Sí que existe un problema con el sintagma "regeneración democrática", como afirma Martínez Gorriarán en su artículo. Y el problema consiste en que se están buscando mecanismos aberrantes para definirla, cuando la cosa es bastante más sencilla que la limitación de mandatos y ocurrencias semejantes.
Porque ningún sistema de gobierno parlamentario ha establecido la limitación de mandatos, que parece un sucedáneo de solución similar a las cuotas de género en los puestos representativos públicos. ¿Qué se pretende conseguir, la disminución del nivel del liderazgo y de la clase política todavía más, introduciendo cuotas temporales o de género a fin de promover la renovación de los dirigentes? Lo que se conseguirá es la selección automática de los peores.
La cosa es mucho más sencilla y al mismo tiempo más difícil: se trata de eliminar la corrupción y aumentar la "profesionalidad" y la responsabilidad de los políticos. Se trata de crear un clima moral que obligue a los políticos a dejar de mentir y actuar sin escrúpulos para obtener el poder o mantenerse en él.
Se trata de desenmascarar al que mienta o incumpla sus compromisos electorales con promesas irrealizables y populistas o actuaciones contrarias a las promesas plausibles; se trata de obligar a los políticos a rechazar alianzas contradictorias con sus principios; se trata de denunciar la amoralidad y el maquiavelismo de medios para alcanzar los fines declarados o implícitos de gobernar "como sea"; se trata de denunciar la ambición interesada y sin objetivos de servicio a los ciudadanos propia de muchos políticos; se trata de ennoblecer la política como una profesión de servicio a los demás, y no a los intereses particulares de los políticos; se trata de construir estructuras partidarias democráticas y no oligarquías férreas antagónicas con la democracia; se trata de denunciar la mentira y la perversión de la democracia cuando se produce; se trata de votar en conciencia y no como borregos, hagan lo que hagan los políticos; se trata de rebelarse democráticamente ante la estafa; se trata de dimitir cuando los objetivos no se puden cumplir... ¿les suena esto, a los políticos españoles?¿y a los ciudadanos españoles?
Se trata de "moral", "salud pública" y "profesionalidad" política.
Si no se consigue elevar el nivel de la democracia española hacia esos objetivos, la democracia española morirá: seremos una República bananera cualquiera. Y digo expresamente "República bananera" porque eso es lo que acabaremos siendo, una "República" y además "Bananera".
Sí que es cierto que además de la regeneración moral es imprescindible introducir reformas estructurales en el sistema, pero a nivel de los mecanismos electorales, para que los partidos y dirigentes políticos no se vean impulsados ---más o menos gustosamente--- a pactar la renuncia a sus principios programáticos, cediendo al chantaje de las minorías independentistas.
Despierten o vayámonos preparando para la agonía y el suicidio. Se lo dice un "batracio", "parásito", "maniobrero", "ambicioso" y "estúpido"
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Otro comentario públicado hoy por D. Luis en su blog:
La claridad y autenticidad de Rosa no son cuestionables. Lo que dice es la verdad. Y sin embargo, yo ya he comenzado a oir críticas referidas a que no sabe escuchar y que va en solitario.
Y ese es el núcleo del problema, que lo que Rosa dice lo conocemos una minoría, y define correctamente y con fuerza las necesidades políticas del país, pero sólo se oye a nivel reducido entre la ciudadanía, pues existe un boicot mediático y político a la difusión de la verdad, aunque consigamos impregnar la agenda política con nuestras ideas. Pero después es posible que estas ideas queden como palabras que se lleva el viento, una vez pasadas las elecciones.
Y además va a resultar que durante la campaña electoral, con poco o ningún dinero y poco tiempo en los medios, la voz de Rosa no se va a oir todo lo que se debería.
Por eso, para vencer las resistencias, es preciso construir la red del partido, y programar actos de presentación en núcleos reducidos, y difundir las ideas entre pequeños núcleos de afiliados y simpatizantes que hagan de altavoces en la sociedad. Es decir, es vital construir el partido como base de apoyo del liderazgo y núcleo de impregnación de la opinión publica. Y conseguir construir una estructura en red que se vaya consolidando, sin miedo al descontrol, porque el miedo bloquea su vitalidad. No se puede centralizar en exceso la información, porque entonces no se supera el nivel organizativo de "Basta Ya", y no se construye un partido. La sensación que tengo desde Cataluña es que existe un bloqueo en la construcción de la red, y la consecuencia es que Rosa está aislada, y su rendimiento político es mucho menor del que podría ser: es un motor "Rolls" en carrocería de "Seat 600".
Quizá mi percepción desde Cataluña sea errónea, por fragmentaria e incompleta, pero es que aquí UPyD no existe, y los que somos conscientes de ello, nos hemos desesperado, ante el vacío que se ha dejado durante los últimos cuatro meses, vitales para comenzar a reconducir el rumbo del país. Porque Cataluña es la llave, de los resultados electorales y de la construcción de la alternativa a las alianzas de ZP y a la desmembración ideológica y estratégica del país.
De ahí ha venido nuestro particular conflicto interno de días atrás: de la conciencia del posible suicidio de UPyD por desidia e inoperancia en Cataluña. De la conciencia de estar dejando un vacío que es letal para el país en su conjunto. De la conciencia de estar reproduciendo la patología de Ciudadanos y asistiendo como espectadores impotentes a una nueva agonía del proyecto.
Por eso nos hemos sentido indignados ante las acusaciones de maniobrerismo y ambiciones personales que hemos sufrido, porque nada de eso era cierto, y además nos inutilizaba para evitar la nueva agonía del proyecto. Pero ahora ya no hay solución, el tiempo nos ha devorado: la única esperanza es que en el resto de España cuaje algo, para iniciar desde allí el despegue de la regeneración del país.
