Un panfleto de odio

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Cómo acabar democráticamente con la oligarquía política española

En la antigua Grecia hubo épocas en que los sorteos servían para elegir a los candidatos que representaban a los ciudadanos. No es mala idea, viendo lo que hemos visto en la casta política que nos representa, creo que el próximo Parlamento español debe tener la mitad de representantes elegidos directamente por sorteo (175 diputados y 125 senadores), es una forma de resolver todos nuestros problemas con una sencilla técnica y una fórmula eficaz, absolutamente legítima y democrática.

El procedimiento sería el siguiente, con un sistema similar al de los sorteos de la ONCE, se van extrayendo números hasta completar todas las cifras correspondientes al número de DNI. Lo primero será elegir al tribunal formado por 51 ciudadanos elegidos al azar que se encargará de controlar y vigilar el procedimiento de elección de los ciudadanos que nos representarán en el Parlamento. Uno a uno, se irán extrayendo los números de DNI hasta completar los ciudadanos del tribunal por elección directa. Tras el referendum correspondiente sobre el cambio de la Ley Electoral, se puede utilizar el mismo procedimiento para elegir directamente a nuestros representantes entre todos los ciudadanos españoles mayores de 18 años de edad.

La medida se puede trasladar a todas las instituciones en las que se realicen elecciones de rango europeo, nacional, autonómico y municipal. Un sistema innovador para contrarrestar el excesivo control de los partidos políticos que se han adueñado del poder para cometer las tropelías que contemplamos absortos cada día.

¿Cómo se puede hacer?, es más sencillo de lo que parece, reunimos medio millón de firmas de ciudadaos hartos de los políticos, para realizar una propuesta cerrada de referéndum ante el Parlamento, que tendrá que cambiar la ley electoral por imperativo democrático, para incorporar la sugerencia. Los diputados y senadores tendrán que votar a mano alzada la propuesta, tomándose nombres de todos los que se opongan a la misma, para formar parte de los no elegibles en el futuro por los ciudadanos.

Convocado el referéndum correspondiente se votará la propuesta por los ciudadanos de este país, se tramitará la ley y posteriormente se iniciará el proceso de elecciones según el modelo de elección directa de la mitad del Parlamento.

¿Qué ciudadano se va a oponer a que otros ciudadanos no políticos iguales que él le representen?. La política española ha llegado a tal grado de corrupción y vesania que se requiere una medida espectacular para cambiar definitivamente la realidad futura a la que nos llevan como borregos.

Alguno se preguntará por qué no hacerlo con todo el Parlamento, en vez de con la mitad, bien, es una propuesta a valorar, pero posiblemente para la siguiente legislatura, viendo la eficacia de la medida se pueda poner en práctica, aunque una transición no vendrá mal para que la gente se vaya haciendo a la idea de que tener representación directa y al azar de los ciudadanos en el Parlamento, es algo que hará que funcionen mucho mejor las cosas que teniendo representación política exclusivamente designada por los partidos.

Ahí queda la idea, a veces la mejor forma de avanzar es retroceder hasta el lugar en que democracia tenía más sentido que el de consolidar en la estafa pública a unos depravados ignorantes e indecentes.

Para organizar la recogida de firmas se puede abrir un grupo en las redes sociales que reuna apoyos, y se pueden ir recopilando el medio millón de firmas necesarias para convocar un referéndum que confiera legitimidad a la propuesta.

¿Cuándo empezamos?

Biante de Priena