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jueves, 18 de enero de 2007

La realidad nacional

Vivimos en un país que aguanta todo. Qué resistencia tenemos los españoles ante los desmanes políticos, las incoherencias históricas, y los alardes histriónicos. Esto sí que es respeto a la autoridad, aunque se desautorice a sí misma. Somos tan tolerantes con los políticos, como intransigentes entre nosotros. Esa es la realidad nacional.

Algo está ocurriendo en nuestro país, cuando la falla de las dos españas se vuelve a abrir, tras el terremoto político que derivó en los escombros de la T4. Porque lo de Barajas fue consecuencia de un seísmo que se ha extendido por toda la geografía nacional, y parte del extranjero. Más que un accidente, ha sido una catástrofe, que es como un accidente a lo bestia.

Nunca ha habido en la reciente democracia española un presidente del Gobierno tan cuestionado, y nunca los españoles han estado tan enfrentados por una cuestión política relacionada con el terrorismo. ETA ha conseguido su principal propósito, dividir a la opinión publica sobre sus acciones y reivindicaciones.

Pero claro una nueva circunstancia descubre nuevos propósitos, el último que ha aparecido sobre la mesa es el siguiente: ¿qué necesidad tenemos de que España como nación siga existiendo?

Alguien se pregunta, proponiendo, por qué no realizar un proyecto de Constitución que permita la disolución nacional en sus componentes. Y no les falta razón, porque la realidad nacional es precisamente esa.

Desde que la Constitución actual se ha aprobado, el Titulo VIII que se dedica a las autonomías, no ha dejado de dar problemas. Hay muchos ciudadanos que no se consideran españoles, sino catalanes, vascos, gallegos, etc; pero además, muchos han opuesto esta condición a la de ser españoles.

Para ser castellano, murciano o andaluz, etc, hay que dejar de ser español. Los políticos nacionalistas han planteado su política en términos salomónicos, o eres de aquí o eres de los españoles, es decir, de los otros; no se puede ser las dos cosas al mismo tiempo.

En estos términos se plantea la propuesta de Estatuto Andaluz, que se votará en esta comunidad el 18 de Febrero próximo. Además, con un añadido curioso, los andaluces que siempre han sido considerados españoles, hasta el punto de que la cara de España que más se ve en el mundo es la andaluza, ahora deben decidir que ellos no son españoles, sino sólo andaluces.

Gracias a la sagacidad de los políticos del PP y el PSOE, Andalucía es la encargada de darle la puntilla a la organización política de nuestro país, a la realidad nacional española; Andalucía, precisamente, que nunca ha puesto en duda su condición hispánica, ni ha tenido necesidad de hacerlo.

Hay muchos ciudadanos que no comprenden la pregunta del referéndum, y otros muchos que no la quieren comprender. Si soy andaluz, ¿dejo de ser español?. Bueno, exactamente, no, usted sigue siendo español, pero España deja de ser Andalucía, que no es lo mismo, porque Andalucía se convierte en una realidad paralela a España, y para que necesitamos dos naciones. Dado el afán nacionalista de otras comunidades como Cataluña o el País Vasco, es el primer paso hacia la disolución de España, o quizás la última línea de resistencia que les queda por vencer.

Por eso es tan importante decir NO al estatuto andaluz, porque al final lo que se decide no es un Sí a Andalucía, sino un NO a España con este Sí. Para no liarnos más, votar Sí, es apoyar la disolución progresiva y paulatina de España; votar No, es impedir que esto ocurra, plantar resistencia a un paso más en la disolución de España, en la que Andalucía no participa, pero que otros están deseando.

Hoy, como siempre, España termina en Andalucía, ojalá se den cuenta los andaluces de la trampa a la que les están sometiendo los políticos. Que van a ser ellos los autores del fin de nuestra realidad nacional, la española; vamos, que diciendo Sí a Andalucía, les van a hacer el juego sucio a otros.

Ojalá los ciudadanos reflexionen y digan NO al Estatuto, que es como decir, SI a Andalucía, pero también SI a España.

Quienes han propuesto este Estatuto, han cometido una imprudencia histórica; el PP y el PSOE, fundamentalmente, más otros como IU. No quiero pensar que lo han hecho sabiendo que les ofrecen a los andaluces darle la puntilla a nuestra realidad nacional, mientras votan que Sí a Andalucía.

Sólo por esta razón, de oponer la realidad nacional de Andalucía a la realidad nacional española, aunque sea de forma enmascarada, este Estatuto ya merece un NO, de cualquier español, de cualquier andaluz, de cualquier ciudadano.



Erasmo de Salinas

Cordón sanitario al Estado de derecho

La línea Tinell-Luppi se impone en la política española:

Se ponen de acuerdo todos los partidos del arco parlamentario para prohibirle al PP el poder presentar a debate y votación sus proposiciones en materia antiterrorista.
Al mismo tiempo, el presidenzuelo le exige a Rajoy que acuda a su mesa de partidos extraparlamentaria “sin condiciones”.

