No sólo hicieron el ridículo en las elecciones, sino que siguen, erre que erre, en la autosatisfacción, rayando con el autismo político. Ninguna autocrítica, y en su lugar la puerilidad del "¡Yo no he sido!, es por culpa de ésos", señalando a los medios y a los críticos del interior. Una vez más, el nivel cero de la política en quienes dirigen un partido a la deriva, sin ideas, sin proyecto, sin coherencia.
Restablecer el principio de realidad, decían Ana Nuño o Vázquez-Rial hace dos años, cuando en el Taxidermista se gestaba el ilusionante proyecto de regeneración ciudadana. Y nos encontramos con un muchacho y una muchacha desorientados y creídos, cuya ignorancia sólo es comparable con una arrogante adolescencia de niñatos malcriados, a quienes les han roto el juguete municipal con el que soñaban.
Lean el lloriqueo de estos posmodernos de provincias aquí.
Calixto Argüelles
Restablecer el principio de realidad, decían Ana Nuño o Vázquez-Rial hace dos años, cuando en el Taxidermista se gestaba el ilusionante proyecto de regeneración ciudadana. Y nos encontramos con un muchacho y una muchacha desorientados y creídos, cuya ignorancia sólo es comparable con una arrogante adolescencia de niñatos malcriados, a quienes les han roto el juguete municipal con el que soñaban.
Lean el lloriqueo de estos posmodernos de provincias aquí.
Calixto Argüelles