En la "cripta" de Ferraz, se comenta "sottovoce" algo así: "¿Pero qué se ha creído este tío?. Ha hecho un gobierno de simpatizantes, que ni siquiera han cotizado las cuotas que pagan los militantes de base. Un 60 % de los ministros no tiene carnet del PSOE. Hasta aquí podíamos llegar".
Alfonso Guerra está incómodo, se ha visto en el tirón de orejas que le ha dado al chaval de la sonrisa amplia y el talante, con lo de las carcajadas que se echa con Berlusconi, preguntando si el Presidente de Italia no era un delincuente.
Jesús Caldera, el "padre" de la tercera vía que alzó a Zapatero, primero a la Secretaría General del partido, y más tarde a la Presidencia del Gobierno, ha pasado a "clases pasivas", entre otras razones por que si entraba en el Gobierno se fastidiaba la discriminación positiva de la paridad a favor de las mujeres.
El Ministerio de Igualdad, con esa chica que un día se despierta dentro de un telediario, habiendo gente mucho mejor preparada dentro del partido, precisamente, para ocupar ese puesto, no le ha sentado bien a alguien muy próxima al Presidente, que mantiene la cuestión de la igualdad de género como algo personal.
Tampoco ha gustado la decisión de incorporar al Gobierno a Miguel Sebastián por amistad personal con el Presidente, junto con una o dos miembros de su escuela. En el PSOE se considera que Solbes es el hombre de partido, y se confía en su gestión política de la economía, entre otras cosas porque sabe redistribuir los recurso sin disgustar a nadie demasiado. Pero Sebastián, además de haber perdido clamorosamente con Gallardón, no es alguien en quien se confíe en el PSOE, entre otras cosas por sus colaboraciones en el diario El Mundo, que dirige Pedro J. Ramírez.
Por otra parte, en Aragón, Marcelino Iglesias va a tener que ofrecer muchas explicaciones a sus electores, si finalmente se decide realizar el trasvase de agua desde el Ebro a Barcelona, pero anda cauto con el asunto, porque necesita la ayuda del Gobierno para la Expo.
Las agrupaciones valencianas y murcianas del PSOE, junto con la de Almería, están pensándose participar en las convocatorias que haga el PP de Camps como protesta al trasvase de agua a Barcelona y su negación a la gente de sus comunidades.
Lo decíamos recientemente, en la era de la información, las políticas sectarias no tienen cabida, porque se denuncian de forma inmediata. El sectarismo del PSOE era algo que hasta ahora estaba controlado y restringido, pero con un Gobierno "no controlado" por el partido, y que depende exclusivamente del Presidente, no ven muy claro si esto puede favorecer a los suyos o perjudicarles, sobretodo cuando alguien del partido se presente a un puesto de trabajo de "libre designación" y sea rechazado porque vaya a ser ocupado por alguien de confianza del ministro correspondiente.
José Blanco ha comenzado a escuchar el susurro de las cimitarras nerviosas de los miembros del aparato mientras se van afilando con discreción, tratará de cubrir el papel con el nombramiento de secretarías con gente del partido, pero ya ha habido algún ministro que ha dicho que él prefiere formar su propio equipo.
Y no se dan cuenta los seguidores del PSOE, que lo que Zapatero ha hecho es puro presidencialismo, a imitación de Sarkozy, Bush, o Berlusconi. Realmente hay que reconocerle la habilidad para engañar hasta a sus propios compañeros, montándoles un gobierno presidencialista, al más puro estilo de la derecha, de la noche a la mañana. A este paso, se va a convertir en el sucesor de Manolete. Y ahora a ver quien lo baja del pedestal.
Aunque camino del 2 de mayo, guarda cierto parecido con lo que hacía Napoleón hace 200 años creyendo que nuestro país le agradacería la invasión, y ni siquiera pasaron cuatro años cuando la Pepa parió la nación española en la que hoy vivimos así como podemos.
Erasmo de Salinas
Alfonso Guerra está incómodo, se ha visto en el tirón de orejas que le ha dado al chaval de la sonrisa amplia y el talante, con lo de las carcajadas que se echa con Berlusconi, preguntando si el Presidente de Italia no era un delincuente.
Jesús Caldera, el "padre" de la tercera vía que alzó a Zapatero, primero a la Secretaría General del partido, y más tarde a la Presidencia del Gobierno, ha pasado a "clases pasivas", entre otras razones por que si entraba en el Gobierno se fastidiaba la discriminación positiva de la paridad a favor de las mujeres.
El Ministerio de Igualdad, con esa chica que un día se despierta dentro de un telediario, habiendo gente mucho mejor preparada dentro del partido, precisamente, para ocupar ese puesto, no le ha sentado bien a alguien muy próxima al Presidente, que mantiene la cuestión de la igualdad de género como algo personal.
Tampoco ha gustado la decisión de incorporar al Gobierno a Miguel Sebastián por amistad personal con el Presidente, junto con una o dos miembros de su escuela. En el PSOE se considera que Solbes es el hombre de partido, y se confía en su gestión política de la economía, entre otras cosas porque sabe redistribuir los recurso sin disgustar a nadie demasiado. Pero Sebastián, además de haber perdido clamorosamente con Gallardón, no es alguien en quien se confíe en el PSOE, entre otras cosas por sus colaboraciones en el diario El Mundo, que dirige Pedro J. Ramírez.
Por otra parte, en Aragón, Marcelino Iglesias va a tener que ofrecer muchas explicaciones a sus electores, si finalmente se decide realizar el trasvase de agua desde el Ebro a Barcelona, pero anda cauto con el asunto, porque necesita la ayuda del Gobierno para la Expo.
Las agrupaciones valencianas y murcianas del PSOE, junto con la de Almería, están pensándose participar en las convocatorias que haga el PP de Camps como protesta al trasvase de agua a Barcelona y su negación a la gente de sus comunidades.
Lo decíamos recientemente, en la era de la información, las políticas sectarias no tienen cabida, porque se denuncian de forma inmediata. El sectarismo del PSOE era algo que hasta ahora estaba controlado y restringido, pero con un Gobierno "no controlado" por el partido, y que depende exclusivamente del Presidente, no ven muy claro si esto puede favorecer a los suyos o perjudicarles, sobretodo cuando alguien del partido se presente a un puesto de trabajo de "libre designación" y sea rechazado porque vaya a ser ocupado por alguien de confianza del ministro correspondiente.
José Blanco ha comenzado a escuchar el susurro de las cimitarras nerviosas de los miembros del aparato mientras se van afilando con discreción, tratará de cubrir el papel con el nombramiento de secretarías con gente del partido, pero ya ha habido algún ministro que ha dicho que él prefiere formar su propio equipo.
Y no se dan cuenta los seguidores del PSOE, que lo que Zapatero ha hecho es puro presidencialismo, a imitación de Sarkozy, Bush, o Berlusconi. Realmente hay que reconocerle la habilidad para engañar hasta a sus propios compañeros, montándoles un gobierno presidencialista, al más puro estilo de la derecha, de la noche a la mañana. A este paso, se va a convertir en el sucesor de Manolete. Y ahora a ver quien lo baja del pedestal.
Aunque camino del 2 de mayo, guarda cierto parecido con lo que hacía Napoleón hace 200 años creyendo que nuestro país le agradacería la invasión, y ni siquiera pasaron cuatro años cuando la Pepa parió la nación española en la que hoy vivimos así como podemos.
Erasmo de Salinas