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sábado, 3 de noviembre de 2007
¿Secuestrará la Fiscalía estos Carteles por Inconstitucionales?
Esta mañana, en el cruce de Via Augusta con la calle Brusi (ver mapa) de Barcelona, me he topado con varias paredes llenas de carteles impresos, y pegados, por jóvenes radikales, en los que bajo una fotografía del Rey tachada y cabeza abajo, se podía leer, en estricto catalán, lo siguiente: Los y las catalanas no tenemos rey independencia, y venían firmados por estas siete entidades o asociaciones (click para navegar): endavant: organització socialista d'alliberament nacional, cup: Candidatura d'Unitat Popular, sepc: sindicat d'estudiants dels Països Catalans, CAJEI: Coordinadora d'Assamblees de Joves de l'Esquerra Independentista, maulets: el jovent independentista revolucionari, Alerta solidaria, MDT: Moviment de Defensa de la Terra
La mayoría de estos grupos son conocidos por sus continuas llamadas a la lucha armada, y han sido denunciados en diversas ocasiones por organizaciones defensoras de la Constitución como DENAES, leer el siguiente artículo: Agredido Francisco Caja por jóvenes separatistas
Las agresiones en Cataluña son cada vez más frecuentes hacia quienes no comulgan con esa visión simplista, provinciana y fascistoide del catalanismo que las autoridades inculcan a los niños en los colegios. La educación de los niños, estrictamente en catalán y antiespañola, planteada en muchísimas escuelas como medio de formación de integristas, está contribuyendo a que estos grupos cada vez sean más numerosos. A esto es a lo que Zapatero y sus ministros llaman unos cuantos jóvenes rebeldes a los que no hay que prestar mayor atención: Noticia 1, Noticia 2, Noticia 3, Noticia 4, Noticia 5, Noticia 6, etc.
Cuando he regresado con la cámara para fotografiar los carteles, alguna persona decente les había tachado la palabra independencia. En el momento en que estaba haciendo las fotos, han llegado los Mossos de Escuadra, que han avisado a los servicios de limpieza del Ayuntamiento para que los arrancaran. Pero yo me pregunto, ¿por qué no actúa la fiscalía en este caso como con la famosa portada de El Jueves? ¿Por qué no mandan a la policía a las sedes de esas entidades, para que todos esos carteles sean sacados de la circulación, y los responsables de su impresión encausados? Además, no tendría que hacer falta recordar que aquella portada no pasaba de ser una broma de mal gusto, mientras que los autores de estos carteles lo que buscan es la desintegración de la nación española. ¿Acaso no somos todos los españoles iguales ante la Ley, o es que a estos no se les aplican las leyes porque no son españoles? En todo caso, y aunque no fueran españoles, se les debería aplicar la Ley por el hecho de ser delincuentes. ¿O es que acaso tampoco son delincuentes? Sea como sea, en Cataluña, muy probablemente, impunidad total.
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Reportajes Gráficos Ciudadanos en la Red
A propósito de la transversalidad (¿qué no entiende Félix Ovejero?)
He leído un artículo de Félix Ovejero en El País, titulado: “Esta temporada, Sarkozy” (03/XI/2007), en el que critica el concepto de transversalidad como un elemento disruptivo en la política. Sus palabras delimitan su criterio sobre la cuestión
“La propia tesis de la "transversalidad" depende de la distinción que pretende superar. Al igual que "centro" es una noción subordinada, sin contenido propio. No hay "centro" si previamente no hay izquierda y derecha. Si en la "transversalidad" caben la izquierda y la derecha, se puede distinguir entre izquierda y derecha. Pero para escoger "lo mejor de cada casa" necesitamos un punto de vista. Ese punto de vista, al final, tiene que ver con ciertas ideas, con un ideario. No hay soluciones incondicionalmente mejores, sino mejores conforme a un conjunto de principios.”
