"Una sola cosa nos explica bien la historia y es en qué consisten los malos gobiernos" Thomas Jefferson.
Posiblemente sea la pregunta que
nos hacemos más españoles en estos momentos, al menos coincidimos en algo: ¿por qué no salimos de la crisis?
Se
ha cumplido un año desde la llegada al Gobierno de Mariano Rajoy y todavía recuerdo a los
ilusos que decían que había que darle cien días, para ver resultados. Bien, han
pasado 365 días y estamos peor que hace un año, tenemos un millón más de
parados, un millón de inmigrantes han salido de este país y 400.000 españoles
han cogido las maletas, sino tendríamos 2,4 millones de parados más, en tan
solo un año. Nos vamos acercando a los seis millones de parados, en una
lánguida decadencia que parece no tener fin. Mariano Rajoy se justifica ante
los españoles diciendo que no podía hacer otra cosa que lo que ha hecho, algo
que ya no se cree nadie. El Presidente del Gobierno ha tapado la mierda de
Zapatero bajo la alfombra, para que la Casta siga conservando sus privilegios.
Ningún partido ha acumulado tanto
poder en España en la historia de la democracia, como tiene el PP en estos
momentos. No solo mayoría absoluta en el Gobierno, sino el gobierno de 13
autonomías y la mayoría de los ayuntamientos de este país. Todo el poder para
no hacer nada que resuelva nuestros problemas, prueba de su insoportable
inutilidad. Si comenzábamos el año con una prima de riesgo de 405 puntos, hoy
estamos en 450 puntos y durante todo el año estamos pagando nuestra deuda a un
interés del 6 %, perdiendo competitividad con respecto a nuestros competidores.
Los españoles hemos perdido de media un 25 % de poder adquisitivo en lo que va
de año, estamos pagando más impuestos que ningún país de Europa para nuestra
renta. Y nuestro endeudamiento público ya se aproxima al billón de euros, si no
lo ha sobrepasado.
Eso sin contar los rescates a la
banca pública de la estafa de las Cajas de Ahorros, 50.000 millones de euros
que vamos a pagar los españoles, porque los directivos no saben donde están los
300.000 millones de euros que se han esfumado, y algunos tienen de pensión 60
millones de euros en Cajas quebradas como la de Novo Galicia. Nuestro déficit
no acaba de bajar, a pesar de la fuerte carga impositiva que se ha acumulado
sobre los pobres españoles con trabajo, cada español que trabaja debe más de
50.000 euros de deuda pública. Se ha recortado en sanidad, educación, justicia,
bienestar social, dependencia, cultura, infraestructuras, es decir en servicios
que ofrece el Estado y están empeorando paulatinamente.
En este país teníamos 3,2
millones de empleados públicos, 1,2 millones prescindibles, pero eso no se toca
que es el cinturón protector de la Casta. En este país tenemos infraestructuras
deficitarias, aeropuertos, AVES, desaladoras, energías renovables, televisiones
autonómicas, pero nadie ha hablado de externalizar la deuda, aunque han
comenzado por reducir los hospitales, las escuelas y el número de funcionarios
útiles a la sociedad, manteniendo a los que se han ido apalancando gracias a
algún pariente o su carnet. Resulta dramático pensar que en este país, al mismo
tiempo que tres millones y medio de españoles perdían sus puestos de trabajo,
las administraciones públicas incrementaba sus plantillas en 600.000
trabajadores, absolutamente innecesarios, pues tras la revolución tecnológica,
tendrían que haberse reducido en 600.000 los empleos públicos, pero se ha hecho
exactamente lo contrario.
Los sindicatos, agentes parasitarios, empeñados en
mantener los privilegios de sus dirigentes a cualquier precio no han dejado de
convocar huelgas y manifestaciones, aunque en la última solo se produjo un 12,5
% de descenso de consumo eléctrico y un espectáculo bochornoso protagonizado
por los piquetes a sueldo, posiblemente algunos contratados para la ocasión. Algunas manifestaciones del 15-M o del 25-S, promovidas y controladas por la izquierda, para que se ve que en este país hay reacción, pero que no han servido para nada, como estaba previsto por los organizadores.
