El catecismo socialista dice que a mal tiempo buena cara, por eso sonríen los de este gobierno de mendaces reunidos, aunque ahora, la verdad, lo van haciendo menos. Ya no tienen donde esconderse, no les cree nadie, ni los que en su día les votaron. Dice el CIS, algo que le ha costado la cabeza a su directora, que a Zapatero solo le apoya un 19,3 % de la población española. El catecismo socialista dice que hay que mantener el poder como sea, por qué aproximadamente un millón de españoles viven muy bien a costa de que el PSOE gobierne, y están dispuestos a defender su bienestar con uñas y dientes. No hay espectáculo más bochornoso que contemplar a un defensor de la lucha de clases, aferrándose al poder para defender sus privilegios, por qué sabe que si cae, jamás en su vida volverá a disfrutar de tantos beneficios a costa de sus semejantes.
En realidad, no es solamente ambición desmesurada, avaricia sin límites, y una condición de inopia que roza lo intolerable lo que induce a los socialistas a su querencia por el poder, algunos están convencidos de que sólo ellos son capaces de salvar a la humanidad, y se visten el traje de Supermán cada día para ejercer de superhéroes. Ahí tenemos al presidente por accidente, diciendo tonterías solemnes en cada ocasión que le dejan, pero dispuesto a sacrificar su esmalte de uñas por todos nosotros, para que la memoria histérica hable más de él que de nadie.
¿Quién no conoce directa o indirectamente a un socialista que no haya trincado? En cada pueblo, en cada ciudad, en las aglomeraciones humanas más pobladas de nuestro país, en las más remotas y recónditas, pregunten ustedes por los socialistas, esa gente que presumía de los cien años de honradez y les contarán que aquel chalet es del cuñado de tal, que la carretera que se hizo a aquel pueblo la llevo la empresa de cual, que desde el ayuntamiento han repartido el trabajo sólo entre los suyos en el plan E, y que los hijos del concejal socialista de nombre desconocido han encontrado trabajo fácilmente al concluir sus estudios, cuando en este país hay casi cinco millones de parados.
Verán ustedes, socialismo y poder es una mezcla peligrosa para la sociedad, el socialismo mejora sus logros cada día, antes tardaban quince años en arruinar un país, ahora sólo con cuatro son capaces de enviarnos al tercer mundo. ¿Roban más ahora los socialistas que en la época de Felipe González o es que roban más socialistas que entonces? En realidad es difícil saberlo, los socialistas robaron antes y ahora, pero como eso es una cosa que prácticamente no le interesa a nadie, nos dedicamos a saber que programación echan en la telebasura promocionada por el socialismo y los crímenes del franquismo, por qué en este país, al final, todo es culpa de la derecha, no sé si ustedes lo saben.
Nos insisten los socialistas cada día -que pesados- que el único problema que tenemos los españoles es como acabar con la derecha, para que los sindicatos, las ONGs subvencionadas, las asociaciones para una sociedad solidaria y fraternal, los políticos de IU y el PSOE, y toda la caterva de iluminados de la izquierda puedan vivir magníficamente mientras todos los demás trabajamos como esclavos para que ellos sigan sin pegar palo al agua, viviendo a nuestra costa. A eso lo denominan justicia social, ni más, ni menos.
Los socialistas son unos usurpadores, sólo hay que ver a los ministros que tenemos, auténticos inútiles consagrados, convertidos en profetas del devenir. No voy a poner ejemplos, pero ¿cómo se puede esperar que unas acémilas semejantes -a la altura intelectual de nuestro bienamado Presidente- vayan a resolver los complejos y complicados problemas que tenemos en este país?
Eso sí, por prometer que no quede, prometen lo inimaginable para no cumplir nada y cuando alguien se atreve a decirles que ya no tienen credibilidad, se enfadan y le dicen que es un facha, porque ¿como no van a tener razón ellos que son los únicos que -según ellos- quieren y pueden salvar a la humanidad de sí misma?. A mí, a veces me dan miedo, los comparo con los terroristas de Al Qaeda o los de ETA y realmente no encuentro demasiadas diferencias. Que más da que secuestren a un rehén que a una sociedad entera para cobrar un rescate, la única diferencia es que los socialistas reciben lo acordado mensualmente, mientras que los otros cobran de una vez.
