El necesario cambio de sistema
Por supuesto, todas estas “molestias” que podamos causarles a nuestros representantes públicos tienen que ser compensadas de alguna forma, y con lo que les gusta el dinero a todos ellos, propongo que nuestros representantes públicos cobren en este nuevo sistema exactamente el doble que la media de los funcionarios del mayor grado de la escala administrativa pública, si son representantes autonómicos el doble que la media del segundo grado de la administración pública y si son representantes municipales el doble de la media de los funcionario del tercer grado máximo de la administración pública.
En cuanto a los políticos que estén en labores gubernamentales, cobrarán de la misma forma que nuestros representantes públicos, pero en esta ocasión no el doble si no el triple. Es justo que quien se dedique a velar por el bienestar de los ciudadanos reciba un sueldo elevado, siempre que lo haga bien, pero nada más que eso, todo lo demás que reciban será considerado corrupción y obligará a abandonar el cargo que ocupen de forma inmediata por ley.
Les aseguro que nos ahorraremos miles de millones de euros con este sistema y este país se convertirá en una de las primeras potencias mundiales.
Tengan bien seguro que hoy hemos alcanzado en España un rango suficiente para que los ciudadanos podamos resolver nuestros problemas con los políticos, otra cosa es que los políticos nos lo permitan, pero de una vez por todas debemos dar un paso adelante y convertirnos en una democracia civilizada, o estaremos condenados para siempre al más estrepitoso de los fracasos.
Estoy harto de escuchar que nuestros problemas no se pueden resolver, evidentemente que pueden resolverse, pero para ello hay que realizar una Revolución Cívica que convierta a los políticos en servidores públicos y dejen de comportarse como si fueran nuestros amos en un régimen feudal.
Cuando se den cuenta la mayoría de los españoles de que esta -u otra similar- es la única salida definitiva para nuestros problemas con los políticos y la política, las cosas comenzarán a cambiar definitivamente.
Como les había advertido previamente, la solución de nuestros problemas pasa inexcusablemente por un cambio del paradigma que rija la vida pública, en el que los ciudadanos recobren el poder que les han arrebatado de forma arpía los políticos, y unos mecanismos de control y prevención de riesgos bien establecidos, organizados y eficaces. La alternativa ya la conocen ustedes que Zapatero le diga a Rajoy que no colabora y Rajoy le responda a Zapatero que no gobierna, y así hasta el juicio final por la tarde. Ustedes eligen si quieren más de lo mismo, o prefieren que las cosas cambien definitivamente de una puñetera vez.
Revolución 2012
Por supuesto, aunque parezca increíble, todo esto de lo que les he hablado también es política, y no tiene nada que ver con el yo digo y el tu dijiste, ni con el pacto, el consenso o el acuerdo, ni con la crispación, la tensión o la confrontación. Es otra forma de hacer las cosas.
¿A qué parece mentira?, pues no lo es, sencillamente es ciudadanía responsable. Por cierto, si alguien se atreve con el proyecto, que se ponga en contacto con nosotros
cuando recibamos el compromiso de cinco mil de ciudadanos responsables y serios (es decir, aproximadamente 1 de cada 10.000 españoles) que se ofrezcan para trabajar de forma altruista una hora o dos a la semana por cambiar las cosas en este país, empezamos con la organización del asunto. Se crea un grupo de Facebook con el nombre Revolución 2012 para que todo el mundo que quiera participar pueda hacerlo.
Si comenzamos en un par de meses -que dedicaremos al debate de cómo poner en marcha el proyecto, ante los ojos de todo el mundo-, estoy seguro que para el 2012 podremos presentar candidaturas en todas las comunidades españolas y obtener representación parlamentaria. El objetivo del proyecto no es crear un nuevo partido político, sino una organización política contra todos los partidos políticos y su forma de hacer política, que exija de forma permanente e inexcusable su regeneración democrática, y que esté compuesta exclusivamente por ciudadanos.
