No sé si se habrán fijado ustedes, pero en cada cajetilla de tabaco hay un sello de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre con un número, lo que quiere decir que cuando ustedes compran un paquete de tabaco están participando en el negocio compartido que mantienen el Estado y el Mercado en la intoxicación de los ciudadanos. Cierto es que también se ponen consignas del Ministerio de Sanidad, que nadie lee y que no sirven más que para incentivar el riesgo de adicción en los más jóvenes, dispuestos a arriesgarse ante cualquier propuesta de aventura y vulneración de las prohibiciones como ha ocurrido toda la vida.
La doble moral del gobierno al establecer una Ley Antitabaco restrictiva, posiblemente la más restrictiva del mundo, tiene como finalidad presentarse ante los ciudadanos como el valedor máximo de nuestra integridad y salud. Una tremenda falacia, quizás una de las mayores que debemos soportar en nuestra sociedad. Pretende defender la salud de los no fumadores, cuando en realidad lo único que persigue es expoliar hasta el espasmo a los fumadores. Fumar es un lujo que solo se pueden permitir los ricos.
El modelo del negocio del tabaco es quizás el mejor exponente de la estrategia de explotación-criminalización urdida por los Gobiernos de Rodríguez Zapatero para expoliar a los españoles de forma inadvertida, por qué mucha gente desconoce que de cada cajetilla de tabaco el Estado recauda aproximadamente un 90 % vía impuestos directos y el Mercado tan solo un 10 %. En un cartón de tabaco de 35 euros el Estado se lleva 31,5 euros y el Mercado 3,5 euros. Ante cada nueva restricción de la Ley, ante cada nueva campaña que se establece orientada a la deshabituación tabáquica siempre se adivina una nueva subida de impuestos. Primero se criminaliza, luego se suben los impuestos.
Fumar produce impuestos
Quizás ustedes no sepan cuanto recauda el Estado por los impuestos del tabaco, cuando lo sepan posiblemente comenzarán a comprender mucho mejor de que va la cosa. El Estado ha recaudado el año 2009 aproximadamente 10.000 millones de euros de los fumadores españoles. A pesar de todas las campañas que se han urdido en la criminalización de los fumadores por el excesivo gasto sanitario que suponen al Estado y las horas perdidas mientras fuman en su trabajo, el gasto sanitario de todos los fumadores españoles no llega ni con mucho a los 4.000 millones de euros, y lo de las horas perdidas habría que contrastarlo con el baremo de los políticos, por ejemplo, para hacernos una idea real de la cuestión. Además, el consumo de tabaco acorta la vida, con lo que el Estado tiene que pagar menos años de pensiones.
Verán ustedes, la irresponsabilidad del Gobierno socialista es inaudita, ¿saben ustedes cuánto dinero se dedicó realmente a desintoxicar y deshabituar del tabaco a los españoles el pasado año?, pues aproximadamente 100 millones de euros que se dedicaron fundamentalmente a establecer campañas de propaganda institucional para pesebre de los compañeros y compañeras, porque en programas específicos y eficaces ni un solo euro.
El tabaco más que muertes (que las produce- como salir a la calle, beber alcóhol excesivamente, conducir un coche, comer habitualmente comida basura, no tener trabajo o cabrearse con el Gobierno - desde que está Zapatero en el Gobierno nos ha subido a los españoles la Tensión Arterial, no se lo contarán a ustedes en los informativos de la tele, lo que incrementa el riesto de infartos de miocardio e ictus-), lo que produce realmente son impuestos.
Cada enfermedad o muerte causada por el tabaco en España, debería exigir una indemnización correspondiente al Estado y el Mercado, como si fuera producida por una intoxicación química o una fuga nuclear, en una proporción de 90 % a cargo del Estado y 10 % a cargo del Mercado. No se puede comprender como se permite legalmente una actividad lucarativa para el Estado en mucha mayor proporción que para el Mercado, a costa de la salud de los españoles.
Nación de fumadores
Justo sería que los impuestos que pagamos los fumadores revirtieran en los fumadores, porque no tengo yo muy claro por qué motivos la nación de fumadores española (un 30 % de los españoles), que bien podría tener Estatuto propio, tiene que tener menos derechos que el País Vasco, Cataluña o Canarias a la hora de recuperar los impuestos que produce, parece mentira, pero en este país de desigualdades y avaricias, los fumadores son los que contribuyen con más dinero a sufragar los gastos sanitarios de los no fumadores, un acto de injusticia que no respeta los hechos diferenciales de los atribulados inhaladores de humo.
Lanzo una propuesta desde aquí a todos los fumadores de España, reunirnos en una nación virtual y exigir el mismo trato que cualquier comunidad autónoma, que los 6.000 millones de euros que recauda el Estado de los fumadores se dediquen a los fumadores, a su deshabituación, desintoxicación y recuperación de su salud. Se me ocurren muchas fórmulas, por ejemplo pagarle unas vacaciones en los mares del sur a todos los que dejen de fumar a cargo de los impuestos recaudados, seguro que si se incentiva de esta forma el no consumo hay muchos fumadores que se animan a abandonar el tabaco.