No entiendo que es lo que no acaba de comprender el Sr. Ovejero sobre la cuestión de la transversalidad, y realmente tampoco he comprendido el argumento de Félix de Azúa en su polémica con el phisyng que le han hecho a Albert Pla, cuando se deja decir lo siguiente:
“Cada vez me parece la solución más sensata. Quiero decir, la independencia. A ver si así podemos empezar a trabajar en algo útil para el país”
Evidentemente, siendo el Sr. Ovejero uno de los intelectuales que le queda a Ciutadans, acompañado por el Sr. de Carreras, (y al parecer por el Sr. de Azúa), sí puedo comprender cuales son sus intenciones ante la declaración de la UPyD como partido de ideología transversal: deslegitimar esta opción idieológica como un elemento de fantasía política.
Precisamente el Sr. Ovejero dice en un párrafo de su artículo algo que me ha sorprendido:
“Un partido no es un Parlamento. No todo cabe. Aunque los miembros de un partido no tienen que compartir una concepción del mundo, sí han de compartir un ideario y unas propuestas institucionales que lo precisan”.
En Ciutadans, se cambió el ideario de forma radical a poco menos de un año de su salida a escena pública, y este señor no dijo ni palabra sobre la cuestión. Precisamente el ideario de Ciutadans era de orientación transversal, no entiendo como ahora hace esta crítica, y no la hizo en su día cuando le acompañaban a presentar su libro sobre Cromagnon, los militantes de un partido transversal. ¿Justifica entonces el abandono de la transversalidad en Ciutadans?. ¿Todo es por eso?.
Por último, citaré algo que me parece de mal gusto en el artículo del Sr. Ovejero:
“En política hay pocas cosas que inventar. Lo más antiguo del mundo es la "ilusión de la novedad", de hacer las cosas "como nadie lo ha intentado hasta ahora". Podemos intentar cambiar las reglas. Pero ésa es otra liga, que exige apuestas fuertes, con éxito improbable y que, además, requiere incluso mayor cohesión ideológica. Entretanto, podemos hacer pocas cosas, muy pocas. Entre las pocas que podemos hacer, y que debemos hacer, está el de procurar conservar el exacto sentido de las palabras. Es posible que "las palabras puedan modelarse hasta volver irreconocibles las ideas que vehiculan". Es posible. Pero hay que resistirse. Eso lo dijo Goebbels y quería hacer trampas”.
Mire Sr. Ovejero, Goebbels dijo muchas cosas, pero creo que citarlo en una crítica a UPyD es un alegato que se aproxima a la ignominia, o sea que sería mejor si midiera sus argumentos un poquito. Déjese de sutilezas. No le gusta Sarkozy, no le gusta la UPyD, pues quédese en su Ciutadans del alma con el centro izquierda y el hecho diferencial catalán, que es donde debe estar seguramente; que usted no sea capaz de comprender algo, no quiere decir que eso no exista.
Y ahora vamos con la transversalidad
Precisamente del hartazgo de la ausencia de soluciones sobre los problemas más graves que presentan los ciudadanos en su vida pública, han surgido numerosos movimientos que tratan de superar el eje izquierda-derecha en la ideología política, unos lo han hecho valorando otras variables, como los ecologistas o los nacionalistas, y otros valorando la inutilidad del conflicto tradicional entre ideologías agotadas, como el centrismo.
La transversalidad es precisamente la superación de la dialéctica conflictiva que se asienta en estirar argumentos inútiles que han demostrado su incapacidad para resolver los problemas de los ciudadanos, provengan de la izquierda o de la derecha, y que se puedan seguir considerando en plena vigencia, anta la incomprensión de que solo la interacción de ambas posiciones políticas puede procurar la solución a los problemas.