Lo llamaremos Revolución 2012, nace ahora mismo, todo está por hacer, así que quien se anime ahora participará en su fundación, no nos conocemos de nada, así que lo único que puede prevalecer es el proyecto. Nadie tendrá otra autoridad que la que le concedan y le reconozcan los demás, todo será transparente todo el tiempo, para ello los que lo pongan o pongamos en marcha nos comprometeremos a quedar descartados de antemano de cualquier proceso electoral, cargo político o público en el futuro, sencillamente colaboraremos con el proyecto y nada más.
Eso nos distinguirá de todas las demás organizaciones con finalidad política, porque sus creadores o fundadores no podrán ser representantes de los demás, ni ocupar cargos en el partido o públicos, sin embargo serán miembros por un periodo de cuatro años renovables del consejo de garantías -el órgano jurídico interno de la organización- que velará por el cumplimiento normativo que se establezca en sus estatutos. Quienes formen la organización inicial no participarán en su representación.
Ahora tenemos que elegir a los creadores, así que todo el que quiera ser miembro fundador que vaya presentando su candidatura en los foros del grupo de facebook. Los creadores o fundadores - entre 25 y 100 ciudadanos- serán elegidos entre los que se presenten y sean aceptados por todos los demás, para que no haya ninguna ventaja inicial para nadie. La elección del grupo fundador se hará por los cinco mil primeros ciudadanos que se inscriban de forma absolutamente democrática y transparente, no se aceptará la formación de facciones, ni listas, ni nada que distraiga la elección directa de cada uno de los fundadores, que ya se verá cuantos son.
Por favor, que se abstengan de acudir a la convocatoria todos aquellos que hayan tenido algún cargo político o público a lo largo de su vida, porque su colaboración será rechazada. La renovación de la vida política en España, lamentablemente, ya no se puede hacer con políticos, para eso tienen ustedes todas las formaciones políticas actuales a las que pueden pertenecer y apoyar. Políticos no, gracias.
Enrique Suárez Retuerta
Un ciudadano español que no renuncia a su soberanía
Por supuesto, todas estas “molestias” que podamos causarles a nuestros representantes públicos tienen que ser compensadas de alguna forma, y con lo que les gusta el dinero a todos ellos, propongo que nuestros representantes públicos cobren en este nuevo sistema exactamente el doble que la media de los funcionarios del mayor grado de la escala administrativa pública, si son representantes autonómicos el doble que la media del segundo grado de la administración pública y si son representantes municipales el doble de la media de los funcionario del tercer grado máximo de la administración pública.
En cuanto a los políticos que estén en labores gubernamentales, cobrarán de la misma forma que nuestros representantes públicos, pero en esta ocasión no el doble si no el triple. Es justo que quien se dedique a velar por el bienestar de los ciudadanos reciba un sueldo elevado, siempre que lo haga bien, pero nada más que eso, todo lo demás que reciban será considerado corrupción y obligará a abandonar el cargo que ocupen de forma inmediata por ley.
Les aseguro que nos ahorraremos miles de millones de euros con este sistema y este país se convertirá en una de las primeras potencias mundiales.
Tengan bien seguro que hoy hemos alcanzado en España un rango suficiente para que los ciudadanos podamos resolver nuestros problemas con los políticos, otra cosa es que los políticos nos lo permitan, pero de una vez por todas debemos dar un paso adelante y convertirnos en una democracia civilizada, o estaremos condenados para siempre al más estrepitoso de los fracasos.
Estoy harto de escuchar que nuestros problemas no se pueden resolver, evidentemente que pueden resolverse, pero para ello hay que realizar una Revolución Cívica que convierta a los políticos en servidores públicos y dejen de comportarse como si fueran nuestros amos en un régimen feudal.
Cuando se den cuenta la mayoría de los españoles de que esta -u otra similar- es la única salida definitiva para nuestros problemas con los políticos y la política, las cosas comenzarán a cambiar definitivamente.
