El elemento indispensable para confiar en las instituciones del Estado es su credibilidad. La sociedad de la información requiere que las fuentes institucionales sean fiables, creibles, y rigurosas, sin embargo, a lo largo de los últimos años hemos asistido a una ceremonia de la confusión urdida desde el Gobierno y desde distintos gobiernos autonómicos, así como desde numerosas entidades municipales e institutos de la administración pública. Evidentemente, también han surgido numerosos casos de intoxicación en otras instituciones como las Cajas de Ahorrros, por ejemplo la CCM y la CAM, que recientemente ha visto como fracasaba su fusión con Effibank. Esclarecer lo ocurrido es algo que nos interesa a todos los ciudadanos de este país.
A excepción del Insituto Nacional de Estadística y algunos organismos históricos y selectos, a fecha actual las informaciones que nos procuran desde el Estado tienen la menor credibilidad de su historia. Es difícil saber cuantos parados hay en España, a cuanto asciende la deuda o cuanto es el déficit público al que nos enfrentamos.
El CIS, recientemente ha sido denunciado por manipulación de sus cifras en las encuestas, y su respuesta ha sido una inexactitud, por no decir una mentira. En la administración de la Junta de Andalucía el caso de los ERE, las dádivas de Chávez a su familia o el caso de Mercasevilla ha mostrado el grado de corrupción al que están expuestos los andaluces. Los casos de manipulación desde la Administración Pública, detectados por los medios de comunicación y por los recursos espontáneos de la Red, son innumerables.
Censura de los datos reales, propaganda de datos irreales e intoxicación con informaciones falsas han acompañado a la administración socialista habitualmente, así como a algunas comunidades del PP. La realidad social, económica o política que se presenta a los ciudadanos españoles, poco tiene que ver con la realidad auténtica.
Quizás uno de los casos más graves de manipulación de la información urdida desde el PSOE haya sido la cuestión de la violencia de género, actualmente en España se produce una de las tasas de letalidad más bajas de Europa (junto con Italia, Francia y Portugal, países de tradición católica), que no supera las 5 mujeres fallecidas por millón de mujeres, cuando en países próximos al Norte o al Este de Europa se acerca a las 10 mujeres fallecidas por millón de mujeres. Pero si lo referimos exclusivamente a la población autóctona la cifra disminuye hasta 2,5 mujeres por millón, mientras que la de población inmigrante (un 50 % del total) se aproxima a las 14 mujeres fallecidas por millón. Las cifras son aproximadas, dado el hermetismo informativo establecido por las administraciones públicas, suplido por algunas instituciones alternativas.
En este país, todas las estrategias impuestas desde el feminismo por el PSOE, nos llevan a una situación extravagante, comparado con el ámbito europeo, pues la legislación más extrema se da en España, con el menor número de casos de Europa, tradicionalmente y no por la legislación impuesta. El país que más recursos dedica por habitante a la cuestión de género, proporcionalmente a su renta per cápita, de toda Europa es España. La red pública asistencial más importante de Europa sobre la cuestión de género se da en España, y el mayor número de personas contratadas para dedicarse a la cuestión, por habitantes también se da en España. En nuestro país se ha impuesto una ley de paridad, insólita en otros países del ámbito europeo. En ningún otro país de Europa se dedica tanta atención informativa a la cuestión de género como en España, ni tampoco tan sesgada.
Realmente con la cuestión de género, podemos comprobar el modelo de funcionamiento estratégico del PSOE en muchos otros ámbitos políticos: se magnífica un problema, se institucionaliza la falacia, se crean institutos y organizaciones para atenderlo, se contrata personal, habitualmente del partido para asistirlo en la administración pública, y dentro de unos años se presentarán los resultados como un gran éxito de la política socialista, cuando en realidad, todo el despilfarro que se ha dedicado a la cuestión, no han descendido las cifras a las que serían esperadas si no se hubiera puesto en práctica tanta parafernalia . Se han llegado a ocultar las cifras de la violencia dómestica que afectan a hombres y niños, con tal de destacar las de las mujeres, en interés de cuadrar el círculo de sus propósitos.