No se comprende como el Gobierno puede mantener una política de absoluta permisividad con los estupefacientes ilegales y una política tan restrictiva con el consumo del tabaco, sabiendo que cuanta más opresión más se incrementa el consumo. Esto solo se puede entender desde la perspectiva de que el tabaco paga impuestos y las sustancias ilegales no lo hacen. ¿Acaso el interés del Gobierno es incrementar el consumo de tabaco para recaudar más impuestos?.
Por qué lo que no acabo de comprender es la sacrosanta razón por la que los no fumadores tienen que ahorrarse impuestos a costa de que los fumadores se dejen la salud fumando, verán ustedes como cuando se implante el sistema de cupos en los fumadores, y los no fumadores tengan que pagar más impuestos, se les bajan los humos.
Es inconcebible que se criminalice a los fumadores, cuando de todos los españoles son los que contribuyen más generosamente a engrosar las arcas del Estado, ahorrando impuestos a los no fumadores, que les miran por encima del hombro.
Porque verán ustedes, el fumador de un paquete tabaco diario, le da todos los días del año 3,15 euros al Estado a costa de su salud, lo que supone 1150 euros al año. Pero fíjense como nos engañan desde el Estado, si cada español que fuma un paquete diario le da 1150 euros al año al Estado y en este país fuma un 30 % de la población, es decir 14 millones de ciudadanos, a mí la cantidad que me sale no es de 10.000 millones de euros, sino de 16.100 millones de euros de recaudación por impuestos del tabaco, porque entre los que fuman menos de un paquete y los que fuman más de un paquete, sale un paquete de media diaria para todos. No salen las cuentas, si las cifras son las que dicen faltan 6.000 millones de euros más, o las cifras están equivocadas.
Cada español fumador debería reclamar al Estado 1150 euros al año para dedicarlos a su deshabituación, sería lo justo, pues es lo que extrae el Estado de su práctica ganadera por impuestos. Un fumador de 30 años, habrá dejado al Estado, a cifras constantes, suponiendo que no se incrementen los impuestos, 34.500 euros a lo largo de su vida al Estado en impuestos sobre el tabaco.
Pierdan toda inocencia, todas las campañas de criminalización de los fumadores lo único que pretenden es recaudar más impuestos, no velar por la salud de los fumadores o no fumadores; propongo que a partir de ahora en cada cajetilla de tabaco, en vez de poner todas las extravagancias que se le ocurren a los que cobran del asunto se ponga una cara de Zapatero sonriente y una inscripción que diga lo siguiente: “cuando termines este paquete me habrás dado 3,15 euros, te habrás perjudicado la salud, y así cada día. Gracias.”
Sería la mejor campaña de la historia, estoy seguro de que las cifras de fumadores descenderían de forma extraordinaria.
Biante de Priena
La doble moral del gobierno al establecer una Ley Antitabaco restrictiva, posiblemente la más restrictiva del mundo, tiene como finalidad presentarse ante los ciudadanos como el valedor máximo de nuestra integridad y salud. Una tremenda falacia, quizás una de las mayores que debemos soportar en nuestra sociedad. Pretende defender la salud de los no fumadores, cuando en realidad lo único que persigue es expoliar hasta el espasmo a los fumadores. Fumar es un lujo que solo se pueden permitir los ricos.
El modelo del negocio del tabaco es quizás el mejor exponente de la estrategia de explotación-criminalización urdida por los Gobiernos de Rodríguez Zapatero para expoliar a los españoles de forma inadvertida, por qué mucha gente desconoce que de cada cajetilla de tabaco el Estado recauda aproximadamente un 90 % vía impuestos directos y el Mercado tan solo un 10 %. En un cartón de tabaco de 35 euros el Estado se lleva 31,5 euros y el Mercado 3,5 euros. Ante cada nueva restricción de la Ley, ante cada nueva campaña que se establece orientada a la deshabituación tabáquica siempre se adivina una nueva subida de impuestos. Primero se criminaliza, luego se suben los impuestos.
Fumar produce impuestos
Quizás ustedes no sepan cuanto recauda el Estado por los impuestos del tabaco, cuando lo sepan posiblemente comenzarán a comprender mucho mejor de que va la cosa. El Estado ha recaudado el año 2009 aproximadamente 10.000 millones de euros de los fumadores españoles. A pesar de todas las campañas que se han urdido en la criminalización de los fumadores por el excesivo gasto sanitario que suponen al Estado y las horas perdidas mientras fuman en su trabajo, el gasto sanitario de todos los fumadores españoles no llega ni con mucho a los 4.000 millones de euros, y lo de las horas perdidas habría que contrastarlo con el baremo de los políticos, por ejemplo, para hacernos una idea real de la cuestión. Además, el consumo de tabaco acorta la vida, con lo que el Estado tiene que pagar menos años de pensiones.
