Ha llegado la hora del enfrentamiento, queridos lectores y lectoras. España tiene que fragmentarse una vez más, no queda otra. Nos lo jugamos todo, pasado, presente y futuro. No se puede seguir así.
En España hay dos grupos diferenciados, los que apuestan por salvar el sistema político actual convertido en un régimen demagógico y los que aspiramos a cambiarlo por completo, para que el poder nunca más pueda seguir oprimiéndonos, porque el poder somos nosotros, los ciudadanos, no los políticos que nos representan mal y sus seguidores, los partidarios, que les apoyan y se benefician de alguna forma de su presencia en el poder.
Cuando los españoles no estamos de acuerdo con la impostura del poder, siempre hacemos lo mismo, nos emboscamos, en el sentido que Ernst Jünger concedió al término, convirtiéndonos en guerrilleros, en partisanos. La guerrilla es un descubrimiento español de la lucha del pueblo contra los poderosos. Han hecho que los españoles nos olvidemos de tantas cosas con las memorias históricas construidas desde el poder.
Los partisanos emergen siempre que está en peligro la libertad, que la opresión de un invasor interno o externo ejerciendo su tiranía se hace con el poder. No hay que llamar a los partisanos, siempre brotan y acuden donde se les necesita. Nadie les convoca, saben cuándo tienen que abandonar los caminos vigilados desde el poder, cuándo tienen que dejar de creer en lo que existe, cuándo tienen que enfrentarse al poder. Los partisanos son las flores que brotan del pueblo para devolver a la realidad a su colorido natural, todas diferentes, todas independientes. Los partisanos surgen con el abono de la mierda que los políticos nos dejan cuando pasan la máquina de poder sobre nuestras vidas.
España se va a dividir nuevamente, no entre partidarios seguidores del PSOE o el PP, o de cualquier otro partido (eso es lo que fomenta el poder y lo tiene muy bien organizado), sino entre partidarios de lo que existe y partisanos, que somos partidarios de todo lo que nos han usurpado el poder y los partidarios, de lo que nos une como españoles soberanos y ciudadanos libres, de los intereses generales (y no partidarios). Cada uno y cada una, tendrán que decidir por sí mismos a que facción se adhieren, la de los partidarios de que todo siga igual cambiando el PSOE por el PP en las próximas elecciones o la de los partidarios de que todo cambie evitando que sigamos atrapados en el más de lo mismo, cambiándole la carcasa al régimen de corrupción y latrocinio en el que nos tienen secuestrados los políticos.
Los partisanos, solos o agrupados, formamos la RESISTENCIA LIBRE al poder y del poder, que ejercen sus representantes, que al final son los nuevos amos que los que han votado nos han concedido. No hay en España una protesta de ciudadanos libres, sino de siervos o vasallos ante el aplastamiento de sus amos, los políticos.
¿Dónde están los partisanos? Es fácil encontrarlos, solo hay que buscarlos, estamos por todas partes. ¿Te vienes o te quedas? Tú eliges si sigues siendo partidario al servicio del poder de turno o te decides a convertirte en partisano y te enfrentas al poder demagógico y a sus partidarios. Verás, aunque pudiéramos hacerlo, nosotros no vamos a conducir por ti, eres libre de estrellarte contra la realidad como te dé la gana, pero luego no te quejes, ni pretendas que te subvencionemos toda la vida por haberte equivocado. A lo hecho, pecho, bastante es que tengamos que estar jodidos en este país, porque una inmensa mayoría de ciudadanos soberanos se comporten como siervos y no se enteren de lo que está ocurriendo.
Saludos partisanos queridos compatriotas
Biante de Priena
En España hay dos grupos diferenciados, los que apuestan por salvar el sistema político actual convertido en un régimen demagógico y los que aspiramos a cambiarlo por completo, para que el poder nunca más pueda seguir oprimiéndonos, porque el poder somos nosotros, los ciudadanos, no los políticos que nos representan mal y sus seguidores, los partidarios, que les apoyan y se benefician de alguna forma de su presencia en el poder.
Cuando los españoles no estamos de acuerdo con la impostura del poder, siempre hacemos lo mismo, nos emboscamos, en el sentido que Ernst Jünger concedió al término, convirtiéndonos en guerrilleros, en partisanos. La guerrilla es un descubrimiento español de la lucha del pueblo contra los poderosos. Han hecho que los españoles nos olvidemos de tantas cosas con las memorias históricas construidas desde el poder.
Los partisanos emergen siempre que está en peligro la libertad, que la opresión de un invasor interno o externo ejerciendo su tiranía se hace con el poder. No hay que llamar a los partisanos, siempre brotan y acuden donde se les necesita. Nadie les convoca, saben cuándo tienen que abandonar los caminos vigilados desde el poder, cuándo tienen que dejar de creer en lo que existe, cuándo tienen que enfrentarse al poder. Los partisanos son las flores que brotan del pueblo para devolver a la realidad a su colorido natural, todas diferentes, todas independientes. Los partisanos surgen con el abono de la mierda que los políticos nos dejan cuando pasan la máquina de poder sobre nuestras vidas.
España se va a dividir nuevamente, no entre partidarios seguidores del PSOE o el PP, o de cualquier otro partido (eso es lo que fomenta el poder y lo tiene muy bien organizado), sino entre partidarios de lo que existe y partisanos, que somos partidarios de todo lo que nos han usurpado el poder y los partidarios, de lo que nos une como españoles soberanos y ciudadanos libres, de los intereses generales (y no partidarios). Cada uno y cada una, tendrán que decidir por sí mismos a que facción se adhieren, la de los partidarios de que todo siga igual cambiando el PSOE por el PP en las próximas elecciones o la de los partidarios de que todo cambie evitando que sigamos atrapados en el más de lo mismo, cambiándole la carcasa al régimen de corrupción y latrocinio en el que nos tienen secuestrados los políticos.
Los partisanos, solos o agrupados, formamos la RESISTENCIA LIBRE al poder y del poder, que ejercen sus representantes, que al final son los nuevos amos que los que han votado nos han concedido. No hay en España una protesta de ciudadanos libres, sino de siervos o vasallos ante el aplastamiento de sus amos, los políticos.
¿Dónde están los partisanos? Es fácil encontrarlos, solo hay que buscarlos, estamos por todas partes. ¿Te vienes o te quedas? Tú eliges si sigues siendo partidario al servicio del poder de turno o te decides a convertirte en partisano y te enfrentas al poder demagógico y a sus partidarios. Verás, aunque pudiéramos hacerlo, nosotros no vamos a conducir por ti, eres libre de estrellarte contra la realidad como te dé la gana, pero luego no te quejes, ni pretendas que te subvencionemos toda la vida por haberte equivocado. A lo hecho, pecho, bastante es que tengamos que estar jodidos en este país, porque una inmensa mayoría de ciudadanos soberanos se comporten como siervos y no se enteren de lo que está ocurriendo.
Saludos partisanos queridos compatriotas
Biante de Priena