Lo he estado pensando, va a ser lo mejor, nacionalizamos Portugal español y luego vamos a por Gibraltar, y que se vaya preparando Andorra. La razón que motiva mi propuesta es que en este país no cabe un tonto más, de verdad, he hecho recuento y ya no cabe ni uno más, como es seguro que la tasa de tontuna se seguirá incrementando, necesitamos más espacio y para eso es preciso invadir Portugal. Estoy seguro de que a los portugueses con lo que llevan encima y la prima de riesgo en 900 puntos no les importa demasiado.
Tras haber visto a las cofradías sindicales de procesión gritando al cielo que ellos son los únicos que tienen razón en este país tras permanecer callados mientras el paro se incrementaba en tres millones; al ministro De Guindos, feliz y contento, agradeciendo a Bolivia que haya nacionalizado una filial de Red Eléctrica Española, pero que va a pagar por ella, no como los argentinos que son unos ladrones, sólo me faltaba escuchar a al Secretario de Estado de Comercio decir lo siguiente: "construir, mantener y explotar las carreteras no es algo gratuito. Hay que tomar la decisión en España de si ese coste lo pagan todos los ciudadanos o sólo aquellos que utilizan las carreteras”. Lo dicho, no cabe un tonto más.
Este gobierno del PP de Mariano Rajoy apunta buenas maneras y va camino de superar al del PSOE de Zapatero en algunas gilipolleces, en todas es imposible, nadie logrará jamás alcanzar el nivel de decrepitud mental que el contador de nubes logró en los siete años que residió en La Moncloa, empeñado en convertir España en Socialistán, aunque para perseguir su delirio se haya gastado en el propósito el futuro de nuestros hijos y nuestros nietos. Mira que es necia la realidad y los españoles, con lo felices que podríamos vivir en un país donde nos denomináramos socialistanos y socialistanas.
Me ocuparé de las declaraciones del Secretario de Estado de Comercio, del Ministerio de Industria del Gobierno de España, según la teoría del prócer las carreteras tienen que pagarlas los que las usan y se ha quedado tan fresco. Pues ya me imagino cuando se reúna comisión de damnificados para contarle al señor director que están totalmente de acuerdo con su medida, pero que la aplique también a los aeropuertos, los ferrocarriles, los puertos marítimos, la educación, la sanidad, la policía, la justicia, y el sistema de pensiones. Tiene razón el señor director, que cada uno pague lo que usa, ¿qué va a ser eso de que todos paguemos lo que no usamos para que lo usen otros?
Espera que se enteren en algunas autonomías de la genial idea del prócer que hoy se mueve felizmente por el ministerio de Miguel Sebastián, aquel niño que quería llenar España de coches eléctricos, para que pasaran bajo los molinos de las energías renovables y las plantas solares de su compañero, el de la Alianza de civilizaciones, mientras esperaban que los brotes verdes dieran flores. Ya se verá al PP catalá refundado, con su senyera recién estrenada y su canesú, unirse con Artur Mas para entonar el “España nos roba” y decir que Catalunya no tiene que pagar los ERE de Andalucía, ni los trajes de Valencia.
¿Pero cómo se puede estar en un Gobierno, en la mayor crisis económica, política e institucional que ha vivido España en su reciente historia y permitirse decir semejantes tonterías, sin inmutarse lo más mínimo? ¿De verdad todo esto está ocurriendo en realidad? ¿No será una pesadilla?, yo creo que sí, cuando despertemos no vamos a tener ni país, lo habrán nacionalizado los gibraltareños.
Enrique Suárez
Tras haber visto a las cofradías sindicales de procesión gritando al cielo que ellos son los únicos que tienen razón en este país tras permanecer callados mientras el paro se incrementaba en tres millones; al ministro De Guindos, feliz y contento, agradeciendo a Bolivia que haya nacionalizado una filial de Red Eléctrica Española, pero que va a pagar por ella, no como los argentinos que son unos ladrones, sólo me faltaba escuchar a al Secretario de Estado de Comercio decir lo siguiente: "construir, mantener y explotar las carreteras no es algo gratuito. Hay que tomar la decisión en España de si ese coste lo pagan todos los ciudadanos o sólo aquellos que utilizan las carreteras”. Lo dicho, no cabe un tonto más.
Este gobierno del PP de Mariano Rajoy apunta buenas maneras y va camino de superar al del PSOE de Zapatero en algunas gilipolleces, en todas es imposible, nadie logrará jamás alcanzar el nivel de decrepitud mental que el contador de nubes logró en los siete años que residió en La Moncloa, empeñado en convertir España en Socialistán, aunque para perseguir su delirio se haya gastado en el propósito el futuro de nuestros hijos y nuestros nietos. Mira que es necia la realidad y los españoles, con lo felices que podríamos vivir en un país donde nos denomináramos socialistanos y socialistanas.
Me ocuparé de las declaraciones del Secretario de Estado de Comercio, del Ministerio de Industria del Gobierno de España, según la teoría del prócer las carreteras tienen que pagarlas los que las usan y se ha quedado tan fresco. Pues ya me imagino cuando se reúna comisión de damnificados para contarle al señor director que están totalmente de acuerdo con su medida, pero que la aplique también a los aeropuertos, los ferrocarriles, los puertos marítimos, la educación, la sanidad, la policía, la justicia, y el sistema de pensiones. Tiene razón el señor director, que cada uno pague lo que usa, ¿qué va a ser eso de que todos paguemos lo que no usamos para que lo usen otros?
Espera que se enteren en algunas autonomías de la genial idea del prócer que hoy se mueve felizmente por el ministerio de Miguel Sebastián, aquel niño que quería llenar España de coches eléctricos, para que pasaran bajo los molinos de las energías renovables y las plantas solares de su compañero, el de la Alianza de civilizaciones, mientras esperaban que los brotes verdes dieran flores. Ya se verá al PP catalá refundado, con su senyera recién estrenada y su canesú, unirse con Artur Mas para entonar el “España nos roba” y decir que Catalunya no tiene que pagar los ERE de Andalucía, ni los trajes de Valencia.
¿Pero cómo se puede estar en un Gobierno, en la mayor crisis económica, política e institucional que ha vivido España en su reciente historia y permitirse decir semejantes tonterías, sin inmutarse lo más mínimo? ¿De verdad todo esto está ocurriendo en realidad? ¿No será una pesadilla?, yo creo que sí, cuando despertemos no vamos a tener ni país, lo habrán nacionalizado los gibraltareños.
Enrique Suárez