Verán ustedes, la irresponsabilidad del Gobierno socialista es inaudita, ¿saben ustedes cuánto dinero se dedicó realmente a desintoxicar y deshabituar del tabaco a los españoles el pasado año?, pues aproximadamente 100 millones de euros que se dedicaron fundamentalmente a establecer campañas de propaganda institucional para pesebre de los compañeros y compañeras, porque en programas específicos y eficaces ni un solo euro.
El tabaco más que muertes (que las produce- como salir a la calle, beber alcóhol excesivamente, conducir un coche, comer habitualmente comida basura, no tener trabajo o cabrearse con el Gobierno - desde que está Zapatero en el Gobierno nos ha subido a los españoles la Tensión Arterial, no se lo contarán a ustedes en los informativos de la tele, lo que incrementa el riesto de infartos de miocardio e ictus-), lo que produce realmente son impuestos.
Cada enfermedad o muerte causada por el tabaco en España, debería exigir una indemnización correspondiente al Estado y el Mercado, como si fuera producida por una intoxicación química o una fuga nuclear, en una proporción de 90 % a cargo del Estado y 10 % a cargo del Mercado. No se puede comprender como se permite legalmente una actividad lucarativa para el Estado en mucha mayor proporción que para el Mercado, a costa de la salud de los españoles.
Nación de fumadores
Justo sería que los impuestos que pagamos los fumadores revirtieran en los fumadores, porque no tengo yo muy claro por qué motivos la nación de fumadores española (un 30 % de los españoles), que bien podría tener Estatuto propio, tiene que tener menos derechos que el País Vasco, Cataluña o Canarias a la hora de recuperar los impuestos que produce, parece mentira, pero en este país de desigualdades y avaricias, los fumadores son los que contribuyen con más dinero a sufragar los gastos sanitarios de los no fumadores, un acto de injusticia que no respeta los hechos diferenciales de los atribulados inhaladores de humo.
Lanzo una propuesta desde aquí a todos los fumadores de España, reunirnos en una nación virtual y exigir el mismo trato que cualquier comunidad autónoma, que los 6.000 millones de euros que recauda el Estado de los fumadores se dediquen a los fumadores, a su deshabituación, desintoxicación y recuperación de su salud. Se me ocurren muchas fórmulas, por ejemplo pagarle unas vacaciones en los mares del sur a todos los que dejen de fumar a cargo de los impuestos recaudados, seguro que si se incentiva de esta forma el no consumo hay muchos fumadores que se animan a abandonar el tabaco.
No se comprende como el Gobierno puede mantener una política de absoluta permisividad con los estupefacientes ilegales y una política tan restrictiva con el consumo del tabaco, sabiendo que cuanta más opresión más se incrementa el consumo. Esto solo se puede entender desde la perspectiva de que el tabaco paga impuestos y las sustancias ilegales no lo hacen. ¿Acaso el interés del Gobierno es incrementar el consumo de tabaco para recaudar más impuestos?.
Por qué lo que no acabo de comprender es la sacrosanta razón por la que los no fumadores tienen que ahorrarse impuestos a costa de que los fumadores se dejen la salud fumando, verán ustedes como cuando se implante el sistema de cupos en los fumadores, y los no fumadores tengan que pagar más impuestos, se les bajan los humos.
Es inconcebible que se criminalice a los fumadores, cuando de todos los españoles son los que contribuyen más generosamente a engrosar las arcas del Estado, ahorrando impuestos a los no fumadores, que les miran por encima del hombro.
Porque verán ustedes, el fumador de un paquete tabaco diario, le da todos los días del año 3,15 euros al Estado a costa de su salud, lo que supone 1150 euros al año. Pero fíjense como nos engañan desde el Estado, si cada español que fuma un paquete diario le da 1150 euros al año al Estado y en este país fuma un 30 % de la población, es decir 14 millones de ciudadanos, a mí la cantidad que me sale no es de 10.000 millones de euros, sino de 16.100 millones de euros de recaudación por impuestos del tabaco, porque entre los que fuman menos de un paquete y los que fuman más de un paquete, sale un paquete de media diaria para todos. No salen las cuentas, si las cifras son las que dicen faltan 6.000 millones de euros más, o las cifras están equivocadas.
Cada español fumador debería reclamar al Estado 1150 euros al año para dedicarlos a su deshabituación, sería lo justo, pues es lo que extrae el Estado de su práctica ganadera por impuestos. Un fumador de 30 años, habrá dejado al Estado, a cifras constantes, suponiendo que no se incrementen los impuestos, 34.500 euros a lo largo de su vida al Estado en impuestos sobre el tabaco.
Pierdan toda inocencia, todas las campañas de criminalización de los fumadores lo único que pretenden es recaudar más impuestos, no velar por la salud de los fumadores o no fumadores; propongo que a partir de ahora en cada cajetilla de tabaco, en vez de poner todas las extravagancias que se le ocurren a los que cobran del asunto se ponga una cara de Zapatero sonriente y una inscripción que diga lo siguiente: “cuando termines este paquete me habrás dado 3,15 euros, te habrás perjudicado la salud, y así cada día. Gracias.”
Sería la mejor campaña de la historia, estoy seguro de que las cifras de fumadores descenderían de forma extraordinaria.
Biante de Priena