Tras los últimos acontecimientos ocurridos con el naufragio
de Caja Madrid- Bankia, que condujo a quiebra, y posterior nacionalización de
la entidad por decisión del Presidente de Gobierno, Mariano Rajoy, somos muchos
los españoles que nos preguntamos qué grado de complicidad ha podido tener el
Presidente del PP, partido al que pertenecía y por el que había sido nombrado Miguel Blesa presidente de la caja madrileña, en los acontecimientos por los
que este último ha sido encarcelado por un día y posteriormente excarcelado
tras depositar una fianza de 2,5 millones de euros, recolectados en tan solo 18
horas.
Se debe recordar que el Presidente Mariano Rajoy decidió en
su día el rescate de la entidad financiera madrileña, con un desembolso por parte de los españoles de más
de 25.000 millones de euros, tras haber solicitado 40.000 millones de euros a
las entidades financieras europeas. ¿Qué pensarán ahora los europeos que concedieron el préstamo a los españoles cuando vean que el presidente de la entidad que ha requerido más dinero era un estafador público, según las últimas consideraciones del juez que le ha enviado a prisión?
En realidad, por mucho que se han empeñado
los medios de comunicación en imponer las verdades del poder, es necesario
recordar que los presidentes de las cajas de ahorros que quebraron estas
entidades eran cargos nombrados por los partidos políticos, con la bendición de
los sindicatos y organizaciones empresariales, y su denominación podría ser más
la de testaferros de los partidos políticos que la que tratan de colocarnos
denominándolos banqueros, por intereses de la izquierda y sindicatos de este
país en ocultar la participación de miembros de sus organizaciones en la quiebra de estas entidades en algo tan nefando como haber esquilmado al pueblo en las entidades financieras que eran de interés público, y de la derecha, para ocultar las pruebas en connivencia con la izquierda..
Si España tuvo que solicitar un rescate de sus entidades
financieras no fue por las que funcionan con criterios de mercado sino por
aquellas que habían sido intervenidas por el Estado, y que sirvieron de pesebre
a todos los colocados por PP, PSOE, IU, Nacionalistas, CCOO, UGT y CEOE, entre
otras entidades. En algunos casos, como Caja Castilla La Mancha todavía se está
buscando a donde ha ido a parar el dinero sin que haya demasiado interés en
hacerlo antes de que prescriban los delitos cometidos.
Pero la pregunta que nos hacemos muchos españoles es ¿qué
grado de implicación ha tenido el Presidente del Gobierno de España, Mariano
Rajoy en el caso particular de Caja Madrid-Bankia, que se ha atribuido
inicialmente a una “crisis del ladrillo” y estamos descubriendo que en realidad
fue un desfalco y una estafa pública?, no sólo por el banco de Florida que
adquirió la cuarta entidad financiera de España, sino por los turbios asuntos
de Martinsa-Fadesa y las operaciones fraudulentas de Díaz Ferrán, ex presidente
de la CEOE, que actualmente reside en la prisión de Soto del Real, donde ayer
pudo recibir la visita de su mecenas y otras cuestiones como los créditos ofrecidos a Prisa, la editora de El País.
Sin excluir las responsabilidades de Miguel Ángel Fernández
Ordoñez, Presidente del Banco de España nombrado por José Luis Rodríguez
Zapatero, cuando ocurrió toda la corrupción política de las Cajas de Ahorros-
Bancos quebrados de este país, que nos ha llevado a los españoles a incrementar
el déficit público en un 3 % el año pasado, mientras en este país hay 6,2
millones de parados.
¿De verdad nos quiere hacer ver la justicia española que no
hubo ninguna responsabilidad corporativa en los partidos políticos, sindicatos y
organizaciones empresariales que formaron los Consejos de Administración de las
entidades financieras que se levantaron más de 400.000 millones de euros en los
últimos diez años de difícil recuperación? ¿Qué ocurriría si lo mismo se
hubiera producido en Francia, Alemania, Reino Unido o Estados Unidos? ¿No
tendrían que dar todos los implicados en las cúpulas de partidos, sindicatos y
organizaciones empresariales explicaciones de lo acontecido?
Mariano Rajoy deambula por la senda de la sospecha, debería ser
reclamado por la justicia para testificar en el caso Blesa, porque si era
conocedor –y no podía no serlo, puesto que todos los presidentes de la entidad
han sido del PP durante su quiebra- de la estafa cometida por el Presidente de
Caja Madrid, entonces tenemos al cómplice del señor Blesa presidiendo el
Gobierno de este país y endeudándonos a los españoles en 25.000 millones de
euros para borrar las pruebas de la estafa.
Enrique Suárez