La situación política y económica que se está viviendo en España es catastrófica, pero desde el Gobierno español trata de ocultarse, en un acto de oscurantismo sin precedentes. Ante la crisis económica, nuestro Presidente del Gobierno ha decidido no reconocerla, lo que expresa la inmadurez, impertinencia y petulancia de sus criterios políticos.
Si no se toman medidas excepcionales con carácter urgente, la economía española va a ser una de las más perjudicadas del mundo occidental, según nos indican medios de comunicación financieros e internacionales, como Liberation, The Financial Times, The Economist, o The New York Times.
La situación de crisis económica que fue expuesta por numerosos analistas y por rivales políticos del PSOE a finales del año pasado, ha sido omitida y ocultada expresamente por el Presidente Rodríguez Zapatero y todo su partido , con el único objetivo de triunfar en las elecciones generales mintiendo a los ciudadanos con intención y conocimiento de la situación.
Rodríguez Zapatero a fecha actual, con la inflación más elevada y con las mayores tasas de desempleo de las comunidades más avanzadas de Europa, con un crecimiento del PIB del 0,1 % en el último semestre, con advertencias del Banco Central Europeo sobre la necesaria corrección de nuestra política económica, se permite establecer decisiones políticas sobre le economía de nuestro país, demostradamente insuficientes y equivocadas. En vez de transferir a los ciudadanos la necesidad de "apretarse el cinturón", ha elegido el camino de mantener e incrementar el gasto del Estado.
La crisis económica conducirá a la crisis social, porque los ciudadanos de este país deberán realizar un esfuerzo fiscal inusitado para afrontar las veleidades económicas de un Gobierno que ha despilfarrado ingentes recursos en políticas arbitrarias. Los ciudadanos pagarán los errores del PSOE, limitando aún más su nivel de supervivencia, y empobreciéndose gracias a la imprevisión y errores de los políticos que guían la economía de este país.
El Estado providencia ha fracasado, el superavit fiscal se ha esfumado en tres meses, incluso se ha denunciado por parte de algún político que hay una fuerte tentación de proveerse de fondos en la "caja de la seguridad social", poniendo en peligro la subsistencia de las clases pasivas de este país de ahora y del futuro. El Estado de Bienestar alcanzado por los españoles a lo largo de los últimos treinta años está en peligro, gracias a los errores de un Gobierno incompetente, y un Presidente inconsecuente.
En estas circunstancias especiales, es necesario que los ciudadanos no nos quedemos de brazos cruzados viendo como el Estado español entra en quiebra, para acabar comprobando su incapacidad en la financiación de los servicios públicos que gestiona y administra.
La democracia no concede poderes ilimitados a nuestros políticos, sino poderes restringidos por nuestra Constitución y el más mínimo rigor y sentido común, que si son transgredidos, convierten a un Gobierno y a su Presidente en ilegítimos por muy democrática que haya sido su elección.
Es hora de ejercer democráticamente nuestros derechos, porque la democracia no sólo permite elegir a nuestros representantes, sino que nos obliga a revocarlos si no cumplen con lo acordado o descubrimos que nos han mentido como es el caso, en un acto de ciudadanía responsable.
Es hora de afrontar la realidad. Es hora de solicitar públicamente la destitución del Presidente español y de su Gobierno, y la convocatoria de nuevas elecciones generales.
Redacción de Ciudadanos en la Red
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Si no se toman medidas excepcionales con carácter urgente, la economía española va a ser una de las más perjudicadas del mundo occidental, según nos indican medios de comunicación financieros e internacionales, como Liberation, The Financial Times, The Economist, o The New York Times.
La situación de crisis económica que fue expuesta por numerosos analistas y por rivales políticos del PSOE a finales del año pasado, ha sido omitida y ocultada expresamente por el Presidente Rodríguez Zapatero y todo su partido , con el único objetivo de triunfar en las elecciones generales mintiendo a los ciudadanos con intención y conocimiento de la situación.
Rodríguez Zapatero a fecha actual, con la inflación más elevada y con las mayores tasas de desempleo de las comunidades más avanzadas de Europa, con un crecimiento del PIB del 0,1 % en el último semestre, con advertencias del Banco Central Europeo sobre la necesaria corrección de nuestra política económica, se permite establecer decisiones políticas sobre le economía de nuestro país, demostradamente insuficientes y equivocadas. En vez de transferir a los ciudadanos la necesidad de "apretarse el cinturón", ha elegido el camino de mantener e incrementar el gasto del Estado.
La crisis económica conducirá a la crisis social, porque los ciudadanos de este país deberán realizar un esfuerzo fiscal inusitado para afrontar las veleidades económicas de un Gobierno que ha despilfarrado ingentes recursos en políticas arbitrarias. Los ciudadanos pagarán los errores del PSOE, limitando aún más su nivel de supervivencia, y empobreciéndose gracias a la imprevisión y errores de los políticos que guían la economía de este país.
El Estado providencia ha fracasado, el superavit fiscal se ha esfumado en tres meses, incluso se ha denunciado por parte de algún político que hay una fuerte tentación de proveerse de fondos en la "caja de la seguridad social", poniendo en peligro la subsistencia de las clases pasivas de este país de ahora y del futuro. El Estado de Bienestar alcanzado por los españoles a lo largo de los últimos treinta años está en peligro, gracias a los errores de un Gobierno incompetente, y un Presidente inconsecuente.
En estas circunstancias especiales, es necesario que los ciudadanos no nos quedemos de brazos cruzados viendo como el Estado español entra en quiebra, para acabar comprobando su incapacidad en la financiación de los servicios públicos que gestiona y administra.
La democracia no concede poderes ilimitados a nuestros políticos, sino poderes restringidos por nuestra Constitución y el más mínimo rigor y sentido común, que si son transgredidos, convierten a un Gobierno y a su Presidente en ilegítimos por muy democrática que haya sido su elección.
Es hora de ejercer democráticamente nuestros derechos, porque la democracia no sólo permite elegir a nuestros representantes, sino que nos obliga a revocarlos si no cumplen con lo acordado o descubrimos que nos han mentido como es el caso, en un acto de ciudadanía responsable.
Es hora de afrontar la realidad. Es hora de solicitar públicamente la destitución del Presidente español y de su Gobierno, y la convocatoria de nuevas elecciones generales.
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