Aquí, UPyD se ha autoesterilizado.
Luis Bouza-Brey
Porque ningún sistema de gobierno parlamentario ha establecido la limitación de mandatos, que parece un sucedáneo de solución similar a las cuotas de género en los puestos representativos públicos. ¿Qué se pretende conseguir, la disminución del nivel del liderazgo y de la clase política todavía más, introduciendo cuotas temporales o de género a fin de promover la renovación de los dirigentes? Lo que se conseguirá es la selección automática de los peores.
La cosa es mucho más sencilla y al mismo tiempo más difícil: se trata de eliminar la corrupción y aumentar la "profesionalidad" y la responsabilidad de los políticos. Se trata de crear un clima moral que obligue a los políticos a dejar de mentir y actuar sin escrúpulos para obtener el poder o mantenerse en él.
Se trata de desenmascarar al que mienta o incumpla sus compromisos electorales con promesas irrealizables y populistas o actuaciones contrarias a las promesas plausibles; se trata de obligar a los políticos a rechazar alianzas contradictorias con sus principios; se trata de denunciar la amoralidad y el maquiavelismo de medios para alcanzar los fines declarados o implícitos de gobernar "como sea"; se trata de denunciar la ambición interesada y sin objetivos de servicio a los ciudadanos propia de muchos políticos; se trata de ennoblecer la política como una profesión de servicio a los demás, y no a los intereses particulares de los políticos; se trata de construir estructuras partidarias democráticas y no oligarquías férreas antagónicas con la democracia; se trata de denunciar la mentira y la perversión de la democracia cuando se produce; se trata de votar en conciencia y no como borregos, hagan lo que hagan los políticos; se trata de rebelarse democráticamente ante la estafa; se trata de dimitir cuando los objetivos no se puden cumplir... ¿les suena esto, a los políticos españoles?¿y a los ciudadanos españoles?
Se trata de "moral", "salud pública" y "profesionalidad" política.
Si no se consigue elevar el nivel de la democracia española hacia esos objetivos, la democracia española morirá: seremos una República bananera cualquiera. Y digo expresamente "República bananera" porque eso es lo que acabaremos siendo, una "República" y además "Bananera".
Sí que es cierto que además de la regeneración moral es imprescindible introducir reformas estructurales en el sistema, pero a nivel de los mecanismos electorales, para que los partidos y dirigentes políticos no se vean impulsados ---más o menos gustosamente--- a pactar la renuncia a sus principios programáticos, cediendo al chantaje de las minorías independentistas.
Despierten o vayámonos preparando para la agonía y el suicidio. Se lo dice un "batracio", "parásito", "maniobrero", "ambicioso" y "estúpido"
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Otro comentario públicado hoy por D. Luis en su blog:
La claridad y autenticidad de Rosa no son cuestionables. Lo que dice es la verdad. Y sin embargo, yo ya he comenzado a oir críticas referidas a que no sabe escuchar y que va en solitario.
Y ese es el núcleo del problema, que lo que Rosa dice lo conocemos una minoría, y define correctamente y con fuerza las necesidades políticas del país, pero sólo se oye a nivel reducido entre la ciudadanía, pues existe un boicot mediático y político a la difusión de la verdad, aunque consigamos impregnar la agenda política con nuestras ideas. Pero después es posible que estas ideas queden como palabras que se lleva el viento, una vez pasadas las elecciones.
Y además va a resultar que durante la campaña electoral, con poco o ningún dinero y poco tiempo en los medios, la voz de Rosa no se va a oir todo lo que se debería.
Por eso, para vencer las resistencias, es preciso construir la red del partido, y programar actos de presentación en núcleos reducidos, y difundir las ideas entre pequeños núcleos de afiliados y simpatizantes que hagan de altavoces en la sociedad. Es decir, es vital construir el partido como base de apoyo del liderazgo y núcleo de impregnación de la opinión publica. Y conseguir construir una estructura en red que se vaya consolidando, sin miedo al descontrol, porque el miedo bloquea su vitalidad. No se puede centralizar en exceso la información, porque entonces no se supera el nivel organizativo de "Basta Ya", y no se construye un partido. La sensación que tengo desde Cataluña es que existe un bloqueo en la construcción de la red, y la consecuencia es que Rosa está aislada, y su rendimiento político es mucho menor del que podría ser: es un motor "Rolls" en carrocería de "Seat 600".
Quizá mi percepción desde Cataluña sea errónea, por fragmentaria e incompleta, pero es que aquí UPyD no existe, y los que somos conscientes de ello, nos hemos desesperado, ante el vacío que se ha dejado durante los últimos cuatro meses, vitales para comenzar a reconducir el rumbo del país. Porque Cataluña es la llave, de los resultados electorales y de la construcción de la alternativa a las alianzas de ZP y a la desmembración ideológica y estratégica del país.
De ahí ha venido nuestro particular conflicto interno de días atrás: de la conciencia del posible suicidio de UPyD por desidia e inoperancia en Cataluña. De la conciencia de estar dejando un vacío que es letal para el país en su conjunto. De la conciencia de estar reproduciendo la patología de Ciudadanos y asistiendo como espectadores impotentes a una nueva agonía del proyecto.
Por eso nos hemos sentido indignados ante las acusaciones de maniobrerismo y ambiciones personales que hemos sufrido, porque nada de eso era cierto, y además nos inutilizaba para evitar la nueva agonía del proyecto. Pero ahora ya no hay solución, el tiempo nos ha devorado: la única esperanza es que en el resto de España cuaje algo, para iniciar desde allí el despegue de la regeneración del país.
Aquí, UPyD se ha autoesterilizado.
Luis Bouza-Brey