La síntesis de ambas posiciones ideológicas para una nueva dialéctica es lo que se trata de establecer desde la transversalidad, porque a estas altura de la historia vivida, en pleno siglo XXI, no se puede prescindir de las cotas sociales alcanzadas por ambas; no hay camino que pase por la no agregación de las mismas hacia el futuro, o en su defecto, la síntesis.
¿Acaso se puede renunciar la igualdad que promueve la izquierda?, ¿acaso se puede renunciar a la libertad que promueve la derecha?. No Sr. Ovejero, los ciudadanos de este país, como europeos, quieren igualdad-y-libertad, precisamente lo que no son capaces de ofrecerles el PSOE o el PP, y mucho menos los nacionalistas que juegan a mantener privilegios contra la libertad y la igualdad. Veo en sus palabras reacción, como la de aquellos que dicen que las televisiones de tubo son mejores que las de plasma, solo porque no se pueden permitir la adquisición de una de las más modernas.
Por eso la UpyD no se equivoca, como no lo hizo el Ciutadans de Bellaterra y sí lo ha hecho el Ciutadans caquéctico que ha quedado tras el congreso de Hospitalet, en el que las posiciones defendidas por su amigo De Carreras (y tal vez las suyas) salieron victoriosas, haciendo que más de la mitad del partido tomara la puerta para decir adiós al proyecto.
Infórmese un poco más antes de hablar de lo que desconoce, o no llega a comprender, o no le interesa políticamente, aceptar o asumir, antes de seguir emitiendo opiniones sin fundamento político.
La transversalidad es la opción ideológica del futuro, no porque lo diga Sarkozy, que no lo dice, ni por que lo aplauda Bayrou, o lo ensalce Royal. No es una cuestión que proviene de Francia, sino de la conflictiva politica italiana, a la que tanto nos vamos pareciendo en España, pero también del posibilismo británico, y de la gran coalición alemana, en tiempos de crisis.
El transversalismo es la asunción de que la victoria de una opción política de izquierda o derecha sobre su contraria, es peor para todos, y que es necesario agregar las aportaciones positivas de ambas en un programa compartido. Nada que ver con el consenso, porque no se busca la reducción de las opciones rivales, sino la aportación de sus ofertas diferenciadas en una propuesta compartida. Queremos ser libres e iguales, no libres o iguales, no más libres por ser menos iguales, ni más iguales por ser menos libres, queremos ambas cosas, el máximo nivel posible de las dos alternativas, y no queremos menos.
El transversalismo proviene de la sociología europea, surge en Francia tras los acontecimientos del sesentayocho, con Deleuze, y su círculo, pero en la política es asumida por filósofos italianos como Norberto Bobbio o Sartori, pero también se inscribe en el pensamiento de autores tan diversos como Bauman (sociedades líquidas) o Pániker (sociedadades híbridas -que añade el concepto de retroprogresismo, para proporcionarle aún más lucidez-). Y por supuesto, por las alusiones de devolución del poder a los ciudadanos, protagonizadas por Anthony Giddens, como asesor de Blair en el Reino Unido.
Sr. Ovejero, el transversalismo en política, no es un invento de Savater, Gorriarán o Rosa Díez, ni del núcleo duro de intelectuales que prohijaron Ciutadans en su día, es sencillamente una opción política que viene pisando con fuerza en Europa, y que a algunos como usted, les ha dejado nokeados, acostumbrados como están a ser voces discrepantes (y escuchadas) en ese más de lo mismo en el que tan cómodos se han sentido y se sienten, que es el mantenimiento de los conflictos existentes.
Enrique Suárez Retuerta
“La propia tesis de la "transversalidad" depende de la distinción que pretende superar. Al igual que "centro" es una noción subordinada, sin contenido propio. No hay "centro" si previamente no hay izquierda y derecha. Si en la "transversalidad" caben la izquierda y la derecha, se puede distinguir entre izquierda y derecha. Pero para escoger "lo mejor de cada casa" necesitamos un punto de vista. Ese punto de vista, al final, tiene que ver con ciertas ideas, con un ideario. No hay soluciones incondicionalmente mejores, sino mejores conforme a un conjunto de principios.”
