El rumor en los mentideros políticos no cesa, la situación económica española es grave, incluso más que la política. España se ha convertido en el patito feo de la Unión Europea por dos motivos: de cada diez parados europeos nueve son españoles, el otro es que se necesitan tomar medidas de austeridad que José Luis no quiere tomar, porque entonces perdería las elecciones al quedarse sin pesebre público para alimentar a los borregos de su secta que firman como directores.
Alemania está creciendo al 2,2 %, la cifra más elevada tras la reunificación, con un gobierno formado por la derecha y los liberales. España crece al 0,2 %, tras haber subido el IVA un 2 %. Es curioso, en España con un gobierno socialista suben los impuestos prácticamente al mismo ritmo que la riqueza en el país germano con un gobierno liberal-conservador. En China lo llevan mejor aún, y eso que han ralentizado su crecimiento, porque han pasado del 11,9 % al 11,1 %.
Hay una teoría económica que sugiere que la creación de empleo está correlacionada con el crecimiento económico de un país, de tal forma que hasta que no se alcanza un 2,5-3 % de crecimiento, no se producen nuevos puestos de trabajo. De la misma forma, los países que crecen a más del 3 % terminarán absorbiendo la mano de obra propia y atraerán inmigración para complementar sus necesidades productivas. A nuestros hijos les espera la emigración.
Evidentemente esto no tiene nada que ver con España, aquí la cuestión es absolutamente diferente porque todo el mundo sabe que la precaria situación que vivimos en nuestra economía es culpa de la derecha, ¿cómo iba a ser responsabilidad de los socialistas si ellos exclusivamente miran por el bienestar de los ciudadanos y las ciudadanas?.
El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero necesita un cambio de carácter en su política económica, alguien con mucho coraje y menos conocimientos económicos que la musa del régimen que es Elena Salgado, alguien como Celestino Corbacho o José Blanco, conocidos por su curriculum académico y su buena disposición para convertirse en los españoles menos formados que cobran más sueldo, gente de partido con experiencia que en su vida no han hecho otra cosa más que manipular a todo el mundo para sobrevivir de la mejor forma posible siendo socialistas, queridos por los sindicatos a los que han subvencionado y los empresarios a los que han concedido negocios. Como Celestino Corbacho estará ocupado con sacarle las castañas a Montilla en Cataluña, solo nos queda José Blanco para salvarnos.
José Blanco es el único que puede salvarnos ocupando el ministerio de economía y hacienda, porque sólo él podrá hacer bajar la bolsa en un día lo que no había bajado en un año (que se jodan los ricos), porque sólo él invitará a todo el capital extranjero a huir de nuestro país, porque sólo él tiene el desconocimiento y la experiencia para hacer lo que se debe hacer en este país: repartir la riqueza existente entre todos los españoles. Sólo alguien de su inteligencia se atrevería a hipotecar el Museo del Prado y La Alhambra de Granada para que lo gestionaran empresas internacionales (para qué queremos arte si no podemos comprenderlo). Sólo él se atrevería a quitar las ayudas económicas del Estado a todos menos los que están en su secta (y así nadie protestaría). Sólo él podría repartir el esfuerzo de los que trabajan entre los que no han pegado palo al agua en su vida y han vivido a la sombra del Estado sin mérito alguno para alcanzar tal privilegio.
José Blanco es la persona que necesitamos en Economía, porque si usted tiene cien euros debe dar cincuenta al Estado para que los reparta entre los que no tienen nada y entre los que se encargan del reparto. La justicia social comienza por la justicia económica y en este mundo, según el socialismo, somos todos iguales. Si usted trabaja 14 horas al día es por qué puede hacerlo gracias al socialismo, lo justo es que reparta lo que gana con los que no trabajan gracias al socialismo. Basta ya de privilegios, cómo va a permitirse en este país que los ambiciosos que trabajan como burros vayan a tener más ingresos que los que disfrutan como asnos sin mover un dedo.
Solidaridad amigos, solidaridad, ha llegado la hora de demostrar que los españoles somos socialistas, debemos pagar todo el progreso que los socialistas han traido a nuestro país, ahora tenemos en sus cómodos despachos a todos los que antes se manifestaban en las calles. ¿No se merecen los socialistas vivir como marqueses en esta España feudal?. A la vuelta de las vacaciones, "sus vais a enterar del conceto" de lo que es el socialismo (o muerte), que José Luis es la pirotecnia "in person".
