Cuando en el año 1979 vimos en la ciudad alemana de Frankfurt a cientos de iraníes con trajes y corbatas arrodillados bajo la lluvia donde se gritaba SHAK MAT (Jaque Mate), pudimos comprender que algo no iba bien en la Persia de Reza Palevi.
Y ahora en España, si en una ciudad como Coria del Río (Sevilla) la policía municipal tirotea con gases a su Ayuntamiento porque le debe salarios, en otra como Barcelona se interrumpe por costumbre el transporte ciudadano, el gobierno quiere formar jueces- policías y el presidente insta a la modificación del Tribunal Constitucional, es que algo no va bien en nuestro país.
Lo que ocurre en España nos parece tan nuevo y sorprendente como a los alemanes debieron parecerle los argumentos y discursos de Hitler. Toda contienda social en la historia se viste con nueva indumentaria sin despreciar totalmente los retales a mano.
Pero lo que es realmente sorprendente es que el principal partido de la oposición esté contaminado por el virus antinacional que acaudilla ZP. Así podemos verlo en la conducta de sus barones y en la sarta de lugares comunes de Rajoy, quién parece más un periodista mediocre que el jefe del partido que debe salvar a España.
D. Mariano se despierta un día y ve que los ciudadanos están cabreados, los llama a poner banderas en balcones, y al otro vuelve a contarles que la cosa está mal, que espera que ZP comprenda su “error” y que si ellos gobernaran estas cosas no pasarían.
¿El PP no sabe que puede pedir el adelanto de elecciones o la dimisión del presidente? ¿Tiene que esperar que sean los ciudadanos quienes tengan que arreglar directamente sus problemas? ¿Para esa quietud y monserga está el PP en la palestra política? ¿Se marchará ZP de rositas?
Pues bien señores, ¡qué bien viven sus señorías!
Mirinda Greco (funcionaria)
Y ahora en España, si en una ciudad como Coria del Río (Sevilla) la policía municipal tirotea con gases a su Ayuntamiento porque le debe salarios, en otra como Barcelona se interrumpe por costumbre el transporte ciudadano, el gobierno quiere formar jueces- policías y el presidente insta a la modificación del Tribunal Constitucional, es que algo no va bien en nuestro país.
Lo que ocurre en España nos parece tan nuevo y sorprendente como a los alemanes debieron parecerle los argumentos y discursos de Hitler. Toda contienda social en la historia se viste con nueva indumentaria sin despreciar totalmente los retales a mano.
Pero lo que es realmente sorprendente es que el principal partido de la oposición esté contaminado por el virus antinacional que acaudilla ZP. Así podemos verlo en la conducta de sus barones y en la sarta de lugares comunes de Rajoy, quién parece más un periodista mediocre que el jefe del partido que debe salvar a España.
D. Mariano se despierta un día y ve que los ciudadanos están cabreados, los llama a poner banderas en balcones, y al otro vuelve a contarles que la cosa está mal, que espera que ZP comprenda su “error” y que si ellos gobernaran estas cosas no pasarían.
¿El PP no sabe que puede pedir el adelanto de elecciones o la dimisión del presidente? ¿Tiene que esperar que sean los ciudadanos quienes tengan que arreglar directamente sus problemas? ¿Para esa quietud y monserga está el PP en la palestra política? ¿Se marchará ZP de rositas?
Pues bien señores, ¡qué bien viven sus señorías!
Mirinda Greco (funcionaria)