Como les había advertido previamente, la solución de nuestros problemas pasa inexcusablemente por un cambio del paradigma que rija la vida pública, en el que los ciudadanos recobren el poder que les han arrebatado de forma arpía los políticos, y unos mecanismos de control y prevención de riesgos bien establecidos, organizados y eficaces. La alternativa ya la conocen ustedes que Zapatero le diga a Rajoy que no colabora y Rajoy le responda a Zapatero que no gobierna, y así hasta el juicio final por la tarde. Ustedes eligen si quieren más de lo mismo, o prefieren que las cosas cambien definitivamente de una puñetera vez.
Revolución 2012
Por supuesto, aunque parezca increíble, todo esto de lo que les he hablado también es política, y no tiene nada que ver con el yo digo y el tu dijiste, ni con el pacto, el consenso o el acuerdo, ni con la crispación, la tensión o la confrontación. Es otra forma de hacer las cosas.
¿A qué parece mentira?, pues no lo es, sencillamente es ciudadanía responsable. Por cierto, si alguien se atreve con el proyecto, que se ponga en contacto con nosotros
esrevolución2012@gmail.com
cuando recibamos el compromiso de cinco mil de ciudadanos responsables y serios (es decir, aproximadamente 1 de cada 10.000 españoles) que se ofrezcan para trabajar de forma altruista una hora o dos a la semana por cambiar las cosas en este país, empezamos con la organización del asunto. Se crea un grupo de Facebook con el nombre Revolución 2012 para que todo el mundo que quiera participar pueda hacerlo.
Si comenzamos en un par de meses -que dedicaremos al debate de cómo poner en marcha el proyecto, ante los ojos de todo el mundo-, estoy seguro que para el 2012 podremos presentar candidaturas en todas las comunidades españolas y obtener representación parlamentaria. El objetivo del proyecto no es crear un nuevo partido político, sino una organización política contra todos los partidos políticos y su forma de hacer política, que exija de forma permanente e inexcusable su regeneración democrática, y que esté compuesta exclusivamente por ciudadanos.
Lo llamaremos Revolución 2012, nace ahora mismo, todo está por hacer, así que quien se anime ahora participará en su fundación, no nos conocemos de nada, así que lo único que puede prevalecer es el proyecto. Nadie tendrá otra autoridad que la que le concedan y le reconozcan los demás, todo será transparente todo el tiempo, para ello los que lo pongan o pongamos en marcha nos comprometeremos a quedar descartados de antemano de cualquier proceso electoral, cargo político o público en el futuro, sencillamente colaboraremos con el proyecto y nada más.
Eso nos distinguirá de todas las demás organizaciones con finalidad política, porque sus creadores o fundadores no podrán ser representantes de los demás, ni ocupar cargos en el partido o públicos, sin embargo serán miembros por un periodo de cuatro años renovables del consejo de garantías -el órgano jurídico interno de la organización- que velará por el cumplimiento normativo que se establezca en sus estatutos. Quienes formen la organización inicial no participarán en su representación.
Ahora tenemos que elegir a los creadores, así que todo el que quiera ser miembro fundador que vaya presentando su candidatura en los foros del grupo de facebook. Los creadores o fundadores - entre 25 y 100 ciudadanos- serán elegidos entre los que se presenten y sean aceptados por todos los demás, para que no haya ninguna ventaja inicial para nadie. La elección del grupo fundador se hará por los cinco mil primeros ciudadanos que se inscriban de forma absolutamente democrática y transparente, no se aceptará la formación de facciones, ni listas, ni nada que distraiga la elección directa de cada uno de los fundadores, que ya se verá cuantos son.
Por favor, que se abstengan de acudir a la convocatoria todos aquellos que hayan tenido algún cargo político o público a lo largo de su vida, porque su colaboración será rechazada. La renovación de la vida política en España, lamentablemente, ya no se puede hacer con políticos, para eso tienen ustedes todas las formaciones políticas actuales a las que pueden pertenecer y apoyar. Políticos no, gracias.
Enrique Suárez Retuerta
Un ciudadano español que no renuncia a su soberanía