Hace un año, Viviane Reding, Comisaria de Justicia Europea denunció la actitúd frívola y frentista del Gobierno español en la cuestión de género, al tratar de imponer una euroorden al respecto, no avalada por los 27 países que conforman la Unión Europea y utilizar las instituciones eureopeas como si fueran una marioneta. La Comisaria Europea de Justicia rechazó la creación de un Observatorio Europeo para la Violencia de Género.
Recientemente, el Delegado de Gobierno para la Violencia de Género, Lorente, ha reconocido que España es el país que más medios (y dinero) invierte proporcionalmente de Europa en la cuestión de Género, mientras que la Comisaria de Justicia decía que el nivel de atención del problema en España era muy bajo.
Evidentemente, algún día tendremos que descubrir como siendo España el país con una doctrina más inquisitorial en cuestión de género de toda Europa, teniendo una de las cifras de mortalidad más baja de toda Europa, incluso antes de la legislación y tras las medidas espectaculares del gobierno socialista, resulta que al entender de la Comisaria de Justicia Europea, tiene unos niveles de protección muy bajos.
Por último, la Comisaria de Justicia Europea, Viviane Reding, ha denunciado como chapuceras, las propuestas realizadas por el Gobierno español en materia de género. Desde el año 2004 se han dedicado en España miles de millones de euros a atender la cuestión de género, cuando las cifras de partida no requerían de ninguna forma ese despliegue de recursos, aunque seguramente estaba más condicionado por el interés del PSOE de introducir en la administración pública española unos miles de compañeras con puesto de trabajo fijo y posiblemente orientadas a la capatación electoral. Lo peor de todo es que tras siete años, y la ingente cantidad de recursos de todo tipo que se han invertido, por la obsesión particular de los Gobiernos de Zapetero más que por las necesidades reales, ha resultado que según los criterios vigentes en la Unión Europea es una auténtica chapuza, según la Comisaria de Justicia, Viviane Reding.
El día que en España nos quitemos el burka feminista que nos han impuesto, vamos a descubrir que las cosas se han hecho mal también, en uno de los programas estelares del gobierno socialista, creando posiblemente, mucho más daño a la población española del que hubiera sido necesario habiendo actúado con rigor y conocimiento y no desde planteamientos fanáticos, sectarios, y pesebristas. Y el PP de Mariano Rajoy de vacaciones, no vaya a ser que le acusen de machista.
Enrique Suárez
A excepción del Insituto Nacional de Estadística y algunos organismos históricos y selectos, a fecha actual las informaciones que nos procuran desde el Estado tienen la menor credibilidad de su historia. Es difícil saber cuantos parados hay en España, a cuanto asciende la deuda o cuanto es el déficit público al que nos enfrentamos.
El CIS, recientemente ha sido denunciado por manipulación de sus cifras en las encuestas, y su respuesta ha sido una inexactitud, por no decir una mentira. En la administración de la Junta de Andalucía el caso de los ERE, las dádivas de Chávez a su familia o el caso de Mercasevilla ha mostrado el grado de corrupción al que están expuestos los andaluces. Los casos de manipulación desde la Administración Pública, detectados por los medios de comunicación y por los recursos espontáneos de la Red, son innumerables.
Censura de los datos reales, propaganda de datos irreales e intoxicación con informaciones falsas han acompañado a la administración socialista habitualmente, así como a algunas comunidades del PP. La realidad social, económica o política que se presenta a los ciudadanos españoles, poco tiene que ver con la realidad auténtica.
Quizás uno de los casos más graves de manipulación de la información urdida desde el PSOE haya sido la cuestión de la violencia de género, actualmente en España se produce una de las tasas de letalidad más bajas de Europa (junto con Italia, Francia y Portugal, países de tradición católica), que no supera las 5 mujeres fallecidas por millón de mujeres, cuando en países próximos al Norte o al Este de Europa se acerca a las 10 mujeres fallecidas por millón de mujeres. Pero si lo referimos exclusivamente a la población autóctona la cifra disminuye hasta 2,5 mujeres por millón, mientras que la de población inmigrante (un 50 % del total) se aproxima a las 14 mujeres fallecidas por millón. Las cifras son aproximadas, dado el hermetismo informativo establecido por las administraciones públicas, suplido por algunas instituciones alternativas.
