Si Rajoy fuera liberal bajaría los impuestos, pero es socialista, social-liberal, conservador, o cualquiera sabe lo que es, pero lo que sabemos es lo que no es: un Presidente de Gobierno que no miente a su pueblo, un gobernante eficaz y eficiente, próximo a los ciudadanos, con ideas de estadista, consecuente, fiable, sensible, amable y buen comunicador, que sabe resolver con agudeza los problemas de los españoles. Esto es aquello que no es Mariano Rajoy.
Rajoy sube los impuestos porque
tiene miedo a que Ángela Merkel le diga algo sobre su irresponsabilidad, no le importa lo que digan los
españoles, ni siquiera aquellos que votaron a su partido para que fuera Presidente de
Gobierno, se comporta como un déspota, que es aquél que gobierna para el pueblo
(o la idea que tiene de lo que es el pueblo), pero al mismo tiempo contra el
pueblo.
Mariano Rajoy no tiene más idea
de economía que de inglés, como Zapatero, es un presidente digno sucesor de
aquel que estuvo siete años por accidente (que fue como denominó el atentado de
la T4 que nos costó millones de euros). A Zapatero nos lo trajo la riada del
11-M y se lo llevó la crisis, a Mariano Rajoy nos lo trajo la crisis y se lo
llevará la historia hacia el olvido como el peor presidente, aparentemente no
descerebrado, que ha tenido este país.
Es curioso que lo que permitió
ganar las elecciones a Mariano Rajoy fueron unas promesas falsas (bajar los
impuestos) y el hartazgo de Zapatero (el que prometió pleno empleo, que no
habría crisis, se gastó medio billón de euros de deuda para satisfacer a los
amigos y ahora se encuentra en paradero desconocido). ¿Qué méritos propios reúne
Mariano Rajoy Brey para ser Presidente de Gobierno de España?, es algo que muy
poca gente debe conocer.
Mariano Rajoy obtuvo como
calificación en el CIS 3,56, cuando Zapatero en su derrumbamiento obtenía 3,55.
No obstante ganó las elecciones, porque lo del trinque del PSOE fue demasiado,
por mucho que trataran de ocultarlo bajo todas las pancartas de la justicia
social y la igualdad. Es un presidente que no se merece la confianza de los
españoles y lo sabe, pero gobierna como si hubiera llegado al poder después de
haber luchado como un campeón, cuando en realidad llegó al poder después de
haber salido elegido en un congreso de su partido amañado en origen y en final.
Maduro Rajoy, deberían llamarlo, por su amor a la democracia y la libertad. También porque ha superado cualquier categoría suprema del cuento, para pasar directamente al recuento. Maduro Rajoy nos cuenta cuentos como Zapatero, una y otra vez, a ver si a fuerza de repetirlo se lo creen ellos y hacen que los demás también nos los creamos.
Pero la cuestión es que a Mariano
Rajoy se le acaban los conejos y la chistera, la situación de España es
catastrófica tirando a peor, estamos atrapados en un bucle con una prima de riesgo
que no permite que nos liberemos del peso de la deuda, con un paro descomunal
que alcanza los 6,2 millones de parados y una deuda total, pública y privada,
que se aproxima a los 4,5 billones de euros. Cierto es que buena parte del pufo
se lo debemos al PSOE de Zapatero, aproximadamente el 75 %, con la política de
tierra quemada que estableció cuando sabían que iban a perder las elecciones y
que no iban a gobernar, pero un 25 % de la crisis es exclusivamente obra de la
genialidad de Mariano Rajoy y el PP, que se ha convertido en el primer partido
socialista de derechas de la historia, que es capaz de mantener el Estado a
costa del pueblo, cueste lo que cueste.
Pues sí, Mariano Rajoy es un
fraude, porque sigue manteniendo las estructuras del Estado y Administraciones
públicas sin tocar, al igual que los gastos fijos que les corresponden. No solo
ha reducido la deuda pública, sino que la ha incrementado a un ritmo aún mayor
que Zapatero, para salvar a las Cajas de Ahorros transformadas en bancos que
hundieron políticos y sindicalistas después de trincar lo que ni se sabe, sin
ser responsables de nada.
Maduro Rajoy está al caer, como
fruta del árbol, porque si no le coge el camión le pillará el tren, y además lo
sabe, le quedan tres telediarios, con su credibilidad no puede sostenerse
durante lo que queda de legislatura, aunque no haya recambio alguno para el PP.
Si en el PP hubiera alguien con inteligencia le diría que lo que debía hacer
era bajar los impuestos, ¿pero cómo va a poder pagar todo lo que han robado y
todo lo que gastan los de la casta si se bajan los impuestos?, así que los
españoles estamos condenados a pudrirnos en la miseria, para que los señoritos
de la casta sigan viviendo a cuerpo de rey, a costa nuestra.
Y a este sistema lo denominan los
de la casta como Democracia, y los del pueblo como Despotismo, y como los del
pueblo somos más, llegará el día en que van a tener que rendir cuentas y
dejarse de cuentos, porque lo que está claro es que los españoles no vamos a
seguir soportando por mucho más tiempo a unos tarugos con sueldo de ministro y
a un Presidente del Gobierno que nos habla desde una pantalla de plasma, porque
está acojonado y tiene miedo de que si aparece en público alguien le tire un
zapato o una pedrada.
Está la cosa poniéndose seria, ¿no les parece? En tres meses nos dirán que
España no puede salir de la crisis con sus propios recursos, porque tal cosa no
sólo es imposible, sino también inconcebible para alguien que no sea idiota o
del Gobierno, que viene a ser lo mismo.
Enrique Suárez