Biante de Priena
Alemania está creciendo al 2,2 %, la cifra más elevada tras la reunificación, con un gobierno formado por la derecha y los liberales. España crece al 0,2 %, tras haber subido el IVA un 2 %. Es curioso, en España con un gobierno socialista suben los impuestos prácticamente al mismo ritmo que la riqueza en el país germano con un gobierno liberal-conservador. En China lo llevan mejor aún, y eso que han ralentizado su crecimiento, porque han pasado del 11,9 % al 11,1 %.
Hay una teoría económica que sugiere que la creación de empleo está correlacionada con el crecimiento económico de un país, de tal forma que hasta que no se alcanza un 2,5-3 % de crecimiento, no se producen nuevos puestos de trabajo. De la misma forma, los países que crecen a más del 3 % terminarán absorbiendo la mano de obra propia y atraerán inmigración para complementar sus necesidades productivas. A nuestros hijos les espera la emigración.
Evidentemente esto no tiene nada que ver con España, aquí la cuestión es absolutamente diferente porque todo el mundo sabe que la precaria situación que vivimos en nuestra economía es culpa de la derecha, ¿cómo iba a ser responsabilidad de los socialistas si ellos exclusivamente miran por el bienestar de los ciudadanos y las ciudadanas?.
El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero necesita un cambio de carácter en su política económica, alguien con mucho coraje y menos conocimientos económicos que la musa del régimen que es Elena Salgado, alguien como Celestino Corbacho o José Blanco, conocidos por su curriculum académico y su buena disposición para convertirse en los españoles menos formados que cobran más sueldo, gente de partido con experiencia que en su vida no han hecho otra cosa más que manipular a todo el mundo para sobrevivir de la mejor forma posible siendo socialistas, queridos por los sindicatos a los que han subvencionado y los empresarios a los que han concedido negocios. Como Celestino Corbacho estará ocupado con sacarle las castañas a Montilla en Cataluña, solo nos queda José Blanco para salvarnos.
José Blanco es el único que puede salvarnos ocupando el ministerio de economía y hacienda, porque sólo él podrá hacer bajar la bolsa en un día lo que no había bajado en un año (que se jodan los ricos), porque sólo él invitará a todo el capital extranjero a huir de nuestro país, porque sólo él tiene el desconocimiento y la experiencia para hacer lo que se debe hacer en este país: repartir la riqueza existente entre todos los españoles. Sólo alguien de su inteligencia se atrevería a hipotecar el Museo del Prado y La Alhambra de Granada para que lo gestionaran empresas internacionales (para qué queremos arte si no podemos comprenderlo). Sólo él se atrevería a quitar las ayudas económicas del Estado a todos menos los que están en su secta (y así nadie protestaría). Sólo él podría repartir el esfuerzo de los que trabajan entre los que no han pegado palo al agua en su vida y han vivido a la sombra del Estado sin mérito alguno para alcanzar tal privilegio.
José Blanco es la persona que necesitamos en Economía, porque si usted tiene cien euros debe dar cincuenta al Estado para que los reparta entre los que no tienen nada y entre los que se encargan del reparto. La justicia social comienza por la justicia económica y en este mundo, según el socialismo, somos todos iguales. Si usted trabaja 14 horas al día es por qué puede hacerlo gracias al socialismo, lo justo es que reparta lo que gana con los que no trabajan gracias al socialismo. Basta ya de privilegios, cómo va a permitirse en este país que los ambiciosos que trabajan como burros vayan a tener más ingresos que los que disfrutan como asnos sin mover un dedo.
Solidaridad amigos, solidaridad, ha llegado la hora de demostrar que los españoles somos socialistas, debemos pagar todo el progreso que los socialistas han traido a nuestro país, ahora tenemos en sus cómodos despachos a todos los que antes se manifestaban en las calles. ¿No se merecen los socialistas vivir como marqueses en esta España feudal?. A la vuelta de las vacaciones, "sus vais a enterar del conceto" de lo que es el socialismo (o muerte), que José Luis es la pirotecnia "in person".
Biante de Priena