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martes, 18 de marzo de 2008
Demostración irrefutable del calentamiento global
La coherencia de la señora Marta Ferrusola
Defender el derecho de la parte contra la opresión del todo es un acto genuino de respeto a la libertad. Sobrevalorar la parte, conculcando los derechos del todo, es una barbaridad política y un atentado a la libertad. Eso es precisamente lo que está ocurriendo en Cataluña, Euskadi, y Galicia con el tema del aprendizaje del castellano.
Se está impidiendo el aprendizaje del idioma español a los españoles en determinados lugares de España, lo que vulnera la Constitución Española en diversos apartados, y fundamentalmente en el artículo 3 y sus subíndices.
Se está impidiendo el aprendizaje del idioma español a los españoles en determinados lugares de España, lo que vulnera la Constitución Española en diversos apartados, y fundamentalmente en el artículo 3 y sus subíndices.
Artículo 3
1. El castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla.
2. Las demás lenguas españolas serán también oficiales en las respectivas Comunidades Autónomas de acuerdo con sus Estatutos.
3. La riqueza de las distintas modalidades lingüísticas de España es un patrimonio cultural que será objeto de especial respeto y protección.
Cuando un gobierno como el del señor Rodríguez Zapatero permite que esto ocurra en el país que le ha elegido para defender sus derechos políticos, está traicionando a sus electores y a todos los españoles. Sin paliativos, sin conjeturas, tal como es.
Rodríguez Zapatero y todo su gobierno prometerán acatar la Constitución Española vigente ante el Rey en los próximos días. Cometerán acto de perjurio, y en ese mismo instante, igual que van a transgredir el artículo 3, podrán hacerlo con cualquier otro.
Si el gobierno de España no es capaz de garantizar el aprendizaje del idioma español en el territorio nacional, se puede deducir que ya no es gobierno de España, sino de España menos las autonomías en las que se impide el aprendizaje del idioma común. Sin paliativos, sin conjeturas, tal como es.
Se puede hablar de traición, falsedad o negligencia, pero hay un incumplimiento de mandato desde el mismo instante en que se establece un compromiso que se sabe que no se va a cumplir. Que se promete algo que se va a vulnerar, a sabiendas de que se va a hacer.
¿No habrá un juez en toda España que todavía respete nuestra ley de leyes lo suficiente como para imponer una orden de búsqueda y captura contra el gobierno que incumple con su palabra?. Evidentemente no lo habrá, con lo que se puede comprender que la justicia española tampoco está al servicio de la ley y de la Constitución, sino del gobierno correspondiente.
En esta situación, nuestros inermes compatriotas españoles en territorios gobernados por los nacionalismos, están perdidos sin la ayuda de todos los españoles, y también de todos los hispanos que se expresan habitualmente en nuestra lengua común.
El gobierno español los ha abandonado a su suerte, solo tienen la ayuda de la sociedad civil para que sus hijos que son también nuestros compatriotas no sean "enculturados" por haber tenido la desgracia de haber nacido en un lugar ocupado por doctrinas tribales y feudales, que prevalecen sobre nuestra Constitución, y sobre la misma democracia que permitió su aprobación en referendum.
Es la hora de que todos los españoles nos unamos para defender los derechos de todos los españoles, igualdad y libertad, respeto a la Constitución en cualquier lugar del territorio nacional y por todos los que tengan nacionalidad española. Si no lo hacemos ahora, y es la última oportunidad, luego será demasiado tarde. Invito a los españoles a dar un paso al frente por sus compatriotas, contra el gobierno que les ha traicionado y les va a seguir traicionando.
En este extravagante contexto, tiene razón la señora Marta Ferrusola, ¿qué hace un presidente de la Generalitat con un nombre español?, debe cambiárselo, igual que ha permitido que todo lo español desaparezca de Cataluña gracias a que su partido, el PSC lo ha consentido, autorizado y ejecutado.
Igual que ha obtenido sus senadores aliado con ERC e ICV que son claramente nacionalistas, debe renunciar en coherencia a su nombre español.
Josep Montill, quítese la máscara de una vez, para que se vea que el partido más nacionalista de Cataluña no es ERC o CIU, sino el PSC. ¿Qué tiene un charnego advenedizo como usted que ver con España?.
Biante de Priena
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