se encuentra. Así que por idealismo, o pragmatismo, por creencia o consciencia, por los hechos y no por las promesas; Cascos es la única alternativa para resolver los problemas de Asturias, los de ahora y los del futuro. No es la mejor, es la única, porque las demás han caducado tras décadas de fracasos.
Biante de Priena
Hoy, los militantes de Foro Asturias pasan de 9500, se han presentado candidaturas a la Junta General del Principado, y por ahora, a 66 municipios de los 78 que forman la Comunidad Asturiana. Foro Asturias está, actualmente, en condiciones de afrontar el próximo cónclave electoral, por eso es preciso felicitar a todos los que lo hicieron posible. Buen trabajo. Enhorabuena, porque el primer escollo ha sido vencido, no ha sido fácil, atrás quedan las difamaciones de los representantes de los partidos rivales y las campañas de zapa de significativos medios de comunicación asturianos, como La Nueva España o la Televisión del Principado de Asturias.
Sin embargo, los casos de corrupción en Asturias, cometidos en filas rivales, son reconocidos por todos los asturianos, así como la connivencia en la ausencia de su reclamación recíproca, constituyéndose, de facto, un inefable acuerdo de no agresión entre el PP, el PSOE y la colaboración de IU (partido que gobierna en coalición con el PSOE). Pero han sido mostrados con sordina por los medios de comunicación asturianos, como si sirviera para algo ocultar información a los ciudadanos, en la época en que la información fluye libre por los océanos de la red.
Durante este tiempo, Francisco Álvarez Cascos ha recorrido miles de kilómetros por Asturias con el mensaje de recuperar el orgullo de ser asturianos y gestionar las cosas públicas con más rigor y responsabilidad de lo que se ha hecho hasta ahora. Más de cien discursos emitidos y numerosas intervenciones públicas en los medios de comunicación, brindan una impresión de esperanza en el futuro que desean los asturianos. Sobre ideología se ha planteado la idea de superación del maniqueismo tradicional, en el que se han acomodado el PP y el PSOE, porque a los asturianos no les resuelve sus problemas que uno tenga más razón que el otro, sino que se pereguntan por qué entre ambos, han conducido a Asturias a una de las situaciones más penosas de su historia, con una quiebra demográfica, social, política, económica y cultural, y lo que es aún peor, un clima de desconfianza en la política y una desesperanza plena en sus promesas de soluciones, tantas veces incumplidas.
Sin embargo, tras la publicación de las listas electorales, se ha abierto el esperado debate sobre la idoneidad de las personas que ocupan los puestos de representación política de Foro Asturias Ciudadanos. Evidentemente, no puede llover a gusto de todos, siempre habrá personas que son rechazadas o encomiadas por otras personas, según su buen criterio. Sin embargo, focalizar la bondad del proyecto por la presencia o ausencia de determinadas personas en las listas, sería como juzgar al Real Madrid o al Barsa, por haber dejado a algún buen jugador en el banquillo y haber sacado a los reservas. Las elecciones del 22 de mayo son el primer partido de la liga, tiempo habrá de rectificar y corregir errores.
A Francisco Álvarez Cascos le gusta hablar de equipos, no de personas, en esta ocasión ha actuado como un entrenador que ha seleccionado personas para su equipo que, desde su criterio, pueden jugar el mejor encuentro electoral de mayo y representar al partido en las instituciones de la forma que mejor convenga a la estrategia política que tiene diseñada. Sería incoherente e incongruente confiar en Cascos y no confiar en sus decisiones.
Que los árboles no nos impidan ver el bosque, y que las listas no cieguen la esperanza de ver el próximo 22 de mayo a Francisco Álvarez Cascos en el Palacio de Santa Cruz, los asturianos quieren cambio, las encuestas así lo manifiestan, las conversaciones por las calles de Asturias también. Asturias necesita un cambio con urgencia y Francisco Álvarez Cascos es la mejor opción política con garantía de cambio y de no seguir en el más de lo mismo como en los últimos 30 años.
Se trata de recobrar la normalidad política en Asturias, Cascos reune las condiciones necesarias para que se le brinde confianza. Al final, su triunfo electoral será lo mejor para Asturias, y los que hayan ayudado a conseguirlo lo celebrarán. Eso marcará el curso del futuro de esta comunidad abandonada por la política nacional y malgobernada por las instituciones autonómicas. El esfuerzo habrá merecido la pena, todavía queda lo más difícil del camino, y aún alcanzando la victoria quedará ascender desde el último puesto de España en el que nos han dejado a los asturianos los que gobiernan para el 2 %, hasta el que consideramos que nos corresponde.
Sin Cascos no hay paraiso, las cosas seguirán igual de mal que hasta ahora, Asturias seguirá en el infierno político en el que se encuentra. Así que por idealismo, o pragmatismo, por creencia o consciencia, por los hechos y no por las promesas; Cascos es la única alternativa para resolver los problemas de Asturias, los de ahora y los del futuro. No es la mejor, es la única, porque las demás han caducado tras décadas de fracasos.
Biante de Priena
