En julio de 2007, el Presidente Zapatero decía en el Congreso que durante la siguiente legislatura, es decir la actual, España alcanzaría el pleno empleo, para ello se crearían 3 millones de nuevos puestos de trabajo. Tres años después la realidad ha vuelto a equivocarse, porque en vez de crear, se han destruido tres millones de puestos de trabajo desde que el Presidente Zapatero gobierna este país. Nunca se le ha escuchado al Presidente Zapatero pedir disculpas a los españoles por sus errores, siempre atribuibles a la situación internacional, la derecha, los bancos, el cambio climático o los extraterrestres.
Pasado mañana hay una Huelga General organizada por los sindicatos CCOO y UGT que han ocupado al alimón el ministerio de trabajo durante esta legislatura con Corbacho de Tancredo. No ha habido gobiernos en la historia de España que se hayan plegado más a las propuestas de los sindicatos que los del Presidente Zapatero. Supuestamente los sindicatos defienden los derechos de los trabajadores y el Presidente Zapatero también. Nunca en la historia de España los sindicatos han manejado tanto dinero recibido del Estado, de las empresas, de los trabajadores, de los cursos a la medida que les ofrece el Estado.
Evidentemente es cierto que el Presidente Zapatero y los sindicatos CCOO y UGT no defienden los intereses de los trabajadores, puesto que el primer interés de todo trabajador es tener un trabajo, y gracias a la intervención concertada de Gobierno y Sindicatos en España hay actualmente 4 millones y medio de parados, pero en realidad hay 6 millones de mentiras (los 3 millones de trabajos que no se crearon según la propuesta de Zapatero para triunfar en las elecciones generales de 2008 y los 3 millones de trabajos que se han perdido). Es sorprendente que en este país la Huelga no sea por la peor política laboral de la historia democrática de España desde 1978, sino por unas reformas laborales que dan risa, porque solo sirven para maquillar la realidad, y no resolver los graves problemas de estructura laboral anquilosada, productividad raquítica, competencia y competitividad decadentes que tenemos en España.
Hay algo que huele a negocio y estafa en todo este festival que se han montado entre Gobierno y Sindicatos. No salen las cuentas. ¿Cómo pueden recibir más dinero que nunca los sindicatos por parte del Estado si estamos en la cifra más elevada de paro de la historia de España?
Solo cabe una explicación, el Estado compra el silencio de los sindicatos domesticados por el Gobierno con nuestro dinero, mientras cada día más españoles engrosan las largas colas del paro.
Más que una huelga general el próximo 29 de septiembre habrá una huelga cabo chusquero, con piquetes violentos formados por liberados sindicales que se juegan el futuro con su éxito y volver a trabajar con su fracaso. Estoy seguro de que en este país mientras no se acabe con los liberados sindicales va a seguir habiendo paro.
Hay una terrible perversión en este sistema de connivencia entre sindicatos y Gobierno. El Gobierno accede al chantaje (o servicio) que los sindicatos le hacen con tener a los parados domesticados y a los trabajadores que tienen amenazado su empleo “representados”. Cuanto peor van las cosas en materia laboral en este país los sindicatos ingresan más dinero, se han convertido en guardianes del régimen, como en la dictadura era la falange, un instrumento de opresión al servicio del poder. A este paso, un día descubriremos que el auténtico abuelo de Zapatero era Francisco Franco, solo hay que mirar a los españoles, seguimos igual de sometidos y callados, como cuando en vez de democracia había una dictadura. Poco hemos avanzado como sociedad civil en 35 años.
Biante de Priena
Pasado mañana hay una Huelga General organizada por los sindicatos CCOO y UGT que han ocupado al alimón el ministerio de trabajo durante esta legislatura con Corbacho de Tancredo. No ha habido gobiernos en la historia de España que se hayan plegado más a las propuestas de los sindicatos que los del Presidente Zapatero. Supuestamente los sindicatos defienden los derechos de los trabajadores y el Presidente Zapatero también. Nunca en la historia de España los sindicatos han manejado tanto dinero recibido del Estado, de las empresas, de los trabajadores, de los cursos a la medida que les ofrece el Estado.
Evidentemente es cierto que el Presidente Zapatero y los sindicatos CCOO y UGT no defienden los intereses de los trabajadores, puesto que el primer interés de todo trabajador es tener un trabajo, y gracias a la intervención concertada de Gobierno y Sindicatos en España hay actualmente 4 millones y medio de parados, pero en realidad hay 6 millones de mentiras (los 3 millones de trabajos que no se crearon según la propuesta de Zapatero para triunfar en las elecciones generales de 2008 y los 3 millones de trabajos que se han perdido). Es sorprendente que en este país la Huelga no sea por la peor política laboral de la historia democrática de España desde 1978, sino por unas reformas laborales que dan risa, porque solo sirven para maquillar la realidad, y no resolver los graves problemas de estructura laboral anquilosada, productividad raquítica, competencia y competitividad decadentes que tenemos en España.
Hay algo que huele a negocio y estafa en todo este festival que se han montado entre Gobierno y Sindicatos. No salen las cuentas. ¿Cómo pueden recibir más dinero que nunca los sindicatos por parte del Estado si estamos en la cifra más elevada de paro de la historia de España?
Solo cabe una explicación, el Estado compra el silencio de los sindicatos domesticados por el Gobierno con nuestro dinero, mientras cada día más españoles engrosan las largas colas del paro.
Más que una huelga general el próximo 29 de septiembre habrá una huelga cabo chusquero, con piquetes violentos formados por liberados sindicales que se juegan el futuro con su éxito y volver a trabajar con su fracaso. Estoy seguro de que en este país mientras no se acabe con los liberados sindicales va a seguir habiendo paro.
Hay una terrible perversión en este sistema de connivencia entre sindicatos y Gobierno. El Gobierno accede al chantaje (o servicio) que los sindicatos le hacen con tener a los parados domesticados y a los trabajadores que tienen amenazado su empleo “representados”. Cuanto peor van las cosas en materia laboral en este país los sindicatos ingresan más dinero, se han convertido en guardianes del régimen, como en la dictadura era la falange, un instrumento de opresión al servicio del poder. A este paso, un día descubriremos que el auténtico abuelo de Zapatero era Francisco Franco, solo hay que mirar a los españoles, seguimos igual de sometidos y callados, como cuando en vez de democracia había una dictadura. Poco hemos avanzado como sociedad civil en 35 años.
Biante de Priena