No entiendo que es lo que no acaba de comprender el Sr. Ovejero sobre la cuestión de la transversalidad, y realmente tampoco he comprendido el argumento de Félix de Azúa en su polémica con el phisyng que le han hecho a Albert Pla, cuando se deja decir lo siguiente:
“Cada vez me parece la solución más sensata. Quiero decir, la independencia. A ver si así podemos empezar a trabajar en algo útil para el país”
Evidentemente, siendo el Sr. Ovejero uno de los intelectuales que le queda a Ciutadans, acompañado por el Sr. de Carreras, (y al parecer por el Sr. de Azúa), sí puedo comprender cuales son sus intenciones ante la declaración de la UPyD como partido de ideología transversal: deslegitimar esta opción idieológica como un elemento de fantasía política.
Precisamente el Sr. Ovejero dice en un párrafo de su artículo algo que me ha sorprendido:
“Un partido no es un Parlamento. No todo cabe. Aunque los miembros de un partido no tienen que compartir una concepción del mundo, sí han de compartir un ideario y unas propuestas institucionales que lo precisan”.
En Ciutadans, se cambió el ideario de forma radical a poco menos de un año de su salida a escena pública, y este señor no dijo ni palabra sobre la cuestión. Precisamente el ideario de Ciutadans era de orientación transversal, no entiendo como ahora hace esta crítica, y no la hizo en su día cuando le acompañaban a presentar su libro sobre Cromagnon, los militantes de un partido transversal. ¿Justifica entonces el abandono de la transversalidad en Ciutadans?. ¿Todo es por eso?.
Por último, citaré algo que me parece de mal gusto en el artículo del Sr. Ovejero:
“En política hay pocas cosas que inventar. Lo más antiguo del mundo es la "ilusión de la novedad", de hacer las cosas "como nadie lo ha intentado hasta ahora". Podemos intentar cambiar las reglas. Pero ésa es otra liga, que exige apuestas fuertes, con éxito improbable y que, además, requiere incluso mayor cohesión ideológica. Entretanto, podemos hacer pocas cosas, muy pocas. Entre las pocas que podemos hacer, y que debemos hacer, está el de procurar conservar el exacto sentido de las palabras. Es posible que "las palabras puedan modelarse hasta volver irreconocibles las ideas que vehiculan". Es posible. Pero hay que resistirse. Eso lo dijo Goebbels y quería hacer trampas”.
Mire Sr. Ovejero, Goebbels dijo muchas cosas, pero creo que citarlo en una crítica a UPyD es un alegato que se aproxima a la ignominia, o sea que sería mejor si midiera sus argumentos un poquito. Déjese de sutilezas. No le gusta Sarkozy, no le gusta la UPyD, pues quédese en su Ciutadans del alma con el centro izquierda y el hecho diferencial catalán, que es donde debe estar seguramente; que usted no sea capaz de comprender algo, no quiere decir que eso no exista.
Y ahora vamos con la transversalidad
Precisamente del hartazgo de la ausencia de soluciones sobre los problemas más graves que presentan los ciudadanos en su vida pública, han surgido numerosos movimientos que tratan de superar el eje izquierda-derecha en la ideología política, unos lo han hecho valorando otras variables, como los ecologistas o los nacionalistas, y otros valorando la inutilidad del conflicto tradicional entre ideologías agotadas, como el centrismo.
La transversalidad es precisamente la superación de la dialéctica conflictiva que se asienta en estirar argumentos inútiles que han demostrado su incapacidad para resolver los problemas de los ciudadanos, provengan de la izquierda o de la derecha, y que se puedan seguir considerando en plena vigencia, anta la incomprensión de que solo la interacción de ambas posiciones políticas puede procurar la solución a los problemas.