Que sería de los españoles sin el socialismo, igual éramos hasta felices, pero que no se enteren de que los queremos echar para siempre del poder, que entonces nos van a dejar las arcas del Estado más vacías que el cerebro de los votantes que piensan que van a arreglarles la vida. ¿Pero cómo no nos van a llevar a la ruina si sólo piensan en como sacarnos la pasta sin descanso, cobrándonos a precio de controlador aéreo la colocación de los azulejos que ornamentan la tumba de España?. Y encima se enfadan, si no les mostramos nuestro agradecimiento. Hay que tener la cara más dura que el granito.
Biante de Priena
En realidad, no es solamente ambición desmesurada, avaricia sin límites, y una condición de inopia que roza lo intolerable lo que induce a los socialistas a su querencia por el poder, algunos están convencidos de que sólo ellos son capaces de salvar a la humanidad, y se visten el traje de Supermán cada día para ejercer de superhéroes. Ahí tenemos al presidente por accidente, diciendo tonterías solemnes en cada ocasión que le dejan, pero dispuesto a sacrificar su esmalte de uñas por todos nosotros, para que la memoria histérica hable más de él que de nadie.
¿Quién no conoce directa o indirectamente a un socialista que no haya trincado? En cada pueblo, en cada ciudad, en las aglomeraciones humanas más pobladas de nuestro país, en las más remotas y recónditas, pregunten ustedes por los socialistas, esa gente que presumía de los cien años de honradez y les contarán que aquel chalet es del cuñado de tal, que la carretera que se hizo a aquel pueblo la llevo la empresa de cual, que desde el ayuntamiento han repartido el trabajo sólo entre los suyos en el plan E, y que los hijos del concejal socialista de nombre desconocido han encontrado trabajo fácilmente al concluir sus estudios, cuando en este país hay casi cinco millones de parados.
Verán ustedes, socialismo y poder es una mezcla peligrosa para la sociedad, el socialismo mejora sus logros cada día, antes tardaban quince años en arruinar un país, ahora sólo con cuatro son capaces de enviarnos al tercer mundo. ¿Roban más ahora los socialistas que en la época de Felipe González o es que roban más socialistas que entonces? En realidad es difícil saberlo, los socialistas robaron antes y ahora, pero como eso es una cosa que prácticamente no le interesa a nadie, nos dedicamos a saber que programación echan en la telebasura promocionada por el socialismo y los crímenes del franquismo, por qué en este país, al final, todo es culpa de la derecha, no sé si ustedes lo saben.
Nos insisten los socialistas cada día -que pesados- que el único problema que tenemos los españoles es como acabar con la derecha, para que los sindicatos, las ONGs subvencionadas, las asociaciones para una sociedad solidaria y fraternal, los políticos de IU y el PSOE, y toda la caterva de iluminados de la izquierda puedan vivir magníficamente mientras todos los demás trabajamos como esclavos para que ellos sigan sin pegar palo al agua, viviendo a nuestra costa. A eso lo denominan justicia social, ni más, ni menos.
Los socialistas son unos usurpadores, sólo hay que ver a los ministros que tenemos, auténticos inútiles consagrados, convertidos en profetas del devenir. No voy a poner ejemplos, pero ¿cómo se puede esperar que unas acémilas semejantes -a la altura intelectual de nuestro bienamado Presidente- vayan a resolver los complejos y complicados problemas que tenemos en este país?
Eso sí, por prometer que no quede, prometen lo inimaginable para no cumplir nada y cuando alguien se atreve a decirles que ya no tienen credibilidad, se enfadan y le dicen que es un facha, porque ¿como no van a tener razón ellos que son los únicos que -según ellos- quieren y pueden salvar a la humanidad de sí misma?. A mí, a veces me dan miedo, los comparo con los terroristas de Al Qaeda o los de ETA y realmente no encuentro demasiadas diferencias. Que más da que secuestren a un rehén que a una sociedad entera para cobrar un rescate, la única diferencia es que los socialistas reciben lo acordado mensualmente, mientras que los otros cobran de una vez.
Que sería de los españoles sin el socialismo, igual éramos hasta felices, pero que no se enteren de que los queremos echar para siempre del poder, que entonces nos van a dejar las arcas del Estado más vacías que el cerebro de los votantes que piensan que van a arreglarles la vida. ¿Pero cómo no nos van a llevar a la ruina si sólo piensan en como sacarnos la pasta sin descanso, cobrándonos a precio de controlador aéreo la colocación de los azulejos que ornamentan la tumba de España?. Y encima se enfadan, si no les mostramos nuestro agradecimiento. Hay que tener la cara más dura que el granito.
Biante de Priena