En este país, todas las estrategias impuestas desde el feminismo por el PSOE, nos llevan a una situación extravagante, comparado con el ámbito europeo, pues la legislación más extrema se da en España, con el menor número de casos de Europa, tradicionalmente y no por la legislación impuesta. El país que más recursos dedica por habitante a la cuestión de género, proporcionalmente a su renta per cápita, de toda Europa es España. La red pública asistencial más importante de Europa sobre la cuestión de género se da en España, y el mayor número de personas contratadas para dedicarse a la cuestión, por habitantes también se da en España. En nuestro país se ha impuesto una ley de paridad, insólita en otros países del ámbito europeo. En ningún otro país de Europa se dedica tanta atención informativa a la cuestión de género como en España, ni tampoco tan sesgada.
Realmente con la cuestión de género, podemos comprobar el modelo de funcionamiento estratégico del PSOE en muchos otros ámbitos políticos: se magnífica un problema, se institucionaliza la falacia, se crean institutos y organizaciones para atenderlo, se contrata personal, habitualmente del partido para asistirlo en la administración pública, y dentro de unos años se presentarán los resultados como un gran éxito de la política socialista, cuando en realidad, todo el despilfarro que se ha dedicado a la cuestión, no han descendido las cifras a las que serían esperadas si no se hubiera puesto en práctica tanta parafernalia . Se han llegado a ocultar las cifras de la violencia dómestica que afectan a hombres y niños, con tal de destacar las de las mujeres, en interés de cuadrar el círculo de sus propósitos.
Hace un año, Viviane Reding, Comisaria de Justicia Europea denunció la actitúd frívola y frentista del Gobierno español en la cuestión de género, al tratar de imponer una euroorden al respecto, no avalada por los 27 países que conforman la Unión Europea y utilizar las instituciones eureopeas como si fueran una marioneta. La Comisaria Europea de Justicia rechazó la creación de un Observatorio Europeo para la Violencia de Género.
Recientemente, el Delegado de Gobierno para la Violencia de Género, Lorente, ha reconocido que España es el país que más medios (y dinero) invierte proporcionalmente de Europa en la cuestión de Género, mientras que la Comisaria de Justicia decía que el nivel de atención del problema en España era muy bajo.
Evidentemente, algún día tendremos que descubrir como siendo España el país con una doctrina más inquisitorial en cuestión de género de toda Europa, teniendo una de las cifras de mortalidad más baja de toda Europa, incluso antes de la legislación y tras las medidas espectaculares del gobierno socialista, resulta que al entender de la Comisaria de Justicia Europea, tiene unos niveles de protección muy bajos.
Por último, la Comisaria de Justicia Europea, Viviane Reding, ha denunciado como chapuceras, las propuestas realizadas por el Gobierno español en materia de género. Desde el año 2004 se han dedicado en España miles de millones de euros a atender la cuestión de género, cuando las cifras de partida no requerían de ninguna forma ese despliegue de recursos, aunque seguramente estaba más condicionado por el interés del PSOE de introducir en la administración pública española unos miles de compañeras con puesto de trabajo fijo y posiblemente orientadas a la capatación electoral. Lo peor de todo es que tras siete años, y la ingente cantidad de recursos de todo tipo que se han invertido, por la obsesión particular de los Gobiernos de Zapetero más que por las necesidades reales, ha resultado que según los criterios vigentes en la Unión Europea es una auténtica chapuza, según la Comisaria de Justicia, Viviane Reding.
El día que en España nos quitemos el burka feminista que nos han impuesto, vamos a descubrir que las cosas se han hecho mal también, en uno de los programas estelares del gobierno socialista, creando posiblemente, mucho más daño a la población española del que hubiera sido necesario habiendo actúado con rigor y conocimiento y no desde planteamientos fanáticos, sectarios, y pesebristas. Y el PP de Mariano Rajoy de vacaciones, no vaya a ser que le acusen de machista.
Enrique Suárez