Los ciudadanos deben entender, sean de izquierdas, de derechas, de arriba o de abajo, que el único partido político que está defendiendo el estado de derecho y el régimen parlamentario, así como la lucha sin cuartel contra Eta, es el Pp. Nos guste o no nos guste. No está solo, sin embargo. Tiene a su lado, o está al lado de, tanto da, Foro Ermua, AVT, Fundación de Víctimas, Basta Ya. Mikel Buesa, Gotzone Mora.

Eso no debe hacernos olvidar las renuncias y las traiciones del Partido Popular en Cataluña, Andalucía, Baleares o Galicia, preso de sus complejos y de la deriva de los poderes locales en una España cada día más troceada.
Pero el discurso de Rajoy en las Cortes ha sido nuestro discurso, el de los ciudadanos que quieren ser libres. ¿Antipático? sí. ¿Intransigente? también. ¿Desagradable? por supuesto.
¿Qué querían? Una súplica a Rodríguez, quizás, para que entrase en razón; o dejar la puerta abierta, por enésima vez, a un acercamiento entre los dos grandes partidos nacionales, cuando uno de ellos quiere apartar al otro de la vida pública?

Es triste observar cómo se resiste la opinión pública a entrar en disidencia contra el atropello a la verdad y a la libertad.. Pero es cierto que no había muchos Jean Moulin en el 40. Ni muchos antifranquistas en acción en tiempos del caudillo. Ni tampoco hay muchas Rosa Díez o María San Gil en las Vascongadas.

No obstante, se podría esperar, a falta de héroes, que no se confundieran o se relativizaran el bien y el mal en determinados ámbitos de supuesta regeneración democrática: no es lo mismo estar con la “paz” y con UGT el 13 E y contra Eta y el diálogo-cesión el 3 F, al lado del Foro de Ermua.
Los luppis han elegido su bando, y son consecuentes. No irán al 3 F y hacen bien, pues están en el entreguismo y en la negociación. Tampoco irán Erc, Pnv y Ciu, pues comparten los fines de Eta, aunque discrepen en los medios.

El salto cualitativo es la alianza autoritaria y resueltamente antidemocrática contra el PP y contra el parlamento, plasmado ayer por rubalcabas, carods e ibarreches. Salvo, pensándolo bien, que los últimos acontecimientos se enmarquen en una coherencia que remonta a los contactos secretos Psoe-eta en tiempos de la firma del pacto por las libertades; y a Perpignan, al Tinell, al Pásalo del 13M.

En cuanto al partido Ciudadanos, principiante y bisoño, se le puede perdonar su presencia en la manifatrampa, pero debe rectificar. No es Cáritas ni la Cruz roja, y su vocación, ratificada por 90.000 votos sólo en Cataluña y con escasos meses de existencia, no es hacer de mediador entre Pp y Psoe. Su obligación es defender la democracia. La neutralidad entre posiciones encontradas cuando lo que está en juego es nuestra libertad y el futuro del estado de derecho puede convertirse en algo más que un error: una falta. Y una renuncia.

Dante Pombo de Alvear, Reflexiones liberales

Coplillas del Estatuto

Cosa extraña ha ocurrido,
Despeñaperros abajo,
Los chavistas se han unido,
Con Arenas y su atajo.

Nada bueno puede ser,
Para esta reseca tierra,
Que por firmar un papel,
Renuncien a estar en guerra.

Aquí hay gato encerrado,
Nos ocultan la verdad.
Increíble lo acordado:
La Realidad Nacional.




Dicen que el nuevo Estatuto,
Va a hacer de Andalucía,
Una nación que del luto,
Va a pasar a la alegría.

Que van a llover millones,
Que todo va a ser mejor,
Tres meses de vacaciones,
Y trece meses de sol.

Que todo lo que nos dan,
Es lo mejor que tendremos,
Que nos quitan de pagar,
Los prestamos que debemos.

Todo por ir a votar,
A mediados de febrero,
La forma de caminar,
Directos al vertedero.

Y que nadie se despiste,
Con lo que dicen del hecho,
que el toro que nos embiste,
es el de allende el Estrecho.

Y si a algunos les molesta,
Que Europa llegue a Tarifa,
Es por que quieren la cesta,
sin celebrarse la rifa.

Andaluces no hagais caso
El estatatuto andaluz,
Es tan solo el primer paso,
Del camino hacia la cruz.

El día de la elección,
Acordaos de votar,
El NO, es la salvación,
Con el sí, a naufragar.

PARA ESTRIBILLO

Aquí nadie nos engaña,
El estatuto es fruslero.
Que iba a ser de España,
Sin nuestra gracia y salero.

A este bodrio dile no,
Vota que no a la patraña,
No queremos ser nación,
Andalucía, es España


Dedicado a Mario Acosta

C´s#:
Un amable lector, de nombre Dinoal Estatuto, nos ha remitido estos precisos versos, desde la más profunda emoción, y al final de la segunda botella de manzanilla. Nos dice que se pueden entonar con son de tanguillo de Cádiz, por lo de la chirigota. Muchas gracias, Dinoal.

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