Del PSOE y su extinción, no hay
noticias, de Zapatero y el recuento de nubes tampoco; del Fiscal General del
Estado, que sigue ciego, nada se sabe, cuando es el encargado por ley de
vigilar el interés público en este país. Caen alcaldes por corrupción,
presidentes de parlamentos, ex ministros y no pasa nada. Se descubren tramas
mafiosas en partidos como CIU con evasión de capitales incluida y tampoco
ocurre nada. Los desahuciados se van suicidando, y el PSOE-PP no son capaces de
llegar a un acuerdo, porque deben prevalecer sus intereses sectarios antes que
los generales. Y en toda esta historia, nos surge Peter Pan, dispuesto a convertir
Cataluña en independiente, por sus santos
atributos, aunque sea contra la voluntad de más de un 50 % de catalanes, según
las últimas encuestas.
También tenemos la cuestión europea, hemos perdido la soberanía económica y política y no hemos visto un apoyo claro de nuestros aliados, ni cuando la prima de riesgo estuvo por encima de 600 puntos, eso indica que no va a haber ayudas de Europa, salvo las de los bancos-Cajas de Ahorros que vamos a pagar. A mí me parece fascinante, que con la que está cayendo, cada español, hasta los recién nacidos, tengan que pagar 1.200 euros para salvar a los bancos, cuando mejor los utilizaban en salvarse a sí mismos. Hemos descendido varios puestos en el ranking de países avanzados a nivel mundial, nuestros indicadores de desarrollo humano están en caída libre.
Mariano Rajoy, nos ha brindado a
los españoles un magnífico ejemplo de lo que es un anti-líder, el Presidente
del Gobierno que ningún país querría ni para sus peores enemigos. Su PP se ha
convertido al “socialismo de derechas”, con una política inerte fundamentada en
ocurrencias, como la que nos ofreció Zapatero durante la última legislatura.
Rubalcaba está camino del patíbulo catalán. A los demás ni se les ve, ni se les
verá. Así que los españoles no es que estemos mal representados, sino sin
representación alguna, porque los usurpadores, impostores y detentadores que
habitan en el poder y sus aledaños, sólo velan por sus propios intereses y los
de sus partidos, aunque sea enterrando las últimas esperanzas de los españoles
con pobreza, miseria e indignación.
Como será la cosa, que Rajoy se
ha convertido en menos de un año en el peor Presidente de Gobierno que ha
habido en España desde 1812, incluso superando a Zapatero, que al menos en la
primera legislatura puso intención en cambiar este país, aunque en la segunda
nos hundió en la miseria para los próximos treinta años. Y esto es lo que hay,
queridos lectores, el próximo año, recordaré este artículo para mostrarles que
no me equivoqué cuando dije que todavía vamos a estar mucho peor que ahora: se
van a perder medio millón de puestos de trabajo más mínimo, no vamos a reducir
el déficit, se va a seguir incrementando la deuda pública, pero no se preocupen,
que todo lo pagarán los españoles que no hayan perdido su trabajo, reduciendo
otro 25 % su poder adquisitivo de nuevo durante el próximo par de años. También lo hice el año pasado, y los anteriores
¡Como disfrutan estos energúmenos disparando
con pólvora del pueblo!, como tienen inmunidad por ley, pueden actuar
con toda impunidad y no pasa nada; y ellos felices -lo arreglen o lo estropeen más-, porque a los demás, como si nos
parte un rayo, eso no les importa lo más mínimo, mientras haya de
donde seguir trincando, aquí paz y después gloria.
Y los españoles, pues continúamos hipnotizados por los medios de comunicación que nos mantienen entretenidos con las últimas novedades de la intoxicación, en confusión permanente y coma profundo tras el "shock" de lo acontecido; mientras, va pasando el tiempo y vamos perdiendo la libertad, lo mismo que perdimos justicia y derechos, nuestra soberanía, la democracia, el pasado y el futuro. Es la modernidad, la ingeniería social, el progreso hacia la miseria, nunca hemos avanzado tanto hacia atrás. Mientras La Casta sigue descubriendo que la culpa es de los españoles que no saben lo que quieren, y por esta vez, van a tener razón
Y los españoles, pues continúamos hipnotizados por los medios de comunicación que nos mantienen entretenidos con las últimas novedades de la intoxicación, en confusión permanente y coma profundo tras el "shock" de lo acontecido; mientras, va pasando el tiempo y vamos perdiendo la libertad, lo mismo que perdimos justicia y derechos, nuestra soberanía, la democracia, el pasado y el futuro. Es la modernidad, la ingeniería social, el progreso hacia la miseria, nunca hemos avanzado tanto hacia atrás. Mientras La Casta sigue descubriendo que la culpa es de los españoles que no saben lo que quieren, y por esta vez, van a tener razón
Enrique Suárez