La síntesis de ambas posiciones ideológicas para una nueva dialéctica es lo que se trata de establecer desde la transversalidad, porque a estas altura de la historia vivida, en pleno siglo XXI, no se puede prescindir de las cotas sociales alcanzadas por ambas; no hay camino que pase por la no agregación de las mismas hacia el futuro, o en su defecto, la síntesis.
¿Acaso se puede renunciar la igualdad que promueve la izquierda?, ¿acaso se puede renunciar a la libertad que promueve la derecha?. No Sr. Ovejero, los ciudadanos de este país, como europeos, quieren igualdad-y-libertad, precisamente lo que no son capaces de ofrecerles el PSOE o el PP, y mucho menos los nacionalistas que juegan a mantener privilegios contra la libertad y la igualdad. Veo en sus palabras reacción, como la de aquellos que dicen que las televisiones de tubo son mejores que las de plasma, solo porque no se pueden permitir la adquisición de una de las más modernas.
Por eso la UpyD no se equivoca, como no lo hizo el Ciutadans de Bellaterra y sí lo ha hecho el Ciutadans caquéctico que ha quedado tras el congreso de Hospitalet, en el que las posiciones defendidas por su amigo De Carreras (y tal vez las suyas) salieron victoriosas, haciendo que más de la mitad del partido tomara la puerta para decir adiós al proyecto.
Infórmese un poco más antes de hablar de lo que desconoce, o no llega a comprender, o no le interesa políticamente, aceptar o asumir, antes de seguir emitiendo opiniones sin fundamento político.
La transversalidad es la opción ideológica del futuro, no porque lo diga Sarkozy, que no lo dice, ni por que lo aplauda Bayrou, o lo ensalce Royal. No es una cuestión que proviene de Francia, sino de la conflictiva politica italiana, a la que tanto nos vamos pareciendo en España, pero también del posibilismo británico, y de la gran coalición alemana, en tiempos de crisis.
El transversalismo es la asunción de que la victoria de una opción política de izquierda o derecha sobre su contraria, es peor para todos, y que es necesario agregar las aportaciones positivas de ambas en un programa compartido. Nada que ver con el consenso, porque no se busca la reducción de las opciones rivales, sino la aportación de sus ofertas diferenciadas en una propuesta compartida. Queremos ser libres e iguales, no libres o iguales, no más libres por ser menos iguales, ni más iguales por ser menos libres, queremos ambas cosas, el máximo nivel posible de las dos alternativas, y no queremos menos.
El transversalismo proviene de la sociología europea, surge en Francia tras los acontecimientos del sesentayocho, con Deleuze, y su círculo, pero en la política es asumida por filósofos italianos como Norberto Bobbio o Sartori, pero también se inscribe en el pensamiento de autores tan diversos como Bauman (sociedades líquidas) o Pániker (sociedadades híbridas -que añade el concepto de retroprogresismo, para proporcionarle aún más lucidez-). Y por supuesto, por las alusiones de devolución del poder a los ciudadanos, protagonizadas por Anthony Giddens, como asesor de Blair en el Reino Unido.
Sr. Ovejero, el transversalismo en política, no es un invento de Savater, Gorriarán o Rosa Díez, ni del núcleo duro de intelectuales que prohijaron Ciutadans en su día, es sencillamente una opción política que viene pisando con fuerza en Europa, y que a algunos como usted, les ha dejado nokeados, acostumbrados como están a ser voces discrepantes (y escuchadas) en ese más de lo mismo en el que tan cómodos se han sentido y se sienten, que es el mantenimiento de los conflictos existentes.
