La convocatoria independentista del 9-N ha
concluido. Del censo estimado de 6,23 millones de convocados a urnas, han acudido a votar
(según los convocantes -sin control alternativo alguno-, algo que inexplicablemente incluye a la Generalitat),
alrededor de 2,2 millones de personas, lo que supone exactamente una participación del 35
% de los convocados, de los que habrá que reducir los que han votado no, los
votos blancos y nulos.
Dando por buenos los
resultados ofrecidos por la Generalitat, el apoyo a la independencia de
Cataluña sólo puede alcanzar menos de un 35 % de los convocados, (muy lejos del 50,01 % que le concedería "supuesta legitimidad" dentro de la ilegalidad) es decir, poco
más de un tercio. Los catalanes que no han acudido que son una inmensa mayoría
no han querido saber nada con la parodia organizada por los partidos políticos
catalanistas, para ofrecer una pantalla que oculte la desmesurada corrupción,
fraude, prevaricación, malversación y actividad mafiosa de los políticos catalanistas.
Hoy, se puede decir alto y
claro, que la mayoría de los catalanes no están a favor de la independencia de
Cataluña. Los convocantes tendrán que rendir ahora cuentas ante la justicia de
los numerosos delitos de prevaricación, malversación y sedición que han
cometido.
¡Visca Catalunya Lliure!