Enrique Suárez Retuerta
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Ciudadanos y Política
Hijos de Satanás
Se van juntando traidores, cobardes y cómplices en torno a los referéndums para romper España. A los filoetarras y sus satélites del País Vasco y Cataluña se unió primero Carreras, el méntor del apócrifo Ciutadans (que en paz descanse). Luego fue un tal López, alias Patxi nadie. Pero el de mayor prestigio es sin duda el obispo de San Sebastián, quien lleva años "comprendiendo" a la izquierda abertzale. Y no es de extrañar, pues en los seminarios de las Vascongadas hace casi cincuenta años que les entienden, hasta tal punto que esa pandilla de asesinos se constituyó al amparo de algunas negras sotanas.
Es doloroso para un católico "no durmiente" como yo denunciar este atropello a Dios, a la razón y a la justicia; al Bien, en suma.
Al obispo Setién no se le puede reprochar andarse con disimulos. Le pasa lo mismo que a Gallardón, pero en un orden de cosas todavía más abyecto: dice lo que piensa y piensa lo que dice constantemente, con la misma tranquilidad distanciada, esa especie de flema propia de lords ingleses (los de antes) y de matones a sueldo (los de siempre).
La última de ese individuo, después de respaldar la iniciativa anticonstitucional de Ibarreche, el monaguillo de los trabajos sucios, ha sido expresar la necesidad de "tratar de que la izquierda abertzale no esté fuera de juego". Pero quien se indigne ahora, descubriendo de repente quiénes son los hijos de Satanás, o vivía en Alaska o estaba inmerso en una grave confusión, como Rosa Díez cuando gobernaba con el PNV. A quienes como ella han rectificado reconociendo sus errores, les digo que bienvenidos al club de quienes llevamos años denunciando la complicidad objetiva (en el mejor de los casos) entre los asesinos y quienes les entienden, desde Elorza hasta Setién pasando por el conjunto de los partidos nacionalistas y muchos cuadros del Psoe, incluyendo Moncloa y el síndrome de Zarzuela, pues como todos sabemos, "hablando se entiende la gente".
Lo de Setién es un grado más en la ignominia, por su función en la Iglesia y por las reincidencias de su grave delito moral. Va siendo hora de que la Conferencia Episcopal, irreprochable en su condena absoluta del terrorismo y de su entorno, limpie de inmundicias lo que para muchos españoles es la casa de Dios. Y no sólo en San Sebastián.
Dante Pombo de Alvear
Es doloroso para un católico "no durmiente" como yo denunciar este atropello a Dios, a la razón y a la justicia; al Bien, en suma.
Al obispo Setién no se le puede reprochar andarse con disimulos. Le pasa lo mismo que a Gallardón, pero en un orden de cosas todavía más abyecto: dice lo que piensa y piensa lo que dice constantemente, con la misma tranquilidad distanciada, esa especie de flema propia de lords ingleses (los de antes) y de matones a sueldo (los de siempre).
La última de ese individuo, después de respaldar la iniciativa anticonstitucional de Ibarreche, el monaguillo de los trabajos sucios, ha sido expresar la necesidad de "tratar de que la izquierda abertzale no esté fuera de juego". Pero quien se indigne ahora, descubriendo de repente quiénes son los hijos de Satanás, o vivía en Alaska o estaba inmerso en una grave confusión, como Rosa Díez cuando gobernaba con el PNV. A quienes como ella han rectificado reconociendo sus errores, les digo que bienvenidos al club de quienes llevamos años denunciando la complicidad objetiva (en el mejor de los casos) entre los asesinos y quienes les entienden, desde Elorza hasta Setién pasando por el conjunto de los partidos nacionalistas y muchos cuadros del Psoe, incluyendo Moncloa y el síndrome de Zarzuela, pues como todos sabemos, "hablando se entiende la gente".
Lo de Setién es un grado más en la ignominia, por su función en la Iglesia y por las reincidencias de su grave delito moral. Va siendo hora de que la Conferencia Episcopal, irreprochable en su condena absoluta del terrorismo y de su entorno, limpie de inmundicias lo que para muchos españoles es la casa de Dios. Y no sólo en San Sebastián.
Dante Pombo de Alvear
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